《Capítulo 4》

—Y bien, ¿Qué tal? ¿Cómo van? ¿Se llevan bien? — Preguntó el Rey Stellan,  ese mismo día a la hora de la cena,  dirigiéndose a Elsa y a Hans, minutos antes lo único que se oía era el Clink clank de los cuchillos sobre la fina vagilla de porcelana,  al realizar la pregunta loa  12 príncipes voltearon su cabeza al mismo tiempo, en dirección a la joven pareja.

Todos se encontraban cenando juntos,  o algo así.  Todos los príncipes,  todos pelirrojos, jugaban entre si con la comida, los adultos conversaban en susurros y Elsa y Hans charlaban animadamente.

Al realizar aquella pregunta, todos guardaron completo silencio.

Elsa sintió como los colores le subían al rostro.

— Vamos bien, si — Respondió nerviosa,  sus padres sonrieron.

— ¡Hansel tiene noviaaaa! — Gritaron sus hermanos gemelos: Hamlet y Hugo, a carcajadas,  después todos se les unieron,  provocando un completo caos. Hans simplemente se cubrió la cara con las manos,  avergonzado,  la albina tomo su mano por debajo de la mesa,  intentando calmarlo.

El Rey Sureño golpeó con fuerza la mesa, entonces el caos se calmo.

— No es motivo de burla,  niños — los reprendió el hombre,  con una falsa sonrisa — Ustedes igual ya están comprometidos.  Respeten a su hermano.

— ¿Respetarlo?  Jamás lo hemos hecho y jamás lo haremos.  El no es mi hermano — Interrumpió Harris — No entiendo porque lo comprometiste  a él primero si yo soy mayor,  y merezco la mano de Elsa — todos comenzaron a discutir — ¡¡Por su culpa murió mamá!! — el Rey Sureño golpeaba la mesa sin parar. La familia Arendelle solo se hizo pequeña en su asiento, Hans se levanto, indiferente y todos giraron su cabeza de nuevo,  solo que esta vez lo miraban exclusivamente a él.

— Gracias por arruinar mi vida — Salió corriendo, con los ojos húmedos,  después cerró con un enorme portazo. Elsa se levanto en

seguida, empujando la mesa con brusquedad.  Tal vez era fría por su poder,  pero eso no significaba que  no tuviera sentimientos.  Inmediatamente escarcha lleno todo el mantel, los trillizos, junto con los gemelos, abrieron sus bocas en una perfecta "ö" Eran los menores, despues de Hans.

— Miren, todos ustedes — Comenzó a decir, subiéndose a la silla, los meseros la miraban desde las esquinas con curiosidad — No interesa que tan grandes sean, que tan valientes o que propiedades hereden — Hablaba con fluidez y elegancia,  como toda futura reina. Su padre sonrió orgulloso,  orgulloso  de que su pequeña hija fuera tan inteligente y madura. — Pero todos,  incluso tu — Y señaló a Harris- Merecemos respeto y aprecio. —Se quedo mirándolo con desdén, el la miraba anonadado —Unos más que otros.

El Rey Sureño asintió con la cabeza, sus hijos lo imitaron.

— Ahora,  me retiro — Se despidió de sus padres y fulmino con la mirada a Harris, después se marcho tras Hans.

Lo primero que se le vino a la mente fue que se encontraba en las caballerizas,  pero al no encontrarlo allí se quedo sin opciones a las cual acudir. 

— La colina — murmuró la niña,  corriendo bajo el cielo oscuro. — Pensar que estamos bajo la misma estrella,  Hans, pero tan lejos... — Se dijo a si misma, haciendo una pausa para recuperar el aliento. Inmediatamente volvió a retomar la marcha. 

A llegar al pie de esta divisó la figura de un corcel y supo que ahí se encontraba el ojiverde.

— Elsa — Murmuró este al verla subir, limpiando las lágrimas con la manga del saco — No deberías estar aquí.

— Y tu tampoco — Dijo, sentándose a su lado — No tienes porque llorar Hans, no debes. Las palabras son solo eso...palabras.

— Las palabras pueden cambiar a una persona,  Elsa, pueden cambiar a el mundo entero si sabes manejarlas, pueden crear mundos y bajar lunas y estrellas,  enamorar,  herir y manipular — El muchacho se quedo callado, asombrado por lo que el mismo habia dicho — Dañar a muchos y ayudar a otros, crear y romper lazos, reforzarlos. El arma más fuerte de los humanos son las palabras. Apuesto a que alguien creará grandes conflictos con ello.

— No entiendo porque tus hermanos son así.

— Yo tampoco. Mejor dicho, lo sé pero no quiero admitirlo — Bajo la mirada, culpable.

— Vamos, no creeras el cuento de que tu mataste a tu madre — Elsa lo dijo con la mayor sencillez y dulzura que pudo.

— Es que es verdad — Hans giro su cabeza,  de tal manera para que ella no viera sus lágrimas.

— ¿Te molestaría contarme sobre ello? — Preguntó Elsa, sin saber exactamente como reaccionar,  quizá si tampoco tuviera padres lo entendería....

— Mi nacimiento fue un milagro — Dijo él,  con un nudo en la garganta — El médico le había dicho a mis padres que no debían continuar,  pues... — Hizo una pausa para tomar aire — Uno de los dos moriría, pero ellos...ellos continuaron...Cuando llegó el momento de el parto fue todo complicaciones y dolor para mi madre,  los doctores dijeron que me dejara morir porque solo así ella podría sobrevivir...

— Pero la reina siguió ¿no es así? — La chica de cabellos níveos sentía sus ojos empapados.

— Si, así es...Yo nací y ella murió. Mis hermanos jamás me lo perdonaron,  nunca me permitieron olvidarlo. Mi padre nunca me hablo,  siempre fuu el ignorado. Si no fuera por John yo no habría seguido adelante.

— ¿Quién es John?

— Mi hermano mayor,  el primogénito.  El que no me culpa por lo sucedido, es mi mejor amigo. El que me enseña, ayuda y me da lo necesario para formarme como príncipe. — Hans sonrió de lado,  con las lágrimas resbalando lentamente — Esa es mi historia ¿Y la tuya?

— ¿Cual...cual mía?

— Vamos no soy ingenuo Elsa, se de tus poderes.

— Asi que lo sabes ¿eh?

— Y tienes suerte de que me guste el invierno más que ninguna otra cosa — Se tomaron de las manos,  y miraron al cielo estrellado. —¿Cómo los obtuviste?

—Nací con ellos, siempre los tuve. —Hans asintió con la cabeza y con lentitud,  las estrellas danzaban y las luciérnagas los acompañaban. —Las familias son extrañas — Dijo Elsa, suspirando.

Hans se quedo callado,  y solo asintió con la cabeza.

Desde detrás de los matorrales la reina Freja y  el rey Stellan los observaban.

— ¿Lo ves, querida? Hicimos una buena elección para nuestra niña.

— Ahora todo quedará en ella, de ahora en adelante no más encierros.

Creo que no hay que hablar antes de tiempo.

-------------------------------

Hola, gente (:

¿Qué tal? Intento profundizar un poco la relación, y mostrar algunas cosas sobre la "ira" de Hans en un futuro.

Hola a los lectores fantasmas.

Recordad si les gusto estrellita o comentario \ºº/

Saludos y gracias por leerme.