52 ¡Felicidades Zoro!
Capítulo dedicado a Piliselenu (Por fin Zoro se sentirá amado. Tú ya me has entendido😋). No me critiquen. Es la primera vez que voy a escribir un lemmon. Si hay algun@ que no quiera leerlo que solo se lea la primera y la última parte. El que avisa no es traidor.
Pues eso. No sean muy duros conmigo y disfruten del capítulo.
Pvo Nami
Diasuke: ¿No se ha despertado todavía?
Nami: No Diasuke.
Diasuke: Quiero darle el regarlo.
Diasuke estaba muy impaciente y era normal. Para él era la primera vez que celebraba el cumpleaños de su padre.
Zoro: Buenos días.
Diasuke: ¡Hola papá! ¡Felicidades!
Zoro: Gracias Diasuke.
Nami: Felicidades.
Zoro: Gracias.-me besó.
Diasuke: Ten papá.-le entrega una botella de sake y una foto.
Zoro: Gracias.-mira la foto.-¿Cuándo la sacamos?
Nami: No eres el único que sacaba fotos a escondidas.
Zoro: Me encanta. Gracias Diasuke.-lo coge en brazos.
Diasuke: De nada.
Zoro: ¿Y el tuyo?
Nami: Solo te pediré una cosa.-le susurré al oído.
Zoro: ¿Para qué?
Nami: Tú hazlo. Nos vemos esta noche.
Y así pasó todo el día. Zoro estuvo del día a la noche entrenando. Ahora me dirigía al nido del cuervo donde Zoro recogía las pesas. De verdad, no entendía como podía levantar eso.
Zoro: ¿Qué haces aquí?
Nami: Venía a verte.
Zoro: ¿Para qué me has pedido que traiga el colchón de mi antiguo camarote?
Nami: Para esto.-lo besé y lo llevé poco a poco hacia el colchón.
Zoro: ¿Éste es mi regalo?-pregunta divertido.
Nami: ¿Tú qué crees?
Zoro: Por fin. No te voy a dejar dormir.
Nami: Ya me lo suponía. ¿Por qué crees que he tomado tanto café?
Zoro me atrajo hacia él y me besó de forma apasionada y repentina. Poco a poco me fue llevando al colchón. Me dejó con cuidado y se colocó encima mío apoyando los codos para no dejar caer todo su peso sobre mí.
Lentamente, disfrutando del momento, poco a poco nos íbamos quitando la ropa disfrutando del tacto de cada trozo de piel que íbamos descubriendo.
Rodamos un poco más por el colchón que hacía de cama y quedé encima de Zoro. Le besé los pectorales con ansia y seguí bajando... buscando y rebuscando la parte deseada. Zoro no tuvo ningún problema. Esbozó una sonrisa relevante.
Me dejó que me metiera debajo de la sábana, que tapaba algunos de nuestros movimientos, y rebuscara en la penumbra. Él esperó paciente. Mi aliento delatador chocando con sus partes íntimas le hizo aumentar el ritmo de su corazón.
Se limitó a disfrutar del momento, mientras duró. Jadeando y ruborizándose, tambaleándose para reprimir el impulso de gritar de placer.
Sin hacer mucha fuerza me hizo volver sobre mis pasos hasta reencontrarme con sus ojos.
Zoro: Ahora me toca a mí, gatita.
Sin previo aviso se colocó encima mío. Empezó besando mi boca, bajando por mi cuello. Se detuvo un rato en mi pecho y después bajo hasta la parte a la que deseaba llegar.
Deslizó un dedo en mi interior provocando en mi sensaciones que solo él podía conseguir. Yo arqueé la espalda sintiendo que si seguía así no duraría mucho más.
Añadió otro dedo más y me volvió a besar.
Zoro: Aún no mi hermosa pelirroja.-susurró en mis labios.
Sacó los dedos de mi interior y sin que me lo esperase empezó a lamer mi sexo. Me vine mientras decía su nombre y me agarraba con fuerza a sus hombros.
Zoro: Sabes deliciosa cariño. ¿Estás lista?-me agarró las manos y las colocó encima de mi cabeza.
Con mis piernas rodeé sus caderas e hice que fuese entrando lentamente en mí hasta que estuviese dentro mío por completo.
Zoro: Joder...-gruñó mordiendo mi cuello.
Nami: Dios...-gemí. Conseguí librarme de su agarre y con mis brazos rodeé su cuello.
Las embestidas cada vez eran más profundas haciéndonos gemir de placer. Si no hacía algo pronto volvería a correrme y preferiría que él lo hiciese primero.
Como pude, rodamos sobre el colchón y ahora yo estaba a horcajadas sobre él tomando el control de la situación.
Zoro: N-na...mi-consiguió pronunciar con un hilo de voz. Yo no hice caso y seguí embistiendo cada vez con más fuerza.
Zoro ya no se movía con la misma brusquedad que antes. Yo aumenté el ritmo y sentí como, tanto él como yo, nos corríamos gimiendo el nombre del otro.
Me tumbé a su lado, sin que él saliese de mí, y poco a poco nuestras respiraciones se iban normalizando.
Cuando pude abrir los ojos, me encontré con su profunda mirada.
Nami: Has estado muy bien cazador de piratas.
Zoro: Tú tampoco te has quedado atrás Gata Ladrona.-intentaba salir de mí.
Nami: Quiero sentirte un poco más.-enterré la cara en su cuello.
Zoro: Déjame descansar y te prometo que volverás a sentirlo.
Estuvimos toda la noche hasta que los primeros rayos que traían consigo el amanecer nos hizo darnos cuenta de la hora que era.
