—¿Qué eres?— preguntó el peliverde con palpable miedo en su tono de voz, esta temblaba y sus ojos no hacían nada más que derramar lágrimas, su cuerpo estaba totalmente paralizado, el rubio lo tenía completamente arrinconado ¿"Perdoname Deku"? ¿A qué se refería con eso?, el contrario era otro, sus ojos lo miraban como si fuese un trozo de carne, esos ojos, esos ojos ya los había visto antes, tan deseosos de carne —¡A-aléjate...!— lo empujó lo suficiente como para hacerle perder el equilibrio, con torpeza comenzó a correr adentrándose al pequeño bosque, cayendo y tropezando con cada rama o roca que se le cruzaba, hasta que algo lo amortiguó, abrazandolo con fuerza, de inmediato alzó sus ojos temiendo que se tratara del rubio sin embargo no era así, se trataba del bicolor.

—¿Qué sucede? ¿Estas bien?— cuestionó separandolo un poco de él mirando cuán temeroso estaba, el contrario sólo titubeaba, apenas y podía formar palabras entendibles.

—K-kacchan... No... No sé qué es lo que le pasa... Él... Él me atacó... Esos ojos... Esos ojos...— comenzó a hablar entre sollozos, estaba en un estado de shock, el bicolor tenía que calmarlo además de que estaba entrando en una crisis nerviosa, el más bajo no dejaba de llorar y de murmurar cosas al azar, Todoroki ya no sabía que hacer el abrazarlo ya no funcionaba, solo quedaba una opción y sin nada que decir unió sus labios con los adversos, el peliverde se calló sintiendo como los labios adversos se movían con suavidad sobre los suyos, el bicolor lo sostuvo desde atrás de la nuca mientras que su mano libre rodeaba su cintura apegandolo a él.

—Abre tus labios...— susurró apenas separándose, el contrario como si estuviera en una especie de trance solo obedeció, sintiendo como el beso se profundizaba poco a poco, el bicolor podía saborear el dulzor de los sonrosados labios ajenos un sabor al cual podía volverse adicto, le resultaba embriagante y deseaba más de aquel dulzor, se separó y sin autorización alguna comenzó a descender sus besos hasta su cuello donde aquel aroma se centraba aún más; el peliverde sólo como reacción apretó los hombros del contrario con fuerza, cerrando sus ojos y apretando sus labios, el contrario pasó sutilmente su lengua sobre la blanquecina piel, el más bajo soltó un leve jadeo.

—Todoroki... Detente... Por favor...— dijo con voz casi suplicante, no sabía que había sucedido con el rubio, si había ido detrás de él o si sólo se había quedado ahí, no lo sabía, pero de algo estaba seguro... No quería acercarse de nuevo a este, al menos no por ahora.

—Deku... Se mío— esa fue la respuesta que escucho, palabras que hicieron que todo su ser se estremeciera, el temor que sentía solo provocaba aún más al bicolor era como si su miedo le incitara a hacerlo.

Mientras tanto...

—¿Me estás diciendo que Izuku ya sabe sobre eso?— preguntó el director sumamente exaltado mientras tomaba un té que recién se había preparado —¿No te dije que tomaras tus supresores? ¡Te dije que si olías el aroma de algo que te guste provocaría tu transformación!—no podía el evitar alzar la voz estaba tanto sorprendido como preocupado ¿cómo le explicaría al menor sobre lo de Bakugo? Estaba completamente seguro de que Deku se decepcionaria y enojaría por haberle ocultado una información tan importante, algo que había sido factor de sus temores más profundos.

