Capítulo 68: ¿Por qué seguir?
Y aquí estamos de nuevo, la verdad no tengo mucho que decir, la situación actual en el mundo se está tornando, ¿Curiosa? No sé si esa sea la palabra, solo sé que todo se está yendo al diablo demasiado rápido.
Cambio te tema, sé que estos últimos capítulos han sido lentos, incluso para mí, lo reconozco, capítulos como estos no son mi fuerte, pero espero compensarlo con el clímax que será la batalla final de todos contra todos, un solo descajete.
En fin, gracias a todos por sus comentarios, y empecemos de una vez.
Disculpen los errores ortográficos.
"hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de las técnicas.
(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.
############ Cambio de escenario o lugar.
Capítulo 68: ¿Por qué seguir?
"Sopla un poco y deja que las brasas se aviven"
"Ufff huele increíble carnal"
"¿No te dije? No hay gente que se resista un buen asado"
Sobre el techo del hospital estaban los dos héroes extranjeros compartiendo un momento de calma, donde el Argentino estaba ante una parrilla cuidando la carne que había puestos a azar, mientras que el héroe mexicano afinaba una guitarra criolla y sacaba de una hielera algo que para él era sagrado.
"¡Ya tamo con la carne en la mesa!"
"Gracias por la comida de cada día" dando una breve oración al rosario que colgaba de su cuello, el héroe de bigote saco de su hielera dos botellas, "Antes de nada" abriendo la hielera saco dos botellas, "No es Fernet, pero te presento lo mejor que México puede ofrecer… Tulque"
"Mira vo" tomando la botella qué le ofrecía su amigo, la miro con curiosidad unos segundos, "No pensé que veni a un país como éste sería tan gratificante, gracias boludo"
"De nada mi compa" los dos chocaron botellas para beber y luego empezaron a comer, "¡Su puta madre que bueno está!" el sabor de la carne era celestial.
"¿No te dije loco? Tal vez los argentinos tengamos una economía desastrosa y un santo diferente en cada esquina, pero en los asados no hay quien nos gane"
"Tal vez wey, tal vez, no le gana al guiso que solo la abuela Rosa sabes hacer"
"Puedo saberlo solo con probarlo"
"¡Oye wey! ¿Qué me dice de unir fuerzas?
"¿Eh?"
"¡Si! Solo pensalo Pedro, podremos ir hasta contra los villanos más temibles, como El macho…"
"¿Así? Pue me gustaría por fin hacer pija a ese trío de Giles, El Brayan, El Kevin y la Yeni, los peores villanos que eh enfrentado, te roban cinco veces antes que toques el suelo"
"¡Si carnal! Tú y yo contra el mundo"
"¡Dale Miguel! ¡Mándale!"
"¡Ahora mismo vamos a ir a romperle la madre a todos los hijos de puta!" los dos chocaron puños con una sonrisa, una sonrisa que cayó cuando la puerta de la azotea fue pateado dejando ver a una enfurecida enfermera.
"¡Silenció! ¡Estamos en un hospital idiotas!"
"…"
"Los llaman abajo"
"Pero…"
"¡Ahora!"
"Uy que amargada" El guacho tomo un último pedazo de chorizo junto con un trozo de pan, pasando junto a la enfermera bajo comiendo un último choripán, para enojo de la enfermera que le dio una mirada asesina, dejando solos en la azotea a la chica y a Miguel, este último con una sonrisa se acercó a ella.
"Oye… ¿Quieres saber mi identidad secreta?"
"Soy lesbiana"
"¿Por qué todas dicen eso?" con un gruñido se acomodó su sombrero, bajando por las escaleras, llegó hasta el lugar de reunión y levantó una ceja al ver a todos los héroes extranjeros, ante varias pantallas escoltadas por agentes de sus propias naciones.
En silencio el solo camino para quedar junto al héroe Argentino y esperar que la reunión de comienzo, ellos no tuvieron que esperar mucho cuando las pantallas se encendieron, cada uno mostrando a los líderes políticos de los héroes presentes, presidente de Rusia, Estados Unidos, Japón, Representante de Europa, representante de África, presidente de México y finalmente Argentina.
"¿Por qué ese chico sigue vivo?" (Presidenta de E.E.U.U) el comienzo de la conversación ya se fue por el caño, con esa pregunta y solo empeoraba por la mirada molesta que cada diligente político tenía.
"Es más fuerte de lo esperado" respondió con calma The patriota, molestó internamente por la expresión que tenía su presidente.
"Venció a uno de los villanos más poderosos del mundo ¿Qué esperaban?" (Presidente Ruso)
"Han sido humillados por un mocoso que ni siquiera tiene barba, son unos inútiles" (Representante de Europa)
"Señor hicimos lo que pudimos…" Arturia intento hablar y dar su versión del desastroso encuentro, estaba segura que podía hacer que ellos entendieran que la pelea que tuvieron, no lo hubieran ganado, sin importar que hubieran hecho, pero ellos no querían excusas.
