Mascotas 2
-¡mi mascota tiene un hermoso nombre! -dio pequeños saltitos de alegría al ver que su amigo y tío parecían llaverse bien, pues si su tío lo aceptaba, podría llevarse a Issei a su casa y quizás su padre le permita cuidar y darle un hogar como a un perrito, y a la hermana de su amigo también, no podría dejar de lado a la adorable pequeña que venía en su dirección, que tierna, caminaba torpemente, se inclino un poco para darle la manito, tan pequeña, parecía como un gatito por su ternura, al menos así describían a los felinos en sus libros infantiles, como criaturas bellas y adorables, más pequeñas que los perros, Issei parecía ser más un perro, leal y siempre confiable, ¡Que bien! Sus nuevas mascotas serán las mejores.
-Sora es tu nombre, ¿No? Es muy bonito, como el de Issei, ¿Podrías decir mi nombre, "Nuit"? Es fácil, es como "Nuuu" y después "it". "Nuuuit"-miraba con gran emoción a la pequeña esperando dijera su nombre, casi sentía que derretia su alma con su ternura, era como un felino, exactamente igual a como los describían los libros infantiles, adorable y pequeños con gran inteligencia y habilidad. La pequeña se veía hábil pese a su corta edad.
Aplaudió levemente un par de veces por el intento de la menor por responder a su petición, aw, esperaba su padre le permitiera quedarse con sus nuevas mascotas, no quería dejarles solitos por ahí, y perderlos para siempre, seria tan triste.
Veía con cierta lastima a él pequeño amigo de su sobrino, parecía que alguien les abandono a morir, eso desde su parecer, no cualquiera deja a sus hijos solos en medio del bosque, cercas de tantas trampas y la casa de una familia de caníbales.
-No te preocupes, guardaré tu secreto. -Aseguro, dándole una gentil sonrisa-¿Sabes si tú padre tardará mucho en llegar? Es algo peligrosos estar solos por aquí. -Estaba seguro que el pequeño no podría responderle aquella pregunta, parecía tener la misma edad que Nuit, podrían acompañarles mientras esperan, al menos así sería hasta la hora de almorzar, quizás puedan invitarles para que no pasen el día afuera esperando a alguien que al parecer no planeaba llegar pronto, habia hasta dejando a los pequeños casi sin abrigo para el frío que había, puede que al ser esqueletos no sientan el frío de la misma forma que otros monstruos pero, dios, aquellos dos solo eran un par de niños dejados a su suerte en un lugar peligrosos, no recordaba la última vez que deseo tanto correr con la justicia con sus propias manos, quizá buscando al hombre que les abandono, y pedirle a aquel que es más conciente con sus pequeños. ¡Que injusto! ¿Quién era capaz de abandonar así a su hijos? Algo dentro de él le decía que un horrendo padre, pero quería creer que realmente aquel parte volvería a por sus hijos y no tendrían que recurrir a ayudar a ese par de niños a sobrevivir, no lo decía por mesquino, es que cualquier niño de merecía crecer con sus padres a su lado, no con cualquiera que quiera acogedorles, no sería lo mismo, al menos no si quien acogía no se tomaba en serio la labor de criar con cariño y el amor propio de una familia, eso es lo que hacía falta para criar a un par de niños más, amor y cariño familiar, además de un ambiente seguro para ellos, dudaba que ahí encontrarán eso, si Nuit ya lamentablemente sufría de no poder alimentarse bien la mayor parte del tiempo.
-¡N-no soy tu mascota! -volvió a reclamar al otro infante. Parecía que a este le había gustado bastante aquel mote pues no paraba de llamarle así, para eso no le hubiera dicho ni su nombre si no se molestaba en usarlo. Se volvió a dar la vuelta al escuchar la respuesta del esqueleto mayor. ¡Había dicho que si le guardaría el secreto! Era un pequeño alivio para su alma, estaba feliz de que su hermana todavía recibiera la sorpresa sin que sospeche nada. Aquel extraño esqueleto si que podía ser amable, pese a la apariencia que tenía. Pero no daba igual ¡ya le caía bien! Era muy simpático y consiguió ganarse demasiado rápido su confianza.
