36. I know we can make it better that it ever was. ⚠️

. . .


El sonido de la estática la tenía harta.

Se recostó sobre el sofá aún entre lágrimas y dejó a su pequeño perro blanco y esponjoso subir sobre ella.

-Mis pequeños... ¿Dónde están?

Susurró con la voz quebrada mientras abrazaba al pequeño perro que siempre acompañaba a su hija.

Ya había revisado su habitación de nuevo. Todo estaba exactamente igual a como cuando lo dejó... Pósters de celebridades, dibujos, un tablón con recordatorios de lo que debía hacer... Tantos planes que tenía en mente, para dejarlo todo de golpe.

Incluso la habitación que había hecho para su amigo, a quien ahora trataba como un hijo seguía intacta.

Las había limpiado ya miles de veces con la esperanza de que en algún momento aparecieran, pero nada, no habían noticias. El gobierno japonés no hacía mucho para investigar, como que no querían formar parte del tema... Incluso si el gobierno estadounidense y toda la unión de Gran Bretaña estaban insistiendo porque se hiciera la búsqueda.

Se había estado comunicando con gente por internet. Ella era la única que en la actualidad vivía en Japón con dos de las 400 víctimas que desaparecieron.

Colette -su hija-, y Edgar.

Había estado hablando con gente en internet de todos lados que querían ayudarla, tanto en inglés, español y japonés. Todos estaban dispuestos a resolver uno de los casos más extraños que habían ocurrido en el siglo XXII...

400 desaparecidos... Que visitaron por última vez aquel maldito parque, Starr Park.

Abrazó más fuerte al pequeño perro. Estaba lloviendo aquella tarde con mucha fuerza en la ciudad, tanto que la señal de TV se había marchado sin avisar.

También la señal de internet... Estaba totalmente desconectada de la gente.

Todos en internet la conocían como la madre de los internautas. Su dulzura y amor logro cautivar a todas las personas que seguían de cerca el caso, todos estaban encantados de ayudar a buscar información sobre sus dos pequeños.

Y... Heh, por más que Edgar no fuese su hijo de sangre, realmente estaba preocupada por él. Tantos años tratandolo como un hijo no iban a hacer más que generar una relación madre e hijo entre los dos y una obvia preocupación.

Realmente extrañaba a sus dos pequeños hijos... Quería verlos de nuevo, saber que al menos se encontraban bien, que comían sano y que estaban bien abrigados.

La preocupación que sentía una madre era dolorosa, más yendo a dormir todas las noches pensando en por qué no los protegió.

¿Por qué no los detuvo?

El timbre del departamento sonó y retumbó en su cabeza, fue entonces que se levantó de golpe, haciendo saltar al pobre perro del susto.

Debía ser ella...

Peinó su cabello desastroso rápidamente y acomodó su suéter color pastel sobre sus hombros, antes de correr en dirección a la puerta.

Abrió la primer puerta, y en seguida caminó por el corto pasillo donde dejaba sus zapatos, abrigos y cualquier tipo de cosas de clóset.

Tomó la perilla, y sonrió al ver a la joven adulta al otro lado, fuera en el pasillo.

-No necesitas sonreír Birdie... Está bien, no te fuerces.

La mujer bajó la mirada nerviosa, para después ponerse a jugar con los agujeros de su suéter de lana...

La otra, una chica de cabello rubio y rizado tenía varios papeles y una computadora en mano. Llevaba un traje elegante con una falda corta. Venía tan bien maquillada que Birdie no evitaba sentirse intimidada.

-Adelante Charlotte... Muchas... Muchas gracias por venir hoy.

La chica sonrió y comenzó a caminar al interior una vez Birdie le dió la oportunidad.

Pasó su mano por la parte trasera de sus zapatos de tacón dd un color rojo vivo y los removió sin decir ni una sola palabra más, dejándolos en el rincón de los zapatos de aquel pasillo. De ahí, se acercó a las pantuflas que habían en la entrada.

Habían tres pares, sin contar las que la madre de familia ya llevaba, y uno de esos tres pares los había comprado para la investigadora privada que visitaba su hogar constantemente.

