15 Un encuentro agridulce.
A la mañana siguiente en el castillo todos se iban despertando.
Den-den Mushi: Burup burup burup...
Nami: ¿Eh?
Den-den Mushi: Burup burup burup...
Nami: ¿Quién será?-lo coge.-¿Sí?
Hanami: Nami, hay que levantarse.
Nami: Mamá es muy pronto.-se queja.
Hanami: No me repliques y levantaros de una vez.
Nami: Eso es fácil decirlo, pero a Zoro no es que le guste mucho despertarse.
Hanami: Os quiero abajo pronto.
Nami: Si.-cuelga y se vuelve hacia Zoro quién estaba de costado.
Nami: Zoro...-lo balancea despacio.- Zoro...
Zoro: ¿Qué?
Nami: Tenemos que levantarnos.
Zoro: Cinco minutos más.-se abraza a Nami.
Nami: No.
Zoro: ¿Pero qué manía tienes por no dejarme dormir?
Nami: La misma que tienes tú por no dejarme levantarme.
Zoro: Si no estás no puedo dormir.
Nami: Mentiroso. Te duermes donde sea.
Zoro coloca de repente a Nami debajo suyo.
Zoro: ¿Cómo que mentiroso?-sonríe.
Nami: Lo que oyes.
Zoro: Ven aquí bruja.-la besa.
Megumi: Por favor, que no estáis solos.
Nami: ¡Megumi!-Diasuke se despierta.
Zoro: Voy yo.
Megumi: El desayuno será en breve así que bajad ya.-se va.
Zoro: Maldita.-vuelve a dejar a Diasuke y vuelve a la posición que estaba anteriormente.-¿Dónde estábamos?
Nami: Hay que ir a desayunar. Anda, vístete que tenemos que bajar.-le da un beso corto y se levanta
Zoro: Ya voy.-dice sin ganas.-Aprovecharé para dormir un poco más.
Nami fue al baño para cambiarse y cuando volvió se encontró a Zoro durmiendo de nuevo.
Nami: ¡Roronoa Zoro!-lo asusta y éste se cae de la cama.
Zoro: ¿Qué pasa? ¿A qué vienen esos gritos?
Nami: Te vas a cambiar ahora mismo.
Zoro: Si, si. Sólo estaba esperando a que salieras.
Nami: Aja...-oye llorar a Diasuke.-Ya, ya...
Zoro: Se ha despertado por los gritos que has dado.
Nami:¿Y por qué he tenido que gritar?
Zoro: Vale, perdón.
Nami: Pues eso.-dice sentándose en la mecedora.
Megumi: ¿Todavía estáis así?
Nami: Cuidado con ese tono. Zoro se está cambiando, ahora bajaremos.-vuelve la vista a Diasuke que le había agarrado la mano.-¿Qué pasa mi príncipe? Me miras muy atento.
Megumi: Si que sois lentos los mugiwara. Bueno, excepto para huir de la marina.
Eso último había acabado con la poca paciencia que le quedaba a Nami. Dejó a Diasuke en la cuna, se dirigió hacia donde estaba Megumi y con mucha fuerza la estampó contra la pared.
Nami: Escúchame bien. Puedes burlarte de mi cuanto quieras, pero no permito que nadie se ría de mis nakama. ¿Te ha quedado claro?
Megumi: S-si.-dice con miedo.
Nami: Más te vale que así sea, de lo contrario...
Megumi: ¿De lo contrario qué?
Nami: Mejor no lo quieras saber. Pero no será nada bueno.-la suelta y entra en la habitación cerrando la puerta.
Megumi: Se cree que le tengo miedo. Si supiera lo que papá puede hacer...
Media hora más tarde ya estaban los cuatro sentados en la sala de estar donde Hanami les da una noticia.
Hanami: Nami, Megumi, anoche recibí una carta de vuestro padre diciendo que tardaría en volver, pero que si queríamos podíamos ir con él. ¿Qué decís?
Megumi: Que voy.
Hanami: ¿Y tú Nami?
Nami: Claro que iremos. Quiero conocerlo.
Megumi: Está bien. Partiremos en seguida.
Todos: Entendido.
Media hora más tarde zarparon en el mismo barco en el que Hanami fue a visitar a los Mugiwara.
Nami: ¿A dónde nos dirigimos?-pregunta cuando Hanami se sienta enfrente de ella y de Zoro.
Hanami: A un pequeño pueblo del East Blue llamado Fushia.-ese nombre llama la atención a Nami y Zoro.
Zoro: ¿No era dónde Luffy y el resto iban a ir?
Nami: Si.-responde asustada.-Por cierto, ¿a qué va papá?
Hanami: A apresar a unos piratas que han vuelto al East Blue.
Zoro: No será que...
Nami: ¡¿A qué se dedica papá?!-pregunta con mucho miedo.
Hanami: Es un vice-almirante de la marina.