Nami: E...res un b-bestia.-ésta ya era la tercera vez que lo hacíamos. Ahora él estaba tumbado sobre mí.
Zoro: Como si eso no te gustase gatita.
Nami: ¿Ya es de día?-pregunté cuando un haz de luz incidió sobre mi cara.
Zoro: Eso parece.
Nami: Túmbate a mi lado. Vamos a dormir un rato.
Zoro: Que bien hablas mi idioma.
Se tumbó a mi lado y yo apoyé la cabeza en su pecho. Él nos tapó con la sábana. Besó mi frente.
Zoro: Te amo.
Nami: Yo también te amo.
Pvo Zoro
Luffy: ¡Zoro, Nami ha desayunar!
Mecaguen diez. El idiota del ero-cook todavía no le ha dado el desayuno y ya me imagino el motivo. Cerré la puerta con llave y bajé las persianas, dejando un pequeño hueco sin bajar para que entrase algo de luz natural.
Volví a tumbarme y me encontré a una Nami dormida a mi lado. Su rostro expresaba calma y tranquilidad. Algunos mechones rebeldes tapaban su cara.
Con delicadeza los aparté y los coloqué detrás de su oreja. La aproximé a mi cuerpo mientras la tapaba un poco más con la sabana y besé su frente, pensando en lo feliz que era al tener a una mujer como ella a mi lado.
Nami me había regalado cosas increíbles. Me había ayudado a descubrir el amor, ese sentimiento que jamás pensé que iba a entender, que pensé que jamás me haría falta. Pero me equivoqué.
También me ha dado el placer y la satisfacción de convertirme en padre de un pequeño pelirrojo.
Ya no puedo imaginar mi vida sin Nami. Ella y Diasuke son las dos personas más importantes de mi vida y haré todo lo posible para protegerlos.
Luffy: ¡Zoro! ¡Nami!-seguía buscándonos y ahora creo que estaba subiendo.
Luffy: ¡Os encontré!-abre de una patada. Yo tapé a Nami.-¡Bajad ya!
Zoro: Lárgate Luffy. No grites. Bajaremos cuando queramos.
Luffy: Pero Sanji dice que si no estáis vosotros nadie desayuna.
Nami: Dile que yo te he dicho que empecéis.
Luffy: Vale.-se va.
Zoro: Buenos días. ¿Dónde nos quedamos anoche?-me coloqué sobre ella.
Nami: Ven aquí.
Luffy: Pero será mejor que bajeis pronto. Diasuke está asustado.-aparece y se marcha.
Nami: ¿Cómo?-se sienta tapándose con la sabana.
Zoro: ¿Qué pasará?
Nos vestimos rápido y pronto bajamos al comedor. Diasuke corrió hacia Nami.
Nami: ¿Qué pasa?-pregunta preocupada.
Diasuke: Ha vuelto.-señala a alguien detrás suyo.
Zoro: Law.-digo con cara de pocos amigos.
Law: Hola Roronoa-ya.
Nami: ¿Por qué has vuelto?
Law: Solo me he cruzado con vosotros.
Zoro: ¿Y te esperas que nos lo creamos?
Law: Es lo que ha pasado. ¿Movidita la noche?
Zoro: ¿Ah?
Law: Solo me ha bastado con ver el cuello de Nami-ya. ¿Qué habrá por el resto del cuerpo?
Zoro: Deja en paz a mi familia. ¿Lo entiendes?
Diasuke estuvo toda la mañana conmigo. Estaba asustado.
Nami: ¡¡ZOROOO!!-aparece corriendo mientras me abraza.
Zoro: ¿Qué ocurre Nami?
Cuando la mire vi que...¡estaba desnuda de cintura para arriba!
Zoro: ¡¿Quién a sido?! ¡¿El ero-cook?!
Nami: No. Law.-ese malnacido.
Zoro: Maldito.-le di mi sudadera a Nami y le dije que fuese a dentro del camarote con Diasuke.
Cuando Diasuke no estaba presente empecé a pelear con Law. No me podía ver enfadado.
Una puerta se abrió y salió Diasuke. Yo cambié mi cara y le sonreí.
Diasuke: ¡Cuidado papá!
De un golpe acabé en el barandal del barco. Mis espadas se desperdigaron por toda la cubierta.
Law: Ya no eres tan terrorífico.
Para mi asombro, Diasuke se colocó entre medio de Law y yo. Podía notar que estaba asustado. Le veía temblar.
Diasuke: Deja a papá.-estaba venciendo a su miedo.
Law: ¿Y qué vas a hacer?
??: Déjalo ya Trafalgar.
Law: ¿Qué haces aquí Eustass?
Kid: Visitar a mugiwara.
Diasuke: ¡Kid-san!-Diasuke se llevaba muy bien con Kid.
Kid: Hola Diasuke.
Nami: ¿Cuándo llegaste?
Kid: Hace unos minutos.
Luffy: Vete Law.
Law: Está bien, está bien.-se marchó por fin.
Zoro: Gracias Diasuke.
Kid: Para hacerle frente a un Shichibuckai hay que ser muy valiente.
Estuvimos unos días con Kid y después volvimos a nuestra rutina. Diasuke me sorprendió. Está creciendo y eso en parte me alegra.
Pero no quiero que deje de ser mi pequeño nunca.
Juro que me he muerto de la vergüenza al escribir esto. Jamás había escrito uno y, aunque estuviese sola al escribirlo, me daba mucho corte. Pero en fin...lo que se hace por los lectores. Dejen su opinión en los comentarios y si os ha gustado votad. Os pongo este vídeo para terminar el capítulo que me ha parecido que encaja bastante.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top