-Dijo que no tardaría mucho. -dijo sin mayor preocupación, pues a sus ojos de niño pensaba que no tardaría mucho en volver, es más. Que lo haría con su otro padre, no lograba ver la maldad que sus progenitores tenían. Y mucho menos se había enterado de cual era su realidad del momento. Sin saber que nunca más llegaría a ver otra vez a las personas que le trajeron al mundo.
-¡Seguro que llega enseguida con mamá! -dio una pequeñas risas luego de aquello. No entendía bien el peligro al que se refería el contrario, todo parecía muy tranquilo. Y hasta el momento solo conoció monstruos amables que le trataban bien. Era un buen lugar para estar, ¡quizá pueda invitarlos al cumpleaños de su hermana! Por lo que vio con anterioridad, la menor se encontraba bien. Intentando decir el nombre del contrario sin mucho existo, era tan adorable. Se acerco a ellos, más concretamente a la menor, podía ver como sus coletas comenzaban a deshacerse. Agarró el humo inferior de su cabeza, que imitaba ser pelo, con facilidad le volvió hacer su hermosa coletita. Tenia cierta facilidad con ello, lo hizo tantas veces que lo dominada a la perfección. Siempre encargandose de su hermana pequeña ¡sería el mejor hermano mayor para ella!
Sus torpes pasos comenzaban a fallar, en cualquier momento podría caerse a la fría nieve. Por suerte esto no fue así, el mayor le ofreció una mano para ayudarla a mantenerse en equilibrio.
-Nuuut. -esta vez, su intento de hablar no salió como se esperaba. Siendo más una falla que otra cosa. Pero no parecía importarle al mayor, quien aplaudió le aplaudió por su intención. Provocándole una sonrisa en su rostro, antes de que llegara su hermano a molestar con su pelo. No le gustaba hacerse coletas, por lo que se quejaba de ello, con leves sonido de molestia. Era su forma de quejarse, cuando crezca más ya podría usar palabras para demostrar su disgusto por ese peinado.
-Que bien, si gustas podemos acompañarte mientras esperas a tus padres, así pueden jugar y divertirse. -Que lamentablemente, a su parecer solo era un caso de abandonó más, era común que por la falta de alimento se tenga que sacrificar a los hijos de esa forma, más aún en ese lugar, no era lo normal pero eso no quita que sucediera más de lo que le gustaría. Para su desdicha no podía hacer nada por el niño más que desear que realmente sus padres lleguén ese día, o que la menos lleguen pero dentro de poco. Que iluso podía llegar a ser, pese a que su instinto le decía que estaba pidiendo demasiado a unos padres que seguro no podían criar de sus crías. Miro de reojo como su sobrino jugaba con la pequeña, en verdad no estaria mal que jugarán unos momentos antes de la hora de almorzar, podrían invitar a los niños también, seguramente para esas horas ya empezarían a tener hambre, en especial la pequeña bebé, sabía por experiencia que los niños llegan a comer bastante, o al menos ese fue el caso de Nuit de bebé, su sobrino tenía un gran apetito. Fue complicado para Horror cuidarle pero se las logro ingeniar luego de que el otro padre del Nuit se haya decidido a no cuidarlo, Ice era su nombre su mal no recuerda, era otro esqueleto pero con magia de hielo, como su querido sobrino había heredado.
-¿Podemos quedarnos a jugar?-Exclamo feliz, mientras tomaba las manitas de la bebé y las balanceaba leve como un pequeño juego, para que no estuviera molesta con Issei, parecía que no el gustaba mucho hacerse ese bonito peinado, quizás si desatará esas colitas su nueva pequeña conocida estaría mejor, espero a que Issei se apartará y dejase de verles para empezar con su pequeña maldad, soltó las manitas de la menor y las paso por su cabecita, intentado deshacer su peinado teniendo cuidado en el proceso, ya había quedado, lo logro y ahora el aparente cabello de la pequeña estaba suelto, era como humo, era tan sorprendente, tocarlo era curioso pro la sensación que dejaba al tacto, era como cosquilleante, y extraño, así podría descubrirlo.
-¡Issei! ¡Issei! Hagamos un muñeco de nieve. -Era su gran plan de diversión, podría ir a su casa y buscar una bufanda y quizás un gorro para ponerle a su muñeco, como le había enseñado su padre a hacer cuando salían a jugar y pasear mientras ponía las trampas para cazar la comida de ese dia y si tenían suerte, el día siguiente.
