Roomies (OS)
No recuerda la última vez que se levantó tan temprano. Lleva limpiando desde hace un par de horas, a pesar de no ser la persona más pulcra que existe, pero precisamente hoy necesita dar una buena impresión. Maldice el momento en que se le ocurrió ir a estudiar al extranjero, creyendo que sería sencillo ser autosuficiente. De haberle hecho caso a Matt, a cerca de estudiar juntos en la universidad local del pequeño pueblo donde vivían, no estaría en el apuro de buscar un inquilino. Pagar un apartamento en París por cuenta propia es simplemente imposible, por más que la publicidad diga que los de esa zona están pensados para estudiantes.
Termina de acomodar los cojines y luego pasea la mirada por la pequeña sala, asegurándose que todo esté en su puesto. Ayer no le fue muy bien con las entrevistas, la mayoría de chicos que se acercaron tenían más tatuajes que piel y muchos venían con un cigarrillo o lata de cerveza en la mano. Está consciente que las apariencias engañan, un buen ejemplo es él, que le gusta salir de fiesta los viernes a la noche y aún lleva buenas calificaciones. Sin embargo, prefiere no arriesgarse, así que su idea de hoy es dar la impresión de ser un muchacho ejemplar para atraer mejores perfiles.
Para su buena suerte, el primer aplicante de ese día es un muchacho que ya ha visto en la universidad. Jamás ha cruzado alguna palabra con él, ni siquiera sabe qué carrera cursa, pero es el típico chico lindo que siempre anda impecable, ese al que los docentes adoran y que trae loca a más de alguna.
—Entonces... Light Yagami, ¿no? —Pregunta Mello, anotando en un cuaderno.
El castaño sentado frente a él asiente mientras sujeta con delicadeza la taza de café que le ofreció, luego de haberlo hecho pasar al comedor.
Mihael hace algunas preguntas de rutina: edad, el año y la carrera que cursa, dónde trabaja, si tiene algún vicio. Le explica también que aparte del alquiler se dividirán los gastos mensuales, siendo ambos estudiantes, lo más probable es que el tiempo que pasen en el apartamento será similar, por lo que lo justo es, y para no complicarse, poner mitad cada uno. A diferencia de los otros que han llegado, Light no objecta ninguno de sus requerimientos, y las respuestas personales que brinda se acercan mucho al perfil perfecto. Alguien con esas calificaciones, debe pasarse horas estudiando, por lo que no debe ser alguien escandaloso que se la pasa de fiesta, y según palabras del mismo castaño, no soporta el desorden. Solo hay una cosita que no termina de cuadrarle a Mello.
—¿Por qué estás interesado en compartir alquiler? —Con la pinta que tiene, cualquiera creería que aún vive con sus padres, o que al menos es alguien a quien le pagan todo.
—Por lo mismo que tú, ¿no? Porque no puedo pagar por uno yo solo.
—Sí, pero... ¿tus padres no te ayudan?
—Un poco. No están muy felices con que haya preferido estudiar fuera de Japón. —Se encoge de hombros, dejando la taza vacía sobre la mesa— ¿Terminaste con tu interrogatorio?
Mihael da un respingo y luego asiente. No se había percatado de en qué momento se quedó observándolo tanto.
—Bien, porque yo también tengo un par de cosas que quisiera aclarar desde un principio —continúa Light, colocando los codos sobre la mesa, sin apartarle la mirada. Mello frunce el ceño, es el primero que se toma el atrevimiento de querer ponerle reglas a él, sin embargo le hace un gesto para que prosiga, porque hasta el momento es su mejor candidato—. Primero, soy gay, ¿eso te genera algún problema?
—Uhm, no. Lo que hagas en tu intimidad me da lo mismo. —Se retrepa contra el asiento a la vez que se ata el cabello con una liga que andaba en la muñeca—. Si te parece relevante, yo también lo soy, no veo por qué eso deba afectar, ¿o acaso crees que debido a ello podría pasar algo entre nosotros?
Si es sincero, la idea no le desagrada, es decir, Yagami no está de mal ver.
—No. —Responde sin un ápice de duda— Tengo novio —aclara, provocando que Mello se sienta estúpido por haber siquiera insinuado lo anterior—. Y mi condición está relacionada a él. Entiendo lo de no fiestas ni reuniones escandalosas, no te preocupes porque a mí tampoco me gustan, pero quisiera que mi novio pueda visitarme.
Mello lo piensa un poco. Le da la impresión que la actitud de Light chocaría mucho con la suya, y si es honesto, la petición no es de su agrado, porque sabe que dar entrada a una pareja podría convertir el apartamento en un motel. Aún así, Light sigue siendo su mejor opción, y se fía de esa carita inocente, la cual lo lleva a creer que ese tal noviazgo es solo de manita sudada.
oOo
Una semana es suficiente para que Mihael se dé cuenta de su error. En estos siete días no solo ha descubierto que Light tiene una vida sexual mucho más activa que la suya, si no que también es bastante ruidoso.
