Yo no hice nada malo, ¿Verdad?

Esto no fue mi culpa.

Él no se suicidó por mi culpa, ¿O sí?

Tal vez si yo le hubiera puesto más atención esto no estaría pasando.

Tal vez si le daba más abrazos él seguiría a mi lado.

Tal vez si le hubiese dado más...

Rosa Blanca, no debía dejarte solo..

Rosa Blanca, fui una mala amiga, no pude salvarte, no pude hacer que te quedaras a mi lado

Todos los días te veías tan feliz, siempre sonriendo y haciendo bromas, solo me fijé en eso, pero no vi lo que ocultabas muy dentro de ti, no pude ser capaz de ver cuánto maltrato recibías y cómo cada día reforzabas la idea de dejar este mundo, no pude ayudarte.

Dijiste que ya no tenías a nadie, pero ¿Qué hay de mi? ¿Al menos pensaste en el daño que me harías al irte dejándome aquí sola?

Llamaste para despedirte, y disculparte al mismo tiempo, pero eso no calma nada, el dolor no se va, en lugar de eso me hizo más débil, ¿Cuánto más quieres lastimarme? ¿Cuánto más quieres que sufra por ti?

Antes disfrutaba ver el atardecer sentada en la playa, pero ahora odio la playa, odio el mar, odio los acantilados, odio el atardecer, odio vivir.

Son días difíciles, no puedo dormir, la angustia y el arrepentimiento de no haber hecho cosas que te hacían feliz me persigue día y noche. Pasaron tantas cosas en tan poco tiempo.

La primera vez que perdí a alguien estuve día y noche llorando porque esa vez no pude decir un “adiós” no pude despedirme de aquella persona porque él tampoco se despidió de mi, pero ahora... mi corazón logró decir un “Hasta pronto”, aunque no me escucharas decirlo, aunque no quise decir esas dolorosas palabras, al menos mi alma quedó en paz, ambos pudimos despedirnos.

No pude abrazar tu cuerpo por última vez. Supongo que ya sabías que al saltar al mar, tu cuerpo sería difícil de encontrar, las olas te llevaron consigo, y nunca más te volvió a soltar.

Duele, duele tanto haberme dado cuenta tarde de que tu familia no era lo que aparentaba. Pensaba que te amaban y te apreciaban tanto como yo, pero eso no era así. Días antes del funeral, tu madre llegó a casa, pensé que habían encontrado tu cuerpo, pero no era así, ella se me acercó y con un tono fingido de arrepentimiento dijo:

—El funeral será en dos días, necesitamos una foto de él —susurró cabizbaja.

Yo la observé, y me acomodé el cabello hacia atrás, no comprendía muy bien lo que quiso decir.

—¿Trajo algunas fotografías?—pregunté— ¿Quiere que le ayude a elegir uno?

—No comprendes...—volvió a susurrar, pero esta vez levantando la cabeza y mirándome a los ojos.—Necesitamos una foto de él, en mi hogar no tenemos ni uno, supuse que tú si lo tendrías.

Ahí fue que comprendí lo mucho que habías sufrido, ¿Cómo es posible que tus padres no tengan ni una fotografía tuya? Ellos te llevaron a su casa, pero no supieron tratar con una persona llena de luz.

Casi toda mi galería estaba llena de tus fotografías, de entre todas elegí una en el que sonreías mirando a la cámara, te veías tan feliz, ¿En serio fuiste feliz en ese momento o solo aparentabas estarlo?

Tú familia, ellos provocaron todo eso, pero... ¿Ellos son los únicos culpables? No, yo también tengo la culpa, tal vez más que ellos porque yo sí tenía la oportunidad de hacerte cambiar de parecer; sin embargo, no pude ver más allá de tu sonrisa.