¡QUE BUEN DÍA...!
Los suaves cabellos grisáceos cortos se menguaban por aquella piel blanquecina, el rostro suavemente colorado en un tono carmín.
Todos los adolescentes que se dirigían a clase, miraban maravillados aquella escena que se estaba produciendo, y no era para menos, pero según una encuesta que hizo una estudiante de ahí, “Influencer" El “Victuuri" (cuyo nombre proviene de un SHIPP de aquel azabache y peliplateado) era la pareja más famosa en toda la escuela, por supuesto que serían reconocidos por todos, y todos voltearian a mirar aquella escena con celos, felicidad o tristeza de que muy probablemente su crush ya tenía a su pareja.
El punto aquí es que el Ruso se sintió algo intimidado por las miradas de todos sobre ellos dos.
Aunque no fue mucho el tiempo, ya que llegó a su clase respectiva. Victor se vio en la necesidad de voltear para poder recibir su mochila y poder entrar, sus mejillas estaban de un colorado rojo.
—¿Me podrías entregar...?— Sus labios se quedaron en la boca sin poder terminar. Sintiéndose doblemente avergonzado.
Sus labios teñidos en un suave rosa se quedaron a medias al ver que el Japonés le sostenía la puerta para que pasara.
—Anda entra, yo te pasó tu mochila adentro.—
Lo dijo con una calma infernal que arremetió directo al corazón del platinado, sintiéndose aún más nervioso.
Al ver que el azabache no cedía, suspiro y se rindió.
Yuuri le abrió la puerta con el debido respeto y lo dejo entrar primero.
Todo el grupo volteó a ver aquella escena, varias chicas ya estaban tomando fotos y fangirleando esa escena hecha. Sin embargo, el profesor aunque feliz estaba de aquellos dos, lamentablemente Vitya había llegado tarde, y no podía dejarlo pasar.
El joven platino estaba por rendirse y ya irse a su hogar y el azabache dió un paso adelante en el salón.
Poniéndose en han postura y semblante serio.
—Disculpe Docente de esta escuela, el retraso de mi querido Víctor fue por un asunto de plagio en su proyecto en la clase pasada. Se tuvo que mantener un tiempo para atender aquello y venir hacia aquí.
Disculpe, será algo que no se volverá a repetir, pero a Víctor si le gusta esta clase y me gustaría y le pido una última oportunidad para que lo deje pasar. Será la última vez que el llegué tarde—Dijo con un porte impecable, siendo honesto y leal.
Todas las chicas suspiraron al ver aquella escena, incluyendo al profesor al ver que el Ruso le daba un leve pellizco en el brazo al japonés.
Vitya estaba que moría de vergüenza al ver la situación que se dirigía frente suyo. Aunque si sirvió de mucho, ya que si lo dejaron pasar a su clase y atender de ella, pero ahí no acabó la situación, ya que Yuuri llevo las cosas del platinado a su banca, la única libre.
Todas las chicas suspiraban, hasta el profesor de la clase.
El platinado tenía el rostro totalmente rojo y agradeció al profesor de la clase, Yuuri se le quedó mirando con cariño y lealtad. Aunque Víctor solamente bufo y se volteó.
—Yo no te obligue a venir, así que si llegas tarde a tu próxima clase no va a ser mi culpa.—
Dijo con seriedad dándose la vuelta y sentándose en su banca.
El azabache sonrió y le respondió cerca suyo mientras el profesor comenzaba a apuntar unas cosas en el pizarrón.
—No importa, estaré muy feliz con tan solo ver el bienestar y tranquilidad de mi lindo Vitenka.—
El platinado sintió su rostro arder por completo y volverse rojo. Aunque solo vio al azabache salir de la clase agradeciendo al docente.
El pecho de Nikiforov golpeaba con fuerza, su corazón latía con rapidez...
Por fin había llegado el caballero que lo salvaría... Pero ¿El lo permitirá entrar en su corazón de nuevo?
CONTINUARÁ.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top