"¡Pues no fue suficiente!"(Representante de Europa), "Solo tenían que ir por ese chico y matarlo, junto con la niña, antes que todo esto se vuelva público, pero adivinen, ¡El sigue vivo!"
"Parece que se calentó" Todas las miradas cayeron en un desinteresado Guacho que encontró más interesante mirar por la ventana de la habitación, nunca fue alguien que tuviera la suficiente paciencia para solo escuchar insultos.
"¿Algo que decir?" (Representante de Europa)
"Si, que se vayan a la mierda todos ustedes" el no cerraría la boca como todos los demás, "Mientras ustedes aplastan el culo, en sus lindas oficinas mirando los senos de sus secretarias, a nosotros un boludo nos dio la paliza de nuestras vidas"
"Es cierto, él nos violó… no sexualmente, aclaremos eso" con una sonrisa burlona el héroe mexicano se cruzó de brazos mirando a sus líderes, "Ustedes arrogantes aplastando sus culos en sus acolchonadas sillas, ladrando como perras sus quejas, ¿Por qué no vienen aquí para ustedes mismos pelear contra este chico neurótico? Que por cierto me mintieron, cuando vine aquí se supone que sería para buscar una niña, no que me enfrentaría a una fusión de Superman y Batman"
"¿Tienes algo más que decir Miguel?" (Presidente México)
"Si, que me chupen la-"
"Aguanta, vas a lastimar sus sentimientos" La sangre de los líderes políticos estaba hirviendo por tal muestra de falta de respeto de los dos héroes latinoamericanos.
"¿Ustedes creen que esto es un juego?"tomando la palabra en la reunión, el presidente de Japón miro con furia a los héroes, "Ese chico es más fuerte que All for One, tiene la capacidad de infiltrarse en cualquier lugar y derrocar un gobierno en un solo día, cualesquiera de nuestros intentos de detenerlo solo terminaron en fracasó y ahora en sus manos está uno de los Kosei más peligrosos hasta la fecha"
"No entiendo… ¿Qué hace que una niña sea tan peligrosa?" (Arturia)
"Esa niña puede hacer que todos ustedes sean unos don nadie, todo los que les hizo especial será borrado, ¿Sabes qué significa eso? Dejar un mundo desprotegido sin pro hero, un Kosei como ese solo ara más daño que bien, es crucial que la portadora de este Kosei sea erradicada" (Presidente Ruso)
"¡Para un toque! No viaje por medio mundo para matar una changita" pensó que eso de atrapar a la niña solo ser para mandarla algún orfanato o donde sea, la verdad no le importaba mucho, pero ¿Matarla?
"¿Acaso te lo preguntamos? Pedro tú solo has lo que te ordenamos, sin preguntas, solo hazlo o yo mismo me aseguraré de que no consigas empleó, ni para recolectar basura" (Presidenta Argentina)
"Siempre se puede ser cartonero señora…"
"¿Y eso te servirá para criar un hijo y cuidar de tu madre? Requiere muchos cuidados ¿No? ¡Si no haces lo que te digo te arruinó! ¿Está claro?" (Presidenta Argentina)
"…"
"Dije… ¿Está claro?" (Presidenta Argentina)
"Si…"
"Esto va para todo ustedes, lo que hagan hoy será un punto decisivo para sus vidas, donde pueden salvar el mundo de un futuro incierto o pueden perderlo todo, la decisión está en ustedes… quiero la cabeza de ese chico y la niña borrada de este mundo ¿Eh sido claro?" (Presidente de E.E.U.U)
#########################
"¿Ibara?"
"…"
"¡Ibara!"
"Lo siento" Ibara bajo la regadera cuando se dio cuenta que estaba derramando agua de más sobre en su pequeña plata que estaba en su ventana, en su hogar estaban reunidas Momo, Shiori y ella en su cuarto solo pasando el tiempo.
Ya habían pasado varias semanas desde que salieron del hospital y la academia había cerrado temporalmente para darles a ellos un tiempo hasta que todo en las calles se calme, fueron días difíciles para ellos que no supieron nada del paradero de Naruto.
Reunirse en el hogar de cualquiera de ellas se volvió algo rutinario para pasar el tiempo, no era como si tuviera mucho que hacer de todos modos.
"No sabía que te gustará estás cosas"
"¡Por favor deja eso!" Ibara entro en pánico cuando Shiori estaba revisando debajo de su cama, solo para encontrar varios artículos bastantes 'interesantes' que hicieron que la Todoroki se sonrojara, "¡No le dirás a nadie lo que viste!"
