☆ capítulo 7

Moonbin despertó más temprano que de costumbre. No dormía bien desde hace dos días, dos días en los cuales Sanha y él habían tenido el contacto más íntimo.

Se dirigió al baño y cuando salió, se vistió con unos pantalones deportivos blancos nada más. Bajo a la cocina y nuevamente la encontró en absoluta soledad, no le extraño.

Sanha llevaba evitándolo desde el beso. No hablaba con él, simplemente preparaba el desayuno, se despedía cortésmente y no lo veía hasta la noche. El alfa empezó a extrañarlo, a pesar de que Sanha no hablaba mucho, siempre le hacía feliz el sólo cruzar unas palabras con él, desayunar a su lado y convivir aunque sea un poco.

¿Acaso hizo algo mal?

Tal vez no debió ser tan atrevido, tal vez no debió seguirle el beso y simplemente frenarlo. Pero joder, él también lo deseaba como el demonio.

Se sentó a comer en absoluta soledad. A penas sentía apetito, era como si tuviera un vuelco en el estómago. Se sentía desmotivado, como un idiota. Lo arruinó todo.

Sanha era su mejor amigo, y probablemente este creyendo que se aprovechó de él esa noche, por qué sí, Sanha estaba ebrio, no estaba en sus sextos sentidos.

Al terminar de comer, se colocó una sudadera negra y ató su cabello en una pequeña coleta, se colocó una sandalias salió para tomar aire. Camino por el campus sereno. Quizás podría retomar su vida, irse de fiestas como acostumbraba por las noches, así tal vez se distraiga un poco de no pensar tanto en él o extrañarlo ahora que no lo tenía cerca.

Sacó una cajetilla de cigarrillos, tomó uno y se dirigió hacia el campus más lejano. Se sentó en uno de los bancos de allí y observó todo a su entorno mientras fumaba. Todo se veía tan tranquilo, sin disturbios. Sólo Moonbin tenía una tormenta en su interior, una tormenta que no paraba por más sol que hubiera.

- ¿Problemas en el paraíso? - preguntó Minhyuk acercándose. El alfa lo miró sin contestarle, sólo expulso humo sintiendo como su pecho quemaba. - Ya deja de fumar, te vas hacer daño - Le dijo mientras se sentaba a su lado.

El alfa miró hacia el campus con la expresión seria - No me importa. - Zanjo.

Minhyuk volcó los ojos y sacó una soda de su morral, la destapó y bebió un poco refrescando su garganta. Observó cómo Moonbin daba caladas en silencio, él sabía que se traía algo, él lo conocía. El alfa solía solía fumar cuando estaba estresado, enojado o triste.

Resopló antes de romper aquel silencio.

- ¿Pasó algo con Sanha? - negó sin mirarlo. - Entonces ¿Por qué estás así?

- No pasa nada - Contestó con la voz dura. Minhyuk alzó una ceja y no miró contrariado.

- Bueno, lo digo porque Eunwoo me dijo que Sanha también...

- ¿Por qué crees que Sanha tiene algo que ver con esto? - Lo interrumpió un poco irritado. Sintió su pecho calentarse en sólo recordar todo. Le dolía, pero le molestaba.

- Por que es la verdad Moonbin. No sé qué pasó entre ustedes para que se pusieran así, ¿Acaso crees que no me he dado cuenta que evitan mutuamente?

- Él es que me evita – soltó con la voz seria pero dolida. Minhyuk torció la boca y miró hacia el frente algo apenado.

- ¿Qué le hiciste? - Moonbin lo miró con el ceño fruncido. - Vamos Bin, eres experto en cagar las cosas, ¿Qué le hiciste?

- ¿Por qué piensas que fuí yo? Mierda - Bramo sintiéndose medianamente ofendido.

Minhyuk alzó los hombros.

- No sé. Pero, cuéntame qué pasó - Le dijo con curiosidad. Moonbin rodó los ojos cansado, terminó de fumar y miró a Minhyuk, el cual entendió el mensaje y le paso una menta la cual el alfa se llevó a la boca.

- Nos... besamos- Dijo sintiendo como su corazón se aceleraba. Su cara a este punto estaba roja también.

- ¿Enserio? - Dijo con asombro.

- Sí, incluso... estábamos a punto de... Dios - Se tapo el rostro frotandolo desvariado.

- Oh - Musitó aún sin salir de su impresión - Entonces ¿Iban a tener sexo?

- ¡Sí, mierda! - vocifero con vergüenza - pero yo lo detuve, porque él estaba ebrio.

Minhyuk puso su mano en su hombro y le dió una sonrisa

- Hiciste lo correcto Moon - Lo felicitó. Moonbin le dió una sonrisa leve.

- Lo sé - suspiró con pesadez - Yo no quería que él pensará que soy un aprovechado, ya suficiente cruze la línea con corresponder - dijo con amargura.