Le ha sido bastante difícil sostenerle la mirada cada mañana luego de haber escuchado la noche previa los sonidos obscenos y las palabras subidas de tono viniendo de la habitación de al lado. Y si eso fuera poco, ha tenido que soportar ver al ojeroso novio rondando por el apartamento como si fuera suyo.
—¿Dónde está el pan? —Le pregunta Beyond, abriendo los cajones de la alacena.
—En el mueble de abajo. —Responde desde el comedor, evitando verlo.
Todas las mañanas es igual, ese tipo sale de la habitación apenas usando ropa interior, come unas tostadas con mermelada y luego se marcha. Su roomie al menos tiene la decencia de salir de la habitación ya bañado y cambiado.
No tiene idea cómo esos dos pueden estar juntos, siendo uno tan correcto y el otro tan vulgar. Creyó que con el pasar de los días le bajarían a la intensidad por respeto a su presencia, es lo que por lo menos esperaría de alguien cómo Light, duda mucho que el novio conozca la palabra «respeto».
Sin embargo, los días han pasado y nada ha cambiado. Lo ha hablado con su mejor amigo, Matt considera que se está ahogando en un vaso de agua ya que la solución es sencilla: pedirle a Light que desaloje la habitación. Claro, es lo que cualquiera haría, su excusa fue decir que le daba pena dejar en la calle a un muchacho tan bueno, evitó mencionar que el verdadero motivo por el que no lo echa es porque su compañero de piso se la pone dura.
Ya no ha podido ver a Light sin imaginarlo sin ropa, con la piel perlada debido al sudor, gimiéndole al oído.
El castaño ha seguido siendo amable, lo cual no hace más fácil la convivencia cuando lo único que Mello tiene en mente es empotrarlo contra el mueble más cercano y cogerlo hasta que sus entrañas ya no pueden retener tanto semen.
Quizá en un principio pensó que en algún momento sus fantasías podrían volverse realidad, pero la verdad es que Light tiene novio, y eso es algo que él no puede cambiar, por lo que no hay motivo lógico para seguir compartiendo piso con alguien así. Sin embargo, no es algo en lo que pueda pensar justo en este momento, no cuando su mano se mueve rítmicamente a lo largo de su miembro erecto.
Si había una línea que no debía cruzar, es esta: masturbarse mientras escucha como otro se lo coge.
«Te encanta, ¿no?», Mello escucha la voz ronca de Beyond, acompañada de un constante golpeteo, «Darme el culo para que te lo joda.» «Sí... así, ábrete para mí como la puta que eres».
El famoso Dirty Talk es lo que Beyond mejor domina, por lo que no es difícil imaginar lo que está sucediendo en la habitación contigua.
«S-Sí, Beyond... me encanta. Cógeme más fuerte»
A Mello le resulta excitante el lenguaje que Beyond utiliza, pero su cuerpo completo tiembla al escuchar a Light responder de la misma manera, saliendo su voz tan diferente a lo usual, tan llena de lujuria y obscenidad.
Kheel se muerde los labios y cierra los ojos, tiene la frente empapada en sudor y respira agitado mientras presta atención a cada palabra, haciéndose una imagen mental de lo que está pasando, de la posición en la que Light debe estar. Lo imagina en cuatro, el golpeteo debe ser la pelvis chocando contra su trasero, a dicho sonido de repente se le agregan algunas palmadas, y su verga vibra de solo pensar en el delicado culo de Light temblando rojizo en cada nalgada.
El lascivo acto sigue en la habitación de al lado, al igual que el frenético movimiento de su mano sobre su miembro, cuyo glande está empapado y rojo debido a la fricción. Han sido tantas noches escuchándolos que ha aprendido a detectar la forma en la que Light gime cuando está cerca del orgasmo, por lo esa imagen mental es lo único que necesita para culminar, tres descargas de espeso semen que van a parar a su abdomen desnudo.
oOo
Desde entonces ha repetido la misma acción de aquella noche un par de ocasiones, si no puede tenerlo, se conforma con imaginarlo. El problema es que no se ha percatado que últimamente no disimula al fijar su mirada en Light. Si antes evitaba mirarlo debido a la incomodidad, ahora lo contempla sin reparos. El castaño siempre suele vestir pantalones, eso no le impide mirar en cada oportunidad que tiene, imaginando cómo deben ser sus piernas, su torso, y mejor aún, ese culo que aún a través de la ropa luce bastante respingón.
—No te vaya a entrar una mosca.
Mello casi deja caer el chocolate que tiene en la mano al escuchar de repente la voz de Beyond. El pelinegro se sienta a su lado en el sofá y busca con la mirada lo que tenía tan embelesado a Mihael, sonriendo de lado al encontrarlo. Al ser un apartamento pequeño, la sala y la cocina están separadas solo por un arco, esto para evitar que el espacio se vea más reducido, por lo que es posible ver a través de él a cierto castaño cocinando, quien ignora lo que ocurre a sus espaldas.
