Capitulo IV
Uzi acababa de descubrir algo interesante, un lugar donde podía conseguir información respecto a aquellos "poderes" que le otorgaba aquel extraño símbolo, además de que podía descubrir más respecto a su madre y su pasado.
Tenia planeado ir al lugar donde al parecer se habían conocido sus padres, el "Campamento 98.7", pero para su desgracia su profesor la escucho cuando susurraba su plan en la hora del almuerzo, por lo que este organizo una excursión a dicho lugar.
La pelimorada se alteró en ese momento, ¿cómo realizaría su investigación sin que sus compañeros la interrumpieran o la detuvieran?, muy simple, poniendo de supervisores al par de drones de desmontaje.
N: ¡Bienvenidos campistas!, empecemos con el conteo, 1, 2...
Este espero a que los demás drones le siguieran el juego, pero estos se quedaron callados por el miedo de convertirse en botanas, no fue hasta que la asesina le disparó a un extra sin importancia que todos siguieron la petición del ojiamarillo.
Prácticamente ninguno de los presentes se sentía seguro con la presencia de los asesinos, no fue hasta que Lizzy se acerco a los mayores que el resto de los estudiantes les tomaron más confianza.
Esto era perfecto, un dron de desmontaje amable, cariñoso, alto, fuerte y guapo (que recientemente acababa de adquirir un gusto por ciertos fluidos femeninos) a cargo de varios chicos y especialmente chicas de hormonas fácilmente alborotables.
¿Que podía salir mal?
Emily: Claro que puedes ser nuestro amigo pequeñito.
V: ¿Pequeñito?, ja niña, si estás hablando con un piloto~.
Rebecca: Wow, un piloto, jeje.
Ya estando bajo el cuidado de los drones de desmontaje, la pelimorada aprovecho para escabullirse y hacer sus cosas de chica sin afecto paternal, los estudiantes se fueron para desempacar sus cosas mientras que N y V se iban a preparar la primer actividad, aunque antes de esto V le llamó la atención a N.
V: Oye N... ¿qué tal me queda el uniforme?
N se quedó observándola por unos segundos.
N: Hmm... te queda bien V.
Dijo en su habitual tono alegre y tranquilo mientras levantaba un pulgar.
V: Oh... ¿y-y de atrás?
Preguntó dándose media vuelta, posando una mano sobre la cadera mientras su cola se meneaba levemente de un lado a otro, N solo la miró por unos segundos para posteriormente decir.
N: También te queda bien.
Dijo de igual manera en un tono tranquilo, V se molestó un poco por eso, esa no era la reacción que esperaba exactamente.
V: Idiota.
Esta se fue molesta dejando atrás a un completamente confundido N.
N: ¿Acaso dije algo malo?
Dijo para después seguirla y comenzar a preparar todo lo de la actividad.
Día 1: Canotaje y tiempo con Rebecca.
Los estudiantes y los asesinos se encontraban dentro de unas canoas, remando sobre un lago el cual estaba más congelado que el corazón de tu ex, aunque esto no les impedía hacer dicha actividad y divertirse.
N iba al frente de una canoa dirigiendo, atrás iban Rebecca, Emily y un extra remando, aunque todo el trabajo lo estaba haciendo la pelinegra, pues el extra solo estaba ahí de relleno, y Rebecca estaba coqueteando con el mayor.
Rebecca: Mi amiga quiere saber si mataste a su familia... y si estás soltero.
Pero antes de que el mayor contestará su canoa fue empujada por un grupo de drones dirigido por V, la canoa comenzó a tambalearse y la peliazul por poco se cae, de no ser porque el mayor la agarró por la espalda impidiendo que se lastimara.
Rebecca: Oh, jeje gracias.
Después de ese pequeño "accidente" N decidió que lo mejor sería que todos regresarán a tierra firme, así después de unos minutos todo el grupo se encontraba frente a una fogata asando baterías, platicando y riendo entre si.
N se encontraba sentado asando un par de baterías tranquilo, a su lado se encontraba sentada Rebecca jugando con sus dedos, mirando de vez en cuando al peliplateado con un ligero rubor adornando su visor, frente a ellos dos estaba V la cual se mantenía de brazos cruzados y con el ceño fruncido.
