La cena p.2

Llegó la mansión unos minutos después para despistar. Entró silenciosamente y ordenó a una de sus sirvientas que le sirviera algo de comer. Le dijo que solo había La Mouclade de Charente que se había preparado horas atrás y aceptó no muy convencida. No estaba de humor para comer mariscos, temía que le hicieran daño y arruinara todo. Fue al inmenso comedor y buscó cualquier asiento para esperar su platillo. Se entretuvo la joven viendo videos al azar y cuando le trajeron su alimento procedió a degustarlo.

Después del almuerzo prefirió irse a mirar un rato de tv en la sala de estar, aun tenia tiempo para que todo inicie. Encontró una novela que veían "los plebeyos" en los establecimientos de comida y lugares "de quinta" pero al ver que todos actuaban con exageración lo apagó y mejor fue a su alcoba. Pasó por el estudio de sus padres, se escuchaban murmullos pero no le dió tanta importancia.

Ya en su habitación comenzó a probándose todo lo que se encontraba en su extenso guarda ropa pero nada le convencía.

—Este vestido lo usé para una fiesta que hizo Skara en su yate—miró aquella prenda de tonos pastel—además pienso que no es digno para ésta fiesta.

Pronto se acordó de aquel vestido negro que había comprado en su "último día de libertad". Buscó entre las lujosas prendas hasta que la halló. Aliviada la tomó y rápidamente fue a probarselo en el espejo.

—¡Me veo de maravilla!—sonrió contenta al mirar su reflejo—con unos pendientes Piaget Treasures que conseguí hace años, quizás ya no estén de moda pero pienso que son los más adecuados y creo que con mis zapatillas Saeda Jimmy Cho quedaré espectacular.

En eso su teléfono que se encontraba en su buró comenzó a sonar. Hizo una mueca de disgusto al ya no poder contemplar su reflejo y fue a ver quien era. Era Boscha.

"Hooola Blight ¡Tanto tiempo!"

—Hola Boscha ¿pasó algo?.

"Mujer te escondiste de todos de las redes sociales ¿te fuiste a un retiro o algo asi?"

—Solo...pasaron cosas.

"¿Irás a mi fiesta esta noche?, tenemos tantas cosas de que hablar"

—Por supuesto que si, ¡nunca me lo perdería!. Por cierto me preguntaba si puedo traer a alguien.

"¿Al fin encontraste a tu príncipe azul?, ¿es guapo? Cuéntame toooooodoooo"

—N-no es lo que piensas Boscha, es solo una amiga que conocì hace poco.

"Con que una amiga ¿eh?, bueno sería cool conocer a esa misteriosa chica. Conociéndote de seguro encajaría en nuestro círculo."

—Si, bueno... es alguien interesante a su manera, ya lo verás. Por cierto vamos a llegar un poco tarde, no se si habrá algun problema.

"Mientras no falten pueden llegar hasta al amanecer..."

"Señorita Boscha perdón que la interrumpan pero la buscan en la entrada...."

Creo que ya debes colgar.

"Si, creo que ya llegó la persona que va a decorar la mansión. Nos vemos en la noche Blight, ve lo más elegante que puedas"

—¡Como siempre!.

Después de colgar acomodó su ropa que iba a usar en ambos eventos y fue a darse una ducha. Sentir las gotas de agua tibia la relajaban y con el aroma a lavanda que emanaba de su pequeña vela que había puesto minutos atrás en una mesita cerca de la puerta del baño mejoraba el ambiente. Por alguna razón tenía miedo de que las cosas no funcionaran bien. Debía pensar que decir para salir con Luz de la mansion pero nada se le ocurría y preguntarle ahora no podía ser posible ya que se acerca la hora y podría estar ocupada alistandose para venir.

Después de 15 minutos fue a vestirse para la ocasión. Ya casi eran las 9 y debía estar antes en la sala de estar.
Se vistió lo más delicadamenre posible tratando de no arrugar su fina ropa y se sentó en el tocador y utilizando su maquillaje y perfume de la marca Chanel y quedó muy radiante, perfecta para la velada o eso decía. Unos golpeteos hicieron que dejara de ver sus bellas facciones. Ya iba a responder cuando escuchó que alguien  se aclaró la garganta, decidió esperar para saber de que se tratara.