—¿Te lo quieres coger? —Suelta Beyond, provocando que Mello casi se atragante.
—¿Qu-Qué...? N-No... te estás equivocando —balbucea. Birthday tiene pinta de ser alguien con quien no quisieras tener problemas—. Yo jamás me metería con tu novio...
—¿Novio? —Interrumpe, alzando una ceja, acto seguido se ríe— ¿Es lo que te dijo? Vaya... supongo que no supo cómo decirte, ya ves que nuestro Light es tan "correcto" —dice con sarcasmo, formando las comillas en el aire—, pero para tu tranquilidad, solo soy su fuckbuddy.
—¿Y por qué me dices todo esto? —Pregunta Mello, frunciendo el ceño y removiéndose un poco.
—Porque no soy imbécil, he notado desde hace días cómo miras a mi novio —se ladea en el sofá y se inclina hacia él, casi hablándole al oído—. No piensas en otra cosa que no sea partirlo con tu verga, ¿verdad? —le susurra de forma sugerente—. Para tu suerte, a él le encanta eso...
—Estás enfermo. —Masculla Mello, poniéndose de pie y caminando hacia su habitación.
Beyond se queda ahí, apretando los labios mientras se pregunta si acaso se excedió. Sin embargo, sonríe de lado al momento que un detalle llega a su mente, está seguro que cuando ese rubio se marchó, la tela a la altura de su entrepierna iba tensa.
A él todo esto lo excita de sobremanera, siempre ha querido ver a Light con otro en la cama, pero su amante es un poco mojigato y nunca se ha presentado la oportunidad perfecta, tal vez está lo sea. Se pone de pie y camina hacia la cocina, donde se acerca a Light para abrazarlo desde atrás.
—¿Te falta mucho? —Le pregunta al oído, la única razón por la que ha llegado más temprano de lo usual, es porque el castaño dijo que cocinaría para él.
—Según la receta, todo esto va después al horno por veinte minutos. —Responde, leyendo las indicaciones de la tableta mientras agrega algunos condimentos a una salsa.
—¿Crees que me da chance de ir por algo? —Sus delgados dedos logran abrirse espacio entre los botones de la camisa del otro, haciendo círculos sobre su abdomen.
Light frunce el ceño y voltea sobre su hombro.
—¿El qué?
—Olvidé que tenía que comprar algo. —Le habla con dulzura mientras le da un beso en la mejilla. No mintió al decirle a Mello que no son novios, eso no significa que lo de ellos no sea especial a su manera—. Te prometo que será rápido.
El castaño suspira y vuelve a lo suyo. Haberse independizado lo ha hecho aprender cosas que nunca hizo, cocinar por ejemplo, pero sigue siendo una tarea que le cuesta un poco, así que no ve problema con dejarlo ir, sabiendo que todavía falta para que la cena esté lista.
—Eres el mejor —Beyond lo toma de la cintura y lo hace girar, quedando frente a frente—. Te lo compensaré en la noche. —Le guiña el ojo y a sus palabras le añade un sensual mordisco en la barbilla, haciendo que los ojos miel de Light brillen ansiosos.
oOo
Light deja de brincar sobre la verga de su novio al momento que una corriente eléctrica viaja por todo su cuerpo. Por unos segundos, mientras su pene vibra en cada descarga, se queda sin aire, jadeando de forma errática al mismo tiempo que echa la cabeza hacia atrás. Los delgados dedos de Beyond se hunden en sus turgentes glúteos, siendo víctima de las mismas sensaciones debido a los constantes espasmos del interior de su amante, los cuales aprietan su verga llevándolo al éxtasis, inundando con su espeso y cálido semen ese húmedo agujerito que tanto adora corromper.
Light se deja caer exhausto sobre el pecho de Beyond, el corazón le palpita con demasiada rapidez mientras el miembro del otro sigue dentro suyo, sin perder del todo su rigidez.
—Esto es lo que más me gusta... —Comenta Beyond, luego de haber llevado una mano hacia el trasero de Light y haber tomado con dos dedos el denso hilo de semen que bajaba por el perineo del castaño— Dejarte tan lleno que no puedas retenerlo. —Finaliza, manteniendo una voz lo suficientemente audible como para que sea escuchada en la habitación de al lado.
Aún afectado por el éxtasis, Light entreabre los labios, dando entrada a ese par de dedos, los cuales chupa mientras sus ojos brillan por el delirio, acto seguido se endereza un poco y busca los labios de su novio, un beso que dentro de todo el erotismo, lleva un poco de dulzura.
—¿Pensaste en lo que te dije? —Susurra Beyond, sujetándole el rostro para que lo vea a los ojos.
Light hace un mohín con los labios.
—¿Hablabas en serio?