"¿Ver qué?" Momo al ser la más alta de las chicas, no tuvo problemas en solo extender sus brazos y tomar lo encontrado por la Todoroki, antes que Ibara pudiera quitárselas, "Oh mierda"
"¡Por favor dámelo!" Ibara sentía su rostro arder por la sonrisa que la Yaoyorozu tenía y salto tratando de quitarle esas hojas, pero ella era tan alta que con solo levantar sus manos la dejo fuera del alcance de la niña religiosa.
"No sabía que Ibara-chan, la chica más pura y buena de la academia, era una pervertida"
"¡No soy una pervertida!" dando un salto ella quiso tomar sus dibujos, paró la chica rica los lanzo a la Todoroki que los tomo en sus manos.
"No sabía que dibujas tan bien" para la mente inocente de Shiori, fue algo nuevo ver a un Naruto semi desnudo abrazando a una Ibara en las mismas condiciones recostados en un campo de flores, el dibujo desprendía un aire de erotismo que hizo que la mente de la adolecente volara, no a regiones muy buenas.
"¡No-o son míos!" ella trato de excusarse y tomar sus dibujos, pero Momo fue más rápida.
"Oh My…" La Yaoyorozu no pudo evitar sonreír ante uno de los dibujos que era la de su enamoramiento en todo su esplendor, desnudo como vino al mundo y con detalles que ciertamente eran muy 'reales', "¿Me lo puedo quedar?... Guardaré el secreto"
"¡Dame eso!" el cabello de Ibara cobro vida y su mirada fue suficiente para intimidar a sus dos invitadas, que estaban tan sonrojadas como ella, aunque la sangre que bajaba de la nariz de Shiori y la sonrisa que tenía hizo que la furia de Ibara llegara a sus límites, "¡Esto es privado!"
"Bueno… no todos son de el" hojeando varias hojas Momo encontró una de un paisaje plano de un horizonte con un bello atardecer, donde había una casa hogareña de dos pisos, parecía una granja con un extenso campo de maíz que no parecía tener fin, "¿Dibujas hace tiempo?"
"Desde que tengo memoria… y esto lo dibujé antes del campamento dónde fui secuestrada" murmuró jugando sus dibujos para guardarlo, no sin antes revisarlos, con una mirada plana miro a la Shiori, "Dámelo"
"¿Dar qué?"
"…"
"…" Con un suspiro la Todoroki saco de su chaqueta el dibujó sugerente de Naruto en su modo 'Natural'.
"Gracias" tomando el dibujo lo guardo y escondió para que nadie pudiera encontrarlo, esperaba que su madre no lo encontrara, sería vergonzoso de explicar, las tres volvieron a tomar asiento en alfombra en un silencio incómodo, no tenían mucho de qué hablar o decir una a la otra.
"¿Por qué te gusta Naruto-kun?"
"Shiori, tenemos que hablar sobre tu forma de abordar una conversación delicada" murmuró Momo a su amiga por su manera siempre directa de decir las cosas.
"Eh… bueno"
"A mí me gusta" Ibara ni Momo se sorprendieron por lo directa y sincera que era la Todoroki, que mantenía esa expresión tranquila y relajada, "Me gusta desde que me acompaño a ver a mi madre en el hospital, el me animo a visitarla y hablara con ella de nuevo, él es una persona… que siento que puede entenderme, con solo mirarlo a los ojos siento algo raro en mi estómago, cuando está cerca me siento rara… y cuando tomo su mano, siento mi corazón arder" las dos chicas estaban en silencio viendo como la media pelirroja miraba sus manos, por un lado leve copos de nieve cubrió su mano y la otra fue cubierta por leves llamas, su mente al igual que su cuerpo reaccionaba ante las emociones que estaban aflorando en ella.
"Eso fue hermoso Shiori…" sonriendo Momo apoyo su mano en la espalda de su amiga, para confortarla al acariciar su espalda.
"¿Y tú Momo? ¿Lo amas?" la pregunta de la joven mitad y mitad tomo por sorpresa a la Yaoyorozu.
"Bueno… es atractivo, no puedo negarlo…" dijo con una sonrisa torpe, pero ante la mirada intensa de la Todoroki, ella tuvo que suspirar y frotar sus brazos con duda, "Yo… no lo sé, supongo que el amor es extraño, nunca sabes cuándo puedes querer a alguien sin siquiera saber porque, creo que también hace que el amor sea una mierda, por lo confuso que puede dejar a las personas, siguiendo a personas que aunque le des tu corazón, ellos solo jugarán con ellos con falsas esperanzas… temo darle mi corazón a alguien que ya ama a alguien más"
"…"
Porque… yo… te amo
"…" Ibara se sentía perdida en sus recuerdos, reviviendo ese momento, "Es inútil negarlo… ¿Verdad?" sonriendo ella solo se dejó caer en su cama mirando a sus dos invitadas, "Vaya encrucijada… amar al mismo chico, como una mala historia de un manga"
"Si fuera lesbiana tomaría a Shiori como pareja y esto no sería un problema" las dos chicas miraron con incredulidad a Momo, que ante sus miradas se encogió de hombros, "¿Qué?"