—Señorita Amity su madre la requiere en el vestíbulo ahora—dijo una sirvienta quien se encontraba detrás de la puerta.

Al ver que no era algo tan urgente siguió con lo suyo.

—En un momento voy—vociferó desde su lugar, estaba dando los últimos detalles.

Una vez lista fue hacia donde Odalia la habia citado. Ellos se encontraban sentados esperando pacientes a la joven Noceda. Estaban ansiosos por saber acerca del desempeño de Amity y si fue un acierto ponerla en su mando.

Como era costumbre ambos Blight tenían ropa de diseñador hecho a la medida para esta ocasión. Ambos vestían ropas de color gris. Alador tenia una pajarita de color morado que le quedaba un poco floja porque odiaba que le apretara el cuello y aunque a su esposa no le parecía y le recriminaba, le ignoraba. Su cabello castaño estaba alborotado pero no como siembre porque estaba recubierta con una fina capa de gel. Mientras que sus zapatos lustroso brillaban cuál diamante.

Odalia por su parte usaba un vestido de un famoso diseñador llamado VALENTINO de color mostaza, de un solo tirante y con el pecho drapeado. Era algo juvenil para su edad pero a ella le daba igual, le encantaba verse y sentirse como una diosa. Su cabello pulcro recién pintado y recogido sin dejar que algún cabello sobresalga, su rostro que aparentaba juventud por las diversas cirugías estéticas practicadas durante años, era adornado por maquillajes de la misma marca que su hija que le tapaba cualquier imperfeccion que estuviera por allí. Sus zapatillas de color marrón eran simples, sin ningún adorno pero le quedaban de maravilla.

Amity fue a sentarse junto a su padre para esperar a la hora acordada. Ella se encontraba inquieta y en su mente le rondaban preguntas como ¿y si Luz o ella dicen algo sobre la fiesta? ¿y si alguna de las dos dice algo que comprometa la situación?.  Ella no había ensayado lo que debía hablar en la cena, se confió de que Luz tuviera todas más respuestas, un error en su plan que debía evitar que aparezca.

El timbre retumbó por todo el vestíbulo. Odalia hizo una seña para que se levantarán y tuvieran un porte firme.

—Señores Blight ya llegó su invitada—anunció un criado desde la entrada del hogar.

—Hágala pasar—respondió Odalia.

Los 3 vieron a la joven morena entrar observando todo a su alrededor, parecía fascinada por todo lo que se hallaba allí. Aunque no era la primera vez que venía a la mansion le encantaba ver las cosas extravagantes y raras que tenían.

—Bienvenida señorita Noceda, que bueno que se animó a venir—dijo cortés Alador—que le parece si nos acompaña al comedor para cenar y después discutir de asuntos laborales.

—Me parece bien señor Blight—dijo Luz con algo de nervios.

Alador se adelantó y después Luz. Odalia fue de tercero y miró de reojo a Amity quien no se movía de su lugar.

—Querida no hay tiempo que perder, apresurate.

—Voy enseguida—comentó a regañadientes.

—Ni se te ocurra tardar ¿me oíste?—dijo amenazante, después de eso siguió su camino.

Por alguna razón a Amity le llamó la atención Luz esta noche. Nunca la había visto en ropas que no fueran de trabajo. Tal vez no eran super caras o vistosas como la que siempre porta cuando está fuera de servicio pero le hacían quedar bien, a su manera. También notó que su cabello estaba peinado hacia atrás con fijador como si fuera un chico, un peinado poco común en su circulo social. Su perfume barato olia a frutas, algo dulce para su gusto pero le hacia que no parara de olfatear hasta inundar sus fosas nasales.

De pronto sintió como su temperatura corporal comenzaba a aumentar al seguir pensando en su jefa con ese atuendo en varias situaciones pero se dió una cachetada para espabilarse al darse cuenta de lo que estaba haciendo.

—¡Idiota! ¿en que estoy pensando?—se dió otra cachetada—es una chica y a mi no me gusta las chicas—se recriminó a si misma—debo apurarme antes de que sea más tarde y ya no pueda escaparme.

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