Solo quedaban dos pares más... Empolvandose entre más tiempo pasaba...

Ambas entraron tras cerrar ambas puertas y la rubia se acomodó sobre el sofá de la sala de la mujer, acariciando la cabeza del pequeño perrito que esperaba pacientemente el regreso de sus dueños.

Abrió la laptop, desbloqueó la pantalla sin perder ni un minuto más y abrió una página... Con toda la información que Birdie necesitaba.

La mayor apareció con un par de tazas de té entre manos aún sonriente, obviamente ansiosa por lo que venía para ella y sus pequeños. Dejó la taza de su invitada en el portavasos y se sentó a su lado, mirándola curiosa.

Charlotte se veía... Muy contenta, a decir verdad, demasiado sonriente, parecía orgullosa con su trabajo.

-Mi dulce Birdie, los encontramos.

Los tristes ojos de la mujer cobraron un fuerte brillo después de tres meses impaciente. Dejó la taza sobre la mesa, ni siquiera preocupándose de que quedará en el portavasos.

Apartó a la rubia con gentileza, y miró una conversación de correo electrónico... Tenía un archivo adjunto comprimido al final del texto.

"Se ha detectado movimiento inusual en Starr Park, logramos capturar fotos de lo que parecen ser algunos de los desaparecidos".

Birdie miró a Charlotte, ella le regresó la mirada con una gran sonrisa en su rostro. En seguida se acercó a ella y, usando el mousepad, abrió el archivo adjunto.

En seguida, la preocupada mujer pudo ver distintas fotos tomadas desde las alturas, dónde se veían distintas personas caminando, lastimados o incluso curando a otros.

Aparecían las fotos recién tomadas de cierta persona, con una comparación a una foto casual del desaparecido.

Jacky Henderson, su foto recién tomada discretamente coincidía con una foto de "se busca" que se tomó mientras trabajaba, en ambas fotos llevaba el mismo uniforme.

Michael Henderson, aparentemente el tío abuelo de Jacky y el único con el que había vivido por años, su foto de busqueda coincidía con la foto tomada del parque.

El corazón de Birdie se alegró de sobremanera tras haber pasado todas las fotos y encontrarse de nuevo con el rostro de su hija desaparecida...

Y sí, estaba junto a Edgar, gracias al cielo...

Las lágrimas de alegría comenzaron a caer por sus mejillas como cascadas sin querer detenerse, todo por la enorme alegría y tranquilidad que sentía de tan solo saber que estaban con vida.

No fue de sus gusto ver qué tenían que llevar máscaras de gas en aquel lugar, pero estaba segura de que su querida Charlotte podía hacer algo para que los atendieran en un hospital, ¿verdad?

Se giró sobre si misma para mirar a la rubia, que permanecía sentada sobre el sofá calmada. Birdie se había tirado al suelo solo para poder ver a sus pequeños polluelos de nuevo.

Entonces, la mujer se lanzó sobre la menor y la abrazó con fuerza, como nunca había abrazado a nadie.

-¡Gracias! ¡De verdad muchas gracias!

Charlotte McCall, una joven de 24 años superdotada con una enorme habilidad en la criminalística, había arriesgado su puesto alto como investigadora privada todo para poder ayudar a su clienta actual. Había hecho todo lo que estaba en sus manos para poder volar un dron por encima de una propiedad privada protegida por el gobierno de Japón...

Por qué, sí, el parque estaba protegido por el gobierno. No porque formarán parte de sus investigaciones y porque las aprobaran, sino por la gravedad de la situación y la guerra en la que podría meterse con EEUU... Aunque también Charlotte y su equipo sospechaban que Rusia tenía mucho que ver en el tema.

En la investigación de la joven pudo descubrir todo tipo de cosas turbias; Antecedentes penales por parte de la familia Starr, e incluso gente de la familia abandonando está misma por no querer verse involucrado en sus prácticas ilegales...