—¿¡Crees que no lo intenté!? ¡Me había mantenido alejado por varios días! Sin embargo hoy él se me acercó para saber lo sucedido y verlo tan frágil despertó mis más bajos instintos... No pude evitarlo y no quise tomar los supresores frente a él eso solo despertaría su curiosidad, pero ahora... Tal parece que lo he perdido por completo— en su tono de voz denotaba la tristeza y cierta pizca de enojo, le había provocado un gran pavor al peliverde sólo por su insolencia, ahora no sabía que pensaría de él, en esos momentos quiso ir detrás de él pero eso solo lo alteraría más, además era bastante probable que se topara con el bicolor, aquel vampiro siempre estaba al pendiente y seguramente se aprovecharía de ello... Sus ojos se abrieron grandes, aquel mitad y mitad trataría de aprovecharse de la situación para obtener lo que tanto desea —Me tengo que ir— anunció presuroso y antes de poder salir el director lo detuvo.

—¿A dónde piensas ir?—

—Iré con Deku... Él debe de estar en peligro...— comentó tratando de salir sin embargo el mayor le estaba bloqueando la puerta.

—No puedes presentarte ante él después de todo, odio decirlo pero ahora mismo tú eres el peligro para él— aquellas palabras hicieron que todo el mundo del rubio se detuviera había ingresado a la realidad de una forma espantosa, el contrario tenía razón ¿y si volvía a perder el control? ¿O si era pura paranoia?; soltó un suspiro y retrocedió unos pasos quedando cerca de un sillón tomando asiento al instante.

—Puede que Todoroki esté con él... Ese maldito vampiro solo quiere su sangre.—

—Todoroki es buena persona, no creo que le haga algo...— mentía, sabía perfectamente las intenciones del bicolor y este tenía sus razones para permitirle estar cerca de él a pesar de todo, siempre le pidió que se mantuviera a raya pero era claro que el bicolor no podría abstenerse por mucho tiempo.

—Tú no has visto cómo lo mira...— dijo con la voz un poco ronca, Todoroki siempre había sido el "estudiante ejemplar" un vampiro pura sangre y de alto linaje, pero el había podido descubrir la ambición que había en el interior de aquella "ejemplar" persona y estaba realmente molesto de que tuviera la confianza del director.

Por otra parte...

—¿De que hablas Todoroki?— comenzó a forcejear con el bicolor ¿ser suyo? Era una tontería, no podía permitir aquello además de que romperían las normas de la institución, sin embargo por más que trató de alejarlo el contrario sólo apretaba aún más su agarre tal parecía que le gustaba que se resistiera pues podía notar una sonrisa ladina ante sus actos desesperados.

—Sólo un poco...— susurró cerca de su oído descendiendo a su cuello para lamer suavemente esta extensión sintiendo bajo su tacto como el peliverde se estremecía y aún forcejeaba cada vez con menos fuerza.

—Todoroki... Por favor... — el bicolor soltó un par de risillas y finalmente se separó, soltando el agarre.

—Sólo bromeaba, no te tranquilizabas y no sabía que más hacer— sonrió y palmeo el hombro del peliverde —Deberías ir con el director para que te de algo— comentó por última vez antes de esfumarse, el peliverde sólo permaneció quieto tratando de asimilar lo que sucedía, mientras que Todoroki tomaba con desespero sus supresores ¿en que estaba pensando? Aún no era el momento, pero ¿entonces cuándo lo era? Cada vez le era más imposible el retenerse.

El peliverde con pasos torpes comenzó a caminar hacia la dirección le pediría alguna especie de calmante al director o algo para dormir, al llegar tocó la puerta escuchando la autorización desde adentro abrió la puerta topandose con el rubio en el sillón, sus ojos nuevamente se llenaron de pavor y comenzó a retroceder chocando con todo lo que había —T-tú... ¿Qué haces aquí...?—

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Hola criaturitas.~

Nada más para decirles que, espero estén disfrutando de la historia, creo a mi perspectiva que la escritura si ha cambiado un poco, no lo sé ustedes, pero mientras les guste yo me doy por bien servida jsjs.

Espero tengan un lindo día y gracias por leer.

L@s quiero mucho.

Bye.~

××Sam××