☆ capítulo 5
Moonbin fue el primero en despertarse en la mañana. Se sentía bastante fatigado, su cuerpo le dolía terrible. Enfocó su vista hacia Sanha, el cual yacía dormido plácidamente en su pecho. Sonrió. La sensación de despertar así se sentía tan increíble, única.
Inconscientemente empezó a acariciar su cabello. Se sentía tan suave, tan esponjoso.
Aprovechó que estaba dormido para atraerlo más a él, para tenerlo cerca. Pero entonces algo hizo que sus sentidos se alertaran, Sanha tenía un ¿olor?
No era muy fuerte, pero si evidente. Eso lo extrañó bastante, Sanha era beta y se supone que los betas no tienen olor.
Sanha se removió soltando quejidos suaves, apretó los dientes con fuerza, ya que inconscientemente este paso una pierna por su miembro rozandolo.
Respiró hondo tratando de calmarse.
- ¿Qué horas es? - Preguntó Sanha somnoliento. El alfa lo miraba con seriedad y se estiró para tomar su teléfono.
- Son las siete - Al escuchar la hora este se levantó como un resorte.
- ¿Qué? ¿Por qué no me despertaste Moonbin? ¡Es tardísimo! - Dijo agobiado. Al verlo así, sobre su cama, con el cabello revuelto y su rostro un poco hinchado viéndose tan adorable, provocó que su pecho ardiera.
Sin embargo, el alfa sabía que no podía dejar pasar esa pregunta.
- Sanha - Llamó con un tono de voz duro. El menor se volteó con el ceño fruncido.
- ¿Qué pasa? Moonbin, voy tarde - Le dijo sonando desesperado.
- ¿Por qué hueles...?
Sanha palideció, sus manos temblaron y sus piernas parecían no quiere ceder.
- ¿D-de qué h-hablas? - Contestó con evidente nerviosismo. El alfa lo observaba serio desde la cama.
- Tienes olor, y se supone que los betas no huelen - Le dijo. Sanha negó con vehemencia sintiendo su respiración inregular.
- N-no es eso... es que... - Empezó a buscar excusa - Me eche perfume antes de dormir, sí, eso es. - Se irguió intentando sonar normal.
Moonbin lo miró con un deje de decepción. - Ah, cierto, últimamente estás usando mucho perfume - Se frotó el pelo intentado recomponerse.
Sanha se sintió tan mal, tenía un nudo en la garganta y la boca amarga.
- Bueno, tengo que...
- ¿Me prestas un poco de tu perfume? - Interrumpió con la voz apagada.
El corazón de Sanha se apretó.
- ¿P-por qué?
– No sé. Últimamente siento que ese olor le gusta mucho a mi alfa, así que si echas un poco en un pañuelo y me lo das, te lo agradecería.
El omega sintió una ternura extrema al escuchar esas palabras, seguido de un horrible pánico. No había tal perfume, era su olor, pero estaba un poco más suave debidos a los supresores. Cada vez más enredaba las cosas.
Sonrió asistiendo levemente.
De pronto el sonido de el timbre interrumpió aquel ambiente. Sanha suspiró aliviado, le hizo una mueca a Moonbin y este asintió con un medía sonrisa. Salió de la habitación de el alfa y bajo rápidamente.
Al abrir la puerta se encontró con Eunwoo, Minhyuk y Mj. Frunció el ceño. Se suponía que no se permitirán omegas en aquel edificio, pero como no estaba en posición de decir nada, simplemente no preguntó.
- ¿Ustedes...?
- ¡Vinimos a darte apoyo! ¡Si se puede! - Empezó aplaudir Eunwoo con mucho entusiasmo. Sanha lo miró confundido.
Moonbin bajó las escaleras observando la escena despreocupado.
- ¿De qué hablas? - Preguntó Sanha haciéndose a un lado para que estos entrarán.
- Amigo, hoy es la competencia de básquetbol - Dijo Eunwoo mostrado una camiseta de el equipo de Sanha.
Oh, la competencia.
¡La había olvidado!
- Dios, no me acordaba - Se frotó la cara desquiciado.
- Debes apuntarte, hoy es el juego es importante. Si ganas pondrás en alto a tu equipo y la universidad. Además... Te darán un cheque - Dijo Mj sentado en el sofá con picardía.
A Sanha no le importaba tanto el cheque, claro, no iba a negar que si quería el dinero, pero le hacía más ilusión el trofeo, el ganarse el respeto y admiración como líder.
- ¿No hay nada de comer aquí? - Preguntó Minhyuk abriendo la alacena.
- Sanha es quien me alimenta - Se encogió de hombros Moonbin tirándose al sofá con su celular en manos. Sanha rodó los ojos ruborizado y negó con la cabeza.
- Llegaré tarde, así que improvisa - Le dijo a Moonbin, el cual lo miró con mala cara.
- No te preocupes, yo puedo preparar algo - Se ofreció Mj amablemente.
Sanha le dió una sonrisa y asintió.
Le hizo un pequeño gesto a Eunwoo para que lo siguiera hacia arriba. Ambos Omegas abandonaron la sala en cuestión de segundos.
Llegaron a la habitación de Sanha, y este una vez que estuvieron dentro cerró la puerta con fuerza y camino ansioso, agitado.
- ¿Qué te pasa? - Cuestionó Eunwoo mirándolo con extrañes.
- Moonbin por poco siente mi olor otra vez - Dijo agobiado echando su flequillo hacia atrás inútilmente.
- No me sorprende. - Sanha alzó una ceja mirándolo.
