El cabello de Akaashi tenía un olor refrescante, era suave y estaba bien cuidado, para que luego aquel cabello negro fuese jalado y despeinado, llenándose de sudor

Después de secundaria había sido difícil, Kenma y Kuroo se encontraban haciendo dinero, Bokuto no paraba de mejorar y crecer en el voleibol, y Akaashi revisaba paneles de manga en una editorial...no era tan divertido

Bokuto y Kuroo se acostaron días antes de la graduación, Kenma se había sentido debastado y por eso hubo una enorme discusión, que con el tiempo, dejó de tener importancia

Akaashi: Kuroo está con Kenma hoy

Se sentó desnudo en la cama de Bokuto esperando a que este pudiese ponerlos en ambiente

Bokuto: está pasando seguido, conoces a Kenma desde hace tiempo, ¿no vas a hablar? Parece estarte afectando
Akaashi: es cuestión de superarlo, no puedo atenerme a que...Kenma siempre me reciba

—Aunque claro está que tampoco puedo hacer eso con Bokuto— pensó, y mientras daba un largo suspiro, Bokuto subía a la cama

Bokuto: hey Akaashi

Le besó los labios mientras lentamente lo obligaba a acostarse

Bokuto: ...te amo
Akaashi: lo lamento...

Tocó suavemente el rostro de Bokuto, para luego tocarle el cabello y jalar suavemente de este

Akaashi: aún no encuentro una respuesta para eso...

La noche fue agitada, aquel movimiento brusco en la cama, con dulces gemidos de dolor y placer, con algo de tristeza

Ambos hombres habían caído rendidos, las sábanas estaban sucias, excepto la que les cubría y calentaba, y en un intento de no verse grosero, Akaashi abrazó a Bokuto

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La mañana, poco ruido, fría pero cálida entre las sábanas, cálida entre el fuerte abrazo y ambos cuerpos juntos, pero Akaashi necesitaba ir a trabajar, alistandose rápido, cocinando algo para él, sin dudar en dejarle qué comer a Bokuto, poniendo el plato en el microondas

Akaashi: voy saliendo

Dijo a susurro y cerró la puerta, era imposible que Bokuto fuese a escucharle, y creía que así estaba mejor, que no escuchara ciertas cosas

Akaashi: ...te amo...

Apoyó su cabeza unos segundos en la puerta para luego caminar tranquilo, otro "emocionante" viaje en metro, como si no tuviese que hacerlo todos los días de la semana, chequeando sus mails y mensajes, nada nuevo, al menos por parte de Kenma

Kuroo se había acostado con Kenma poco después de que había comenzado a hacer dinero, y eso le disgustó a Akaashi, le disgustaba tanto como el mal olor y los pervertidos del metro

Los estudiantes que viajaban en la mañana le recordaban a sus tiempos de colegial, tiempos que no podía recuperar...

Mientras tanto, Kenma se levantó tarde, cuando despertó Kuroo estaba a su lado, tranquilo y relajado

Kenma: hey...ve a hacer algo de comer

Le movió suavemente, haciendo que el pelinegro se despertara

Kenma: ¿no tienes trabajo?
Kuroo: no
Kenma: has el desayuno entonces
Kuroo: ¿qué quieres comer?

Antes la pregunta Kenma rodó sobre la cama, todo estaba silencioso y podía escuchar el ruido que hacía al moverse, podía ver la corbata de Kuroo en el piso, en lugar de los anteojos de Akaashi sobre la mesa de madera

Kenma: vayamos a comprar algo
Kuroo: bien, iré a bañarme, ¿o quieres ir primero?
Kenma: no...ve tú

Kuroo le tomó el rostro, besandole suavemente, y aquel beso era una interesante dosis de drama y pasión

Kenma: ya ve a bañarte

Le empujó suavemente, desganado, acostándose cómodamente mientras miraba a Kuroo levantarse

Kenma: Kuroo
Kuroo: ¿qué sucede?

Preguntaba amable, esa era su costumbre, y quizás esa costumbre había mal criado a Kenma

Kenma: no sé a quién elegir
Kuroo: ¿entre quienes?
Kenma: entre- olvídalo, no vas a entender

Kuroo sonrió, aunque quería prestarse más abierto, sabía que Kenma le contaba sus problemas con lujo de detalle a Akaashi, y no lo entendía, ellos dos no llevaban tanto de conocerse como él y Kenma, era a él a quien debía de confiarle así sus preocupaciones, no a Akaashi, pero no iba a prohibirselo, era decisión de Kenma al final, siempre lo había sido

Envidiaba la capacidad de Akaashi para mantenerse neutral la mayoría de las veces, y su rápido análisis de las situaciones para saber cómo reaccionar, y siempre acertar con sus acciones y palabras

Y mientras el agua le caía en el rostro al bañarse, sentía unas inmensas ganas de llorar, pero se lo prohibía, aquel no era momento

Kenma entró al baño, dejándole un paño a Kuroo

Kenma: te dejo el paño aquí
Kuroo: ah- sí, gracias

Sonrió, aunque claro, estaba en la ducha y Kenma no podía verlo, pero así estaba bien, escuchando a Kenma retirarse del baño, y sus pasos suaves al rededor de la casa

Kuroo recordó unos momentos el como  había querido hacer dinero para darle comodidades a él y a Kenma, pero resultó ser que ambos se hicieron su camino, resultó ser que ambos supieron hacer dinero y resultó que su primera "noche especial" había sido cuando ninguno de los dos era virgen

Kuroo: habían días mejores

Cerró la ducha, estirándose para tomar el paño y cerrarse, de inmediato Kenma entró e intercambiaron lugares

Kuroo: ¿recuerdas la primera vez que lo hicimos?
Kenma: si, tus besos sabían a whisky

El pelinegro había olvidado esa parte, recordaba ahora que en definitiva su primera vez con Kenma dejó mucho que desear, quizás por eso ahora se acostaban tan seguido, como si con eso fuesen capaces de recuperar algo de tiempo que "habían perdido"

Kuroo: sigo Intentado compensarlo

Ahí fue Kenma quien mostró una sonrisa

Kenma: no tienes que compensar nada

Iba a besar a Kuroo, pero solo terminó por entrar a la ducha y dejar caer el agua sobre sus hombros y parte de su cabello

Kenma: sabes...aunque mi cabello es mucho más largo que el de Akaashi, el de Akaashi huele mucho mejor
Kuroo: ¿enserio?
Kenma: sí, y creo que podría ser un poco más suave que el mío
Kuroo: ¿por qué?
Kenma: lo cuida más
Kuroo: sabía que Akaashi se cuidaba, pero no a ese nivel

Kenma se quedó un momento en silencio mientras dejaba al agua golpear su rostro

Kenma: lo sabrías si te dieses la oportunidad de verlo desnudo

Continuará...