Una vez más se dio la vuelta, estaba feliz por lo que había dicho el esqueleto mayor. ¡Podrían tené compañía mientras esperaban a sus padres! Para un no pequeño que nunca había tenia un amigo antes esa era un noticia maravillosa. Aquel par de extraños que apenas acaba de conocer eran muy amables, Sora parecía divertirse con Nuit y el más alto era comprensible con lo que pasaba. ¡Y claro! Era el cumpleaños de su más grande orgullo, que jueguen un rato les vendrían bien. Sería como haberles invitado al cumpleaños de la menor ¡pero de una forma más espontánea y original!
-¡Eso es genial! ¿A qué si Nuit? -se giro solo para ver un acto atroz, según su joven mente. Las hermosas coletitas que tenía su hermana querida, fueron desechas en nada. Sólo le tomó un par de segundos deshacerle el peinado que tanto le costo a él momentos antes. Eso no le gustaba, se estaba tomando muchas libertades con ellos, llamándoles por nombres que no eran los suyos y ahora con las coletitas de su hermana. Pero al menos está se veía feliz, ¿y como no? Sabía que muy fan de aquello no era, más bien todo lo contrario y aunque por más que la quisiera. Era el peinado que más le favorecía, además de evitar que su humo se ponga delante de cara. Provocando la posibilidad de que cayera por no saber donde pisaba.
-Me costo peinarla. ¡Eres malo! Pero.. Se bien así ¡te has librado! -un intento de amenaza fallida fue lo que se pudo notar en el tono del menor. Pues si al final su hermanita estaba feliz era lo único que le importaba. No le dio más importancia y se dirigió hacia el contrario. Había escuchado su propuesta de hacer un muñeco de nieve y no le parecía nada mal. Entre los dos podrían construir un enorme ¡que llegue a para las nubes! Saludando directamente al resplandeciente Sol, que suerte tendría ese hombre helado. Le ayudaba al contrario a juntar nieve, todo lo que sus pequeñas manitas le permitían.
La pequeña por su parte, al sentirse liberada de sus ataduras en el cabello comenzó a seguir a los mayores. Despacio y con cuidado, quedando muy cerca de ellos. Pero sin ayudarlos a armar lo que estaban planeando, en vez de eso, se sentí en el frío suelo a jugar con la nieve del lugar. Intentando imitar lo que los mayores hacían, sin conseguir mucho éxito. Al menos no más de lo que si percatabam sus ojos, pese a solo ser un monto de nieve sin ninguna forma distinguible, ella estaba orgullosa de su trabajo. Sintiéndose bien por ayudar tanto el arcadia tarea que realizaban los contrarios.
Ese pequeño regaño le hizo hacer un puchero de protesta, ¡Es que, la pequeña no se veía feliz con esas coletas! Aquella era su excusa para su actuar y no le importaba lo que su mascota dijera, lo hizo por el bien de la pequeña.
-¡Está bien! -bufo con su pequeño gesto de molestia, no tardó mucho a pasar a la emoción al ver que su propuesta fue aceptada, fue un gran logro, su momentáneo enfado a paso a una emoción realmente grande. Su gran trabajo empezó ahí, juntar la nieve que haría falta para crear el muñeco de nieve más hermoso que cualquiera hubieras visto, ¡Sería hermoso! Iría a buscar una bufanda luego para abrigar a su hombre de nieve, no quería que se resfriara ni buen creado, sería tan triste pescar un resfriado o algo asi, o siquiera pasar frío, su muñeco de nieve no sufriría de esas cosas e iba a ser el guardián del bosque, esa idea le estaba gustando demasiado, podría ir por algunas ramas después para hacerle los brazos y quizá alguna que otra decoración más. Ya iban teniendo una gran montón de mueve, iban torpes pero cada acción estaba bien pensada no tardarían mucho en lograr su objetivo, tener el muñeco más grande y hermoso que podría haber. Eso el recordaba, ¡A qué sabe hacer pequeñas figuras con hielo! Su otro padre le enseño a hacer pequeñas estrellas y figuras geométricas con su magia, más o menos se podía distinguir lo que eran, estaban hechas por un pequeño, la perfección era lo de menos para él, mientras fuera un mínimo de parecidos, ese sería uno de sus mayores logros.
