68 La familia es lo primero
Pvo Kuina
¿Yo era...yo era la causante de su rabia? Mi hermano se marchó y yo me quedé allí sentada, paralizada por todo lo que me había dicho mi hermano. ¿Y si...no hubiera nacido? ¿Mi hermano sería más feliz?
Pvo Diasuke
¡Por fin había terminado! Me había llevado toda la tarde pero había terminado el mapa. Luego se lo enseñaré a mamá. Recojí todo y volví al barco.
Diasuke: Mira mamá.
Nami: ¿Diasuke has visto a Kuina? Todavía no ha vuelto y me estoy empezando a preocupar.-siempre Kuina, como no.
Diasuke: Voy a buscarla.-me resigno. Dejo todo el equipo de dibujo y vuelvo a la isla.
Volví al lugar donde me separé de Kuina, pero no estaba, solo había encontrado mi antiguo clima tack que le había dado a Kuina. Al lado de él había huellas, huellas de personas adultas. Y si...tenía que seguirlas ahora mismo.
Seguí las huellas hasta una pequeña casa que había en el bosque. Miré por la ventana y vi a mi hermana con alguna que otra herida superficial y llorando. A su lado había unos cinco hombres. A mi derecha encontré una pequeña daga. Sin dudarlo me dirigí a la puerta y llamé. Uno de los hombres mi abrió. Era bastante alto y tenía alguna que otra cicatriz. No parecía tan duro como lo aparentaba.
Diasuke: ¿Me podrían ayudar?
??: ¿Qué ocurre mucha...?- no termina la frase porque le corté la cabeza. El cuerpo cayó al suelo y me manchó con sangre toda la camiseta y parte de la cara. Cogí la espada que llevaba encima y empecé a matar a todos los hombres que había en la sala. Cuando acabé con todos desaté a mi hermana y ésta me abrazó llorando. Tenía que haberlo pasado mal.
Kuina: ¡Ni-chan!
Diasuke: Ya pasó todo Kuina. Espera que encuentre algunas vendas y nos iremos.
Kuina: Está bien.
Busqué por todos los cajones del cuarto hasta que por fin encontré unas vendas, gasas y alcohol. Desinfecté las heridas de mi hermana quien gritaba un poco por el escozor y después la vendé.
Diasuke: Terminado. Corre vámonos. Tengo un mal presentimiento. Espera un segundo.-empiezo a contar y cada vez que cuento a uno más lo hago con más miedo.-Oh no.
Kuina: ¿Qué pasa?
Diasuke: Solo he matado a cuatro.
Kuina: Ya lo sé, lo he visto. ¡No te pongas a presumir en un momento como éste!
Diasuke: No es por eso. Había cinco. Los conté antes de entrar.
Kuina: Entonces...
No había tiempo para pensar. Tenía que sacarla de aquí antes de que el otro volviese. No creo tener suficientes fuerzas para pelear contra otro de esos.
Diasuke: Vámonos de aquí ahora Kuina. Sino...
??: ¡¡MALDITOS CRÍOS. ¿QUÉ HICIERON?!!
Diasuke: Sabía que había otro más.-intenté coger la espada pero éste me mando al fondo de la habitación de una patada dejándome un poco aturdido.
Kuina: ¡Diasuke, Diasuke!-oía a gritar a mi hermana.
Mi visión era borrosa. Me costó un poco sentarme. La cabeza me dolía a horrores. Con tanta sangre que llevaba encima no sabía si me había hecho algo o no.
Lo primero que vi era como ese sujeto golpeó a mi hermana en el estómago haciendo que ella escupiese sangre. En ese momento sentí una ganas tremendas de matar a ese tipo. Nadie hace daño a mi familia. Cuando vi que ese tipo sacaba una pistola me temí lo peor.
Kuina: Diasuke...ayúdame...-decía mi hermana mientras se intentaba incorporar.
??: Adiós.-apuntó a la cabeza de mi hermana para disparar. Ella no podía moverse por el miedo.
Lo más rápido que pude me incorporé y con mi cuerpo protegí a mi hermana del disparo, pero la bala me dio en el hombro y creo que se enterró bastante. Ya no podía moverlo. Por la perdida de sangre caí inconsciente. Lo último que recuerdo era a mi hermana gritar mi nombre con todas sus fuerzas.
