Acierto

Sus manos temblaron cuando vieron el líquido rojizo con que se habían empapado, observó el cuerpo en el piso que se retorcía un poco todavía mientras sangraba, en los ojos no se observaban ninguna vida ya.

Unas manos tomaron sus hombros por detrás y ella se sobresaltó de inmediato.

―¿No es hermoso? ―la voz masculina se escuchó susurrar en su oreja, ella cerró los ojos de inmediato con gran temor.

Sus piernas falsearon y cayó al piso de rodillas sin fuerzas, abrió los ojos de nuevo ya sin orbita miraron hacia la nada.

Había quitado una vida.

No había vuelta atrás.

Sintió el abrazo del cuerpo masculino de Hidan, cerró lo ojos de nuevo apretándolos deseando salir corriendo de ahí.

Hidan recargó su cabeza en su pecho y la abrazó con delicadeza, había pasado mucho desde que sentía un abrazo así y para Tenten fue casi reconfortante.

—Ya, es normal que te sientas así, él se lo merecía— una pequeña sonrisa apareció en los labios del asesino— él te dejó a tu suerte después de la muerte de tu madre sólo para quedarse con su herencia.

Aquél día se dejó llevar por aquel reconfortante abrazo, aquél día algo ató su corazón y reprimió sentimientos.

Falló una vez más en el tercer nota y empezó de nuevo, está vez fallando a mitad de la entrada de la canción.

Dejó de tocar frustrada y tapó su cara con sus manos quedando inclinada.

No podía dejar de pensar ni de sentir por más que reprimiera cualquier recuerdo de hace unas noches en la que había quebrantado una de muchas reglas de Hidan y la principal.

La castaña no podía concentrarse desde entonces aquellos ojos aperlados que la miraban con profundidad se presentaban en su mente cada que cerraba los ojos.

Negó mentalmente, había tenido sexo pocas veces, lo único que sabía de el es que cada que lo prácticaba lo encontraba liberador.

Hace unos días había encontrado lo que parecía la mejor experiencia que había tenido.

Pensó inmediatamente en el tiempo que había creído como toda una niña tonta que amaba a Hidan, él había dicho que la amaba incontables veces pero cuando Tenten intentó seducirlo él le mencionó que no era digno de ella, que no quería mancharla con aquellas sucias manos a alguien tan especial como ella.

Hidan no era un hombre que buscará la compañía de mujeres, siempre mencionaba que ella era la única presencia de disfrutaba más que nada, una adoración a alguien que tenía en una pequeña caja de cristal y podía observar por la eternidad.

Con el tiempo Tenten entendió que aquella clase de afecto hacia diferente a Hidan de los demás hombres, su mentalidad era diferente a las demás personas, ellos eran casi iguales por dentro, la misma persona rota que otros habían transformado en el monstruo que era ahora.

Cerró los ojos y se imaginó aquellas manos masculinas tocandola de nuevo, aquel policía del que nisiquiera sabía su nombre, pero él si el suyo y agradeció no saberlo ni haberlo escuchado provenir con su voz, para Tenten los nombres tenían peso, el saber su nombre habrían de mancharse sus labios con él y no habría vuelta atrás.

Volvió a tocar desde el principio equivocándose de nuevo.

—Eso no suena muy bien—la castaña dió un respingo volteando rápidamente, observó a Deidara en el fondo de la habitación.

—Me alegro saber que estás vivo— le sonrió desde del banco del piano.

—No puedo morir ahora, ¿sabes? tengo muchos planes a futuro cómo largarme de aquí— el rubio le miró aburrido con las manos en su bolsillos— como sea, gracias por lo que hiciste.

—El agradecimiento está sobrevalorado— Tenten volteó de nuevo y tanteo las teclas del piano mirandolas con detenimiento.

—Siempre tienes una manera extraña de hacer depresivos a los demás— Deidara volteó los ojos con una pequeña sonrisa.