La peliazul estaba apunto de decir algo pero en eso una fuerte corriente de viento gélido apareció, apagando casi por completo la fogata.
N: Uy que frío esta haciendo, será mejor que vaya por más leña.
Rebecca: ¿P-Puedo acompañarte?
N: Claro, sígueme.
V: Yo... también debería acompañarlos.
N: No, necesito que tú te quedes y cuides de los campistas, regresamos en un momento, ¿de acuerdo?
Dijo el asesino confiando ciegamente en que su compañera no iba a hacer lo que mejor se le daba y más disfrutaba, yéndose del lugar acompañado de la peliazul.
Caminaron un par de metros hasta que el mayor se detuvo, entonces de su mano emergió una motosierra con la cual comenzó a cortar un árbol, entonces la pequeña obrera que se mantenía detrás de el se armó de valor y dijo.
Rebecca: Umm... ¿N?
N: ¿Si Rebecca?
Preguntó sin voltear a verla mientras agarraba el arbol recién cortado para partirlo en trozos más pequeños.
Rebecca: Bueno yo... solo quería agradecerte... por salvarme hace rato.
Dijo con un fuerte rubor en su visor mientras jugaba con sus dedos.
N: Ya me habías agradecido, ¿recuerdas?
Rebecca: B-Bueno si, pero... yo quería agradecerte... de otra forma.
Dijo realmente nerviosa por lo que quería hacer, entonces N dejó de cortar el tronco del árbol y se quedó quieto por unos segundos.
¿La razón?, simple, su agudo sentido del olfato había comenzado a percibir cierto aroma salado que el peliplateado adoraba.
Entonces este se dio media vuelta y miro a la ojiceleste con una sonrisa ladina, lo cual provocó que la joven se pusiera aún más nerviosa, pero sabía que si dejaba que sus nervios la dominen no iba a lograr nada, así que respiro profundo y cerró los ojos pensando que el mayor iba a hacer el resto.
Y si que iba a hacer algo, pero no lo que ella esperaba.
Cómo tenía los ojos cerrados no se dio cuenta de que el ojiamarillo se había puesto de rodillas, y no fue hasta que sintió que le estaban subiendo la falda que abrió los ojos y se dio cuenta que el peliplateado estaba de rodillas frente a ella, mirando con interés su entrada.
Rebecca: Ehh, ¿qué es lo que estás...? ¡AHH!
La peliazul soltó un pequeño grito cuando el mayor comenzó a jugar con su intimidad, metiendo los dedos índice y medio lentamente a la par que con su pulgar acariciaba el pequeño bulto sobre la rajadura de la chica.
N: Shh, guarda silenció si no quieres que nos escuchen.
Dijo en un tono algo divertido, pues no estaban precisamente lejos del resto del grupo, entonces Rebecca se tapó la boca con ambas manos, pues no quería ser descubierta.
Era algo increíble, ella solo esperaba un simple beso nada más, no se imaginó que el asesino realmente lo haría con ella, aunque si era honesta consigo misma no le disgustaba para nada, de hecho era realmente agradable.
Después de unos segundos de meter y sacar los dedos en el interior de la menor N retiro su mano la cual ya estaba algo manchada de aceite, se la llevó a la boca disfrutando del exótico sabor salado y una vez que la dejo limpia estaba a punto de subir la intensidad, pero en eso ocurrio lo que nadie jamás se habría imaginado que pasaría.
N se detuvo un segundo a pensar.
N: (Aguarda un momento, ¿no se suponía que Rebecca tenía novio?... meh, detalles).
Rebecca: ¡Ahh!
La ojiceleste volvió a soltar un gritito cuando el asesino sin previo aviso introdujo su lengua, restregandola por cada recoveco de la vagina de la menor mientras le acariciaba las piernas.
Rebecca: Hmm~... hmm~... ¡HPM!~
La peliazul hacia todo lo posible por tratar de ocultar sus gemidos, pero no era nada fácil reprimirlos pues eran simplemente una respuesta natural al placer que el mayor le hacía sentir, se notaba que el peliplateado tenia experiencia en eso.
Pasaron un par de minutos hasta que la chica no lo pudo soportar más y se terminó corriendo, logrando reprimir sus gemidos a duras penas.