"¿Yo?" la mente de la Todoroki se sobrecalentó de más, antes ante las imágenes de ella y su amiga en posiciones más que eróticas, vapor salía de la cabeza de la chica que empezó a sentirse mareada.
"¡Mira lo que hiciste!" le recriminó Ibara a Momo que se sintió ofendida por ser apuntada de esa manera.
"Oye, no es mi culpa que ella tenga fantasías lésbicas conmigo, de hecho, mira este cuerpo" ella podía ser arrogante, de la clase A era la que mayores medidas tenía y estaba orgullosa de ella.
"Solo veo que estás gorda"
"¿Te crees muy graciosa?"
"No, solo más hermosa que tú"
"¿Oh disculpa? Tú tienes el encanto de un cactus, solo se bien de lejos, porque de cerca son una mierda"
"¡Retráctate!"
"¡Oblígame!"
"Oigan…" afortunadamente antes que ellas dos pudieran desatar su furia una contra la otra, una pensativa Todoroki salió de su transe, llamando la atención de ambas adolescentes que la miraron, "¿Y si lo compartimos?"
"Eso es inmoral"
"Y contra la ley, Naruto podría ir a la cárcel" respondieron al instante Ibara seguida de Momo que miraron con incredulidad a la chica mitad y mitad, que solo ladeo la cabeza, "Shiori lo que tú pides es algo imposible en nuestra sociedad, y aunque ignoremos las leyes de nuestro país, tanta nosotras como nuestra futura descendencia sería mal vista por el vulgar origen de su nacimiento"
"¿Eh?" Shiori sólo se sentía más confundida por el discurso que acababa de dar su amiga.
"Que está mal visto y no es posible, lo siento" por suerte Ibara resumió todo eso en unas pocas palabras.
"Oh…" ella no pudo evitar mostrarse decepcionada por esa respuesta, "Oka-san dice que no importa el mundo que nos rodea, sino estar con las personas que apreciamos y amamos, si estamos con la persona que amamos, ¿importa lo demás?"
"Bueno… eh…" Momo tenía pensado decir algo, pero al final sus palabras quedaron en su boca al igual que Ibara que tenía la misma mirada que ella, "No funciona así…"
"¿Por qué no?"
#########################
Al otro lado del país.
"¡Oka-san! ¡Oka-san!" Eri ansiosa abrió la puerta de la casa, por fin luego de tantos años de encierro y dolor, vería a su madre, las encías de verla, hacía que su corazón latiera como un tambor, pasando por la puerta de la entrada, corriendo por el pasillo hasta la cocina, "¿Oka-san?"
"…" Un hombre joven dejo de alimentar a un pequeño bebé de tal vez un año que tenía cabello y ojos oscuros como el joven que lo alimentaba, este último parpadeo extrañado cuando una niña desconocida entro a la cocina de su hogar, confundido dejó lo que estaba haciendo, "¿Estás perdida pequeña?" pregunto de manera amable mientras se ponía de pie.
"Yo… busco a mi Oka-san" ella trato de mantener la calma y miro de un lado a otro con la esperanza de encontrarla.
"¿Quieres que llame a alguien?" ofreció mientras tomaba su teléfono, el reconoció a la niña de la televisión que pasaron varias veces, tenía que llamar a la policía, ellos sabrían que hacer, "¿Tienes hambre? ¿Quieres algo? ¿Tal vez jugo?"
"¡Oto-chan! ¡Oto-chan!" el bebé en su silla llamo por su padre varias veces derribando el plato de papilla.
"¡Wow! Tranquilo grandulón" antes de hacer la llamada se detuvo para levantar el plato, "Creo que tengo que llamar a tu Oka-san para que se haga cargo de ti un segundo" levantando el pequeño de la silla lo cargó en sus brazos, al mismo tiempo se escuchó el abrir de una puerta, "¡Mira quién llegó!"
"¿Qué sucede con Ren-chan?"
"…" Eri sintió el mundo detenerse y al igual que su corazón cuando la vio, ojos y cabello como los de ella, su sonrisa alegre y feliz, ese brillo en sus ojos que solo ella podía tener, era la imagen que siempre atesoro en su memoria, "¡Oka-san!" al tiempo volver a correr cuando ella corrió para extender sus brazos e intentar abrazarla.
Solo para casi caer cuándo su madre se movió aún lado, evitándola.
"¿Ria-chan estás bien?" El joven parecía confundido cuando su esposa retrocedió de tal forma, evitando que la niña recién llegada la tocará, como si tocarla la hubiera matado.
"Yo… estoy bien" murmuró sin desapartar la mira de Eri, con una sonrisa ella miró al joven, "¿Puedes llevarte a Ren-chan? Yo me encargaré de la niña"
"¿Estás segura?"