Uno de los que abandonó la familia fue un hombre que cambió su apellido de Starr a Wayne, se casó y tuvo una hija lejos de todo lo relacionado a los Starr, aunque al final termino divorciándose...

El problema, es que el y su hija formaban parte de los desaparecidos.

Aún así no sabía por qué el gobierno japonés escondía la desaparición de los 400 y qué cosas habían pasado ahí, por lo que Charlotte y sus compañeros de trabajo -en una empresa independiente al gobierno- se pusieron a investigar silenciosamente...

Una explosión, de al rededor de 30 kilometros de diámetro que cubrió todo el parque y sus alrededores hace tres meses. Se entraba en la duda de cuántos seguían con vida tras no poder ver ningún cuerpo desde afuera -y no podían ver antes por encima, por cuestiones legales-, pero tras recibir señales de auxilio de alguien, al parecer la única persona despierta en el lugar, pudieron deducir rápidamente que había gente con vida sin posibilidades de escapar.

Nunca volvieron a saber de esa persona desde entonces, pero al menos habían logrado tomar fotos de manera sigilosa... Nadie podía haberlos visto.

Ahora no quedaba más que buscar la forma legal de pedirle al gobierno japonés que dejase se proteger aquel diabólico parque, y Charlotte ya tenía la respuesta.

Hizo unos cuantos movimientos más sobre la PC, rápidamente publicando la información no confidencial a través de un VPN y una cuenta ajena a la suya, supuestamente proveniente de Chile, en Latinoamérica.

Por obvias razones no podía involucrar toda la información sobre los gobiernos, familias y temas fuertes... Pero las fotos seguro hacían a los más conspiranoicos gritar.

Birdie la miró confundida tratando de mantener la calma mientras tomaba su aún caliente taza de té.

-¿Qué haces...?

-Meter presión al gobierno desde afuera...

Era un movimiento arriesgado, los investigadores de Japón podían fácilmente deducir como se tomaron las fotos pero...

Su equipo de rescate planeaba lo contrario.

Una vez el gobierno se viese en aprietos por las quejas en toda internet, una vez se comenzarán a armar huelgas en las calles de Tokyo, una vez los diputados no tuviesen otra salida tan rápida, el equipo de rescate de Charlotte entraría a la fuerza.

A Japón no le daría tiempo de pedir que destruyan pruebas, ni siquiera tendría oportunidad de crear excusas.

El plan era que, apenas estuvieran sin opciones cercanas, rescatarían a todos los supervivientes.

La publicación en Twitter no tardó nada en llenarse de likes, retweets, comentarios rabiosos y difusión externa. Ya veía los canales de YouTube dar a relucir el tema, ya veía a los usuarios de Instagram y Tiktok creando trendings para meter presión al gobierno japonés, ya veía a los usuarios de Facebook haciendo en vivos metiéndose entre las huelgas para que regresen a los 400 con vida.

Oh, y la cantidad de presión y revolución que podía generar toda internet unida como una sola familia era grande, ENORME.

Japón no se escaparía de esta. No sé escaparía de internet unido.

Esto es la guerra.

. . .

Edgar se agachó, sujetando a una adolescente de cabello tintado de morado con el rostro quemado por partes, brazos, piernas, todo herido a más no poder.

Comenzaban a considerar que la pobre no saldría con vida se ahí.

El chico del flequillo la cargó entre sus brazos aún con todo y su fragilidad, y caminó a una zona segura donde estaban refugiando a los heridos de gravedad.

-¿Y si era Amber?

Colette asintió, curando con ya sus últimas vendas a la pobre chica recién despertando, quién tenía las manos quemadas, su cabello ardió arruinando parte de este. Ella simplemente sonrió a Edgar y suspiró.

-Al menos agradezco estar viva...

No pudo evitar soltar un par de lágrimas, mientras veía a lo lejos a Juan, quién muy probablemente se trataba de El Primo, hablando con un muy herido Tadeo, básicamente Poco.

Habían conseguido salvar ya a varios a gran velocidad, gracias a todos aquellos que podían caminar y ser parte del equipo rescatista.

