Hasta hace poco todo era normal, quizá empezó hace un mes o una semana, ni siquiera lo recuerdas porque cada día se siente infinito, pero en tus sueños aún puedes ver cómo se iluminó el cielo de un verde tóxico antes de que todo comenzara a cambiar; las plantas se transformaron, algunas crecieron exponencialmente, otras crearon raíces capaces de atraparte y utilizarte de fertilizante mientras otras antes inofensivas se volvieron intocables, los animales mutaron, las patas adicionales, ojos, orejas o colas no es extraño, el tamaño de los mismos se duplicó o incluso se cuatriplicó, algunos se volvieron más salvajes, más feroces, más cazadores, la piel de algunos es inexistente, viéndose sus huesos con la piel sobrante como si se tratase de un muerto viviente y lo mismo ocurre con los humanos, pues algunos acabaron convirtiéndose en criaturas irreconocibles, con tentáculos, patas de insecto, sin cabeza, con grumos en la piel, sangrantes, sin forma.

Las personas llevan sobreviviendo como pueden, pero es tan difícil cuando no queda nada a lo que aferrarse que ya muchos de los que quedaban en pie decidieron rendirse, sin embargo, hay otros que siguen intentando mantenerse firmes, quizá sea un instinto de supervivencia o simple terquedad de ceder a la muerte, pero el caso es que la humanidad desea poder regresar a lo que alguna vez fue, y, tal vez (si no es mucha molestia), descubrir el origen de esta terrible pesadilla.

Llevas vagando solo desde entonces, sin nada más que tu mochila y provisiones básicas, afortunadamente te encontrabas en casa durante el momento del suceso inicial por lo que fue fácil obtener cosas útiles, sin embargo, aunque planeabas quedarte ahí dentro tanto tiempo como pudieses, ni siquiera alcanzaste a martillar tablones en las ventanas antes de que una criatura de aspecto felino se adentrase por la puerta principal, derribando y destruyendo todo a su paso, cosa que te incluiría si no escapabas de ahí.

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Por otro lado, en una ciudad al norte de tu ubicación, las pocas personas que quedaban dentro de un curioso edificio mimetizado con el entorno al imitar perfectamente uno departamental, comenzaron a entrar en pánico, activando la alarma para así encerrarse en su fortaleza de metal antes de que todo el plan se manifestase en su contra y no hubiese manera de resolverlo.

—¡Necesitamos ejecutar el plan C!—

—Sin embargo, las conexiones se han caído ¡No podemos hacer nada...!—

—¡Alto! ¡Aún hay una solución!—

Tanto soldados como científicos se quedaron quietos ante la voz.

—Si tan sólo uno de nosotros fuese hasta el punto de control, y pudiese reconectar la energía... Ni siquiera se necesita saber demasiado, podríamos guiarlo desde aquí—

—¿¡Estás loco!? Quiero decir- ¿Has visto lo que hay ahí afuera?—

—¡Ni siquiera hay medios de transporte! La electricidad colapsó y usar una maldita bicicleta no asegurará que mantengamos todas nuestras extremidades en el trayecto—

—Sí, pero es nuestra responsabilidad, así que... ¡Debemos reestablecer la señal para así poder enviar las fórmulas de la cura hacia la base central en el país aliado!—

—Si las demás Naciones se enteran...—

—Significaría una guerra...—

Tras un intercambio de palabras, protestas, argumentos y algunos gritos de por medio, el plan fue decidido; irán hasta el sur del país, un lugar frío y, por lo que han oído, bastante lúgubre, para así activar nuevamente los satélites que enviarán la información necesaria hacia todo el planeta acerca de cómo poder evitar que esto se siga propagando, y traer de regreso, al menos, a la fauna del lugar.