Capítulo 56: Tu legado...
Bueno, bueno, bueno.
Mil gracias a todos por sus comentarios, en especial Black Soul Uzumaki y si amigo tu eres de los pocos que se toma la molestia de dar una reseña completa y perspectiva del capítulo, y si sonara pesado.
Pero si yo me tomo el tiempo de escribir esta historia, al menos tomate tu el tiempo para dejar un comentario más completo de que acabas de leer, bueno tal vez con decir esa ya perdí gente, pero qué más da, tenía que decirlo.
Disfruten del capítulo.
Disculpen los errores ortográficos.
"hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de las técnicas.
(Hablar)palabras del autor o aclaraciones.
############ Cambio de escenario o lugar.
Capítulo 56: Tu legado…
Un shinobi solo valora la fuerza y las acciones, ¡La historia de los shinobis es una historia de guerra! ¡Desde antes que el chakra existiera hemos peleado por el poder de gobernar sobre otros y un mocoso patético que llora de rodillas no logrará nada…
…
La vida solo es un largo camino de malas decisiones, hasta que finalmente esas decisiones te llevan a la tumba…
...
No quiero morir… por favor…
…
¡Ya nos rendimos! ¡Por favor no lo hagas!
…
¡No importa qué! ¡Voy a matarte!
…
Peleaste-e bien-n hijo… ¡Peleaste bien Shiwari!
…
El mundo shinobi… es estúpido…
Naruto se levantó de la cama respirando de forma agita y sudando como si hubiera corrido en el desierto a medio día, saliendo de la cama se tambaleó y llegó a la ventana de su habitación para abrirla, necesitaba aire.
Necesitaba respirar…
Cada palabra e imagen estaban grabadas en su cabeza, los podía ver incluso en sus sueños, todo lo que hacia era ver y hacer lo mismo que hizo, una y otra vez, la desgracia, la destrucción, los cuerpos, la sangre…
Saliendo de la ventana corrió al baño y vacío el contenido de su estómago en el escusado, estuvo varios minutos hasta que simplemente ya no podía expulsar nada, su estómago aún se sentía como si hubiera tragado gusanos, una horrible sensación que no desaparecía, cayendo en el frio solo se mantuvo ahí…
Segundos…
Minutos…
Horas…
Ya había perdido la noción del tiempo.
"Naruto…"
El chico levantó la mirada aún aturdido y se encontró con los brillantes ojos violetas de su madre.
Ninguna madre debería ver a un hijo de solo 12 años de rodillos en el suelo, con vómito manchando su rostro y lágrimas que caían de unos ojos tan vacíos y opacos. Era una imagen que rompía su corazón en pedazos.
"…" poniéndose de pie Naruto tomo una toalla para limpiarse el rostro después de lavarlo con un poco de agua, "Solo tuve un mal sueño… estoy bien"
"No, no estás bien" Kushina se acercó a su hijo para intentar sacarlo del baño, pero este se mantuvo firme.
"Debes estar cansada, tienes que ir a dormir mañana…"
"No cambien de tema" ella tomo con fuerza el ante brazo del chico que se negó a mirarla, "Si tienes que hablar de esto con alguien, estoy dispuesta a escucharte"
"Suéltame Oka-san"
"No tienes que guardar esto en ti, debes soltarlo, solo tienes que-"
"Suéltame" la mirada de Naruto se tornó más dura y tomo la muñeca de su madre con su brazo libre.
"No" ella se mantuvo impasible y se negó a soltarlo, esto solo hizo que el estrés, enojo y frustración del chico llegara a su limite.
"¡Que me sueltes!"
*Golpe*
Naruto quedó en shock cuando sintió la picazón acalorada en su mejilla derecha, aturdido se tocó la mejilla mirando con incredulidad a su madre, que acababa de abofetearlo.
"Lo siento Oka-san…" bajando la cabeza el solo miro el suelo con vergüenza, su madre no tenía la culpa de nada y el le gritó, se sentía como basura por eso, "No quise gritarte…"
"Ven conmigo" sus palabras fueron contundentes y salió de la habitación.