-¡Issei, Issei! Puedo hacer estrellas de hi... ¡Hielo! -comento con una sonrisa, quería saber más de su mascota, ¿Y que mejor? Que iniciar una charla sobre lo que podían hacer, en su caso, pequeñas figuras, ya se preguntaba que podría tener oculto su nuevo conocido, además de esa increíble característica suya de parecer hecho de humo, ¡Eso era simplemente mágico! Fascinante y una fantasía, jamás pensó en conocer a otro esqueleto fuera de su familia y además, que sea tan genial como su contrario, y la hermana de este, ella también es increíble, ¡Mírala nada más! Ella ya había terminado de hacer su muñeco de nieve y le quedó precioso, hasta le tenía cierta admiración por tener tal talento artístico, ese muñeco pese a ser pequeño era perfecto así, era como los que hacía su padre, al estar tan ocupado o cansado, su tío Papyrus hacia muñecos de nueve mucho más elaborados pero igual de hermosos. Se estaba divirtiendo con su nuevo conocido. Y sabía que nada malo les pasaría pese a que el bosque era algo peligroso, porque su tío les estaba cuidando, mientras sonreía enternecido.
Como era característico a esa edad, lo niños no pudieron estar enojados por más tiempo. Pues en sus pequeñas cabezas saltaban de una emoción a otra, siendo éstas totalmente diferentes. Podían haber estado, con suerte, un par de minutos enojados antes de cooperar en la creación de un muñeco de nieve. Que felicidad era la de los infantes, estando en un lugar tan peligroso, en el que la regla principal era sobrevivir. En un cruel mundo reinado bajo la tiranía de la que una vez fue la integrante más importante de la guardia real. Tanto mal al rededor, y ellos felices, protegidos por la inocencia que caracteriza a los niños pequeños. Diviértiendose con la única preocupación de que su muñeco de nieve sea el más grande e imponente de todos. Así parecía ser, ya estaban acumulando una gran cantidad de nieve, a vista de sus inocentes ojos. Pues en realidad su montón no los superaba más allá de su estatura, sin llegar tampoco a sobrepasar esta. El menor de huesos oscuros se estaba esforzando en ello, quizá más de la cuenta. Sentía cada vez sus dedos más fríos, los guantes que tenía, era única y exclusivamente para juntar del todo sus bracitos con sus pequeñas manos. Estaban abiertos por la parte superior, dejando expuestas sus falanges. Gracia a curioso comentario de Nuit dejó lo que estaba haciendo para centrarse en el mayor.
-¿En serio? ¿Puedo ver? -se acerco más al mayor, atento de cómo podía hacer estas. Nunca conoció a otro esqueleto y menos que este pudiera usará magia de hielo. Era simplemente fascinante, no sabía que su nuevo amigo ocultarla ese secreto ¡era genial! Quizá el también pueda enseñarle lo que sabe hacer, no era mucho, pero igual servía. Su padre no le ayudo mucho en controlar sus poderes y al ser estos más parecidos a él, su otro padre tampoco pudo hacer mucho con ello. ¡Pero algo si sabía hacer! Lo practicaba por su cuenta con tal de impresionarlos, que pena que las culebrillas sean tan poco impresionantes.
La menor seguía feliz con su figura terminada, aplaudiendo por su gran trabajo. Pero ahora ya no tenía nada más que hacer, por lo que se intentó llevar para acercarse a su hermanito y su nuevo amigo. Cayendo la primera vez que se levantaba, le costaba incorporarse, pero debía seguir intentando. Al final pudo poner sus piececitos nuevamente en el suelo. Acercándose a su hermano y apoyándose en la espalda de este para no caerse otra vez, mirando curiosa lo que hacía el mayor de los infantes. Sin entender mucho de lo que pasaba a su alrededor, solo sacando la lengua al esperara ver algo interesante.
Asintió con emoción. Mostrar su gran habilidad le emocionaba, era algo que a su padre le gustaba ver, sus estrellas y pequeñas figuras, Horror decía que era su más grande orgullo y que si seguia practicando, ¡Podría ser todo un maestro en ello!