Pvo Kuina
No podía ser verdad. Esperaba que mis ojos me estuviesen engañando. ¿Mi hermano estaba muerto?
Kuina: ¡Diasuke!
??: ¡¡Cierra la boca!! ¡Todo esto ha sido por tu culpa!-volvió a apuntarme con su pistola.-Esta vez nadie te salvará.
En ese momento recordé la foto que vi hace unos días en el cuarto de papá y mamá y me acuerdo perfectamente de la expresión de mi hermano en esa foto. Era una expresión de odio. Después recordé lo que me había dicho antes mi hermano.
Flashback
Diasuke: Estuve muy bien con papá y con mamá hasta que tú naciste.
Fin del Flashback
Creo que si muero...mi hermano será más feliz. Estará con mamá y papá. Estaba con la mirada en el suelo cuando de repente...
Pvo Diasuke
Me volví a despertar. No podía ver bien. Mi vista estaba muy nublada. Había perdido demasiada sangre.
Me intenté incorporar pero apenas me mantenía en pie. Mi vista se aclaró un poco y pude ver a ese maldito apuntando a mi hermana con la pistola de nuevo, pero ella no mostraba miedo. Estaba con la mirada perdida. ¿Quería que la mataran? ¿Por qué? Como muriese no me lo perdonaría nunca. No la soporto, pero es mi hermana pequeña. Si muere no podré mirar a nadie a la cara. Esto me atormentará.
Corrí hacía ese malnacido y le propiné una patada en el cuello consiguiendo tumbarlo en el suelo. El entrenamiento había servido para algo. Después caí de rodillas al suelo tosiendo sangre mientras observaba como el tipo se levantaba escupiendo sangre y sobándose el lugar donde lo había golpeado.
Diasuke: ¿Qué te crees que le intentas hacer a mi hermana?
??: ¿Todavía no te mueres?-camina hacia mí desenvainando una espada.
Yo apenas podía moverme. ¿Iba a ser mi fin? Alzó su espada y yo los ojos esperando a que me diese, pero nunca llegó ese momento.
Abrí los ojos y vi a mi hermana parando el golpe a duras penas. ¿Me había salvado?
Diasuke: ¡¿Kuina qué haces?!
Kuina: Protegerte. ¿No es obvio?
Diasuke: ¡Vete de aquí! Ya te alcanzaré.
Kuina: ¿En tu estado?
??: Que bonito. Morir juntos.-iba a atravesar a mi hermana, pero no lo permití. Tiré de Kuina poniéndola detrás mío y desde el suelo mi impulsé con las manos y conseguí darle una fuerte patada en la mandíbula dejándolo aturdido.
Me acordé de que llevaba el clima tack. Lo cogí y tumbé al enemigo con una descarga eléctrica que iba directa a su pecho. Creó que eso le dejará inconsciente durante unos días.
Kuina: ¡Diasuke! ¡Estás herido!
Diasuke: Solo ha sonado. Apenas me ha dado. Por el resto estoy bien.
Kuina: Mentira. Te está sangrando todo el brazo.-no paraba de llorar.
Diasuke: Estoy bien.-cogí un trozo de venda y me vendé el hombro.-Vámonos. Tal vez tengan más amigos.-Kuina no me sigue.-¿Kuina? ¿Qué pasa?
Kuina: No me puedo mover. Mis piernas no me responden.
Tenía que haber pasado mucho miedo. Tal vez si la hubiese llevado de vuelta al Sunny antes...nada de esto hubiese pasado.
Flashback
Nami: Ser hermano mayor conlleva unas responsabilidades. Y sé que tú sabrás que hacer.
Fin del Flashback
Diasuke: Ahora lo entiendo mamá. Kuina, sube a mi espalda. Te llevaré al Sunny.-cargo a mi hermana a la espalda y emprendo el camino de vuelta al Sunny. Mi hermana se quedó dormida. Podía notar su respiración pausada. Debía estar cansada, es comprensible.
Cuando llegué al Sunny mi madre estaba esperando en cubierta. Cuando nos vio se lanzó contra nosotros. No se dio cuenta de que Kuina estaba dormida.
Diasuke: Mamá duele.-me estaba apretando el hombro malo.
