0 6 ; Nudo
"Glándula bulbosa que se expande en la base del pene del alfa, que se puede hinchar en periodos de 30 a 45 minutos después de una eyaculación lo que provoca que el alfa y el omega queden 'anudados' durante un tiempo, dado que es difícil sacar el miembro en ese estado hasta que baja la inflamación, y puede resultar doloroso para ambos. No todos los alfas anudan después de una eyaculación".
No pudo evitar soltar un chillido cuando sintió la lengua extrañamente alargada de Bakugou abriéndose paso entre sus entrañas. Ahora se encontraba empotrado sobre la cama del alfa, mientras éste consentía su trasero.
Bakugou había conseguido atraparlo antes de siquiera dar un paso dentro del baño, arrastrándolo a su habitación mientras hacía lo posible por no ser llevado, encajando sus dedos en el piso con su quirk activado llevándose consigo algunas astillas pequeñas; pero al menos se había asegurado de dejar la puerta abierta, ahora si tenía la oportunidad de escapar tenía vía libre al cajón donde guardó recelosamente los supresores que debería haberle suministrado a Katsuki desde el principio.
Cuando sintió el fresco aire de la habitación acariciar su retaguardia supo que Bakugou lo había dejado en paz. Sus deseos de escapar se vieron frustrados por un repentino tirón de sus nalgas; el rubio lo estaba agarrando en una posición que fuera más cómoda para la intromisión de sus dedos, masajeando el ano del pelirrojo con su pulgar.
— Blasty déjame ir — balbuceaba, no sabía si era el cansancio o el placer el que lo hacía hablar de tal forma — Prometo darte un inhibidor1, eso te ayudará más a calmar tu celo que tener sexo conmigo
Pensaba que Bakugou había accedido al momento en que dejo de acariciar su anillo y por ello comenzó a arrastrarse por la extensión de la cama hasta llegar al borde, celebró su victoria antes de ser arrastrado de nuevo hasta chocar con el cuerpo sudoroso de su novio.
Estaba siendo un ingenuo, ahora se daba cuenta; era obvio que Katsuki siendo un alfa dominante en celo el único tema que se le vendría a la cabeza era sexo, y posiblemente procrear y manada pero eso no venía al caso.
Sus vellos se erizaron cuando sintió una presión entre sus nalgas; era el pene del alfa intentando abrirse paso entre el carnoso ano de Eijiro y el terror inundó su cuerpo cuando escuchaba los gemidos ahogados del contrario en cada roce.
— ¡Espera Blasty aún no estoy preparado! — intentó darse la vuelta y apartar al rubio, si no era preparado correctamente antes de la penetración se podía llegar a desgarrar por dentro, algo extremadamente doloroso
Él no era como un omega y su lubricación que hacía el proceso más fácil, Kirishima tenía que ser preparado con antelación antes de que su pareja entrara. Bakugou lo descubrió por las malas en su primera noche juntos; creía que solo tenía que acariciar un poco y luego alinear su falo para penetrar al pelirrojo, tal y como era con cualquier omega o beta mujer. Aquella noche fue todo un desastre, terminando con un Kirishima tendido en la cama sollozando del dolor que había experimentado y un Bakugou profundamente arrepentido de no investigar un poco más sobre el sexo con betas masculinos, acariciando los sedosos cabellos rojizos de su compañero.
Sintió como el aire abandonaba sus pulmones, el rubio estaba entrando lentamente, y no por voluntad propia sino que el interior apretado del beta se lo impedía.
— Relájate bebé — beso hombros y cuello del pelirrojo mientras su pene se perdía poco a poco entre aquellas acolchonadas nalgas que solo poseía Kirishima
Ambos gimieron cuando pelvis y trasero se encontraron, extrañamente el activo no se movió, estaba quieto como si esperara algo. Solo cuando suspiró gustoso y relamió sus labios, empezó con las estocadas; primero fueron lentas y certeras pero fueron aumentando de velocidad y agresividad.