"Claro, las llaves del auto están por allá, ¿No querías llevarlo a visitar a tu hermano? Ve y yo te alcanzaré después" El dudo unos segundos, pero la sonrisa cariñosa y alegra de Ría fue suficiente para que el asintiera con la cabeza, no tenía por qué dudar de ella, le tenía fe ciega.
"Bien…" cargando a su hijo en brazos, tomo las llaves de su auto y estaba por irse, no sin antes besar los labios de Ría, todo esto fue visto por Eri que no llegaba a comprender lo que estaba viendo, "No tardes, dile adiós a Oka-chan"
"Adiós bebé"
Eri sintió su corazón agrietarse cuando vio como su madre, beso la frente del bebé y le dio un fuerte abrazo al desconocido, que se despidió con una sonrisa, dejando a madre e hijo solas en la cocina.
"Seguro debes tener muchas preguntas…" empezó con cuidado la mujer que se cruzó de brazos, para mirar fijamente a la niña, esta última tenía su mirada fija en una fotografía posada en la mesa de cocina, una imagen de su madre, el desconocido y ese bebé en un parque, todos sonriendo felices, esto fue notado por Ria, que con cuidado tomo la fotografía, "Él es Iwao, lo conocí cuando yo… intente robar su farmacia" con una sonrisa amarga ella levanto las mangas de su suéter, para mostrar unas marcas en sus brazos, "Solía inyectarme… lo que sea, que me pudiera hacer olvidar, podía pagarlo, pero un día tu abuelo dejo de enviarme dinero, y tuve que tomar medidas desesperadas"
"…"
"El me encontró en su depósito, me había dado a mí misma una sobredosis, el llamo a la ambulancia y estuvo varios días al pendiente de mí, no tenía nadie a quien pedir ayuda, los del hospital me dijeron que podría ir a la cárcel, después de todo robe esa farmacia, pero el… no levanto cargos, en cambio me ofreció un trabajo hasta que pague todo lo que robe, me dio un techo, cuido de mí y me ayudó a superar mi adicción… el me salvó de mi misma"
"…" Eri aun siendo lo joven que era, pudo comprender lo que lo su madre le acababa de contar, "¿Ese bebé…?"
"Es nuestro hijo, Ren, tiene un año y medio" Fueron largos minutos donde las dos se quedaron en silencio, hasta que finalmente Eri hablo.
"¿Por qué nunca fuiste a buscarme... Oka-san?"
"…"
"¿Por qué me abandonaste?"
"…"
"¡Oka-san! ¡Dime porque te fuiste!" ella se enojó por como su madre solo desviaba la mirada, por no tener el valor de mirarla a los ojos.
"Porque… yo te odiaba"
"…"
"Yo te odio Eri" sus palabras estaban cargados de veneno y dolor, una mirada llena de rabia que chocaban contra la mirada en shock de la pequeña, "Tu… mataste al hombre que amaba, mataste a tu padre…"
"Yo… no…" ella quería negarlo, pero se tensó cuando su madre golpe la mesa con sus manos.
"¡Tú lo mataste!" Ria no pudo contener sus lágrimas, ante los recuerdos del como un día solo se levantó, haciendo el desayuno escucho un breve grito en la casa y cuando fue a ver qué era, solo se encontró con la ropa que usaba su esposo ese día, y esa niña a su lado, con su cuerno brillando, "Me quitaste todo…"
"Yo… ¿Mate a Oto-san?" esa pregunta fue devastadora para la niña, que sentía su mente romperse en pedazos, "Oka-san…"
"¡No me llames así!" elevando su voz hizo que la pequeña diera un paso atrás temerosa y confundida, "¡Yo no soy tu madre!"
"Oka-san…" Eri se sentía confundida, esto no se parece a nada el sueño que frecuentaba tener, el único sueño que siempre deseaba que se volviera realidad, el sueño de volver a ver a su madre, que ella sonriera de la misma forma que siempre lo hizo antes, para abrazarla y decirle cuánto la amaba, "¡Oka-san soy yo! ¡Eri! ¡Oka-san!"
Ella no podía soportarlo más, quería correr a ella para abrazar y rogarle para que nunca se vuelve a separar de su lado, pero todo lo que vio fue a su madre, con esa mirada de odio, rabia y asco.
¡Mira que grandes estás! Dentro de poco serás más grande que mamá, eso es seguro.
¡Ese un gran dibujó! ¿Qué te parece si lo colgamos en la oficina de papá?
¿Quieres ir al parque? ¡Iremos a tu juego favorito! ¿Qué te parece?
Mmmmm… me preguntó dónde estará Eri, tal vez debajo de la mesa, o tal vez en el armario… o ¡Debajo de la cama! ¡Te encontré!
