40. Epilogue. One last ray of light... ⚠️

. . .


Se acomodo sobre el asiento del coche... Mirando desde la lejanía al destruido parque, oyendo los disparos que arremetían contra la pobre gente...

-¿Ya tienes el permiso legal?

Una voz al otro lado de la radio respondió de manera afirmativa mientras que la mujer de los rulos preparaba la radio de la patrulla.

-Bien, dame un segundo, voy a dar la orden. Cambio y fuera.

Entonces soltó la radio y la sujetó al cinturón que su falda llevaba, solo para encender la otra y prepararse mentalmente para lo que venía...

-Adelante, pueden entrar.

La camioneta arrancó, y la dichosa mujer tomó del suelo de la camioneta una arma reglemitaria cargándola rápidamente, para que, una vez se acercarán lo suficiente, disparar en contra de los agentes contratados por los Starr.

La camioneta freno de golpe y todos los agentes que cuidaban de Charlotte salieron, así mismo ella lo hizo, y en medio de las ráfagas de fuego vieron como unas últimas dos personas salían corriendo del parque como si sus vidas dependieran de ello (que sí, era verdad) y eran arremetidas...

-¡Caigan sobre ellos, ya, ya, ya, ya!

Espera... ¿Ese no era a quién había estado buscado todo este tiempo? Y... La otra persona era parte de su investigación...

Ella se escondió detrás de la puerta y con su arma intento mantener a raya a los asesinos en lo que los refuerzos llegaban. Logró darle a uno en el brazo tirándole el arma, pero mientras que varios se asomaban hasta donde estaban ellos para matarlos, otros se preocupaban por matar a los que acababan de escapar.

No fue de su agrado ver cómo el joven al que había estado protegiendo desde lejos cayó al suelo tras recibir una bala en su rodilla, a duras penas podía moverse, el dolor que sintió fue extremadamente fuerte y podía hasta sentirlo en carne propia desde lejos.

Charlotte sintió su sangre hervir, y se asomó más abiertamente de manera peligrosa ante los demás. Recibió gritos de sus aliados pero ella no se detuvo de tomar una ametralladora de la camioneta y arremeter contra los enemigos.

Varios cayeron fácilmente, entonces varios helicópteros sobrevolaron la zona, y varios agentes de su empresa comenzaron a caer encima de aquellos sanguinarios asesinos, disparando sin piedad contra ellos.

Lamentablemente el hombre que había estado investigando hace tiempo también recibió una bala, y más adelante cayó al suelo casi inconsciente.

-¡Angel, coño, manda a alguien que se encargue de ellos!

El mismo Angel asintió y con la radio hizo un llamado de emergencia para que cubrieran los cuerpos de aquellos dos.

No tardaron mucho más en hacer caer a todos los enemigos que intentaron escapar o si quiera defenderse.

Y con ello, la paz luego de la tormenta había comenzado.

-Revisen la zona. Cualquier prueba me sirve y cualquier víctima por salvar es rescatable.

Todos los agentes que Charlotte había traído consigo asintieron y salieron corriendo en distintas direcciones. Mientras que algunos se encargaban de revisar el parque y sus instalaciones, otros más se iban por dónde los sobrevivientes se habían escapado.

Charlotte guardó su ametralladora y le dió indicaciones a su querido Angel de comenzar a avanzar con la camioneta al centro del desastre.

Entró, cerró la puerta y sus otros dos compañeros de igual forma lo hicieron. Tranquilamente, mientras que Charlotte reía ansiosa, se pusieron a hablar...

-Rusia va a perder la cabeza apenas se entere de esto...

-¿Crees que Japón vaya a hacer algo?

Dijo su amigo que conducía con el corazón latiendo más tranquilamente.

Charlotte simplemente miró por el vidrio destrozado de la camioneta como después de vario rato, los otros dos hombres seguían agonizando en el suelo... Sujetos de la mano...