— ¡Blasty! — cada estocada lo hacía desfallecer, la verga de Bakugou era muy grande y su coño muy pequeño — ¡Duele! ¡Por favor para!
Si tan solo fuera un omega, entraría en celo instantáneo y ya no le dolería tanto, podría pasar el celo de su alfa cómodamente. Ahora se daba cuenta de las desventajas de salir con un alfa siendo él un beta; antes había ignorado todas las advertencias que le daban tanto de sus amigos como de sus madres, estaba cegado por el amor. Pero ahora estaba dudando si salir con Bakugou fue buena idea, no podía enlazarse con él, no era capaz de soportar su rut, no le podía dar una familia.
Las inseguridades de preparatoria volvían a surgir; quería pensar en positivo, que Bakugou lo quería a él por solo el hecho de ser Kirishima Eijiro sin importar su casta, tal y como siempre le repetía el rubio. Sin embargo ahora estaba experimentando la verdadera naturaleza de un alfa y era abrumadora.
— Lo siento — las estocadas pararon y solo ahí se dio cuenta que estaba temblando cual cachorro, lágrimas gruesas le tapaban la vista y sus ojos le picaban un poco — Esa es una posición incómoda — lo volteó suavemente sin llegar a apretar mucho los brazos de Kirishima quedando cara a cara, Bakugou sonrió enternecido ante la persona que tenía debajo, sin duda salir con aquel pelirrojo fue la mejor decisión de su vida, era justamente lo que había soñado de pequeño
Siempre, en cualquier oportunidad que se le permitía, había pedido un compañero especial que lo acompañara por el resto de su vida; alguien capaz de seguirle el paso, que estuviera dispuesto a acompañarlo en sus locuras, un fiel confidente y sobre todo que le soportara. Porque Katsuki era consciente de su mal temperamento y lo trabajaba, pues su madre siempre repetía que nadie querría ser su pareja si se la pasaba gritando y haciendo berrinches. Cartas a Santa, deseos de cumpleaños, estrellas fugaces, siempre era lo mismo: "Por favor dame un compañero indestructible", porque Bakugou no quería hacer equipo con alguien débil, él quería lo mejor de lo mejor; aun cuando su examen reveló que era un alfa dominante sus deseos no cambiaron, no le importaba el género ni la casta, él solo quería a alguien con quien compartir sus futuras experiencias.
Y al ver aquellos ojos rubíes supo que obtuvo lo que con tanto esmero había esperado.
Con aquellos pensamientos inició otra ronda de estocadas, esta vez daban en el punto dulce de Kirishima quien no podía contener sus gemidos mientras se retorcía en el colchón.
— Por favor Blasty, déjame ir — sollozaba el pelirrojo rebotando contra la pelvis del alfa, claro que era placentero, pero el grueso pene de Bakugou estaba rompiendo sus paredes — Prometo hacerte sentir mejor, mejor que esto
— Pero si me siento mejor dentro de ti
El rubio repartía pequeñas mordidas superficiales en el cuello del pasivo y una que otra en sus glúteos; quería marcar de por vida a aquel beta y reclamarlo como suyo. Sí, eso sonaba bien, compartir un lazo con la persona que más amaba en el mundo lo excitaba tanto.
Al punto de hinchar su pene a tales extremos de mantener unidos ambos cuerpos. Algo placentero para el alfa pero tortuoso para el beta; sentía como si su cuerpo fuera destrozado desde el interior. Definitivamente un Bakugou loco por sexo ya no sonaba divertido.
— ¿Me anudaste? — las lágrimas no paraban de caer, estaba perplejo, sabía que los alfas hacían eso solo cuando estaban en una excitación profunda
— Te lo ruego, cría a nuestros cachorros — esa fue la gota que colmó el vaso, Kirishima quería morir en ese momento, no podía conceder los profundos deseos de su novio y eso era más doloroso que el nudo que ahora los mantenía juntos
[1]: Sinónimo de supresor.
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