Aunque aún estaban buscando a Penny, Ruffs, Brock, Bo, Nita, Leon y a Max. "Surge" se veía realmente desesperado por encontrar a la última chica...

A pesar de todo, quienes realmente querían encontrar pronto eran los que formaron parte del equipo original; Pam y Jessie, Sandy y Byron.

Edgar miró al suelo... Sabía dónde estaba Byron y sabía que debía encontrarlo pronto, pero cada vez que quería salir y correr a la tienda de regalos era arrastrado hasta encontrar a una víctima más.

Colette se acercó, tomó por los hombros a su amigo, y como leyéndole la mente, lo abrazó...

-¿Quieres ir a buscarlo?

Edgar sonrió para si mismo bajo su máscara de gas...

A decir verdad, Colette había mejorado como persona todo ese tiempo, había aprendido a ser más comprensiva y a notar con facilidad cuando su amigo estaba mal.

Su desaparición de hace un mes realmente la dejó marcada, no sabía si era un trauma o un aprendizaje, o tal vez los dos... Pero agradecía que ella fuese más empática ante sus sentimientos ahora.

Edgar muy internamente se propuso cambiar de igual forma para no tratar mal a Colette como acostumbraba hacerlo hace días atrás... La necesidad de gritarle para desahogarse era grande, pero...

Experiencias como estás siempre harían cambiar a las personas, ya sea para bien o para mal. Y sinceramente él quería elegir el camino del bien.

Miró a su amiga y la tomó de la mano en señal de afirmación. Esta simplemente asintió y comenzó a caminar a paso veloz afuera de aquel restaurante destrozado, aún sujetando al menor.

Le hizo una señal a Juan antes de perderse entre la niebla de toxinas. Era el momento de reencontrarse con su amado.

Caminaron cuidadosamente, asegurándose de no meterse en un problema en busca del hombre que había iniciado todo. Comenzaban a sentirse cansados y agotados de todo, su respiración cada vez era más pesada y sus pulmones no soportaban el aire adentro.

En cualquier momento morirían. Eso estaría presente en sus mentes durante mucho tiempo.

Habían olvidado parte de los caminos del parque, tuvieron que guiarse de los carteles en los faroles decorados con girnaldas desechas y despintadas.

El viento sobló suavemente mientras la luz del sol comenzaba a ocultarse a lo lejos de aquel parque ubicado en medio de la nada.

Ahí estaba.

La tienda de regalos... Con los vidrios quebrados, luces a medio funcionar y sangre por todo el suelo... ¿De dónde salió tanta?

Edgar se acercó tímidamente, rezando por encontrar a Byron bien, y con vida.

Pero él y su amiga se detuvieron en cuando vieron a alguien de pie, viendo al suelo, sujetando a un niño de la mano.

Era... Belle, quién permanecía con la cabeza agachada mirando el cuerpo inconsciente de Byron y... El cadáver de la pequeña Victoria.

No dijeron nada, pero Edgar comenzaba a ponerse ansioso de no poder acercarse sin saber qué era lo que la mujer planeaba...

Silencio... Solo podían oír el sonido del viento soplar, mientras los últimos rayos de sol se escondían de ellos...

-Ellos la mataron...

Colette se acercó un poco más, viendo por encima de Belle a quién habían estado buscado todo este tiempo.

-Él tenía razón... Esta familia no iba a dejar nada bueno ante sus mierdas ilegales... Y ahora mi sobrina está muerta.

Notaba como sus sollozos resonaban en sus cabezas, en medio de la oscuridad obsoleta que causaba la tienda de regalos...

Edgar aprovecho para acercarse de igual forma, ignorando por completo a la mujer que permanecía completamente en shock frente a ellos.

Se arrodilló, y tomó a Byron entre sus brazos, viendo inevitablemente a Victoria, había sido golpeada por varios cristales en el rostro, mientras que un pedazo de estructura había caído sobre su brazo, haciéndola sangrar hasta que el brazo terminase podrido, y ella muerta.

Tanto ella como su aparente tía habían perdido un brazo en aquel estúpido lugar...

-Byron... Despierta.