En silencio los dos caminar por la casa, no tenían que preocuparse por el ruido, las habitaciones eran insonoras por sellos especiales puestos por toda la casa.
Bajando hasta el sótano se detuvieron en una puerta que tenía un remolino grabado en el, con un largo trazo de sellos y algo de sangre Kushina abrió la puerta, y Naruto se quedó atónito cuando lo vio.
Una gran sala llena de pergaminos de todos los colores y tamaños, armas de diferentes tipos y en una esquina había lo que parecían ser máscaras antiguas de shinagami, "Esto es lo que pude rescatar de nuestro hogar… es todo lo que quedó" con una mirada nostálgica la pelirroja acarició una vieja espada, "Este es el santuario Uzumaki"
Naruto no sabía de la existencia de este lugar, que parecía más grande que la casa en si. El acompaño a su madre caminando unos momentos para luego sentarse en el suelo uno frente al otro, pasaron varios minutos hasta que Kushina por fin dio una palabra.
"Yo solo tenía seis años cuando el ataque contra Uzu empezó… ni siquiera pude despedirme de mis padres cuando ninjas de Konoha dirigidos por Sakumo Hatake me sacaron de ahí, yo junto a otros niños teníamos que ser trasladados aquí… pero solamente llegamos a la seguridad de la aldea Sakumo y yo" el ataque de Iwa, Kiri y Kumo contra su hogar era algo que jamás olvidaría, pero ese odio no debía segarla ahora que estaba cerca de un tratado de paz con Kumo, después de todo Ay no era igual a su padre o eso esperaba.
"…" Naruto se mantuvo en silencio escuchando.
"De los cientos de Uzumakis que éramos en la aldea solo quedamos unos pocos, tuve que ver mi hogar ser reducido a cenizas, hermanos y hermanas de mi clan ser asesinados sin piedad… niños ser masacrados solo por tener el apellido Uzumaki…" sonriendo con amargura ella acarició con cuidado su anillo, "Yo he visto la peor cara del mundo shinobi"
"…"
"Todos hicimos y vivimos cosas horribles Naruto, hasta el punto de no poder dormir…" lentamente ella se acercó a su hijo para tomarlo de la mano, "¿Duele no es verdad? Pensar en todo lo que hicimos y aremos, que daríamos lo que fuera para que todo sea un mal sueño… pero la triste realidad es que la felicidad de uno está construida sobre el sufrimiento de otros…"
"…" asintiendo con la cabeza Naruto bajo la mirada, pero se vio obligado a mirar a su madre cuando ella acarició su mejilla con cariño, nunca olvidaría su hermosa sonrisa y brillantes ojos que tenían un brillo, que solo una amorosa madre podía tener.
"Quiero que recuerdes… que por nuestro sacrificio le hemos dado una vida maravillosa a todos los niños de está aldea, es por eso que lo hacemos, para darles lo que tal vez nosotros jamás tengamos… una larga vida feliz" Sin dejar de sonreír revolvió el cabello de su pequeño asiéndolo sonreír por primera vez en toda la noche.
"Gracias Oka-san" sonriendo de forma cálida el solo miro con sus brillantes ojos a su madre que no pudo evitar envolverlo en sus brazos y abrazarlo, él se fundió con ella en un cálido abrazo, había olvido la última vez que solo abrazo a su madre, algo tan simple que debería de hacer todos los días.
"¡Que adorable eres!" ella encontró tan adorable la mirada de su pequeña que no pudo evitar chillar de forma muy aguda para una mujer adulta, soltando a su hijo ella abrió una gaveta dónde saco una botella y dos copas, "Tenia pensado hacer esto en tu cumpleaños 18, pero al diablo la vida es muy corta" recuperando su carácter algo masculino, ella abrió las botellas con sus dientes, algo que incluso para Naruto fue sorpresivo.
