Capítulo 32 "Enfrentando miedos"
Me quedé dormida todo el viaje dormida, hasta que la camioneta frenó de repente haciendo que James y yo saliéramos volando de nuestros asientos golpeándonos sobre los asientos que estaban en frente de nosotros para después caer al suelo, creo que debimos usar los cinturones.
Al levantarme con mucho esfuerzo me di cuenta de donde estaba, estábamos en la cabaña que teníamos en el bosque, cuando éramos niñas veníamos seguido aquí.
—No puedo creerlo. —Dije.
Nos bajamos y el aire fresco hizo que soltará una enorme sonrisa, bajamos las maletas y entramos a la cabaña, la puerta rechino cuando la abrimos, entramos y estaba tal y como lo recordaba, las paredes y piso estaban hechos de madera, la sala estaba en frete de mí, a un lado la cocina y en frente de nosotros estaban las escaleras que te llevaban a las habitaciones.
—Bueno, vamos a enseñarle sus habitaciones.
Subimos las escaleras y llegamos al pasillo, me quedé viendo todo un momento mientras trataba de recordar cómo era estar aquí cuando yo era niña.
Jorge se adelantó y abrió una puerta.
—Aquí dormirán los chicos.
Después de ello abrió la puerta que estaba en frente de los chicos.
—Aquí dormiremos mi hermosa esposa y yo.
Mi madre sonrió.
—Ahora ustedes chicas, dormirán en la habitación del fondo, vayan a desempacar.
Todos nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, abrimos la de nosotras y era tal como la recordaba, había una litera con colchas de color rosado, las paredes eran de rosa cremita, un peinador con una televisión en medio, un enorme closet y la ventana que daba hacia afuera.
Me asomé por la puerta y daba hacia el lago.
—Tenemos que ir al lago. —Dije.
—Claro, vamos a ponernos el traje de baño, quiero broncearme.
Tome el traje de baño negro y me lo puse, después me coloqué el vestido blanco, baje las escaleras y corrí hasta el lago, habían muchas personas nadando, me quité las chanclas y metí mis pies.
Esto era vida.
Alguien me tomo por atrás y corrió conmigo en brazos hasta que nos tiramos en el lago.
Salí enojada hasta que vi que James estaba en frente de mí con una enorme sonrisa.
—Eres un idiota. —Dije.
—Pensé que te querías meter a nadar.
Con todas mis fuerzas le lancé agua, después eso se convirtió en una guerra y nos lanzamos agua.
Voltee hacia afuera del lago y vi a mis padres que estaban en sillas viendo como jugábamos, mientras que Angie y Alex estaban acostados en una manta.
— ¿Qué es eso? —Me preguntó James.
Voltee para ver la cuerda que estaba atada a un árbol.
—Esa la usas para columpiarte y saltar al lago.
— ¿Lo has hecho?
Negué con la cabeza mientras veía la cuerda.
—Antes mi hermana se lanzaba de ahí, pero yo nunca.
—Creo que es momento de que lo hagas.
Se hundió en el lago mientras yo lo llamaba, cuando me cargó y me llevo hasta la orilla, me obligó a subir hasta la montaña, me bajo cuando estuvimos en frente de la cuerda.
—Está muy alto. —Fue lo único que pude decir.
—Lo sé, es perfecto, tenemos que lanzarnos.
—Mejor lánzate y yo te veo desde aquí.
—Andy, sé que tienes miedo, pero cuando lo hagas sentirás como si volarás.
Él sujetó la cuerda, se volteo para hablarme una última vez.
—No te voy a obligar a saltar, pero te puedo decir que te estas privando de un momento de diversión.
Tomo la cuerda, se hizo para atrás para después correr con muchas fuerzas, se quedó sujetado de la cuerda un momento, después se soltó, dio una marometa y cayó al agua, todos los que estaban nadando comenzaron a aplaudir.
La cuerda llegó hasta mí y la tome, bueno que tenía que perder, corrí y dejé que la cuerda hiciera el resto, James tenía razón sentía que podía volar, podía sentir el viento e incluso ver el cielo azul, escuché como me gritaban que me soltará así que lo hice, solté la cuerda y me dejé caer, mientras caía sentía como todos mis órganos se hacían para adelante, al tocar el agua sentí como me daban escalofríos, al tocar fondo me di impulso para salir, cuando salí levanté mi mano y grite.
— ¡SI!
Todo el mundo me aplaudió, James me cargó en sus hombros mientras yo celebraba mi pequeño triunfo.
Después de comer fuimos de nuevo al lago pero esta vez para rentar un kayac, mi hermana y yo íbamos en uno mientras que James y Alex en otro, el señor nos dijo como teníamos que recorrer, el viaje sería algo pequeño, solo teníamos que atravesar una cueva, llegaríamos al bosque y finalmente volveríamos, nos pusimos los chalecos y nos subimos, vi cómo se le metía el agua, tome el remo y comenzamos a remar.