Vamos bebé, tienes que darte un baño, te ensuciaste mucho jugando en el jardín.
Tienes que comer tus vegetales señorita, me quedaré de ser necesario aquí sentada contigo toda la noche hasta que te los comas ¿Ok?
¿Quieres darle una sorpresa a papá? ¡Le aremos un gran regaló!
Ya es hora de acostarse, ¿Qué cuento leeremos hoy?
Te amo hija…
Buenas noches…
"¿Oka-san?" la sangre goteo del rostro de la pequeña que tenía una mirada perdida cuando fue derriba al suelo, con un fuerte ardor en su mejilla derecha.
Su madre la había abofeteado.
Eri se levantó aún en shock, tocando su rostro miro lo sangre que manchaba sus dedos, su labio se había roto por el fuerte golpe, levantando la mirada vio la silueta de su madre, que tenía su mano derecha extendida, con ese brillo de odio ardiendo en sus ojos.
"Eri" unas grandes manos la tomaron de los hombros, ella miró a su lado, estaba Naruto que la puso de pie, aturdida la niña miro una última vez a su madre, "…" El shinobi solo se quedó de pie viendo cómo la niña se alejó de él, para irse por la puerta corriendo, dejándolo una atmósfera fría y densa entre los últimos dos que quedaban.
"¿Sabes quién soy?"
"Si" Aunque Ría mostrara una máscara dura, por dentro estaba temiendo por su vida, la sola mirada que él tenía, hizo que se sintiera pequeña e indefensa, tragando el nudo en su garganta, tardo unos segundos más en hablar, "¿Por qué haces esto?"
"Por qué me importa, y que no quiere ver cómo la última pisca de esperanza de esa niña se extinga" él fue firme con sus palabras, haciendo que la atmósfera se tornara más pesada para ambos, "Eres su madre, ¡Actúa como tal!"
"¡Nunca pedí esto!" Ria le devolvió la mirada, encontrando algo de coraje y hacerle frente al Uzumaki.
"Esa niña tampoco lo hizo, ella nunca pidió esto, así que me vengas con lloriqueos de que esto te lastimo, porque esa niña, paso por el maldito infierno para llegar a ti… a su madre"
"¡Yo amaba a mi esposo! Nos conocemos desde que fuimos niños, crecimos juntos, primaria, secundaria y preparatoria, toda una vida junto a él, hasta que un día decidimos formar una vida juntos, formar una familia y ser felices el resto de nuestros días, pero… ¡Esa niña me lo arrebató todo!" El veneno detrás de sus palabras incluso sorprendió a Naruto, pero esa sorpresa fue rápidamente cambiada por irá.
"¡Es solo una niña!"
"¡Ya lo sé!" ella estaba en su punto de quiebre, con lágrimas amargas que bajaban de su rostro, "La primera noche… cuando el murió, Eri están en su habitación, yo fui a verla… el verla dormir ahí, solo dormida, la causa de que mi vida se derrumbara… yo… tenía un cuchillo, iba a usarlo… para matarla, apuñalarla, uno y otra vez…"
"…"
"Tuve que irme, porque sabía que si me quedaba yo la mataría, no podía estar con ella…"
"Eres…"
"¡Tú no sabes lo que es perderlo todo! ¡Y tener a quien lo hizo ante ti! ¡El solo verla me recordaba lo que hizo!" su garganta palpitaba de dolor por sus gritos, casi sin aliento ella dejo salir todo su dolor.
"¡Yo sé lo que siente! ¡Al verme todos los días en el maldito espejo!" Naruto no pudo evitar elevar su voz, estaba tan enojado y frustrado, por la forma de ser tan egoísta de esta mujer.
"…"
Fueron largos minutos donde ninguno de los dos dijo nada, solo se miraron en un silencio sepulcral, hasta que fue roto por Naruto que dio un largo suspiro.
"Soy la última persona que puede decir cómo vivir una vida, y no tengo porque decirte cómo manejar tu vida, al final del día, eres un adulto, y eres su madre, tiene la última palabra" El empezó con cierta calma, pero con un brillo más que peligroso en sus ojos, "Todos los padres tienen algo en común, sus acciones tienen un efecto dominó, acciones que terminan afectando a sus hijos…"
"…"
"Cada hijo depende de una madre para para mantenerlos a salvó y asegúrese de que crezcan para ser felices, ¿Tiene alguna idea de qué tipo de efecto han tenido tus acciones en Eri?"
"Yo-" Ría no tuvo la oportunidad de decir algo, porque el continuó.