Nami: Me empezabais a preocupar. ¿Qué os ha pasado? Estáis llenos de heridas y de sangre.-pregunta preocupada.
Diasuke: Yo estoy bien. La sangre es de otros tipos. Pero a Kuina no sé que le pasó, ya estaba herida cuando llegué. Pero la he curado.
Nami: Pásame a Kuina. Tú ve a ducharte, yo llevaré a tu hermana con tu tío.-coge a Kuina en brazos.
Diasuke: ¿No te fias verdad?
Nami: Claro que me fío de tí. Además parece que ya has entendido tus responsabilidades.
Diasuke: Voy a ducharme.-me voy del sitio sonriendo mientras me rasco la nuca.
Nami: Es igual que su padre.-oigo decir a mi madre antes de entrar al baño.
Al salir de mi camarote después de curarme las heridas pasé por el cuarto de mi hermana y escuché una conversación que mantenía con mamá.
Kuina: ¿Por qué mi hermano me odia tanto?
Nami: No es que te odie. Es que está celoso. Cuando tenía un año recién cumplido tuvo que separarse de nosotros y estuvo dos años solo. Ahora que estás tú siente que nos hemos alejado de él pero eso no es verdad. Nosotros os queremos a los dos por igual. Ve a ducharte, tu hermano ya ha salido. ¿No es así Diasuke?
Diasuke: Sí.-respondí.
Kuina: ¿Mamá y papá no te han enseñado que no es de buena educación espiar a los demás?
Diasuke: Esa frase es mía copiota.-sonreí.
Dos horas más tarde apareció mi padre en el barco. Se había ido a meditar y a pulir las espadas. Cuando nos vio a Kuina y a mí empezó a preguntar una y otra vez que había pasado. Que por qué estábamos vendados. Yo también tenía una herida en la cabeza. Creó que me la hice cuando me choqué contra la pared. Con toda la sangre que llevaba encima no me había dado cuenta de eso. Cuando mamá le contó todo apoyó la mano en mi cabeza y sonriente me dijo.
Zoro: Ese es mi hijo. Fuerte y valiente como su padre.
Una hora más tarde todos cenábamos tranquílamente hasta que solté el tenedor y solté un gemido de dolor.
Zoro: ¿Diasuke qué pasa?
Diasuke: Nada, se me ha resbalado el tenedor. Ahora lo cojo.-que mal se me da mentir. Mi madre se dio cuenta, se acercó a mi y tocó mi hombro herido.
Diasuke:¿Por qué lo has hecho?
Nami: Déjame verlo.
Diasuke: Pero si no me pasa nada.-si que tengo que mentir mal porque mi madre me subió la manga y me vio el hombro. No me había dado cuenta pero la herida empezaba a supurar.
Nami: ¡¿Y esto?! Diasuke se te ha infectado.
Diasuke: Te he dicho que no es nada. Solo es que la venda está sucia.
Nami: Si eso es verdad levanta el plato solo con tu mano derecha.
Diasuke: Está bien.-cojo el plato y a la mínima que lo levantó lo suelto.
Nami: No estás bien. Déjame verlo.-me quita la venda y puedo observar que la herida se me ha vuelto a abrir y ahora supuraba bastante.
Chopper: ¡Diasuke a la enfermería ahora mismo!-me arrastra mi tío.
Diasuke: ¡Suéltame tío Chopper! Puedo andar por si no lo sabes.
En la enfermería
Chopper: Diasuke no te lo tenías que haber callado. Como se te hubiese infectado más te habrías quedado sin brazo. No puedes pensar que esto se curará con el tiempo.-dice mientras me examina el hombro.-Te voy a tener que operar.
Diasuke: Está bien. Pero no emplees anestesia.
Chopper: ¿Pero qué dices? Te tengo que extraer la bala. Se ha quedado muy adentro.
Diasuke: Tío Chopper por favor.
Chopper: A la mínima que grites te dormiré. Aunque sea a mano limpia.-se transforma en humano lo que me llegó asustar un poco.
Diasuke: S-si.
Cuando terminó la operación me desmayé por el dolor. Lo siguiente que recuerdo es despertarme en mi cuarto y que mi tío Chopper me dijera que me quedase en mi cuarto y descansara. Miré mi hombro. Lo tenía vendado. Creo que me lo tenía merecido.
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