—¿Por qué no lo haría? —Mantiene un tono bajo, prefiere que la conversación quede entre ellos, y Light responde de la misma manera.
—Porque Mello no es mi tipo.
El pelinegro suelta una carcajada breve mientras sus manos recorren los laterales de ese delgado torso hasta posarse en sus glúteos, donde su miembro ya ha abandonado aquella cavidad.
—cualquier hombre es tu tipo... —le dice con una sensual sonrisa ladina, delineándole con el pulgar el labio inferior—, tú sabes que lo que realmente te gusta es lo que tienen entre las piernas, ¿no?
Light aparta el rostro, ofendido por el comentario. Tal vez hace unos minutos le hubiera resultado excitante pero no ahora que su libido va en disminución.
—Pues aunque te burles, yo si tengo mis estándares, no como tú.
—¿No como yo? —enarca una ceja, acariciándole la espalda con la punta de los dedos— Si estoy contigo es porque siempre voy por lo mejor —lo ve sonrojarse, él sabe cómo llegarle, fuera del sexo a Light le gusta toda esta cursilería—. Anda, será divertido.
—No lo sé... —Responde tras un suspiro, quitándose de encima de su pareja y acomodándose a un lado de la cama.
Esa noche, Beyond no deja de insistirle hasta que se quedan dormidos. No lo hace de manera fastidiosa, sino más bien buscando persuadirlo, usando palabras y roces que sabe que lo calientan.
A la mañana siguiente, una vez su novio se marcha, Light sigue la misma rutina de siempre: tomar una ducha e invertir tiempo en su atuendo, le gusta que todo esté en su lugar. Sin embargo mientras lo hace, su visión periférica capta en todo momento la bolsa que Beyond llevó la noche anterior, como si lo estuviera llamando. Luego de dudar por unos minutos, camina hacia ella, sacando de su interior el par de prendas que su querido novio le compró: shorts realmente cortos con aberturas a los laterales. Se sonroja de solo verlos de nuevo y los devuelve a la bolsa, ¿¡cómo cree Beyond que él va a andar así por la casa!?
Cuando empezó a vivir en ese apartamento, se dio cuenta que tener intimidad con alguien durmiendo al lado no es igual que hacerlo en un motel, por lo que en un principio intentó bajar la voz, cosa que le fue imposible. Sin embargo, notó que la actitud del rubio no cambió con él, por lo que supuso que para Mihael era algo normal. Claro que Light ignora lo realmente escandaloso que es, pero se sintió en confianza con su compañero... hasta hace unos días cuando Beyond comenzó a insistir que Mello lo come con la mirada, cosa que no quiso creer. No obstante, tal parece que ayer lo atrapó observándolo sin reparos, y según Beyond, ha escuchado lejanos gemidos de un tercero cuando ellos tienen sexo. Aún se niega a creerlo, y no piensa caer en las insinuaciones del ojeroso ese, entonces... ¿por qué se le pone dura cuando vuelve a sacar los shorts, imaginando cómo se vería con ellos?
oOo
Mello no tiene idea de lo que está pasando, ha notado algo diferente desde hace unos días y no sabe cómo reaccionar al respecto. Primero, está seguro que Light usa un tono de voz diferente al usual cuando lo saluda cada mañana, uno más suave y hasta podría decir que seductor, sin embargo, lo que realmente lo tiene sacado de onda es un cambio que se ha venido dando de forma gradual.
Todo empezó un día que lo vio salir con la ropa ligeramente desordenada, lo cual no es parte del patrón, y todo fue escalando: pantalones un poquito más entallados, la camisa desabotonada de repente, dejando a la vista parte del pecho y abdomen, hasta que no hace mucho lo vio salir de la habitación sin camisa, caminando de manera peculiar al pasar al lado suyo y saludarlo con esa sonrisita que no ha logrado descifrar. Sin embargo, nada de eso lo preparó para lo que está a punto de pasar.
Por acto reflejo, levanta la mirada al escuchar que la puerta de la habitación de su compañero se cierra, y la cuchara colmada de cereal con destino a su boca queda a medio camino al verlo entrar al comedor. Lleva una camisa blanca y floja, de tela bastante delgada, por lo que es sencillo ver a través de ella, pero eso no es todo. De inmediato su verga se endurece con ese diminuto short que lleva, el cual no alcanza a cubrir el inicio de sus cachetes.
—Buenos días, Mello-chan —Saluda Light, haciendo uso de esa voz melosa. Tiene las mejillas exageradamente calientes por ir vestido así, pero sonríe con disimulo al notar que la mirada de su compañero de inmediato se dirigió hacia su parte inferior.
Mihael carraspea la garganta, y la cucharada de cereal termina de llegar a su boca.
—Buenos días. —Responde con el inexpresivo rostro de siempre, tratando de prestar atención a su plato para no verlo. Pero sus ojos son traicioneros, y por el rabillo de ellos puede captar ese par de hermosas y turgentes piernas caminando por la cocina. Es la primera vez que las ve, por lo que le está siendo muy difícil no voltear.
