Aquí Pili y Laura con un especial entre Naomi y Diasuke. Esto no tiene nada que ver con la historia. Diasuke en este capítulo tendrá siete añitos y Kuina dos casi tres.

Aprovechando que la isla estaba desierta, Naomi y Ryu habían tenido una linda mañana juntos, donde aprovecharon para comprar unos víveres y algunas medicinas para Sasuke, a cambio de que éste cuidara del pequeño Daichi a regañadientes.

-¿Sintieron el temblor?-preguntó el pelirrojo a dos de sus camaradas que estaban en la cocina.

-La verdad es que el barco se sacudió tan fuerte que tuvimos que volver a atarlo al puerto.-contestó Thobias.

Makoto abrió la boca para opinar el tema pero un grito de su capitán fue suficiente para que dejara de cortar zanahorias-¡TE DEJE A CARGO DE ÉL UNA HORA, SASUKE!-se escuchó desde la cubierta.

-¡Perdón perdón!-repetía el chico con temor. Ryu caminó hacia ellos entendiendo que el médico había perdido a su pequeño hijo.

Levantó al muchacho del piso y miró a su esposa.-Será mejor que te tranquilices, lo buscaremos por toda la isla y lo encontraremos. ¿Ok?-dijo en tono tranquilo y esperó a que la mugiwara bajase del barco para darle una que otra ostia al médico sin la mirada de su esposa.

Nerviosa, la pareja saltó del Sunny, buscando por todos los rincones de la isla gritando el nombre de su pequeño sin recibir respuesta alguna.

-¡Ya pasaron cinco horas y no lo encontramos!-gritó con las lágrimas saliéndose de sus ojos.-¿Y si se perdió? ¡Lo podrían haber raptado! ¡Eso es, Law siempre encuentra niños, me encontró a mi! ¡Robin! Sí, sí, de seguro esta con ella ¡De qué hablo, Water 7 está a mares de aquí!-por la cabeza de Ryu pasaron gotas de sudor.

-Tú tranquila-sonrió nervioso.-Será mejor que vuelvas al barco y descanses ¿Quieres que te acompañe?

-No...está bien, hay días que tengo la orientación de mi papá pero hoy no, soy como mi mamá.-se dio vuelta y encaminó hacia la costa.

Naomi se separó de Ryu con la intención de marcharse a seguir buscando a su pequeño, desobedeciendo las órdenes de Ryu con tan mala suerte de perderse.

-¡A ver mamá, te tenías que enamorar de un perdido. ¿No era mejor partido Sanji o Luffy?! ¡Pero no, la señora se enamoró del musgo perdido y ahora mírame, perdida estoy!-y sin verlo venir algo le golpeó la cabeza.-¿Pero qué...?

Una rama que cayó del árbol, era lo que le había dado en la cabeza. En ella había escrito “Más respeto que es tu padre”

-¡Mamá te has pasado!

Siguió caminando por el bosque gritando el nombre de Daiki una y otra vez sin dar con él.

-Daiki, por favor, que no te haya pasado nada.

-¡Deja de seguirme Kuina!-oye la voz de un niño pequeño.

-No. Quiero estar contigo.-otra voz, esta vez de una niña pequeña.

-¿Niños?-sigue la voz y se para al ver a dos niños pequeños discutiendo. El mayor tendría unos siete años pero la pequeña no llegaría a los tres.

-¡Vuelve al Sunny Kuina!

-¿Al Sunny?-piensa Naomi.-¿Qué está pasando aquí? ¿Qué hacen aquí dos niños pequeños?

-¿Quién eres?-pregunta el mayor en tono agresivo.

-Tranquilo no te voy a hacer nada. Solo quiero ayudaros.

-¿Y por qué tendría que creer?-pregunta a la defensiva.

-Me recuerdas a alguien.-era cierto. A Naomi, extrañamente, ese niño le recordaba a su padre.-¿Cómo te llamas? Quizás así pueda ayudarte.

-No le voy a decir mi nombre a un desconocida.

-Está bien. Mi nombre es Roronoa Naomi.

-¡Mentira! Tú no puedes ser una Roronoa. Mi nombre es Roronoa Diasuke.

-¿Nani? Vamos, te llevaré de vuelta a tu casa.

-No me fío. Además, sé ir por mi mismo.-coge a la pequeña y se marcha.

-¿Cómo es posible? Yo soy hija única.-algo se le pasa por la cabeza.-No puede ser. Mi hermano murió antes de nacer.

En cualquier caso, Naomi decidió volver al Sunny después de una larga pero decepcionante búsqueda. Por suerte, a lo lejos pudo divisar una cabeza de león que casi parecía una flor.

-¡Sunny!-exclama alegre al encontrar el barco que fue su hogar por tantos años.-Sasuke, te vas a enterar.

