Sonrió con altanería, ese joven platinado tenía mucha confianza en sus pasos... Y es que ciertamente lo conocían por ser un joven a quien si le retabas... Te tendrías que enfrentar contra un rebelde quisquilloso que no se dejaba.
Las personas a su alrededor miraban expectantes ante la idea... Muchos votaban por quien ganaría este conflicto y se quedaría con el doncel y la mayoría votaba por Viktor... Ya que habían visto la relación y empeño que Vitya ponía para poder conquistar al japonés.

Todas y todos estaban seguros de que quien ganaría sería nada más y nada menos que el ruso.

—oh... Así que la mariquita de Nikiforov vino a enfrentarse. ¿Acaso ya te aburriste de tu soledad?—menciono con su típico tono de burla.

Todos fruncieron el ceño al escuchar eso...

—Jean... No debis—trato de replicar el Japonés, quien tenía el ceño fruncido.

Pero se vio abruptamente interrumpido por las palabras del Ruso.

—no Yuuri... Él tiene razón. Soy un maldito marica que viene a enamorar de verdad a la persona que le gusta.—su jodida sonrisa no hizo más que joder al canadiense.

Ya que Jean miro a Yuuri discretamente, notando como las mejillas del Nipón se teñian en un hermoso carmín.
Se molesto aún más ante ese gesto que nunca hacia Yuuri con el.. y le pudo más el hecho de que fuera Nikiforov quien era dueño de esos hermosos detalles del canadiense.

—¡Tsk..! De una vez te advierto Nikiforov... No intentes meterte donde nadie te está hablando.—

—lo mismo puedo decir de ti, Yuuri es libre de enamorarse y dejar de querer a quien se le dé en gana. No están comprometidos como para que lo sofoques de tal manera.—

El ceño de Leroy se frunció aún más ante aquellas palabras, pero no aguanto su boca.

—por favor... ¿Que vienes a hacer ahora? Si ya te rechazo... El me prefirió a mi... ¿Porque? No hay porque.—
Sonrió con felicidad abrazando a Yuuri.

Y el ataque de celos que inundó al joven Ruso, solo provocó que se acercara con molestia. Y una Nivea mano fue a dar contra la mejilla del canadiense.

Todos estaban sorprendidos... Nadie podía creer lo que estaban viendo.

¡NIKIFOROV HABÍA GOLPEADO A LEROY!

—maldito...—gruño con bastante molestia y trato de acercarse pero Yuuri no se lo permitió.

—¡¿Que demonios te sucede?! ¡¿Acaso estás loco?! Vámonos de aquí Jean...lamento este alboroto...—el japonés tenía un gesto de decepción y enojo.

Esto solo dejo sorprendido al Ruso. No supo que decir... Yuuri había preferido a Jean antes que a él... Y eso solo hizo que comenzará a llorar... Sin darse cuenta. Su cuerpo estaba estático... No podía moverse, pero si podía sentir un intenso dolor.

—¿Y-Yuuri...?—

Es lo único que pudo pronunciar.
Antes de ver cómo el japonés se iba abrazando al canadiense.

Todos los ahí presentes estaban más que asombrados...

¡¿Porque coño Yuuri había preferido a Leroy antes que a Nikiforov?!

—¡Estúpido japonés!—

Gritaron varias jovencitas con el ceño fruncido y comenzando a abuchear al japones., antes de irse a sus clases...
El Ruso no entro ese día a clases, ni defendió al japonés cuando lo comenzaron a molestar algunas jovencitas. Su alma estaba destrozada...

El joven Ruso... Perdió su característico brillar en sus ojos, y con furia destrozo los regalos que le había hecho a Yuuri.... No..... A ese japonés.