—¿Podrías darme de tu leche? —Mello abre los ojos de par, casi atragantándose con el cereal— Es que se me acabó la mía. —Añade Light.
—Sí, claro. Ahí está en el refri. —Se limpia la comisura de los labios y se pone de pie para ir a lavar su plato, lo mejor es salir de ahí.
Quiere creer que se está equivocando, luego de estos meses seguramente Light ya se siente en confianza de vestir como quiera, por lo que debe ser su calentura jugándole una mala pasada, y aunque en otra ocasión hubiese aprovechado para deleitarse un poco, ese short es más de lo que puede soportar.
—No está ahí. —Dice Light, tras haber cerrado el refrigerador, justo cuando Mihael estaba a punto de dejar la cocina.
—¿Cómo que no está ahí? Ahí la dejé. —Frunce el ceño y camina hacia él, ¿acaso su cabeza de abajo está más activa que la de arriba que no recuerda dónde deja las cosas?
—Entonces revisaré de nuevo. —Light abre el refrigerador otra vez, acto seguido se agacha un poco sin doblar las rodillas, y lo hace en el instante exacto.
A Mello no le da tiempo de pensar si el movimiento fue intencional o no, porque al momento que ese culo presiona su dura entrepierna, el mundo se detiene, mandando chispazos a cada rincón de su cuerpo. Y cuando todo vuelve a su curso natural, su mente está demasiado nublada para pensar en sus siguientes acciones, su mano se mueve por sí sola y sus dedos se enredan entre esos castaños cabellos.
—¿Qué crees que haces? —Cuestiona agitado, sin soltar el pelo de Light luego de que lo haya jalado hacia él.
—¿Qué hago de qué...? —Responde entre dientes, sin hacer el amague de soltarse. Culpa a Beyond por las ideas que le ha metido todos estos días, de no haberlo hecho, no sé estaría excitando por sentir la verga de otro metiendose levemente entre sus glúteos sobre la ropa.
—No te hagas —al ser más bajo que él y tenerlo agarrado del pelo, la columna de Light forma un arco bastante pronunciado—. Sigues sin apartar el culo. —Le susurra al oído, mordiéndole el lóbulo a la vez que le rodea la cintura con el otro brazo.
El castaño sonríe de lado antes de dar media vuelta y verlo a los ojos, quedando los dos demasiado cerca.
—¿No será más bien que eres tú el que no se ha separado de mi culo?
En este momento a Mihael no le importa si es Light quien lo ha estado provocando o si es un impulso de su calentura, solo se deja llevar, lo tiene demasiado cerca como para retroceder, así que lo toma de la cintura para levantarlo y recargarlo sobre el mueble más cercano. Light también se deja llevar, abriendo las piernas para él, sin dejar de verlo directo a los ojos, dándose cuenta de cuán azules son las pupilas del rubio.
—Esto es lo que buscabas, ¿verdad? —Pregunta Mello con voz ronca y agitada, su cálido aliento chocando contra el rostro del otro debido a la cercanía.
Light sonríe de lado de nuevo, sintiendo como esas manos desesperadas suben y bajan por sus piernas.
—Aún no consigo lo que buscaba. —Responde con tono seductor al mismo tiempo que coloca sus brazos sobre los hombros de Mihael y lo atrapa entre sus piernas, acortando por completo la cercanía antes de besarlo.
Mello reacciona al instante, abriendo los labios y permitiéndole el acceso a esa lengua traviesa que busca la suya. Sus manos siguen recorriendo ese turgente par de piernas, pellizcándolas con los dedos y arañándolas un poco mientras va subiendo. Debido a lo corto del short, la posición y el constante manoseo, la tela cede, hundiéndose entre los glúteos de Light y dejando buena parte de sus cachetes al aire, los cuales el rubio se encarga de magrear.
—Estás soñando si crees que llegar a Light será así de fácil.
Mihael se separa al instante y por acto reflejo se limpia la boca con el dorso de la mano, pese a que no le sorprende la interrupción.
—Llegas tarde. —Comenta Light, relamiéndose los labios y viendo con lascivia a su novio.
—Solo fueron unos minutos. —Deja una pequeña bolsa que llevaba sobre el mueble de la cocina, acto seguido posa su mano abierta en la espalda baja del castaño, inclinándolo un poco hacia adelante— Y mírate, solo me tardé un poco y ya te tienen con medio culo al aire. —Sella sus palabras plantando una nalgada con la otra mano.
—Espero que se hayan divertido mucho. —Mello termina de acomodarse la ropa, ahora entiende que todo fue una broma, así que con la poca dignidad que le queda, busca salir de ahí, sin embargo Beyond le cierra el paso.
—Pero si aún no empezamos.
—Me queda claro, ahora pasarán a coger como animales a la habitación. —Responde exasperado, poniendo los ojos en blanco.