- No creo que este él sí por eso - le dijo con seguridad Minhyuk. No tenía mucho de haber conocido a Sanha, pero indagaba que había algo más detrás de todo eso. Él había visto la manera en que esos dos se trataban, se miraban. No eran simples amigos.

- ¿Por qué lo dices? - Preguntó contrariado.

- Creo que está avergonzado por besarte - El alfa abrió los ojos estupefacto, se sonrojo al escuchar aquello. Minhyuk solía ser una persona muy observadora que decía las cosas sin rodeo.

- ¿Avergonzado? - Replicó en voz baja.

- Sí hermano. Eunwoo habló con él, y Sanha le dijo que no podía mirarte a la cara después de lo que pasó - Moonbin no podía creerlo. Él pensando tanto en que había sido su culpa, y Sanha también creyendo que es la suya. - Pero no te diré más, eso le corresponde a ustedes hablarlo - Término de decir.

Joder, parte de su tormenta se estaba disipando, pero aún tenía un pequeño problema en su interior. Sus extraños sentimientos hacia Sanha, los cuales no podía descifrar.

Porque de lo único que estaba seguro era de que ya no lo veía ni lo quería como un amigo.

Sanha, por su parte no podía rendir bien en las cosas que hacía. No tenía concentración durante las clases, no podía conciliar el sueño desde ese día. Se sentía tan apenado por ello, pero algo en él se removía al recordar que el alfa correspondió. Agradecía infinitamente que Moonbin no halla dejado pasar las cosas a mayores, aunque eso le sorprendió mucho considerando que el alfa perdía el control en eso aspectos.

Aveces no podía evitar quedarse estático en el pasillo de el apartamento mirando hacia la puerta de el alfa, conteniendo sus ganas ir a abrazarlo, de llenarse de aquel imponente, fuerte y protector aroma. El frío los invadía de forma vertiginosa por las noches, lo odiaba.

Y eso era lo que le aterraba.

Se estaba acostumbrando a el calor de el alfa, a esos detalles pequeños que estaban provocando que su corazón lata rápido, estaba gustando de él.

Moonbin seguía ajeno a muchas cosas.

Evitarlo por ahora sería bueno. Esperar a que su corazón dejará de latir por él, a sentir ganas de abalanzarse a sus brazos como lo hizo el día de el juego de básquetbol, de dejar de desear que lo vuelva a besar tan apasionado como lo hizo esa noche.

Su cuerpo se estremeció y una horrible amargura atravesó su alma. Había extendido algunos horarios de sus clases para llegar un poco más tarde, ayudaba a algunos compañeros con la tarea o simplemente se quedaba jugando basket en la cancha solo.

Era algo infantil e inmaduro lo que hacía, de eso estaba seguro, pero era lo mejor para él mismo en esos movimientos.

Ese día las clases acabaron temprano, así que le sugirió a Eunwoo que lo acompañará a comprar unas cosas. Tomaron un taxi que los llevó directamente a la tienda, se bajaron y el guardia de enfrente les echo un poco de desinfectante antes de ingresar.

Caminaron por los pasillos entre charla, hasta que se detuvo a abruptamente a ver una chaqueta negra de cuero con una pequeña cadena decorandola.

Inmediatamente la imagen de Moonbin vino a su mente utilizándola.

Se mordió el labio inferior reprimiendo las ganas de comprarla.

Cuando más quería alejarse de él, el mundo jugaba en su contra.

Eunwoo detuvo su conversación para mirarlo confundido, después miró hacia donde Sanha lo hacía.

- Qué yo sepa, no es tu estilo - dijo.

- N-no lo es - Admitió ruborizado.

- Entonces - pensó y después sonrió - ¿Piensas comprársela a tu alfa?

Sanha lo miró estupefacto ruborizado.
Eunwoo soltó una carcajada.

- No fue gracioso - Dijo molesto con las mejillas coloradas. Eunwoo negó con la cabeza dejando de reírse.

- Debiste ver tu cara - Se burló. Sanha lo fulminó con la mirada calmando su corazón. - De todas maneras, ¿Vas a comprarla para él?

La expresión de el omega cambio, perdió la mirada en alguna otra cosa para evitar el tema. Eunwoo suspiró y se cruzó de brazos mirándolo con seriedad está vez

- Sanha, sabes que estás actuando mal.

- Ya lo sé, pero ¿Qué puedo hacer? Siento que me gusta cada día más, y sabes, no es fácil para mí - Confesó con amargura, sintiendo su pecho arder.

- Entonces ¿Por qué no se lo dices de una buena ves? - preguntó. El omega sintió un nudo en la garganta y su pecho oprimirse.

- Por que... porque no puedo, no me siento capaz - Admitió. No, no se sentía capaz de sentir un rechazo de el alfa, él a Moonbin, era una persona que no tomaba muy enserio las relaciones, y aunque en estos días el alfa le había hablado que tenía ganas de encontrar algún omega con el pudiera tener una relación seria, nada le garantizaba que Moonbin se enamoraría de él.