-Considero que va a empezar una guerra... No sé si será en el escenario o detrás de este, lo único que quiero es que Birdie esté bien y recupere a sus niños.

El hombre asintió y detuvo la camioneta.

Charlotte salió de nuevo, y miró desde su ubicación como un helicóptero se paraba metros adelante de dónde estaban los cuerpos de Edgar y Byron, para después dejar ver a sus paramédicos salir de ahí muy rápidamente.

Charlotte se acercó silenciosamente solo para confirmar que fueran ellos dos. Y una vez que estuvo ahí pudo saberlo, definitivamente lo eran.

...

-¿Están muertos?

Dijo, mientras que sentía como un helicóptero ajeno a ellos volaba por encima del problema. Ya habían llegado los reporteros.

-Revisamos sus pulsos. Siguen con vida.

Entonces ella suspiró aliviada.

-Llevenlos de inmediato al hospital y denles prioridad. Encuentren a todos los demás para tratar su radiación.

El hombre asintió y comenzó a subir los cuerpos inertes de ambos sobre una pequeña camilla a cada uno. Charlotte no pudo evitar ver cómo sus manos se negaban a soltarse...

¿Qué clase de relación comenzaron a desarrollar estos dos?

La rubia acomodó su cabello y se dispuso a revisar los trabajos de su gente, no sin antes darle unas últimas indicaciones a su compañero.

-Hey, Manu... Asegurate de que Cottsweld, Bellerose y Wayne estén bien y que los prioricen. Al hombre lo necesito para mi investigación, además de que hay una mujer al borde del suicidio esperando por los dos chiquillos.

Una vez dicho eso, comenzó a caminar lejos de todo el desastre acercándose más a la zona donde todos se habían perdido. Se acercó a uno de sus agentes, Adan, y le pidió un reporte rápidamente.

-Hemos encontrado a varios ya, casi todos están fuertemente heridos...

-¿Algún rastro de la chica albina?

Su aliado negó, pero le mostró una tableta con algo en ella.

-Aquí está la lista de los rescatados hasta ahora.

Tara Devi.
Said Miller.
Colt Lancer.
Mortis Stone.
Tadeo Cervantes.
Juan Ramírez.
Amber Crane.
Penelope Kenway.
Brock Rogers.
Maxime Powell.
Jacky Henderson.
Michael Henderson.
Carl Jones.

... ¿Tan pocos?

Lo esperaba, realmente lo esperaba, pues ella misma había volado un dron horas atrás y la noche anterior y solo había visto a unas 5-10 personas con vida pero... Realmente tenía la esperanza de encontrar más.

Bajó la mirada, y soltó un suspiro.

-Diles que si encuentran a Colette Bellerose, que me llamen, necesito hablar con ella.

Adan asintió e hizo el llamado, mientras Charlotte miraba a lo lejos, en dirección al parque.

De 400... Solo sabía de 15 con vida de momento.

Esto era desesperante, realmente lo era. La ponía de nervios pensar que habían pasado tanto tiempo sin poder si quiera acercarse todo por la protección legal que el parque tenía.

Adan extendió una máscara de gas hasta la rubia, y está la tomó dispuesta a ponersela.

-Creo que tenemos señales de Colette.

. . .

-Dios mío santo...

Dijo otro agente más, Sandra, que permanecía viendo fijamente la enorme cantidad de cuerpos muertos que habían en el lugar.

Ella y su equipo de rescate habían entrado a por las puertas de atrás de la plaza central... Y lo primero que pudieron ver fue el cuerpo muerto de una mujer ya con canas en el cabello.

Cubrió su rostro, viendo la cantidad enorme de disparos que habían tirado contra ella...

Murió defendiendo a su gente. Definitivamente recordaría su nombre por mucho tiempo.

Hizo un gesto con la mano para que dos de su equipo de rescate revisaran el cuerpo y llamarán de inmediato a los médicos forenses para que hiciesen la autopsia.