—O en la sala, donde prefieras. —Añade Beyond, sonriendo de lado y confundiendo al otro.
—¿Qué...?
—Que queremos que te nos unas, Mello. —Light salta del mueble y lo abraza por detrás, hablándole con picardía al oído.
—¿Un trío...? —murmura aún perplejo antes de apartarse raudo— ¡Están locos!
—¿Qué? ¿Eres de los que se cohíbe frente a otro hombre? —Beyond intenta sujetarlo de la barbilla, siendo rechazado con un manotazo— Vamos a coger, no a medirnos las vergas.
—Están enfermos. —Susurra, poniendo los ojos en blanco y dando media vuelta, dispuesto a marcharse, sin embargo se detiene al escuchar el sonido de una cremallera.
—Parecías muy dispuesto a seguir hasta antes que yo viniera. Tal parece que no lo deseabas tanto —deja caer su pantalón a los tobillos y libera de su ropa interior su grueso mástil semi erecto—. Y es una lástima, porque no sabes lo que te pierdes.
Mello ve de reojo a Light arrodillarse, como si estuviera en modo automático y ya supiera qué hacer.
—La tienes dura... —murmura el castaño, sujetando el falo con una mano y lamiendo con gula el húmedo glande.
—Cométela toda. —Entierra los dedos entre esos lacios cabellos y lo invita a engullir por completo.
Pese a que Mihael estaba dispuesto a irse, las piernas no le responden, y no puede apartar la mirada de esa escena.
Lleva meses familiarizándose con esos sonidos y esta vez no hay una pared de por medio. Escucha las arcadas, el chapoteo que provocan el exceso de saliva junto al mete-saca, los obscenos lengüetazos y los roncos gemidos de Beyond. Sin embargo, no se compara a lo que captan sus pupilas. La cabeza de Light se mueve con frenesí mientras su quijada alberga una espesa combinación de saliva y líquido preseminal, la cual escurre mojándole la camisa, volviéndola transparente al ser tan delgada. Si continúa bajando la mirada, se encuentra con ese short vuelto tanga, pudiendo ver sin impedimento ese par de redondos glúteos descansando sobre los talones de Light.
—Estás más energético hoy —Beyond lo sujeta del cabello, obligándolo a parar, de lo contrario podría haber acabado con esa felación y esto recién empieza. Acto seguido, golpea suavemente las mejillas de Light con su glande y le posa su miembro completo sobre el rostro, impregnándolo de su humedad, dureza y calidez— ¿Es por qué te excita tener espectador?
—La quiero adentro... —murmura con la mirada flameando a la vez que saca la lengua en un intento de seguir degustando ese trozo de carne.
Beyond sonríe, adora cuando la lujuria del castaño sube a tal punto que se le escapa por cada poro. Han estado juntos el tiempo suficiente para saber que Light posee un libido elevado, pero muy pocas veces lo ha visto como hoy, ansioso como si su vida dependiera de ello. Así que no piensa hacerlo esperar, lo toma del brazo y lo levanta antes de empujarlo sobre la mesada, formando una L invertida al quedar su pecho sobre ella.
—Repítelo. —Ordena Beyond, tomando el short y bajándolo de un tirón, dejando ese perfecto culo al aire.
—La quiero adentro... —Pide con voz aguda, viendo por sobre su hombro mientras mueve el trasero de un lado a otro, provocando que sus glúteos vibren con el movimiento.
Beyond deja ir una sonora palmada en ésas carnosas nalgas, sonsacándole un chillido, luego toma una con cada mano y las separa. No pierde de vista las expresiones de Light, siempre le avergüenza que haga eso, y el rubor en sus mejillas no se hace esperar, sin embargo también nota un espeso hilo de líquido preseminal goteando de su hinchado pene.
—Veo que alguien grita por atención. —El pelinegro enfoca la mirada en ese rosáceo agujerito que se contrae con ímpetu, el cual acaricia con el pulgar— ¿Quieres ver? —Pregunta, volteando hacia Mello, quien da un respingo.
El rubio balbucea, sin que algo coherente salga de sus labios, porque no hay forma lógica de explicar el por qué se quedó ahí, ni él por qué se sigue rehusando a irse.
—Deja de hablar y hazlo de una vez. —Exige Light, siendo esta vez él quien sujeta sus glúteos para mantenerlos abiertos, logrando una sonrisa lasciva en Beyond por dicha reacción.
Sin dudarlo, hunde el rostro ahí, pasando la lengua por toda la línea interglútea y prestando mayor atención a ese agujerito que no ha dejado de contraerse ansioso. Light se aferra a la mesada, sus piernas tiemblan demasiado mientras su boca se mantiene abierta, incapaz de retener el sinfín de gemidos. Beyond invierte suficiente tiempo en ello, lamiendo cada rincón porque le encanta, de paso ayuda a que el esfínter de Light esté relajado y bien lubricado. Sin embargo, al ponerse de pie toma la bolsa que traía y saca un bote de lubricante, cuyo piquito introduce en esa cavidad antes de dar un buen apretón al recipiente, sonsacándole un respingo al castaño debido la ligosa intromisión. A Beyond le excita en demasía el obsceno chapoteo que produce el exceso de lubricante cuando se la está metiendo, por eso deja ir una buena cantidad.