Lo sacudió al borde del llanto de pensar que no había podido advertirle a ambos que se alejaran de ahí... Si los hubiera llevado a la zona segura tal vez pudiera haber frenado la muerte de la pequeña rubia.

-Byron por favor...

Siguió llamándole mientras las lágrimas se escapaban de sus ojos tristes. Deslizó su mano suavemente por su rostro, acariciando tiernamente esperando a que despertase.

Estaba vivo. Pudo sentir su pecho moverse al ritmo de su dificultosa respiración, definitivamente estaba vivo. Edgar necesitaba que despertara, quería poder consolarlo y decirle lo mucho que lo amaba en ese preciso instante. Quería que abriera los ojos y lo primero que viera fuera a él.

El hombre frunció el seño molesto... Parecía tener una pesadilla en ese momento. ¿Será parte del otro universo?

No se veía feliz, definitivamente...

-Hey... Niño...

Belle lo llamó mientras abrazaba al pequeño mudo que había estado cuidando todo ese tiempo.

-No sé cómo fue que conociste a mi hermanito, y no sé qué tipo de romance raro tengas con él, pero...

Edgar alzó la mirada, viéndola con los ojos llorosos.

-Todo esto es mi culpa... Y ahora tú y Byron están encerrados aquí conmigo por todos los pecados que cometí dentro de esta familia... Ahora mi sobrina está muerta.

La oscuridad de la noche y el ambiente helado les causaba problemas para poder reaccionar...

-Así que déjame disculparme por gritarte momentos antes... Este plan sigue pareciendome la cosa más estúpida que puedo seguir pero, ¡a la mierda! ¿Qué otra opción tengo? Incluso si es obvio que voy a morir, vale la pena buscar un camino hacia la libertad, ¿no?

Extendió su mano en dirección de Colette, dispuesta a tomar el rifle y tomar control de la situación.

La albina se lo extendió, con una sonrisa en su rostro cubierto por la máscara.

-Todos cometemos errores... Este terminó terrible... Pero no importa, voy a arreglar todo lo que les hice.

Ella dijo, para poco después tomar una máscara de gas que llevaba sujeta en los tirantes de su pantalón y lanzarsela al chico de la bufanda.

-Cuida a mi hermano. Puede parecer inteligente pero a veces toma decisiones estúpidas.

Rió, para entonces voltear hacia la salida con el rifle en una mano y el pequeño niño sujeto de la otra.

-Yo te cubro. Despierta a ese anciano.

Finalmente volvió a prestar su total atención al hombre inconsciente y lo sacudió con fuerza rogándole que despertara. Al igual que Byron hizo con él en el otro universo, Edgar lo sujetó entre sus brazos, juntando su frente con la del otro, mientras sus manos acariciaban el rostro del hombre...

Parecía que había una guerra del otro lado.

. . .

-¡Ah! ¡Me la pelan, hijos de puta!

El cuerpo de Amber se comenzó a desintegrar mientras se reía de ellos aún entre lágrimas por casi perder a Poco en el intento de sobrevivir a Shelly, dejando solos a los últimos supervivientes del mundo de ensueño.

Ahora solo quedaban algunos cuantos brawlers ahí, y Edgar había logrado despertar a la mayoría de ellos...

Entonces la mujer corrió en dirección del cuerpo de Edgar, que seguia sin desvanecerse como todos los demás lo habían hecho. Lo alzó, y corrió en la dirección contraria de Byron.

Él estaba a punto de dispararle en la cabeza al joven de la bufanda con la escopeta de Shelly, solo porque no confiaba en él.

Su rostro rabioso causaba miedo... No podía evitar sentir escalofríos sobre toda su espalda al notar como el hombre que tanto había luchado por el bienestar de Edgar ahora quería matarlo con toda su alma.

No entendía porqué...

Todos los demás mantenían su distancia de Shelly, mientras que Pam y Sandy se peleaban con Byron para evitar que matase a Edgar.