- Y ¿Qué harás cuando Moonbin llegué con un omega a presentártelo?

Las palabras de Eunwoo fueron como un filo a su corazón levemente dañado, hizo que se sintiera débil y mareado. Pensó en Moonbin tomado de la mano de algún omega, completamente enamorado. Se le revolvío el estómago y se imaginó a si mismo llorando, sufriendo y lamentadose por no ser aquel omega. Aquellas palabras retumbaron tan fuerte en su cabeza, y no sólo por haber pensado en esa posibilidad, si no de saber que algún día podría haberse realidad.

Se encontró a si mismo respirando con aires de tristeza, con una pequeña lágrima rebelde escapando de sus ojos, delatando completamente lo mucho que aquello lo destrozaría.

Eunwoo lo miró con lástima, sabía que aquello le afectaría. Pero de alguna manera a Sanha había que decirle las cosas, aunque eso implicaría mostrarle un poco de lo que podía hacerse realidad si él no hacía algo antes.

- É-él tiene todo el derecho - Dijo con pesar, con la voz rota.

Eunwoo resopló con cansancio ¿Hasta cuando va a seguir así?

- Sanha - intentó decir, pero el omega se había ido hacia uno de los pasillos, evitando completamente saber cualquier otra cosa.

Eunwoo se quedó mirando hacia la dirección en que se fue. Negó con la cabeza sintiéndose ya cansado de estar luchando con Sanha, era su mejor amigo, pero joder, tampoco estaría toda su vida intentando hacer asentar cabeza a alguien que no quiere hacerle caso.

Segundos después decidió ir detrás de él, sin volver a tocar ningún tipo de tema.

Ya eran las ocho de la noche cuando Moonbin salió de clases. Minhyuk le había advertido que no fumara si tenía clases, pero no hizo caso. Terminó por fumar cuatro cigarrillos hasta que sus pulmones pidieron clemencia. Pero ese no era el verdadero problema, lo que le pasaba era que tenía un dolor de cabeza endemoniado que estaba provocándole mareos.

Se dirigió a la enfermería con dificultad, no podía ver todo con claridad debido a las palpitaciones que sentía en la cien.

- Buenas Bin... - Saludó la enfermera con una sonrisa.

- Prohibido preguntar muchas cosas. Sólo deme algo para esta desgracia de dolor, joder, siento que me va a explotar la puta cabeza - Se quejó con una mueca mientras se frotaba la cien.

- No me digas ¿Fumaste hoy? - Le preguntó en un tono acusador. El asintió cerrando los ojos con fuerza debido al dolor. - Dios Moonbin, sabes que muy que te dije de los cigarrillos - Ella se levantó a buscar algo en una caja. Después de sacar cajas y leerlas con atención, encontró la que buscaba. - Aquí tienes - Le tendió una pastilla, él la tomó y se la llevó a la boca rápidamente, abrió una botella de agua que traía consigo y la tomó.

- Diablos - Murmuró aún sintiendo su cabeza retumbar.

- Bin, yo sé que no soy tu mamá ni nada, pero por favor deja de fumar, lo digo por tu bien - le advirtió sería.

- Fumar es lo único que detiene a no cortarme los brazos - Dijo con amargura. Ella sintió su pecho apretarse y lo miró con lástima.

- Bin...

- No diga nada. - Interrumpió en un tono de voz seco, sin sentimientos o expresión. - Gracias por la pastilla - dijo dándole una pequeña sonrisa.

De dió la vuelta para irse, cuando la enfermera se acordó algo que estaba olvidando.

- Bin espera - Lo detuvo. Él se dió la vuelta y la encaró sereno. Ella tomó una caja y se la extendió.

- ¿Qué es esto? - Quiso saber confundido.

- Sé que eres el mejor amigo de Sanha. Él aún no ha pasado a buscar esto. Si puedes entregarle esto, te lo agradecería - le dijo ella sonriendo. El alfa la observaba confundido con la pequeña caja en las manos. - Son supresores Moonbin - le dijo al ver que este no sabía.

Pero fue mala idea, porque la expresión de Moonbin se deformo.

Era imposible, ¿Supresores? ¿Para que un beta quería Supresores?

- ¿Qué dice? ¿Para que Sanha quiere esto? - Dijo con aspereza con temor. Su mano temblaba levemente sosteniendo la caja. Ella ladeó la cabeza confundida.

- Porque eso le sirve para disminuir su olor o su celo - Término de decir con normalidad.

El alfa abrió los ojos, sintió como su pecho quemaba. Su respiración se volvió inregular, frenética.

- N-no entiendo. Sanha es beta - Dijo con dificultad. Ella arrugó el entrecejo negando con la cabeza.

- Sanha no es beta, es omega.

Moonbin la miró horrorizado. Se quedó helado, estático en aquel lugar. Se escuchó un pequeño ruido al dejar caer la caja con los supresores al piso.

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