"¡No, no creo que lo hagas! ¡Esa niña soportar años de tortura y dolor! ¡Toda una infancia con solo un sueño! ¡Todo con la esperanza de algún día verte de nuevo!" la furia en Naruto ya estaba haciendo que sus ojos se iluminarán en rojo, pero aún siguió lo suficiente tranquilo para hablar en un tono más suave está vez, "Tienes una hermosa niña que te llama su mamá, hay personas en el mundo que renunciarían a todo, todo lo que tienen, para tener eso, ser padre… es lo mejor le puede suceder a un ser humano, si sabes valorarlo, tener una hija propia que te admire, quién necesita tu amor y cuidado es una de las mejores experiencias que podríamos tener"
"…"
"No tires todo esto a la basura… por favor"
Naruto lo sabía, no había nada peor que perder a tus padres, su padre no estaba, y la última vez que vio a su madre, fueron de las cosas que más lo marcaron en su vida, y pensar que Eri pase por lo mismo, era como una apuñalada en el corazón.
Está mujer no entendía lo afortunada que era, ser madre de una niña con tanto amor y cariño, culparla de algo que estaba fuera de su control, no quería esto, no quería ver otra familia destrozada.
Su sharingan brillo para formarse en el Mangekyo Sharingan, tal vez ella solo necesitaba un empujón, ver el error que estaba cometiendo, él podía arreglar esto.
Podía hacerlo…
"¿Has terminado con tu discurso?"
Y sus esperanzas se desvanecieron tan rápido como aparecieron.
Él la miró por un breve momento con incredulidad, no lo podía creer.
La mujer lo miró directamente a los ojos, no había una pizca de remordimiento o tristeza en sus ojos, todo lo que vio fue enojo, rabia y desesperación, por deshacerse del niño por la que solo sentía puro odio, ya nos había un lazo de amor de Madre-hija.
No
Ese lazo ya fue cortado hace mucho tiempo.
"Tu…"
Ria fue empujada y derribada de espaldas en el suelo del pasillo, y tuvo que ver como su casa se sacudió, el aire se tornó ardientes y denso, haciendo que ella no pudiera respirar, el suelo se estaba fisurando al igual que las paredes, parecía que en cualquier momento la casa se caería en pedazos.
En el centro de todo esto, estaba Naruto que tenía un aura roja que lo envolvía y el instinto asesino fue sentido en toda la zona, con su silueta oscurecida y ojos llenos de irá, el shinobi solo se mantuvo se pie, con su mano moviéndose lentamente a su espada.
Ella había visto a la muerte a los ojos, ante la presencia de este horrible ser, que tenía su vida en sus manos.
"… no lo vales" toda esa aura demoníaca despareció en un instante, dejando a Naruto solo con una amarga sonrisa y ojos tristes, el deseaba con todo su corazón que esta mujer se arrepintiera y corriera detrás de Eri para confortarla, "Ella nunca te perdonará" este fue su último intento de hacerlo reaccionar.
"Tienes que irte…"
"…" girando el se dirigió a la puerta, ya no tenía nada más que hacer aquí, tomando la perilla le dio una última mirada a la mujer, "Te prometo una cosa… este será el mayor error que hayas cometido"
"…" aunque lágrimas bajaron de sus ojos, por diferentes emociones que la atormentaban, ella se mantuvo firme mirando al shinobi a los ojos.
"Disfruta de esta vida, una nueva familia, una nueva vida, y cuando te des cuenta del grave error que cometiste, cuando la culpa llegué tan profundo en ti, sintiendo como te desgarra y destruye por dentro, hasta que sientas un dolor y agonía que jamás podrá ser aliviado… y en tu desesperación vas a buscarla y rogar por su perdón"
"…"
"Y no lo vas a tener, porque si llega el día en que te le acerques de nuevo… yo te matare"
#########################
"¡Oka-san mírame!"
"Te veo, pero ten cuidado, no te vayas a lastimar"
"¡No lo are!"
"¡Inari es hora de ir a casa!"
"¡Mamá! Aún es temprano"
"Nada de eso bebé, ya está atardeciendo"
"¡No soy un bebé!"
"Siempre lo serás para mi…"
Eri se quedó sentada en el suelo, mirando al grupo de madres llevándose a sus hijos del parque que quedó vacío en un silencio sombrío para ella, mirando el atardecer ella solo pudo bajar la mirada y abrazar sus piernas, pequeñas lágrimas bajaron de sus ojos mientras apretaba sus puños.
Todo su mundo se desmoronaba ante ella, ahora más que nunca se sentía sola y vacía.
En su joven vida jamás pensó sentirse de esta manera, no estaba molesta, enojada, triste o incluso dolida.
No, el sentimiento que ella sentía iba mucho más allá que eso, era un horrible sentimiento en su corazón que la estaba haciendo sentir… un vacío.
¿Qué queda ahora?
¿Qué hacer ahora?
¿Qué hacer?
¿Por qué seguir?
La niña levanto la mirada cuando escucho el sonido de pasos, que se detuvieron a su lado y pudo escuchar el crujir de las pequeñas hojas del césped cuando él se sentó.
"…" Naruto no dijo nada al sentarse junto a Eri, no tenía mucho que decir en una situación como está.