"Esta bien…" inseguro el tomo la copa ofrecida por su madre, sería genial beber por primera vez, nunca lo intento hasta ahora, "Salud… por la mejor Oka-san del mundo"
"Ja, alegador" golpeando sus copas los dos dieron el trago a la bebida.
*Pfff*
Naruto termino escupiendo la bebida y se sostuvo la garganta con dolor, ¿Acababa de beber ácido? Incrédulo miro como su madre bebía como si estuviera bebiendo la mejor bebida del mundo.
"Todavía eres un niño" sonriendo ella se sirvió de nuevo y le sirvió otra copa a su hijo, "No lo desperdicies, es una botella añejada de casi mil años, solo quedan 10 de ellas… mejor dicho nueve" dando un sorbo dio un largo gemido de satisfacción, simplemente era demasiado buena, "Espero que algún dia puedas tu brindar con Natsumi-chan…" murmuro para si misma.
"Yo también" mirando su copa unos segundos bebió de nuevo.
"El secreto es beber lento y no concentrarte tanto en el sabor" aconsejó con calma mientras veía como el debía de nuevo con más cuidado.
"Es horrible"
"En unos años será esto será tu mejor amigo" más tranquila Kushina siguió bebiendo unas copas más disfrutando del silencio entre ambos, "A tu padre… le hubiera encanta hacer esto"
La atmósfera se torno mas sombría por las lúgubres palabras de la Gondaime que miraba con un brillo triste en sus ojos el fondo de su copa vacía.
"Se supone que el sería el primero con quién brindarías…"
"…"
"Hay solo cosas que solo un padre tiene que hacer con su hijo"
"Tal vez" Naruto desvío la mirada al ver las pequeñas lágrimas formándose en los ojos de su madre, "Pero tú estás aquí… ¿no?" murmuro con una pequeña sonrisa a la vez que volvía a mirar los ojos a su madre
"Hai…" sonriendo de nuevo Kushina se limpió las lágrimas y dejo la botella a su lado, "Tengo una última cosa para ti…"
"No tienes que hacerlo" Naruto trato de detenerse a su madre que se levantó para llegar hasta un baúl.
"Tengo que…" en sus manos ella llevaba un bulto de telas, desenvolviéndola la dejo en el suelo, sin decir más se levantó para irse, "Tu padre lo hubiera querido…" con esas últimas palabras se dirigió a la puerta y una vez salió la cerro, su hijo necesitaba privacidad para esto.
"…" con lentitud Naruto se acercó y fue desenvolviendo las mantas, se quedó quieto cuando vio una carta cerrada que descansaba sobre el bulto, con sus manos temblorosas tomo la carta que tenía su nombre escrito en ella.
No se cómo comenzar esto, un padre no debería de solo escribir una carta, me gustaría decírtelo cara a cara, desafortunadamente el destino no lo permitió, nunca fui un hombre de muchas palabras… sabes que tu madre siempre fue de los discursos alentadores y escandalosos.
La primera vez que te vi, en los brazos de tu madre, tan pequeño y frágil, supe que serias un gran chico y no me equivoqué, al verte crecer y dar tus primeros pasos… tus primeras palabras, nunca me sentí tan feliz.
No sé que me depara está noche, pero solo quiero que sepas que siempre te amare y me sentiré orgullo de ti, nunca temas al fracaso, nunca temas tomar un desafío, siempre ve más allá de tus límites…
Solo quiero que me prometas, que más que ser un gran shinobi, más que ser tal vez un Hokage o incluso una leyenda… solo seguirás siendo Namikaze Naruto, mi hijo y un buen hombre.
Se que llegaras a serlo, de eso jamás lo dudaré, después de todo es lo que un padre hacer… creer en sus hijos.
No tengo que pedirte que cuides de tu madre y hermana, porque se que lo aras…
Pequeñas lagrimas cayeron sobre la carta que fue dejada aun lado, el tomo lo que quedaba envuelto en las mantas y lo desenvolvió.
