0 8 ; Final
"Alfas y betas no deben estar juntos"
Se veía en un claro junto a su familia disfrutando de un picnic. Alrededor suyo no había distractores, un prado alejado de la ciudad junto a un pequeño arroyo que conducía a un lago; a lo lejos su modesta casa donde solían pasar las vacaciones junto a sus pequeños hijos una vez hayan hecho las suficientes horas extras. Bajo un viejo roble se había instalado la familia Bakugou a merendar el almuerzo que con tanto esmero Eijiro había preparado por la mañana.
Sus dos hermosos retoños se fueron a jugar después de que su madre les aplicara un poco de bloqueador a ambos, pues éstos tenían piel sensible tal y como su padre. Quedó embelesado con la imagen de su hija mayor Natsuki, la viva imagen de Katsuki, su esposo hacía bromas sobre su extraño parentesco que de no ser por sus dientes creería que el rubio tenía un clon femenino; y su bebé de siete años de nombre Akio no se quedaba atrás, él era su otro orgullo, un pequeño varón pelinegro de ojos rasgados y dientes peculiares como su madre y hermana. Los dos jugando a las atrapadas bajo el radiante sol.
Miró a su lado derecho donde reposaba su esposo, su felicidad, tenía que descansar más de lo normal pues en su vientre cargaba con otro descendiente de los Bakugou, anunciado hace algunos días como hombre. Tenía todo lo que pudo soñar alguna vez, estaba completamente satisfecho de donde había llegado que no pudo evitar soltar una ruidosa carcajada mientras besaba a su adoración.
[...]
Con una sonrisa en labios despertó de su profundo sueño, sentía como si hubiera dormido por años y ahora estaba renovado, listo para enfrentar un día más.
Miró el panorama, toda su habitación estaba hecha un desastre, ropa por doquier, su escritorio estaba desordenado, su cama se hallaba sin almohadas o cobertores y todo su entorno estaba envuelto en sus feromonas que ni él mismo las soportaba; por ello corrió a abrir las ventanas y puerta esperando que se escapara el empalagoso aroma del caramelo quemado, sin embargo al salir de su cuarto notó que todo el apartamento apestaba a sus feromonas.
En todo el tiempo que trató en ocultar su aroma no se dio cuenta que estaba desnudo andando por la pieza espantando el olor.
- Que suerte que Kirishima sea beta y no tenga que lidiar con esto - ahora que lo pensaba, no había visto cómo se encontraba el pelirrojo, por lo que se apresuró a ponerse un bóxer y visitar a su novio en la habitación que le pertenecía, su sorpresa fue que al entrar en su cuarto lo vio desnudo, durmiendo plácidamente boca abajo mientras roncaba
Luego su sorpresa se transformó en terror al ver las sábanas con pequeñas motas de sangre recorriendo el cuerpo de Kirishima y semen aún fresco saliendo de su coño.
- ¿Qué he hecho? - murmuraba aterrorizado ocultando su cara entre sus manos, deseaba morir en ese instante
Había lastimado a su pareja, la única persona que juro proteger con uñas y dientes, que si le llegaba a levantar la mano él mismo se la cortaba. Había cometido el peor delito de todos y eso era algo imperdonable.
Pero lo hecho, hecho estaba y no podría cambiarlo aunque quisiera. Con un profundo pesar en su corazón se aproximó a Kirishima con pasos lentos, no estaba preparado para ver su cara seguramente empapada en lágrimas y sus brillantes ojitos ahora apagados; debió ser duro para él todo lo que experimentó en tan poco tiempo, tuvo que ser más precavido, si hubiera tomado más medidas todo esto no hubiera pasado y ahora Red Riot estuviera recorriendo las calles como cualquier otro día en su labor como pro-hero.
- Tiburoncín - tomo su mano que estaba colgando de la cama, acariciando cuidadosamente su cabello - Despierta por favor - no notó cuando comenzó a temblar en su sitio, sintiéndose la peor escoria del mundo
- Blasty - aquel apodo que le parecía tan idiota, estaba empezando a amarlo - ¿Logré calmar tu celo?