Light suelta un gemido afónico cuando sin previo aviso el miembro de Beyond lo abre de una sola estocada.
—Tu culo me recibió sin oponer resistencia. —Jadea el pelinegro, quedándose quieto para darle tiempo de acostumbrarse.
No obstante, Light empuja las caderas hacia atrás, buscando desesperado esa fricción mientras respira agitado.
—¿Por qué no te mueves? —Voltea a ver sobre su hombre, el sudor comienza a hacerse presente en su frente, humedeciéndole de forma sensual algunos mechones.
Beyond sonríe, no podía esperar menos, así que sin ánimos de hacerlo esperar, hunde sus pálidos dedos en las caderas del otro, dando inicio a un rítmico vaivén.
—No sabes lo bien que me aprieta la verga —comenta Beyond, viendo de reojo que Mello sigue en la habitación, y se atrevería a decir que lo ve más cerca que hace un momento—, es como si estuviera diseñado a mi medida. Aún estás a tiempo de...
—Calla, Beyond —exige Light apretando los dientes, su cuerpo moviéndose de atrás hacia adelante al igual que su cabello en cada estocada—. Es a mí a quien desea... —Asegura, clavando sus ojos miel en el rubio.
Mihael traga saliva al ver la forma en la que Light se relame los labios, sin apartarle la mirada. Sin darse cuenta, se ha ido acercando cada vez más. No obstante, todavía hay unos centímetros entre ellos, los cuales impiden que Light lo alcance al momento que levanta la mano con intención de tocarlo. Si quiere mantener el ápice de cordura que le queda, debería acrecentar esa distancia, el problema es que duda que exista alguien capaz de resistirse a ese afrodisíaco llamado Light Yagami, así que hipnotizado por esos ojos miel, da el último paso que termina por acercarlo. El castaño sonríe victorioso, y con la punta de los dedos, roza el pantalón del otro, justo sobre su notable erección, mandando una electrizante descarga que hacen que Mello apriete los dientes.
Lo que ocurre a continuación es guiado solamente por la lujuria. Mihael se lleva las manos al botón del pantalón, ayudándole a Light a deshacerse de él. Sin embargo se detiene justo cuando está a punto de dejarlo caer, como si necesitara asimilar lo que está por hacer. Pero ya no hay marcha atrás, no hay forma en la que pueda salir de ahí cuando lo único que quiere es entrar de una buena vez. Y así, sus pantalones caen.
Light toma ese pedazo de ardiente y pesada carne con las mismas ansias, engulléndolo todo, escuchando por primera vez a Mello gemir.
Beyond acelera sus movimientos, desde que están juntos siempre fantaseó con verlo con otro hombre, y esto es más de lo que alguna vez se imaginó. Light sigue chupando con dificultad a causa de lo que ese falo entrando y saliendo de su interior le hace sentir. Sus gemidos salen de forma ahogada y Mello decide tomarlo de la cabeza para ser él quien lo dirija, llegando a provocarle arcadas cada que su glande le roza la campanilla. A Beyond le excita demasiado ver a Light con el rostro rojo, sudado y lleno de lágrimas debido al esfuerzo mientras el rubio lo toma como si quisiera atravesarle la boca, eso junto al constante chapoteo provocado por el exceso de lubricante es más de lo que Beyond puede soportar.
—Tu culo se abre y cierra alrededor de mi verga... —Dice Beyond entre gruñidos, soltándole otro par de nalgadas— como si quisiera tragarla, ¿eso es lo que quiere?
—¡Ñgh...! ¡Ujum, mmmhgf! —Light voltea a ver sobre su hombro, con la mirada perdida y las mejillas deformándose por otra verga, aún así logra asentir despacio, sus ojos luciendo impacientes, y es que él también siente su miembro a punto de explotar.
—¡No te distraigas! —exige Mello, sujetandolo con ambas manos de la cabeza para que su atención vuelva a él.
Beyond tiene los mechones de cabello adheridos a la frente por el sudor, las mejillas igual o más rojas que el trasero de su amante, y su delgado pero definido torso luce perlado debido al esfuerzo, aún así no reduce el ritmo, hasta que empuja una última vez, quedándose quieto y mordiéndose los labios con demasiada fuerza mientras su orgasmo sale disparado.
Las sensibles paredes del interior de Light tiemblan al recibir el ardiente y espeso semen, y esto lo lleva al éxtasis entre espasmos que invaden todo su cuerpo, teniendo que sujetarse de la cintura de Mihael para no caer.