"…" un nudo se forma en la garganta del niño que no pudo contener sus lágrimas, en sus manos sostenía un manto que se asemejaba a la capa de su padre, solo que está era naranja con flamas negras, pero lo más importante era lo que estaba atrás, "Namikaze…" esas palabras estaban grabadas en la espalda de la chaqueta.
Con cuidado la tomo y se la puso, era tan larga que llegaba hasta sus pies, era obvio que su padre dejo esto para que lo usará cuando fuera un poco más adulto, tal vez 16 o 17, pero su madre decidió que ya era tiempo.
Naruto no pudo evitar mirarse en un espejo cercano y sentir una cálida sensación en su pecho, toda su vida solo quiso ser digno, no solo de ser un Uzumaki, sino un Namikaze, su padre fue un don nadie que no provino de un clan prestigioso o nació con una línea de sangre, él fue solo un hombre talentoso y fuerte que forjó su nombre para ser una leyenda conocida en todo el mundo.
Toda su vida entreno para esto, para no solo ser el hijo del Yondaime, quería ser más que solo eso, quería… ser igual a su padre, con sus propias acciones y logros ser una leyenda.
Y esto… fue un buen comienzo.
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"Este no es comienzo que esperaba" la vida a veces era bipolar, un día podía estar peleando contra alguien que fácilmente podría destruir montañas y a otro… pues.
"Hummm~ bien" en el patio del hogar Uzumaki vemos a Samui sentada en un sillón reclinable siendo atendida por su prometido, o más bien prometidos, ya que había dos clones que estaban ayudando al original, siendo este último el que le estaba dando un masaje en los hombros.
Otro le estaba dando un masaje de pies y el último le estaba sosteniendo una charola con postres y té.
"Ya te dije que te quiero…" dando una sonrisa forzada Naruto trato de apaniguar a su prometida, será malo tener a una mujer enojada que te puede literalmente romper el trasero en un combate.
"Lo sé" con los ojos cerrados la rubia de Kumo solo dejo que uno de los clones le llevará una pieza de tarta de fresa a su boca, disfrutando de las habilidades culinarias del Uzumaki ella solo se recostó en el sillón.
"Jefe solo dile la verdad" el clon que estaba masajeando los pies de la chica estaba cansado, casi llevaban media hora, y el ver los grandes pechos de su prometida rebotar ante cada movimiento y que diera gemidos al comer estaba haciendo que esto se tornara incómodo para el, más con la erección en sus pantalones.
"Si Naruto-kun, dime la verdad a pie de detalle que hiciste con esa Yamanaka y todo terminara"
"¿Terminar con los mimos o terminar con mi vida?" Pensó con cierto pánico viendo los ojos fríos de su prometida, "Sabes leí por ahí que a veces las parejas deben de tenerse confianza, y no preocuparse por detalles sin importancia…" explico de forma vaga esperando que ella solo olvidara el asunto.
"Y yo leí un libro interesante que tal vez reconozcas"
"…" la mandíbula del chico se aflojó cuando vio como la Kunoichi sacaba de su escote un pequeño libro naranja muy conocido para él, ella solamente lo ojeo con interés.
(Yo: SUPUTAMADRE)
"Es una lastima, pensaba que tal vez… podríamos recrear algunas escenas"
(Zero: *Le pega a Naruto* APROVECHA EL BUG, PENDEJO >:V)
"Yo…" el original podía sentir las miradas de sus clones clavadas en el, si tuvieron un enlace mental el hubiera escuchado los gritos que el rogaban que solo abriera la boca y diga todo.