El soñador ya hostigado de la necesidad de Byron de matar, tomó el bastón de este mismo, y lo golpeó, tirándolo al suelo inconsciente... En seguida, corrió con Pam para refugiarse entre sus brazos ya al borde del quiebre total.

Por otro lado, no muy lejos de ellos...

Ruffs tomó la mano de Max y Nita y las empujó fuera del alcance de la argentina. Esta misma disparó con los cañones de Darryl, fallando en el intento, pues Ruffs había logrado esquivar el ataque.

Y de golpe, mientras que la mujer reaccionaba después del disparo, recibió un golpe toda violencia de parte de Brock, llevándola al suelo con un solo empujón.

El cielo se puso negro, mientras los truenos y la grieta aumentaba aún más su tamaño. Brock golpeó a Shelly, antes de alejarse completamente aterrorizado por su mirada psicópata y su rostro sangrante...

Penny tomó a Jessie de la mano con el único brazo que le quedaba, yendo con Nita, Max y Ruffs en dirección de Pam al notar como la mujer de cabello morado se levantaba ya harta de la situación. En seguida, 8Bit lanzó su torreta cerca de ellos y se teletransportó al ver cómo Shelly buscaba dispararle también.

-Se llevaron a Colt lejos de mí... Todo por querer despertar de un sueño perfecto, dónde nada podía salir mal.

¿Por qué insistía con que todos se quedarán dentro del sueño, siendo que lleva también era víctima del coma y de la negligencia del parque?

-¿No lo entienden? No hay nada por lo que luchar allá afuera.

El joven de la arcade se levantó, alejándose lo más posible de ella.

-Lo hemos perdido todo, hemos perdido todo lo bueno de nuestras vidas... Solo vengan, y formemos nuestro mundo perfecto aquí...

Silencio... Mientras que la grieta del cielo bajaba desde lo alto hasta el suelo... Llegando a romper el suelo igual...

Nadie respondió.

Simplemente se mantuvieron quietos, viendo cómo lentamente el suelo comenzaba a quebrarse de igual forma que lo había hecho todo el cielo.

-¡LOS MATARÉ A TODOS!

Agarró los cañones con una fuerza inimaginable, mientras su entrecejo se fruncía de tal forma que parecía inhumana. El rostro de Shelly se tornó en una pesadilla completamente.

Se preparó para lanzarse contra ellos...

Pero no pudo dar ni un paso más cuando sintió tres flechas clavarse en su torso...

Soltó una de sus armas, y miró su mano... Viendo cómo las gotas de sangre caían desde su boca hasta manchar su palma.

Nadie esperaba eso...

El cuerpo de Shelly cayó al suelo, para finalmente dejar ver a su salvador.

Era Bo... Estaba de pie, firme, con un rostro de rabia y tristeza en su rostro, llevaba su arco en una mano, y cargaba el cuerpo muerto de su hijo con la otra...

-Ojalá te pudras en el infierno... Maldita... Hija de perra.

Cayó de rodillas justo en la puerta, mientras abrazaba a su pequeño hijo con fuerza y dolor.

Más silencio... Solo podían oír los sollozos de un padre que acababa de perder a su pequeño hijo.

Nita quiso acercarse pero no se le fue permitido, solo lloró amargamente desde lejos, mientras veía a su padre sufrir al lado del cuerpo de Leon.

Lentamente Penny, Max y Brock comenzaron a desvanecerse en el aire... Dejando en aquel lugar los últimos supervivientes...

¿Cuándo iba a acabar esta pesadilla?

Será pronto.

. . .

Okei, okei, perdón.

Me tomé un pequeño descanso para atender mi pobre estabilidad mental, pero ahora estoy de vuelta.
No se preocupen por mí, ahorita si estoy joya 😎👍

Agradezco su paciencia, volvemos con los capítulos diarios y, bueno, nomás quedan unos pocos más así que agarrense.

Gracias por todo su apoyo y los tkm, nos vemos mañana con otra actu~<3

Pd: Si de repente me notan ausente es que comencé a hacer un mega lod de FNF y estoy poniendo todo de mi para que salga genial, aprecio su paciencia con eso también, loviual.

Soul~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top