Naomi subió furiosa al Sunny y entró al comedor dando un portazo donde Sanji cortaba feliz de la vida sus cebollas mientras silbaba una canción inventada por sus cejas, escuchó dos puertas abrirse y su espalda tembló al escuchar a dos voces chillonas gritar.-¡TE TENGO NOTICIAS LUFFY\SASUKE, PERDÍ A MI NIÑO/S!

Naomi miró al frente y las lágrimas amenazaban por salir. ¿La que estaba en frente suyo era...su progenitora? No, no puede ser. Ella murió delante suyo y de su padre.

-No puede ser. Tú no puedes estar viva.-después mira alrededor y se encuentra con Sanji...y con Luffy.-Y tú tampoco. ¡Es imposible! ¡Moristeis en frente mío!

-¡¿Dos Nami-san?!-exclama el rubio sorprendido.

-Ya lo entiendo.-la navegante se acercó a la pelinaranjaverde y la abrazó.-Tú eres mi hija, pero no de este mundo.

-¡Esto no puede ser! ¡Tú estás muerta!-dice luchando para que las lágrimas no salgan.

-¿Me dejas hablar o saliste tan cabezota como tu padre?

-¿Tú cómo sabes quién es mi padre?

-Por tu pelo. Cariño, no hay que ser un genio. ¿Puedo?

-Sí. No tengo nada que perder.-ambas se sientan en el sofá con una taza de té en sus manos.-Dime. ¿Cómo es qué...?

-Nami.-entra Zoro por la puerta.-Ya los encontré. Y también a un niño que no para de llamarme abuelo.

-¡Mami!-corre abrazar a Naomi.

-¡Daiki! Menos mal. Voy a matar a Sasuke.

-¡Roronoa Diasuke! ¡Ni se te ocurra volver a marcharte de esa forma? ¡¿Me oíste?!

-S-sí.-mira a Naomi y ambos se sorprenden.

-¡¿Tú?!-dicen a la vez.

-¿Ya os conocíais?

-Me lo encontré en el bosque. No me dejó ayudarle.

-¡Mamá! ¡El abuelo no me quiere!

-Pobre. No entiende.

-Ni yo tampoco. Habla.-exige el peliverde.

-Espera Zoro. Creo que es mejor que hable yo primero.-dice Nami.-Esta isla es un punto de conexión entre varios mundos paralelos. Casualmente, hemos coincidido. En cuanto el barco abandone la isla, éste vuelve a su respectivo mundo.

-Ya entiendo.

-Ahor que ya he explicado que ocurre...¿qué es eso de que estoy muerta?

Naomi suspira.

-Será mejor que empiece desde el principio. Como veréis, soy hija vuestra, pero no de este mundo. En mi mundo tú y Luffy estáis muertos. Llegásteis a cumplir vuestros sueños, pero la marina os mató, Coby os mató. Papá pasó a formar parte de los Shichibuckais.

-Aunque sean mundos paralelos, en todos estamos en el mismo tiempo. ¿A qué edad te tuve?

-Dos años después de que tuvieses a Diasuke.

-¿Entonces cómo eres tan mayor?

-Kuma me llevó a un lugar secreto, apartado de la realidad donde yo cumplía dos años cada cierto tiempo.

-Cómo mi yo de tu mundo pudo permitir que se te llevasen y matasen a Nami?

-Simplemente no tenías la suficiente fuerza. Y lo de Kuma lo permití yo para que no os pasara nada. En mi espalda tengo la marca de la garra de Kuma. Kuma no es malo. En este mundo también esta muerto, ¿verdad?

-Sí.-contesta Diasuke.

-Verás Naomi. Tú no fuiste la única que pasó un tiempo alejada de nosotros. Diasuke estuvo dos años sin nosotros. Por suerte solo tenía un año y apenas recuerda.

Suena un Den Den Mushi.

-Nao, lo siento, no he encontrado a Daiki.

-¿Dónde estás?

-En frente del Sunny.

-Ve al comedor.-dice Naomi y cuelga.-Está en este Sunny.

-¿Quién era?

-Mi novio.

-¿Naomi?-entra al comedor.

-¡Papá!-Daiki sale corriendo a abrazarlo.

-¡Daiki!-lo alza.-Tu tío se ha librado de una buena.-mira al frente.-¡¿Eh?! ¡Nami-san! ¡Zoro-san!

-Ryu, no son de nuestro mundo.-deja más confundido al pelirrojo.-Esta isla conecta varios mundos. Por ello mis padres y Luffy están aquí.

-Vale. Ya es hora de irnos. La aguja ya ha terminado de grabarse.

Nao se quedo estática en su lugar, no se quería ir, no quería volver a dejar a su madre y a su capitán. Ella sólo quería un rato más...

-No es molestia que se queden aquí para cenar.-dijo Luffy con una de sus enormes sonrisa.-¡Es una orden!

Nao tenía tanto que decirles y ahora lo podría hacer, otra vez, gracias a su querido capitán.