Siguió caminando buscando más muertos... Solo encontró el cuerpo de la cabeza de toda la corporación de Starr, quién había llevado toda esa pesadilla acabo, tirado en el suelo con el cráneo destrozado. Ya había agentes revisándolo, pero guardaría el dato para su reporte con Charlotte.

Entonces se dispuso a salir de la plaza central a la zona pública del parque... Y por un momento pensó que estaba soñando pues la cantidad de cadáveres de mujeres, hombres y niños era inmensa.

Inimaginable.

-Revisen todo, asegúrense de encontrar a cualquiera que pueda estar con vida.

Todo su equipo aceptó la propuesta, y juntos comenzaron a caminar entre los cuerpos.

Fue entonces que se detuvo de repente frente a un especie de garaje puesto al lado de la plaza central, fuera de este había chatarra tirada por doquier.

Se detuvo en cuanto vió a alguien moverse a duras penas ahí.

Sandra corrió en su dirección y la levantó.

Era una chica joven con anteojos con el pelo sujeto en un chongo que estaba desangrándose desde hace ya mucho rato...

¿Por qué seguía con vida?

¿Acaso era una una reacción de la radiación o un especie de mutación en los cuerpos de las víctimas?

Era algo así como la muerte instantánea... Pero si sobrevivías, tu aguante aumentaba el doble.

Así como si tú cuerpo fuese forzado a una prueba de resistencia.

Sandra tomó a la chica e hizo un llamado de auxilio...

-No...

Ella dijo en voz baja mientras sujetaba a la mujer que la iba a rescatar.

-Ya no quiero más... Ya no... Ya... S-solo quiero morir.

Sandra bajó la mirada, intentando convencerla de que no se dejará vencer...

Pero, ¿de verdad había pasado tres meses así? Desangrándose, muriendo lentamente, y aún con vida sufriendo el color que genera el desangrado.

La chica sujetó la mano de Sandra y dejó algo en ella.

Era un llavero con forma de estrella sin llaves, tenía escrito sobre el "Él increíble hombre de riesgo, 'STU'."

-Por favor... Dale... Esto a Stephen... Dile que lo voy a extrañar...

Sandra frunció el seño, ¿Stephen? ¿No era el hombre de riesgo que trabajaba para Starr Park que también había desaparecido ahí dentro?

No podía dejarla morir. Más por la orden que por ganas, porque la pobre estaba sufriendo demasiado, probablemente sería más feliz muriendo y descansando que seguir con vida, años, intentando arreglar su problema. Incluso si quisiera acabar con su sufrimiento, no podía...

-¿Cuál es tu nombre?

La pequeña chica aferró su mano sobre el traje especial que Sandra llevaba.

-Nataly... Junker.

Naty, para resumir.

Sandra la levantó e intento llevarsela consigo... Pero ella le había ganado, y para cuando estaba de pie... Ella ya estaba muerta.

Sandra hizo lo posible para no llorar al momento, e hizo una señal a su equipo para que alguien recogiese el cuerpo.

A veces odiaba su trabajo.

Dejó a Naty en el suelo y guardo un momento de silencio por ella. Entonces abrió su mano, viendo en su palma el llavero con la estrella decorada con fuego.

¿Debía buscar a Stu y darle el llavero?

Lo intentaría, definitivamente lo haría.

Comenzó a caminar entre todos preguntando si alguien había logrado dar con Stephen... Pero nadie sabía de él.

Siguió, mientras seguía con su trabajo. Hasta que se descubrió lo que menos quería saber.

Sus agentes se encontraban levantando un enorme y pesado cartel de neón disfuncional, mientras que otros sacaban un cuerpo partido a la mitad de abajo de ahí...

Era él, el famosísimo hombre de riesgo, Stephen Robinson, conocido como Stu.

Un par de lágrimas se escaparon sin quererlo...

Se acercó y miró la desagradable y desgarradora escena. Todos sus agentes se encontraban mal por la situación pero seguían cumpliendo su trabajo sin pensarlo.