-¡Si, si! Es genial, yo solo hago esto y, ¡Puf! Creo estrellas, son muy bonitas pero lo duran mucho se rompen un poco fácil. -Hablaba con gran emoción, mientras juntaba sus manitas para concentrar su magia en ese lugar, cerro sus cuencas, visualizar muchas veces le ayuda para concentrarse en lo que quiere crear, siendo en esta ocasión unas pequeñas estrellas de fino hielo, que podría deretirse sobre sus manos si es que tuviera piel o calor corporal constantes, al usar su magia parecía que todo su cuerpo se congelaba, lo que no era un gran problema, no le molestaba para nada y era hasta cómodo, más que usar tantas cosas de ropa para abrigarse de las bajas temperaturas del frío bosque. Lentamente fue separando sus manos y sobre una de sus palmas se vio como de apoco unas pequeñas figuras que iban firmando, con hielo y magia, eran de ese común color transparente pero tenían cierto toque de color por el reflejo de las ropas de Nuit, eran levemente rojizas.
Abrió sus cuencas una vez termino su gran labor, de sintió agotado, no estaba tan acostumbrado a usar su magia tantas veces en un solo día, pues ya había hecho uso de esta antes, para enfriar su leche caliente y poder beberla sin quemarse la lengua por accidente, es bastante sensible al calor.
-¡Son muy bonitas! Son estrellas como las de Waterfall, ¿No crees? Son como que, mágicas, ¡Me encantan! -Su tono se volvía algo agudo como pequeños chillidos de la emoción, sentía que no se podía estar quieto en se momento, con la emoción de haber logrado su cometido y sin mayores errores, quizás había una que otra falla en sus figuras, eran algo irregulares en sus bordes pero eso no les quitaba lo hermosas que podían ser a la vista de un niño que apenas iba aprendiendo sobre su propio poder y habilidades. Tomo una de las pequeña estrellas y se la entrego a su contrario, para que mirada más a detalles su gran obra de arte.
-¿Tu sabes hacer algo genial también Issei? -le encantaba pronunciar ese nombre, sonaba como el siseó de alguna serpiente o criatura feroz, sonaba tan poderoso, como su nombre, Sorath Nuit, imponente, ¿Verdad? Ese nombre se lo puso su genial padre.
Miraba fascinado tal escena que presenciaban sus ojos, como el contrario al ir abriendo sus manos se dejaban ver varios finos hilos de magia. Recorriendo estas y juntandose en un un punto intermedio, el cual vendría a ser su pequeña palma. Era tan increíble como fuera de el mundo que conocía, esa figuras eran muy curiosas nunca había visto algo así antes, se preguntaba que serían lo que tenía delante suya. Quizás triángulos unidos en algún punto, que bellas figuras se podían formar al juntar un par o varias más de estas.
-¡Eres increíble Nuit! Seguro que también eres muy fuerte. -utilizo sus manos, para realzar en un gesto sus últimas palabras dichas. Desconocía por completo ese tipo de magia, no sabía que se podía manipular de esa forma el hielo. Cuando vuelva su padre podría preguntárselo y ya de paso presentarle a su nuevo amigo. Seguro que le agradaba, papá decía que los más fuertes son los que dominaban el mundo. Su amigo tenía una gran habilidad que demostrar a los demás, cuando crezca podría hacer cosas más impresionantes. Estaba convencido de ello y quizá también podría enseñarle a ser tan increíble, no era muy bueno con su magia. Le vendría bien un poco de ayuda con ello.
-¿Waterfall? -desconocía a lo sé refería el contrario, nunca había oído hablar de ese lugar. Y creía no haberlo visitado con anterioridad, seguramente era uno de esos sitios a los que tenía prohibido ir. Su padre tenía un par a los que no les dejaba ir, según él era por seguridad y para evitar que se pierdan. Pero sabía que también habían otros motivos, su querido papi Cross intentaba pasar mucho tiempo con ellos cuando Hate se encontraba cerca. No entendía bien el por qué, ya que cuando estaba fuera de casi se mostraba más calmado y menos alterado. Pero bueno, ellos recibían mimos y premios sin hacer nada ¡era un sueño! Solo debían mantenerse cerca de él cuando su otro padre esté en casa.
Se percató de cómo el mayor le pasaba una de esas curiosas figuras, eran tan finas que parecían poder romperse al tacto. Le encantaban, tan curiosas y bellas, como parecían flotar en las palmas ajenas. Intentó tocar la pequeña figura dada, pero no pudo hacerlo. Esta se rompió al pobre intento del menor, dejando solo gotas de aguas en su lugar.