El rubio saca su miembro de esa húmeda boca, ya fue bastante difícil no acabar mientras lo veía orgasmearse, lo mejor es detener la felacion, porque aunque es demasiado tentador verlo con su semen escurriendo del rostro, prefiere dejarlo relleno de otro lado.
Le da solo un par de minutos para que Beyond recobre el aliento y así ceda al fin su lugar mientras Light sigue desfallecido sobre el mueble.
—Date vuelta. —Exige Mihael, dándole una suave palmada en la pierna para que se mueva.
—Debes estar bromeando... —masculla Light, aún agitado a la vez que intenta incorporarse.
—Jamás he hablado más en serio. —Lo toma de las piernas, sin darle tiempo a reaccionar, y lo hace girar de forma poco delicada, dejándolo de espalda sobre el mueble.
—Espera, espera, espera... —Pide desesperado cuando lo separa de las piernas, su cuerpo sigue demasiado sensible.
No obstante, los ruegos de Light son ignorados, por lo que el castaño solo atina a apretar los dientes y echar la cabeza hacia atrás cuando vuelve a ser penetrado de una sola estocada.
—Estás tan caliente... —Gime Mello, sosteniendo las extremidades del otro mientras empieza a moverse, el semen del anterior saliendo salpicado en cada vaivén.
—¡Ah! —Light no sabe cómo reaccionar, por una parte está tan sensible que la penetración es incómoda, pero esa misma sensibilidad está provocando un oleaje exquisito en todo su cuerpo, logrando que su pene recupere cierta rigidez.
Beyond se acerca despacio, y con una sonrisa en los labios toma el miembro erecto de su novio, quien suelta un brinco ante el contacto.
—No, Beyond... no puedo....
—¿No? —el pelinegro mueve la mano despacio, maaturbandolo— Pero estás duro... —se inclina, juntando su frente a la de Light— ¿Me dirás qué no te excita tener a un hombre después de otro? Quisieras que luego de Mello estuviera alguien más, ¿verdad? Una larga fila esperando ansiosos para usarte, y tú recibiéndolos como la puta que eres...
—Ñgh... ¡Sí! —chilla, sintiendo que cada vello de su cuerpo se eriza ante las sensaciones que lo embargan, las cuales solo aumentan con esas palabras, como un río que acaba de desbordarse.
En Mello surten el mismo efecto, imaginarlo abierto de piernas mientras uno y otro lo usa, lo excita en demasía. Un par de energéticas estocadas más son suficientes, por lo que da un último empujón, lo más profundo que puede, procurando que toda su semilla quede muy adentro.
—¡Ah! —Gruñe Mihael, respirando agitado y arañando la piel de su amante.
Beyond nota a Mello tenso, por lo que deduce que el culo de Light debe estar recibiendo su segunda dosis de leche, así que aumenta el vaivén sobre ese miembro, haciendo que su novio se retuerza sobre el mueble, llegando casi a desmayarse cuando alcanza su segundo orgasmo.
—No más... —murmura Light entre espasmos mientras se lleva las manos a su pene y cierra un poco las piernas.
Mello le besa el muslo antes de salir despacio, viendo extasiado como un hilo espeso de semen sale de ese dilatado agujero.
—Eres el contenedor perfecto... —Dejándose llevar por esa vista, Mello le introduce dos dedos despacios, sonsacándole un quejido— Estás tan lleno...
—Parece que quedaste satisfecho —Comenta Beyond, volviendo a encorvarse para hablarle muy cerca del rostro— Uno no te es suficiente, necesitas más hombres para poder complacerte, ¿no?
Light siente la mente nublada, por su cuerpo todavía viajan pequeñas descargas que lo hacen temblar, aún así logra sonreír ladino, su mirada teniendo todavía ese lascivo destello.
—Solo los necesito a ustedes dos... —se relame los labios, suspirando— no soy tan exigente, mientras lo sigan haciendo como hoy, con ustedes me es suficiente.
Beyond sonríe y voltea hacia el rubio, quien luego del orgasmo parece haber vuelto a la realidad. No es sensato lo que pretenden, pero tampoco lo que acaba de pasar lo fue. Además, es difícil negarse cuando quien se lo pide es Light, viéndose tan apetecible así desnudo.
—La próxima será mejor. —Afirma el rubio, paseando las manos por el perfecto torso del castaño.
Nunca hubiera imaginado que al tener un roomie podría ocurrir esto, y de lo único que se arrepiente es de no haberlo hecho antes.
———
Notas de autor:
Confieso que no sabía cómo terminarlo hahaha.
Este OneShot fue escrito para paupancha . Espero haberme acercado un poco a las expectativas, y que todos los demás lo hayan disfrutado :3 el Lemon esta leve pero es la primera vez escribiendo de ellos así xD
Nunca hubiese pensado en un Mello y Light, no soy fan pero tampoco me desagrada <3
Y recuerden amiguitos, lo que acaban de leer es ficción, en la vida siempre usen condon :3
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