Bakugou solo atinó a apretar más la mano del beta implorando que lo golpeara por lo menos porque si no él se mataría ahí mismo. Recibiendo lo menos que merecía en ese momento, un reconfortante abrazo de Kirishima que logró desmoronarlo por completo.
- Me alegra que hayas vuelto a la normalidad
- Golpéame - sollozo entre los brazos fornidos del pelirrojo - Lo último que merezco es un abrazo
- ¿Qué diablos dices? - lo apretó aún más contra su pecho descubierto sin intención de soltarlo - ¿Me ayudarías a ir al baño? Me duelen un poco las piernas
- ¡Por supuesto! - no estaba en posición de discutir con su pareja, lo mínimo que podía hacer ahora era ayudarlo
[...]
Después de una larga ducha en la que Eijiro intentaba sacar todo el semen de su interior -sorprendiéndose por las grandes descargas de Bakugou-; se reunieron en la sala, Kirishima con una manta cubriéndole y un chocolate caliente en mano, el rubio ya estaba vestido con un short holgado y una camisa de tirantes. Necesitaban hablar de lo ocurrido.
- ¿Qué paso? - la respuesta era clara a su estúpida pregunta, por lo que la formuló mejor - ¿Qué paso en todo el lapso de mi rut?
- Pues primero te pusiste cariñoso, haciéndome mimos y llenándome con tus feromonas, luego te pusiste celoso por Todoroki y fuiste un tanto posesivo
No sabía cómo reaccionaría Bakugou cuando se enterara que usó su voz de comando en él, por como siempre actuaba sobreprotegiéndolo hasta de él mismo, optó por esconderle ese detalle.
- Luego me hiciste un nido - carcajeó al notar el fuerte sonrojo de Katsuki - Empezaba a creer que me querías cortejar
- Si, que locura - no recordaba haber hecho aquello pero seguro sí lo hizo, pues su padre omega siempre le contaba cómo se conocieron él y su madre alfa, siendo ella la que lo cortejaba con flores y regalos, no fue hasta que hizo un nido para su papá que éste aceptó su cortejo
- Entonces comenzó todo - el ambiente se tensó, tanto para el beta como para el alfa se les hacía incómodo hablar del tema, uno no recordaba nada y el otro preferiría no recordar - Primero fueron besos y caricias, luego todo se descontroló y terminamos teniendo sexo en tu cama
- ¿Te lastimé?
- Admito que fue un poco doloroso tener tu pene en mi ano sin preparación pero - dio un pequeño sorbo a su chocolate - No fue tan fuerte como piensas, aunque al momento de anudarme sí que-
- ¡¿Te anudé?! - interrumpió preocupado jalándose los cabellos
- Dos veces - admitió rascando su nuca - Pero si te hace sentir mejor-
- ¡Nada de lo que digas me hará sentir mejor! ¡Yo te lastimé, Eijiro! ¡Todo tu cuerpo está marcado por mí! - se levantó exaltado del sillón, empezando a dar vueltas alrededor de la mesita
- No es para tanto
- ¡¿Qué no es para tanto?! - odiaba que el pelirrojo se tomara todo tan a la ligera, más si se trataba de él - ¡Carajo! - lloró de la impotencia que le causaba el no recordar nada, y estaba seguro que Kirishima le ocultó varias cosas para no hacerlo sentir más mal
- Todo fue consensuado Bakugou, jamás dejaría que alguien me agrediera, aun si fueras tú no dejaría que me toques
- Mierda - el rubio estaba por arrancarse la cara, con qué derecho podía ver a Eijiro a los ojos después de haberle hecho todas esas atrocidades
Un pensamiento fugaz paso por su cabeza entre toda la frustración.
- ¿Llegué a marcarte?