Nami: Oh no, esto no puede ser verdad.-coge el Den-den Mushi.-Vamos, cogerlo.
Robin: ¿Sí?
Nami: ¡Robin! ¡¿Dónde estáis?!
Robin: A unas horas de llegar a Fushia.
Zoro: ¡Dar la vuelta ahora!
Robin: ¿Por qué íbamos a hacerlo?
Nami: La marina os va a tender una emboscada. Dar la vuelta ahora mismo.
Robin: Está bien. Ahora lo haremos.
Nami: Nos vemos pronto. Si ocurre algo llamadnos.
Robin: Si.-cuelga.
Nami: Mamá, hay que darse prisa.
Zoro: Me pregunto como se tomará tu padre que su hija sea una pirata.
Nami: Bueno...no lo sé. Y prefiero no saberlo.
Dentro del barco
??: ¡¿Cómo que ya no van hacia Fushia?!
Megumi: Lo que oyes papá. Han sabido vuestro paradero.
Padre de Megumi: ¿Cómo se han enterado?
Megumi: Cuando lleguemos lo sabrás.
Padre de Megumi: ¿A qué te refieres?
Megumi: Ya lo verás. Te dejo. Hasta dentro de un rato.-cuelga.-Esta bienvenida va a ser algo digno de ver.-sale a cubierta.-¿Qué haces Nami? No dejas de apretar ese colgante.
Nami: No sé. Es algo que me calma.-lo abre y mira una pequeña foto que había dentro.
Hanami: A ver.
Nami: Hicimos esta foto el día que nació Diasuke.
Hanami: Parece un ángel.
Zoro: Y lo es. Menos cuando llora por las noches.
Nami: Jeje. Es verdad.
Dos horas pasaron y por fin llegaron al puerto de Fushia donde un poco más adelante se encontraba Kotaro, un vice-almirante de la marina y marido de Hanami. Era alto, pelirrojo y sus ojos eran verdes esmeralda.
Kotaro: ¡Hanami, Megumi, poneros detrás mío! Son dos de los mugiwara.-desenvaina la espada y Zoro pone a Nami detrás suyo y coloca la mano en sus katanas.
Hanami: Kotaro espera. Déjame hablar.
Kotaro: Si espero un segundo ellos...
Hanami: Nami es tu hija. La hija que desapareció cuando era un bebé.
Kotaro: ¿Qué dices? Si es verdad tendrá que tener...
Nami: Este colgante.-lo saca de su bolsillo.
Kotaro se queda impresionado. Deja caer su katana al suelo, se acerca a Nami y la abraza.
Kotaro: Mi pequeña...como has crecido.
Nami: Papá...
Kotaro: Te dimos por perdida. ¿Dónde has estado todo este tiempo?
Nami: Bellemere-san me adoptó hasta que murió. Después conocí a Zoro y al resto y hace apenas un mes nació tu nieto.
Kotaro: ¿Mi...nieto?
Nami: Zoro...
Zoro: Voy.-se acerca con Diasuke en sus brazos.
Kotaro: Otro pelirrojo más...¿Nami, podríamos hablar en el barco todos juntos?
Nami: Eh, claro.
En el barco
Kotaro: ¿Por casualidad Bellemere no era una marine verdad?
Nami: Si, lo fue. ¿La conociste?
Kotaro: Fue mi compañera durante dos años. Dime, ¿qué haces ahora?
Nami se tensó. Era la hora de saber como reaccionaría su propio padre ante la idea de que su hija fuera una pirata de una de las tripulaciones más conocidas en todo el mundo.
Nami: Bueno...pertenezco a los mugiwara.-dice con miedo.
Kotaro: Espera, creo que he oído mal. ¿Me lo repites?
Nami: No papá, has odio bien.
Kotaro: ¡¿Cómo qué mi hija es una pirata?! ¡No lo voy a permitir!
Nami: ¡Tú no sabes lo que he sufrido! He visto asesinatos desde que era pequeña. ¡Bellemere-san se sacrificó por mi y mi hermana Nojiko! ¡Los piratas la mataron y yo no pude hacer nada! Pensaba que los piratas eran unos mentirosos llevados por la codicia...
Kotaro: Pensabas bien. Así son ellos.-la interrumpe.
Nami: Pero...cuando conocí a Zoro y al resto me di cuenta de que no todos son malos, que hay excepciones.
Kotaro: Por favor dime que el padre no es mugiwara no Luffy.
Nami: No, no es él.
Kotaro: Menos m...
Nami: Es Zoro.
Kotaro: ¿Cómo? ¡¿El apellido de tu hijo es Roronoa?!
Nami: A-así es.
Kotaro: ¿Alguna mala noticia más?
Nami: No.
Kotaro: Bien. Te puedes ir, Nami la Gata Ladrona.
Hanami: ¡Kotaro ya es suficiente! Es tu hija.
Kotaro: Yo no la conozco.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top