-¿Yo? Pues.. -se acomodo en el lugar que estaba, dejando a la menor que se recargaba en su espalda sentada en el suelo al lado de él. Movió sus pequeñas falanges intentando que estas entrarán en algo calor. Al igual que Nuit, cerró sus cuencas moviendo lentamente sus dedos, abriendolos y cerrandolos para formar su puño, el humo acumulado de sus muñecas comenzaba a tomar forma. De una fina y alargada figura que todavía parecía desvanecerse. Poco a poco esta fue tomando más forma y autonomía, pasando de ser solo una figura flotante a una pequeña culebra que se enrosca a en su brazo y mano.
-¡Ta-da! -exclamo sin mucha emoción, esperaba que el contrario le dijera algo parecía a lo que dolía hacer su padre. Que no era tan impresionante y necesitaba practicar para lograr algo decente.
-¡Gracias! Mi papá dice que si, soy muy fuerte, puedo levantar mucha nieve, ¡No pesa nada! -Alardeaba con cierta inocencia, mostrando una sonrisa orgullosa por su gran logro personal, levantar cuatro bolas de nieve sin que se caigan, es grandioso, ¿No?, Su padre dice que su sigue practicando podrá mejorar y ser aun más increíble se lo que es, y por supuesto que quiere eso, quiere ser tan genial como su papá y su tío, son sus figuras a seguir después de todo. Entrego su pequeña figura de hielo con cuidado, sabía que podía romperse y en verdad no le molestaba, podría hacer cuántas figuras hicieran falta para mostrar su increíble talento y ver a su mascota sonreír de esa forma tan alegre. Incluso dejo más de una pequeña estrella sobre las manos ajenas para que pudiera mirar mejor esas figuras, parecía desconocerlas totalmente, que curioso, jamás conoció a alguien que no supera que es Waterfall, quizá porque su pequeña vida se reduce a sus familiares, pero no es lo importante, tal vez algún día podría llevar a Issei y Sora a visitará Waterfall, obviamente bajo el cuidado de su papá, seguramente a este nivel molestaría cumplirle es pequeño e inocente capricho, hasta le dejaba dormir tarde si hacia su tarea, y con siento tarde se refiere a diez minutos después de la hora habitual en la que normalmente duerme.
-Podemos ir a Waterfall algún día, ahí hay estrellas realmente hermosas que quiero que conozcas, ¡Verás que será muy bonito! Aunque ahí que tener cuidado, mi papá dice que ahí monstruos poco amables por ahí, y yo confío en lo que dice mi papá, por eso no le alejo de el cuando salimos a jugar. -Hablar de más parecía ser una pequeña habilidad suya, es que la simple idea de salir con su nueva mascota a pasear por todos los hermosos lugares que el subsuelo tenía sería tan bonito, podrían tener tantos buenos recuerdos juntos y con Sora además, ella haría falta también, y le quería ya, así que también estaba invitada a ir a aventuras juntos y explorar el bosque cerca de su casa jugmo a su tío.
¡Oh, oh! Si amigo iba a hacer una demostración de su poder, que increíble, no pudo dar pequeños saltitos en su lugar, dejando su calzado marcado en el suelo, como huellas, eran geniales las huellas que se podían dejar en la nieve, cuando jugaban a las escondidas con su familia era la mejor pista para hayar a su padre y tío, siempre ganaba en ese juego, es el mejor. Podría haber gran admiración reflejada en sus cuencas, que fantasía, ese humo tan curiosos tomaba forma delante de su cara, siendo una especie de ser que no logro reconocer de inmediato hasta unos momentos después, era una culebra, ¡Parecía tan real que podría tocarla! De no ser porque sabía que era humo.
-¡Woah! Eres... Muy ¡Increíble! Eres una mascota increíble, ¿Y- y se puede mover? Digo, fuera de tu mano, como en el suelo. -sus orbes tomarían la forma de unas estrellas si esa cualidad fuera suya, lamentablemente no la tenía, solo se mostró la gran emoción que eso le ocasionó junto a una sorpresa inigualable, Issei es increíble, ¿Quien diría que tenía ese poder tan genial? Y con su humo, ya se preguntaba que otro tipo de habilidades tenía ocultas, ¡Quería saberlo todo! La curiosidad le podía demasiados.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top