—De nada— le miró de reojo correspondiendo si sonrisa.

—Tenten...— el chico se puso serio y se acercó a ella sacando un papel de sus bolsillos, se lo extendió—toma, dijo que te lo diera, son especificaciones del objetivo para la misión de mañana.

La chica miró el papel y sin pensarlo lo tomó y jaló de él pero Deidara no lo soltó miró como la veía preocupado.

—No vuelvas a salvarme de la muerte Tenten—la voz del rubio sonó casi como un susurro.

—¿Deseas morir?—las palabras de Tenten salieron sin que ella las pensará, fue un pensamiento para ella misma, una pregunta que no era dirigida hacía nadie.

Deidara le sonrió soltando el papel le dió la espalda antes de responder.

—Lo siento eso no está en mis planes, aún tengo a alguien que proteger, mi vida no es míaTenten, ni tampoco le pertenece a Hidan, hace mucho tiempo que se la di a alguien sin pensarlo dos veces.

—No hay nadie que valga la pena proteger...—Tenten bajó la mirada hacía las teclas del piano de nuevo.

—Las palabras de Hidan no quedan bien en tus labios querida— le sonrió antes de cruzar el sombrío escenario y desaparecer de la vista de la castaña.

Los ojos de Tenten se entrecerraron de manera pensativa, tocó la canción, esta vez de manera perfecta.

_____________

Leyó el reporte una vez más antes de entrar a la sala de interrogación donde se encontraba ya su compañera Kurotsuchi sentada frente al chico con mirada aburrida.

―¿Estás seguro de esto? ―la chica de ojos negros lo miro indecisa.

―Demasiado, estoy seguro de que mi padrastro los contrató ayer, el día de mañana lo llevaran acabo, ahora que se los he contado todo déjenme ir ―le respondió de manera inmediata.

Neji lo observó con atención, sabia diferenciar cuando una persona solía decir la verdad de una que no, y aquel chico se mostraba muy seguro de sí mismo.

Habían pasado dos días investigando una posible pista que los Yakuza habían brindado al conocer a la víctima anterior, la chica culpable y desaparecida que había dado dinero para matar al mafioso consiguió aquel contacto a través de un traficante de drogas.

―¿A quién piensas que podrían atacar? ―Neji preguntó de manera seria aun con el expediente en la mano.

―Mi padrastro tiene muchos enemigos, pero si quieren al pez gordo que asesinaran en los próximos días diría que el hombre que te mencioné es el adecuado, mi padrastro busca venganza sobre quien lo traicionó y ahora gobierna su venta de drogas― el chico sonrío con un poco de obviedad hacia los dos policías.

―Buscaré de inmediato a la víctima Neji―la chica le sonrió entusiasmada, era su primera pista en un año.

Neji asintió y observo a la chica salir por la puerta.

―¿Ya puedo irme? ―el chico le preguntó al policía.

―¿Por qué nos dijiste todo esto? ―el Hyuga entrecerró los ojos con curiosidad.

―Mi padrastro es una escoria, no es asunto mío, pero si ustedes pueden hacer que pague por todo lo que ha hecho soy una persona feliz― el chico le sonrió mientras se levantaba y colocaba su capucha y hacia una bomba de aire con el chicle en su boca.

El Hyuga miró su reloj molesto, había sido un día muy largo, pero al fin obtenían los pasos de aquella organización, se le hizo de noche y ya no pudo ir al lugar en el que había planeado estar.

Salía de la oficina por inercia, con algo de esperanzas tal vez podía llegar a tiempo.

___________

Después de dos horas tocando en su presentación en el bar suspiró cansada detrás del escenario, nunca en su vida había puesto atención a las personas en sus presentaciones, sin embargo, paso dos horas buscando entre sus espectadores ciertos ojos aperlados, negó con la cabeza tomando su mochila era hora de irse, debía descansar, al día siguiente no debía de haber equivocaciones en su encargo.