Mierda... Justo cuando descubrió lo del llavero es que descubre también que ya estaba muerto.

Era una pena. Y a decir verdad, le dolía demasiado no poder cumplir la última voluntad de la pobre chica.

Cerró los ojos, dejó las lágrimas caer y en seguida las limpio.

-Manténganme al tanto de lo que pase con él, por favor.

Los otros acataron la orden y siguieron con lo suyo.

Sandra haría lo posible para que Stu se fuese con el llavero que Nani le había hecho.

. . .

Internet estaba perdiendo la cabeza muy seriamente.

Primero que nada por la horrible noticia de que solo habían logrado salvar 32 de los 400.

Y segundo porque Rusia intentó deshacerse de los negocios con los Starr... Pero ya era demasiado tarde.

Era obvio que era culpa de ellos.

Charlotte se empujó hacia atrás con el escritorio y soltó un suspiro de hartazgo. Entonces alguien entro al lugar con papeles entre las manos.

Era Jeremy, su mejor amigo.

-Te ves demacrada. Deberías tomar un descanso.

Charlotte negó y tomó una botella de agua entre sus temblorosas manos.

-Es mi trabajo demacrarme por la gente. Dame el reporte y todo estará bien entre nosotros.

El otro rió para después dejar los papeles sobre la mesa.

-Es un caso más complicado de lo que creímos... Vamos a necesitar mucho tiempo más para concluirlo...

-¿Byron, Edgar y Colette están bien?

Él asintió.

Charlotte miró un amuleto en forma de engranaje que estaba sobre su escritorio dentro de un recipiente especial para prevenir que la radiación afectara también sus cosas. El amuleto que Colette le pidió que le entregase a Nataly Junker.

Era deprimente, porque Colette ni la persona que le pidió hacer eso sabían que Nataly ya estaba muerta.

Definitivamente, este sería el caso que más traumas les dejaría a todos ellos.

-Aunque... Edgar no deja de balbucear que necesita estar con Byron y lo mismo con el otro.

Charlotte rió un tanto enternecida.

-¿Crees que sean...? Tu sabes... Homo-...

Charlotte lo vió con una mirada asesina.

-Perdón... Aún no me acostumbro, pero te juro que los respeto...

-Ay, Jeremy... Eres un metiche de primera.

Ambos rieron.

-Dile a Edgar que el señor Wayne está bien, que lo verá pronto y viceversa.

El aceptó.

-De paso abrele una cita a la señorita Birdie para que pueda ver a sus chiquillos, pero solo con las medidas de seguridad.

De nuevo, aceptó totalmente de acuerdo a su orden.

-... Luego ven... Todavía queda darles su final feliz...

. . .

The end...

. . .

Ahora sí, una carta desde lo más profundo de mi corazón<3

Chicos, chicas. De verdad agradezco a todos y cada uno de ustedes por estar aquí conmigo desde el principio, o incluso si llegaron justo al final.
Cada uno de sus votos, comentarios, cada vez que guardaron mi historia en sus listas, y cada persona que ha hecho un fanart del fic... A todo eso, doy un enorme gracias.

Con la felicidad a tope y el corazón en la mano les doy mi más sincero agradecimiento.

Esta es la primera historia que termino en mis casi 7 años como ficker y les juro por dios que no me arrepiento que sea para estos lectores tan increíbles que me siguen desde hace poco.

Pensé que nunca lograría acabar con mis proyectos, pero veo que realmente puedo, y eso me pone muy muy feliz, es un paso más en mi mejora como persona.

Los amo a todos ustedes por apoyarme ante todo. Espero que les haya gustado esta historia tanto como yo disfruté escribirla...

(Y hacerlos llorar también claro XD)

De nuevo, gracias por seguir aquí.

Doy por finalizada la historia, y en un par de días pondré a andar a Learning From The Bullet nuevamente.

Ya lo dije mucho pero nunca es suficiente; GRACIAS.

~Soul 🍓☁️

. . .

Are you sure it's the end...?

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