Transcurre el tiempo, pero nada veo

a pesar de que mis ojos se encuentran abiertos;

mis brazos, mis piernas, inmóviles;

inútil es intentar hablar

pues mi voz es silencio total.

Nada emiten mis cuerdas vocales

mis pies, trémulos ante el destino

temen, pero andan seguros

solos ante la adversidad, juntos al compás

dejando huellas incesantes que se han de difuminar.

Juegan sin cesar,

mis manos de aquí para allá

no han de parar, ni siquiera para descansar

siempre ocupadas deben estar

entre tumultos dando creatividad.

La mente cansada esta

exhausta de pensar,

inerte desea estar

para ya no sufrir más.

De vida empotrada

generalmente localizada,

de vista nublada

tengo el alma perturbada.

Observa este cuerpo desnudo

descompuesto ante la penumbra,

marcas se presentan

representan cada golpe de la vida.

Nada emiten mis cuerdas vocales

vacíos se encuentran mis pulmones,

me falta el aire, nada puedo aspirar

solo me queda jugar

mientras la vida se desvanece a cada segundo,

cada minuto que transcurre.