Rebecca: ¡HMMMMMMM!~
N no desaprovechó y junto más su boca para chupar todo el aceite proveniente del interior de la chica, una vez que este se separó se relamió los labios gustoso, mientras que la obrera se recargaba en un árbol con las piernas algo temblorosas.
Rebecca: A-Al fin.
Dijo pensando que todo había terminado, pero lo que Rebecca no sabía es que había cometido un grave error.
Cuando se recargo lo había hecho de frente al árbol, dándole la espalda al asesino, cosa que no era nada buena teniendo en cuenta que el mayor quería subir al siguiente nivel.
Entonces la peliazul sintió un escalofrío cuando el ojiamarillo posó sus manos sobre sus caderas, además de que sintió algo grande chocando contra su trasero.
N: Los demás ya deben estar esperándonos, así que seré rápido.
Y tal como lo prometio, el asesino rápidamente introdujo su miembro en el interior de la chica, la cual no pudo evitar soltar un grito por la acción tan repentina.
Rebecca: ¡AAAAHHHHHH!
N: Shh, no grites o te van a oír.
Dijo mientras movía sus caderas de atrás hacia adelante con velocidad, la sensación del fuerte miembro restregandose por todo su interior la hacia enloquecer.
Rebecca: Ahh~... ahh~... ahh~... ahh~... ¡ahh!~
N: No gimas tan fuerte.
Rebecca: N-No me la metas tan fuerte.
Por más que lo intentaba la peliazul no podía controlar sus gemidos, esto debido también a la diferencia de estatura, ya que el peliplateado estaba levantando a la menor haciendo que se mantuviera parada de puntitas, por lo cual su miembro llegaba más fácilmente hasta su útero.
Para colmo el mayor había levantado el top de la chica y sin pedirlo comenzó a masajear sus pechos.
Rebecca: ¡Ahh!~ ¡AHH!~, ¡para, PARAAA!~
Pero para este punto el asesino ya no podía detenerse, empezó a embestirla con tanta fuerza que ya hasta sus pies habían dejado de tocar el suelo, pasaron así durante unos minutos hasta que N la abrazo por la cintura subiendo la velocidad.
Rebecca: ¡Ahh!~ ¡ahh!~ ¡ahh!~ ¡ahh!~ ¡ahh!~ ¡AAAHHHHH!~
Finalmente ambos se habían venido, N la soltó y la peliazul cayó de rodillas totalmente agotada.
Sin saber que cierta pelimorada los observaba desde una cabaña a la distancia.
(...)
Al cabo de unos minutos el asesino y la obrera regresaron con el grupo, N se sentó de lo más tranquilo, pero Rebecca iba totalmente sonrojada por lo ocurrido.
Lizzy: Si que se tardaron mucho.
N: Seh, es que tuvimos un ligero contratiempo, pero lo bueno es que ya estamos aquí.
Dijo en su tono habitual, hasta que su compañera les llamó la atención.
V: Oigan genios, ¿y la leña?
Dijo en un tono molesto notando que el par no había traído ni una misera ramita, entonces N extrañamente emocionado se puso de pie y dijo.
N: ¡Lo había olvidado!, Rebecca acompáñame de regreso a traer la leña por favor.
Rebecca: ¿Ehh?
La peliazul se quedó con los ojos abiertos como platos, solo para que el mayor la agarrara del brazo y se la llevará arrastrando por la nieve.
Rebecca: Ayuda...
Fue todo lo que dijo para después perderse entre los árboles junto al asesino, mientras que el resto del grupo hablaba entre si.
Lizzy: ¿Por qué creen que se hayan tardado tanto?
Thad: A lo mejor se habían topado con Los Caníbales.
Emily: Tiene sentido, me pareció haber escuchado a Rebecca gritar hace un raro.
Lizzy: Chicos por favor, los caníbales no existen.
¡AAAAAHHHHHHHHHH!~
Todos voltearon a la dirección en la que se habían ido N y Rebecca, pues de ahí es de donde había provenido el... ¿grito?
Thad: Caníbales, les dije.
Dijo el ojiverde con simpleza, después de eso la asesina se puso de pie.
V: ¡Apaguen la maldita fogata y váyanse a las cabañas!, ya es hora de irse a dormir.
Dijo retirándose del lugar molesta, dejando solos a los campistas.
Briden: ¿Eso significa que ya no asaremos baterías?
Continuará.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top