"Naruto…" tal vez era la primera vez que ella usaba su nombre en un tono tan bajo y sombrío.
"¿Si?" Con solo mirar los ojos de la niña, sabía el intenso dolor interno que ella sentía.
"Yo… no quiero seguir así…"
"…"
"… no quiere que me sigan lastimando…" su voz temblaba por el dolor en su pecho, con una mirada quebrada solo pudo derramar lágrimas, "Ya no quiero vivir…"
"…"
"Quiero morir…"
"…"
"…"
"Hay un puente a unas cuadras de aquí, saltar de ahí, es lo suficientemente alto para que te dé una muerte instantánea y se cumplirá tu deseo" Dijo con calma mientras se ponía de pie y apuntaba a lo lejos a un gran puente, "Si vas a rendirte, hazlo, desechar tu vida, de una manera tan patética… esto hace que me arrepienta del salvar tu vida de Overhaul"
"…" Eri sintió su corazón quebrarse por esas palabras, de la persona que la protegió y enseño un mundo que desconocía, que la hizo más feliz de lo que lo fue en años.
"¿Esto es todo lo que aras? Solo sentarte y llorar por lo que dijo la loca de tu madre"
"…"
"¿Eso aras?"
"¿Qué se supone que haga?" murmuró con una voz vacía y carente de emociones.
"Levantate…"
"¿Qué?"
"Levantarte y sigue con tu vida"
"¿Por qué? ¡¿Por qué seguir?!" Eri no quería escuchar eso, ella solo quería olvidar todo lo que sucedió hoy, quería dejar de existir, quería dejar de sentir dolor.
Quería que todo terminara.
Pero él no la dejaría.
"¡Porque así es la vida niña! ¡Un mundo que te escupe y de deja contra el suelo! ¡Un mundo que no tiene piedad y siempre pondrá un puto obstáculo en tu caminó! ¡Así funciona este mundo de mierda! ¡¿Quieres rendirte y solo morir?! ¡Hazlo! ¡¿Quieres algo mejor?! ¡Pelea!"
"…"
"¡Deja de llorar por lo que fue y pelea por lo que será el mañana! ¡Y no importa que tantas veces la vida te derribé! Tienes que levantarte…" con una voz más suave Naruto bajo la mirada, donde azul y rojo chocaron, "La vida no es justa, al menos para la mayoría, no toda nacemos con una familia amorosa, no todos nacen con el amor incondicional de una madre o padre, nadie nace listo para lidiar con los obstáculos que podamos encontrar en nuestro camino, no tenemos el privilegio de elegir lo que sucederá en nuestras vidas"
"…"
"Solo tenemos el poder de tomar una decisión, el seguir o… solo rendirnos" lentamente él se arrodilló ante la niña, para extender su mano derecha a ella, "Toma una decisión…" él le dejo está decisión solo a la niña, con una mirada suave espero pacientemente que ella hiciera algo.
"…"
"…"
"…" su pequeña mano tomo con fuerza la mano de su protector, con sus brillantes ojos cristalizados por sus lágrimas, ella se levantó para extender sus brazos y envolverlos alrededor de su cuello y abrazarlo con todas sus fuerzas.
Eri ya no podía contenerlo, rompió en llanto, un llanto lleno de dolor con amargas lágrimas que bajaban de su rostro para caer en el pecho de su único vínculo, la única persona que estaba para ella ahora, para ser ese pilar que aún la sostenía aún en sus más duros momentos.
Fueron largos minutos donde ella derramó su dolor contenido por años, años de torturas y dolor inimaginable que ahora llegaban a un punto de quiebre con el rechazo de su madre, todo esto hizo que ella gritara, llorara, pataleara por la injusta que fue la vida con ella.
Una vida llena de baches, que la llevaban a un precipicio sin retorno.
Que ahora era lejano por un nuevo pilar que le daba una razón para seguir, una razón para vivir, una razón para intentarlo una vez más.
"Todo está bien" Con cuidado el acarició su espalda y la consola al abrazarla contra su pecho, para consolarla de todo dolor y angustia que pueda tener, "Ya estoy aquí…" con suaves murmurós la acogió para levantarla del suelo y cargarla.
El tiempo para ambos era algo irrelevante, pudieron ser minutos o incluso hora, dónde Eri lloraba contra el pecho de su protector, que la confortaba con suaves caricias en su espalda.
"…" abriendo su boca la pequeña trato de decir algunas palabras.
"¿Qué?" pero el no logro escucharlo, separándose de ella, la dejo suavemente en el suelo y se arrodilló para quedar a la altura de sus ojos, y así ambos pudieran mirarse cara a cara uno al otro.
"Prométeme…"
"…"
"… que nunca… me vas a abandonar"
"…"
"…"
"…"
"…"
"Lo prometo… Eri"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top