- Oh vamos Blasty, ambos sabemos que es imposible que sea marcado
- Si pero, ¿Lo intenté? - temía la respuesta
- Si - el ambiente se sintió ligeramente más pesado - Lo intentaste, pero activé mi quirk en el último momento, claro que te enojaste por eso y quisiste golpearme pero salí corriendo al baño donde guardé los supresores que me diste - cada palabra le caía como un balde de agua fría, ¿Qué tantas estupideces hizo durante su rut? - Tú me seguiste al baño así que fue más fácil inyectarte el supresor, luego caíste dormido y te lleve a tu cama, fin de la historia
- Lo siento, en verdad lo siento mucho, yo debí tener más cuidado y no tomármelo a la ligera - se arrodilló frente a Kirishima hundiendo la cara en el regazo del mencionado - La verdad es que fue la primera vez que pasé mi rut con alguien y eso no justifica lo que te hice, mucho menos, solo pensé que no sería tan grave
- Está todo bien Blasty, yo te perdono, sé que cuando estás en tu rut eres alguien completamente diferente, tú nunca te atreverías a ponerme un dedo encima - su suave sonrisa se esfumó, convirtiéndose en una mueca - Blasty tenemos que terminar
El rubio se alejó del beta y alzó la vista estupefacto, acaso había oído bien o seguía en trance por el terror recién vivido.
- ¿Qué?
- Estuve pensando un poco - dio un sorbo a su taza - Y me di cuenta que una relación entre alfa dominante y beta es totalmente absurda, ni siquiera estamos destinados a estar juntos
- Si dije algo durante mi celo
- No solo eso, piensa, ¿Crees que tiene sentido esta relación? Soy un beta y tu un alfa que tiene su pareja destinada, yo solo soy un obstáculo para que encuentres tu media naranja
- ¡Eso no es cierto! - le dolía, ardía como los mil infiernos las crueles palabras de Eijiro
- Yo no soy capaz de darte lo que buscas - cada palabra era una cuchilla que se clavaba en su corazón - No puedo enlazarme contigo, no puedo pasar el celo junto a ti y no puedo darte una familia, porque no soy un omega
- ¡Me vale una mierda tu casta! - refutó furioso el alfa
- ¡Eso no decías cuando me pediste ser tu omega! - toco el punto de quiebre, no quería llorar y acobardarse en el último momento, terminar su noviazgo era lo mejor para Bakugou
- Perdóname Eijiro - abrazó fuertemente al pelirrojo que temblaba mordiendo su labio, intentando acallar los sollozos - Fui muy cruel contigo, lo que te hice es imperdonable, lo sé, pero haré lo que sea por obtener tu perdón, sólo no me dejes por favor
- Tú estarás mejor con un lindo omega que conmigo, un feo y bruto beta
- No, eso no es cierto - acarició el flácido pelo de su novio - Yo te amo a ti Kirishima Eijiro, independientemente de tu casta, te amo solo por el hecho de ser tú, siempre te lo digo pero al parecer no te llega la información a tu dura cabezota - golpeó sin fuerza la frente del pelirrojo - Yo amo a mi feo y bruto beta, y nadie lo va a cambiar
- Pero ¿Qué pasa si algún día encuentres a tu destinado? ¿Me vas a olvidar? - balbuceó por la fuerza ejercida en sus cachetes que no lo dejaban hablar bien
- Lo asustaré hasta que se largue, estoy seguro que ningún idiota se atrevería a salir con un alfa salvaje
- Yo soy ese idiota
- Sí pero tú eres un idiota lindo y varonil - soltó una ligera risa antes de besar a Kirishima - Jamás te podría olvidar Eijiro, así que por favor no vuelvas a decir esas cosas porque juro que me muero si no estoy a tu lado
- Lo siento Blasty - se lanzó a los brazos del alfa tirando su chocolate ahora frio - Me ganaron las inseguridades, es que siempre me decías omega y pensé que deseabas que yo fuera un omega
- No te voy a mentir, hay algunas experiencias que me gustarían compartir contigo, pero al final de cuentas nada de eso importa porque vivir contigo ya es una maravillosa experiencia
- Me sonrojas Bakugou
- Te amo, mi beta tonto - juntaron narices con una sonrisa tatuada en su rostro - Ahora, dame un supresor solo por si las dudas
Kirishima fue corriendo al baño con una felicidad desbordante, Bakugou le había dicho claramente que lo amaba sin necesidad de estar en celo. Las inseguridades se habían esfumado y esperaba que esta vez para siempre, nunca tuvo que dudar de los sentimientos de Katsuki, de su alfa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top