"Yaku-chan sabía que estaba mal, pero no podía resistirse a explorar el cuerpo del hijo de su jefe, el solo era un niño de 13 que estaba lejos aún de entender como funcionaba un encuentro, pero ella estaba más que dispuesta a enseñarle…" Samui tuvo el descaro de comenzar a leerlo en voz alta, "Ella no podía contener sus impulsos, ella lo deseaba, en medio de la noche fue al cuarto del pequeño Towa-kun solo vistiendo un gran camisón que ocultaba su voluptuoso cuerpo"
Tragando en seco Naruto trato de no mirar a la rubia que empezaba a respirar con más lentitud y fuerza, con sus hombros al descubierto mostró su piel clara y la parte superior de sus gigantescos pechos que rebotaban ante cada movimiento.
(Naruto: ¡APAGALO ZERO, APAGO!)
(Zero: ¡YA NO PUEDE APAGARSE!)
"En silenció entro y al verlo en su cama dormido sonrió con lujuria, apretó sus muslos al sentir una humedad cálida entre sus piernas… quitando las sábanas se quitó el molesto comisión dejando su pecaminoso cuerpo al descubierto, entrando a la cama se arrastro para abrazar a su pequeño amante que empezaba a despertarse… y ella no dudo en-"
(Lector: *El nepe se le crece a nivel colosal y muere por un vergazo*)
(Yo: F por el que está leyendo esto)
"¡Ok! Por favor para" sonrojado hasta sus hombros Naruto prácticamente salto para arrebatarle el libro a Samui, daba gracias a dios que ni su madre ni hermana estuvieran para escuchar esto, "Lo admito… tuvimos algo, pero solo fue una vez"
"Bien"
"¿Qué?" Naruto parpadeo confuso cuando Samui lo perdono tan rápido.
"Aún no somos una pareja oficial y ahora mismo te considero más un amigo, así que dejaremos pasar esto ¿Te parece bien?"
(Naruto:..... Lo tomaré pero me ofende muchísimo)
(Yo: Me siento estafado ;-; *con poker face*)
"Si…" más relajada se dejó caer de espalda en el césped, sentía que se quitó un gran peso de encima, al solo mirar las nubes vio como una sonriente Samui lo imito al dejarse caer y solo mirar el cielo,
Fueron largos minutos donde los dos compartieron un cómodo silenció.
"Sabes… estoy segura que Yugito-chan y Bee-sensei quieren conocerte ¿Has pensado ir a Kumo unos meses?"
"Me gustaría…"
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Al mismo tiempo al otra lado de la aldea algo más se estaba llevando acabó, en el santuario secreto en la zona norte de la aldea, que solo los miembros del clan Uchiha conocían, el gran santuario estaba lleno.
Hombres, mujeres, ancianos e incluso niños que apenas llegaban a los 11 años de edad.
Todas sus miradas estaban dirigidas a la zona más elevada del santuario donde estaba sentado el líder actual del clan, Fugaku Uchiha, a su diestra estaba su hijo mayor Itachi Uchiha y al otro lado Shisui Uchiha.
"…" con ojos frívolos el cabecilla del clan solo se mantuvo en silencio mirando un pergamino a sus pies, "…" sus ojos se iluminaron con su legendario Kekengenkai, el Sharingan brillo en los ojos de casi todos en el santuario.
(Lector: ¡¿AHORA, QUÉ HICISTE CABRÓN?! *Golpea a Fugaku*)
Zero: El final está cerca, el final de esta saga se dividirá en dos capítulos más.
Sin más les deseo lo mejor y me despido.
Yo: CORRAN PERROS, NOS ESTÁN CAZANDO *C va alv*
Malditas mujeres sin cultura >:v
Sin ofender a los gamers que viven con sus madres :v
Yo: *Armado con la Super Escopeta, La BFG, Rebellion, Yamato, Ebony y Ibory, los guantes de Nemea y las espadas del Caos* ¿Quién me acompaña? *me transformó en Super Saiyajin Legendario combinado con el Senjutsu de los Seis Caminos*
Yo: NIGGA WHAT THE FUCK!!!
Yo:.... Linda pareja
Yo: Ahora vuelvo, voy al baño de hombres *c va a jalarsela ahre*
Yo: Bueno, al menos así ya no tenemos que soportar a una basura :v
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