Primero avanzamos nosotras, lo hacíamos bastante bien cuando llegamos a la entrada de la cueva esperamos a los chicos, cuando llegaron avanzamos por la cueva, era espectacular, era como entrar a un mundo completamente nuevo y desconocido, después pasamos por el bosque eso me dio miedo ya que sentía que me comería un cocodrilo en cualquier momento, pero me calmé cuando me dijeron que aquí no había cocodrilos
La fauna era hermosa, al final llegamos al inicio y nos bajamos emocionados.
Pasado mañana nos iríamos, así que era momento de volver a la cabaña para así dormir y despertarnos temprano mañana.
Mi madre nos había preparado la cena, comimos afuera mientras veíamos las luciérnagas, esto era simplemente hermoso.
Al día siguiente desperté con mucha energía, desayunamos a las 7 de la mañana, después fuimos a caminar al bosque.
Me encanto el bosque vimos muchas ardillas e insectos, pero todo estuvo bien, después volvimos al lago para nadar, donde me tiré varias veces de la cuerda.
Ya se estaba haciendo de noche y mi hermana sugirió hacer una última actividad, así que caminamos por en medio del bosque sin saber a dónde íbamos, cuando llegamos a ese árbol supe a donde habíamos llegado.
Escuché un grito que me hizo salir de mi trance y vi como un chico volaba arriba de nosotros.
Era la tirolesa más grande que había visto en mi vida, subimos por las escaleras, no había tanta gente, mi hermana le pagó al señor y la prepararon, le pusieron el chaleco y el casco, la subieron arriba de un escalón y la ataron, le dijeron que subiera las piernas y la lanzaron.
Después de ella fue Alex, solo quedábamos James y yo.
—James, no, no puedo, esto no lo haré. —Dije.
—Andy, tú puedes hacerlo, te divertirás mucho, además no te pasará nada, te lo prometo.
—No, no, no.
—Andy, si no quieres no lo hagas, pero te vas a perder de algo mágico. Además tienes miedo es comprensible pero tienes que enfrentar tus miedos y la mejor forma de hacerlo es haciendo eso a lo que tanto tienes miedo.
Entonces le pusieron todo, en vez de que lo lanzaran él se lanzó mientras gritaba y extendía la mano mientras daba vueltas.
Tragué saliva, entonces el señor me hablo.
— ¿Si te vas a lanzar o...?
Hay momentos en la vida en la que tienes que vencer tus miedos, tienes que liberarte de ellos.
Asentí con la cabeza y con mucho miedo además mientras temblaba como gelatina, después me pusieron el casco, en eso vi como llegaba donde te sujetaban, me pidió muy amablemente que me subiera, me ató.
— ¿Lista?
Negué con la cabeza.
—Me dices cuando estés lista.
Bien este es el momento en el que me arrepiento y pido que me quiten todo, pero entonces recuerdo las palabras de James.
—Estoy... Lis...Ta.
—Sujétate bien.
Le iba a decir que me arrepentía pero en eso me lanzó, pude sentir como el viento chocaba contra mi cara y yo gritaba como loca, tenía los ojos cerrados, pero cuando ya no tuve miedo, abrí mis ojos y vi que estaba volando entre los árboles, pero algo que me dejo con la boca abierta fue el cielo color rosado y anaranjado, jamás me había sentido tan libre, extendí mis brazos mientras veía todo desde arriba, entonces vi el fin de la tirolesa pero antes de eso logré ver el lago.
La tirolesa se detuvo muy horrible, entonces llegué al otro lado, cuando me desataron y toqué el piso, sentía como mis piernas se hacían de gelatina
James me tomo entre los brazos y le di un beso.
—Gracias James.
Le di un fuerte abrazo.
Ya era el día siguiente y teníamos que volver a casa, me subí al carro con James a mi lado, el auto avanzó y salió del campamento, bien este viaje jamás lo olvidaría, porque James me había hecho hacer cosas que jamás pensé que haría, pero creo que él tiene ese poder, que pierdas el miedo y te atrevas hacer cosas nuevas.
N/A
Hola :3, ¿Se ha subido a una tirolesa o un kayak?
Yo sí XD me he subido a la tirolesa del Parque fundidora en Monterrey, es la más grande a la que mee he subido XD
Y el Kayak cuando fui a la playa, mi hermana y yo nos subimos y nadamos muy lejos de la orilla, nos dio mucho miedo cuando algo golpeo el kayak Dx
Les recomiendo que hagan estas dos cosas son geniales 7w7
Eso sería todo.
Adiós.
P.D Si no subí el capítulo de ayer fue porque la universidad me consumió 7n7
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