Avanzó sobre el estacionamiento del bar, levantando su capucha cubriendo su cabellera color chocolate y mirando de reojo hacia el cielo despejado sin ninguna emoción.

―¡Señorita Amma! ―volteo sin interés deteniéndose.

Un hombre vestido de traje y lentes se acercó a ella rápidamente extendiéndole una tarjeta se inclinó levemente frente a ella.

―Señorita Amma soy de EntretenimientoK, sería un honor para nuestra disquera que nos acompañara para hablar de negocios― el hombre le sonrío algo nervioso.

Tenten lo observó de pies a cabeza y después a la tarjeta que el esperaba que ella tomara.

―No me interesa―respondió en voz baja y se propuso a irse.

―Usted no entiende, tiene un talento enorme y a mi jefe le gustaría contratarla―la chica notó que la voz del hombre de lentes se escuchaba algo más nerviosa.

Tenten lo ignoró, se iría si lo hacía había rechazado a muchos iguales a ellos.

―Dígame, ¿cuándo le pagan?, ganará el doble y hasta el triple con nosotros― le dijo con una voz más desesperada.

La chica sintió un brusco tirón de su muñeca haciendo detenerse frente al agente, la chica le miró enojada y el hombre dejó de fruncir el ceño en cuanto se dio cuenta de eso, Tenten retiró con brusquedad su muñeca del agarre, pero él no la dejaba ir.

La castaña miraba aquella mirada de desesperación en aquel hombre, la había visto cientos de veces, con seguridad que su trabajo estaba condicionado a si lograba atraerla a la disquera.

Tenten había examinado la zona del estacionamiento al caminar por ella, si el hombre no la soltaba ella estaba a punto de romperle el cuello en un solo movimiento.

Una tercera persona se hizo presente detrás del agente de la disquera tomándolo de espaldas y arrastrándolo dejando ir a la chica, recargándolo de frente en un automóvil cercano.

La chica abrió los ojos sorprendida, había reconocido de inmediato aquella melena larga con coleta baja a sus espaldas.

―¿Qué demonios crees que haces idiota? ―el policía interrogó al hombre con voz atemorizante, el rostro del agente palideció de inmediato.

―Y...o...yo no le he hecho nada... perdóneme, déjeme ir, no intentaba nada lo juro― el sujeto de lentes tartamudeo.

Neji lo dejó ir y este se inclinó hacia la chica.

―Lo siento tanto el malentendido señorita Amma, le pido que reconsidere mi oferta y llame a mi jefe― le entregó la tarjeta a la chica.

La chica observó cómo después de hacer una reverencia al policía se fue rápidamente.

―¿Estas bien? ―aquella voz que pensó que nunca volvería a oír le llamó la atención.

Volvió a ver aquellos ojos y dejó de respirar por unos segundos.

―Tú ...¿qué haces aquí? ― fue lo único que salió de los labios de la castaña.

―Un "gracias" sería suficiente―le dijo con voz tan ronca como la chica la recordaba.

―Sé cuidarme sola― entrecerró los ojos lista para continuar con su camino―espero mi respuesta antes de que piense que eres un acosador.

―Vine a ver tu presentación.

―Llegaste dos horas tarde―sonrío de lado y empezó a caminar― lo siento no hago presentaciones para una sola persona.

―No encontré reservaciones, decidí venir a encontrarme contigo después de la presentación―Neji cerró los ojos molesto con él mismo, había cedido a su impulso de buscarla esperando verla fuera del restaurante, la vio alejándose poco a poco, quería seguirla pero no lo creyó prudente―eres la primera chica que no me ha preguntado mi nombre después de acostarnos.

Ella se detuvo por unos segundos en seco y lo miró de reojo.

―Ya te lo dije... no soy como las demás chicas ―volteo dándole la espalda de nuevo.

Tenten siguió caminando hasta perderse en la oscuridad.

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