- ¿No se supone que debes, no sé... decirme de esas palabras raras que siempre dices? - Eunwoo negó con la cabeza sonriendo y se sentó en la cama de el omega.
- No vale que te diga nada, si no me vas hacer caso - Refutó en un tono tranquilo. Sanha se cruzó de brazos turbado. Sabía que no le hacía caso a las palabras de su amigo, pero aveces las necesitaba.
- Sí, pero... ahora es diferente - Musitó con la voz suave, mirando hacia abajo.
- ¿Cómo que diferente? ¿Por qué hueles a él? Quiero detalles. Ahora mismo - Empezó a decir con insistencia e interés. Sanha se ruborizó y lo miró alterado.
- N-no pasó nada.
Eunwoo entrecerró los ojos y lo miró dudoso. - Hueles a alfa.
Sanha se le levantó de la cama sintiéndose asfixiado. Se frotó el rostro y resopló antes de soltarlo.
- Dormí con él -Eunwoo abrió los ojos sorprendido - Pero sólo dormirnos, no pienses mal - corrigió con las mejillas rojas.
- ¿Durmieron juntos? Osea, así como dormir acostados en cada lado o como dormir abrazaditos - Empezó a decir con curiosidad.
Sanha miró a Eunwoo sonrojado. Su corazón martillaba cada vez que recordaba que Moonbon lo había abrazado aún estando despierto.
- Eso importa - Refutó.
- Hueles a alfa, hueles a Moonbin, así que lo tomaré como que si durmieron abrazados - se encogió de hombros.
Sanha negó con la cabeza mirando
a Eunwoo, el cual le daba una sonrisa de suficiencia.
De pronto la puerta fue abierta sin ni siquiera ser tocada. Sanha se exaltó un poco y Eunwoo ladeó la cabeza para ver quién era.
- Disculpa que los interrumpa, pero sólo les vengo a decir que vayan en mi auxilio - dijo Mj asomado en la puerta con la expresión de cansancio.
- ¿Qué pasa? ¿Ya preparaste el desayuno? - Quiso saber Eunwoo. Mj negó con la cabeza.
- Aun no, pero sus alfas no dejan de hablar pura mierda y me están provocando migraña - dijo con una expresión de molestia. Los dos omegas rieron, pero inmediatamente estudiaron lo que esté dijo y se sonrojaron.
- ¿Nuestros alfas? No, Moonbin no es mi alfa - dijo en un tono nervioso.
- Que Dios te oiga Mj - expresó Eunwoo con ilusión. Sanha lo miró boquiabierto - ¿Qué? Minhyuk si está bien papi, ojalá yo sea su omega. - soltó sin ningún tipo de vergüenza.
- Como sea. Uno de ustedes que me acompañe a la cocina y este conmigo antes de que los enviude a ambos - amenazo Mj antes de irse.
Eunwoo se levantó de la cama y se estiró con pereza.
- Yo iré con él, después de todo tienes que prepararte para el juego - Le dijo Eunwoo con una sonrisa.
- Esta bien, ve. - Dijo pero después se acordó que quería decirle algo -Eunwoo - El Omega se dió la vuelta mirándolo con curiosidad - ¿Cómo es eso de qué no te molesta que él sea tu alfa?
Eunwoo se encogió de hombros desinteresado.
- Nada, no me molesta. Para mí sería un placer - Y le guiño el ojo antes de salir de la habitación.
Sanha se quedó pensativo parado en medio de su habitación. Sintió tanta envidia de lo seguro que era Eunwoo, de la manera en que se expresa, sin miedo, sin pudor. Pensó que algún día él dejaría de ser tan miedoso, tan cobarde y que pueda decir las cosas de frente no importa lo que pase.
Pero no podía, todo le aterraba. Las reacciones, el que dirán, ganarse odio y miradas de todo el mundo. Se sentía asustado.
Resopló mirando su uniforme de básquetbol. Sonrió levemente. Era lo único que lo hacía feliz por ahora, el campeonato.
Bajó al cabo de unos minutos ya duchado y vestido con el uniforme. Vió a todos en el pequeño comedor de la cocina desayunando. Eunwoo hablaba de algo y Minhyuk lo observaba con intereses, Mj lavaba algunos trates y Moonbin... Moonbin estaba sentado ahí, con la expresión desinteresada y algo decaída. Se sintió tan mal. Posiblemente su ánimo se debía a lo que había ocurrido en la mañana.
Se acercó a ellos con sigilo. Eunwoo lo miró con la expresión de sorpresa y aplaudió con orgullo.
- ¡Te vez fenomenal! - Alagó.
- ¿Estás nervioso? - preguntó Minhyuk.
- Un poco - Murmuró sentándose junto a ellos. Inconcientemente miró a Moonbin, el cual no le había devuelto la mirada, ni siquiera a apreciar su traje o a empezar a darle porras como Eunwoo lo estaba haciendo.
- Bin... ¿Pasa algo? - Musitó en un tono que sólo el alfa escuchó.
- No - Dijo con simpleza en un tono
seco.
- ¿Estás seguro? Te veo callado - Le volvió a decir.
- No me pasa nada. Sólo que... estoy feliz por tu juego hoy - Sonrió con amargura.
- Si estás feliz, no se nota - Dijo Sanha frunciendo el ceño.
- Sí lo estoy, no te preocupes - Sonrió un poco más animado y abrazo a Sanha por los hombros atrayendolo a su costado.
- B-bueno - Dijo ruborizado y con el
corazón ardiendo.
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