××Cap XV××
—¿Un infiltrado?— cuestionó el peliverde inquieto, su mirada se mantenía fija en el bicolor, casi sin parpadear, por otro lado al rubio parecía no sorprenderle pues la noche anterior habían escuchado una conversación bastante comprometedora.
El bicolor asintió con seguridad y se dispuso a continuar —Es una sospecha que ya tenía hace tiempo, sin embargo, no tenía pruebas para corroborar mis dudas, aún no tengo la identidad pero es claro que fue enviado por mi padre, me temo que tal vez fui yo quien lo guió hacia ti...— hizo una pausa y de inmediato en su rostro se podía ver reflejado el sentimiento de culpa, el ceño levemente fruncido, su mandíbula tensa, sus manos apretadas en un puño y en su mirada la vergüenza que sentía por el error que había cometido —No sé hasta dónde esté informado este infiltrado, pero sería bueno irnos en estos días de ser posible mañana.—
—¿Mañana? La graduación está cerca...— comentó el ojiverde con preocupación.
—Lo sé, pero es probable que ya estén preparando el ataque o la manera de raptarte, es vital adelantarnos a sus planes, un día puede hacer la diferencia...—
El rubio solo observaba, se había guardado las ganas de gritarle al bicolor y lanzarse sobre él echándole la culpa por traer a los sirvientes de su padre a la academia, como reflejo de su sentir su respiración se había tornado pesada y su semblante había cambiado por completo... —¿Y cuál es el plan? ¿Solo huir? ¿Vivir siendo perseguidos hasta nuestro desceso?— finalmente preguntó.
El bicolor negó y de la bolsa de su pantalón sacó un pequeño mapa del país el cual lo desplegó sobre el escritorio del director haciendo a un lado varias cosas y sobreponiéndolas en las orillas del papel para que no se enrollara, hizo una seña para que el ojiverde y el rubio se acercaran —Es claro que no podemos salir del país, sería estúpido, probablemente tenga vigiladas las fronteras, por lo tanto me tomé el tiempo de investigar pueblos fantasma o ciudades con gran número de población, ambas tienen sus desventajas, pero sería bueno estar en una ciudad por los recursos que hay, en un pueblo fantasma habría que caminar para poder comprar cosas o incluso para trabajar y sería difícil esconderse ya que no habría con que ocultar el olor, por lo que opté por esta opción— su dedo índice señaló un punto en rojo que estaba marcado en el mapa, ambos jóvenes y el director miraron atentos a lo que señalaba —Es una ciudad que está situada entre tres ciudades y un pueblo fantasma a algunos kilómetros de distancia.—
—Me parece buen plan, pero...— al director parecía que algo no terminaba de convencerle, era un plan bastante elaborado pero siempre debía de haber uno de contingencia, no dudaba que el bicolor ya tendría uno —¿De qué van a vivir?— si bien él los podía ayudar económicamente estaba seguro que los tres se negarían.
—En mis investigaciones logré hacer contactos, tengo varias opciones de departamentos en barrios un tanto peligrosos y también varios locales para conseguir un trabajo, poco conocidos, claro— estaba seguro que si todo se hacía tal y como lo tenía planeado todo saldría bien.
—Bien pues es un buen plan, no sé qué opinen los chicos— alzó su mirada y observó a ambos jóvenes, quienes asintieron sin dudar, no es como si tuvieran una mejor propuesta, a penas y se estaban enterando de todo.
—Perfecto... Deku— giró su rostro en dirección al ojiverde, se incorporó y volvió a enrollar el mapa —Tengo entendido que quieres recuperar tus recuerdos, ¿no?— preguntó y el contrario asintió sin dudar —En cuanto regreses a tu forma original todos sentirán tu presencia, los vampiros y los lobos tendrán ese sentir, ¿eres consciente de que eso podría desatar el caos? Si lo haces para evitar problemas tendríamos que irnos mañana, dependiendo la reacción que tengas...—
—Soy consciente de eso, quiero saber quien soy en verdad y estoy seguro de correr el riesgo, si hay que irnos hoy o mañana no tengo problema...— habló sin titubeos pero en su rostro podían notarse pequeños canales de sudor frío que recorrían toda su tersa piel, y en su mirada aunque tratara de ocultarlo se notaba una pizca de duda y miedo.
El bicolor sonrió ladino, el peliverde lucía tan lindo cuando se mostraba serio, se hizo a un lado y señaló el sillón —Entonces, por favor recuéstate, para evitar que te desplomes si te llegas a desmayar— el ojiverde aceptó sin rechistar y se encaminó al sillón, detrás de él iba el rubio con pasos lentos. Luego de que se recostara el bicolor se dirigió a él con una pequeña sonrisa, se hinco para tener buena altura y acarició la mejilla ajena —Cierra tus ojos, así no te será tan incómodo— el contrario asintió, aunque eso tal vez solo aumentaría sus nervios pero no refutó, tomó una bocanada de aire y sus párpados se deslizaron por sobre sus ojos. El bicolor tras asegurarse de que no mirara realizó una herida en su muñeca la sangre de inmediato comenzó a brotar y con su mano contraria abrió ligeramente la boca adversa, posó su mano sobre la boca a algunos centímetros de distancia y pequeñas gotas comenzaron a caer en sus labios y en las comisuras; el peliverde parecía no tolerar la sensación, era como si cera caliente cayera sobre su piel apenas lo que había podido saborear tenía un intenso sabor a hierro de inmediato abrió sus ojos e hizo su rostro a un lado.
—No puedo, perdón...— el rubio llevó su diestra a acariciar la melena de quien se encontraba acostado buscando darle confort, el ojiverde lo miró y solo pudo sonreír con brevedad.
—Te ayudo si quieres...— comentó el bicolor, la mirada del ojiverde ahora pasó a mirar a quien había hablado y con seguridad aceptó su ayuda —Bien, cierra de nuevo tus ojos— el peliverde acató la orden sin saber aún como sería esa supuesta ayuda.
El bicolor de la muñeca que había mordido con anterioridad, realizó la misma acción sin embargo no se separó de inmediato su boca embono con su muñeca y comenzó a succionar, el rubio lo miró con el ceño fruncido, creía saber qué es lo que haría así que sin más se dió la vuelta, cuando el bicolor creyó haber succionado lo suficiente apartó su muñeca y con la mano libre acarició las mejillas del ojiverde, su pulgar masajeo sus labios hasta abrirlos lo suficiente, fue entonces que acercó su rostro y juntó sus labios, el contrario al percatarse del contacto sus ojos se abrieron grandes y de inmediato comenzó a sentir como un líquido recorría su garganta, cómo le quemaba su interior hasta esparcirse en él, aún así tenía lucidez para darse cuenta de lo que estaba pasando, estaba besando a Todoroki, no era la manera en como lo había imaginado pero era mejor a como lo había hecho hacía ya un tiempo, el bicolor se separó con un ligero rubor, era la segunda vez que lograba besarlo, el ojiverde quedó con sus labios ligeramente abiertos, sonrosados y teñidos por una tinta roja, pasó el último trago y tras unos segundos de silencio su cuerpo se comenzó a sacudir...
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Hola criaturitas u.u
Sin anuncios esta vez, sólo deseando que el capítulo haya sido de su agrado c: nos vemos el próximo mes <3
Que tengan lindo día, me despido.
L@s quiero.~
Bye.~
××Sam××
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