¿buen día?
La mente curiosa del platinado divagaba, estaba más que sorprendido y realmente atontado por el acto del japonés, pero en ningún momento se intimido.
Con pasos fuertes pero aún con un suave temblor entre sus mano y un suave cosquilleo en su estómago, avisando lo feliz que sintió por el tacto de Yuuri hacia el. Suspiro de nuevo, todos le miraban, parecía un enamorado negándose a ser feliz.
—No... Yo me resigne con Yuuri... Lo decidí.— Pronunció en su mente de nuevo, por quinta vez.
En todo el recorrido hacia su próxima clase era lo mismo, recordar los bonitos ojos de Yuuri mirándolo, y es que no era nada fácil tener que olvidarte de una persona de la que te enamoraste y menos con el tiempo que Vitya llevaba.
¡BASTA!
grito en su propia mente el platinado, dándose cuenta de que no dejaba de pensar en Yuuri, el platino ya no quería sentir ese hormigueo en su estómago, el quería obligarse, pero su corazón no.
Se sentía un poco frustrado pero con un dejé de felicidad. Llegó a su próxima clase, encontrándose a Yuuri en el pasillo, ambos conectando sus miradas, sin despegarlas, pero obviamente el primero en romper el contacto fue el platinado.
—deja de seguirme por favor.—Pronuncio acomodando su cabello platino, haciendo un leve puchero.
Pero al ver que que Yuuri no dijo ni menciono ni un solo sonido, volvió a mirarlo. —¿Que? ¿No vas a responder?—
—...es que yo tomó está clase a esta hora, no es que te esté siguiendo...—
Dijo divertido el japonés, soltando una leve sonrisa, y aún más al ver el rostro totalmente rojo de Viktor, llegando el rubor hasta sus orejas, teniendo el rostro totalmente caliente por la pena.
¡Pues claro! ¡Que tonto!
El ruso había olvidado que podían tener clases juntos, ESTABA QUE SE MORÍA DE VERGÜENZA.
Y claro, fue tanto su nerviosismo, que su rostro de color rojo fue algo tan agradable para Yuuri que soltó una leve risa, acercándose y tocando suavemente la cabeza cabizbaja de Vitya.
—Tranquilo Vitya, no tienes que avergonzarte—sus comisuras niponas se alzaron felices.
Mientras sentía su corazón latir con fuerza por sentir el contacto de Yuuri sobre el, y sentir su cuerpo estremecer AL VOLVER A ESCUCHAR ESE SOBRENOMBRE EN EL.
—¡N-no me digas así! ¡Soy Viktor Nikiforov! ¡A-adios!—y con un manotazo apartó la mano del japonés.
Corriendo dentro de la clase.
Un japonés que estaba con una enorme sonrisa y su corazón en regocijo, latiendo en felicidad por tener de nuevo ese contacto con Viktor.
y también no faltaban los alumnos pegados en las ventanas con dirección al pasillo, incluyendo a la profesora que iba a impartir clase, todos atentos viendo la situación, dando otro suspiro al darse cuenta de que esos dos jóvenes eran unos tontos enamorados muy orgullosos.
Claro que cada alumno y la profesora se echaron a correr al ver que los dos alumnos entraban al salón.
Solo era cuestión de tiempo para que volvieran a lo que ellos antes eran. Esa química que no se perdería.
CONTINUARÁ.
Muchos meses sin actualización, ¿Me perdonan?
Les prometo más capitulos lindos para estos dos bebés lindos.
¿Que opinan de la historia?
¿Creen que lleva un buen desarrollo?
Esperen la próxima actualización ❤️
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