Jump to Emptiness
.
.
La noche cae para los agotados integrantes de la banda y en el pride la fiesta parece no querer detenerse.
Las luces disco se mueven centelleantes sobre las diversas pistas bailables, mientras la gente entre risas celebra el amor...
Sin prejuicios de por medio.
— De haber sabido que los gays tenían estas fiestas... me habría cambiado de equipo hace rato — declara un cansado Eijirō mirando a su novio casi muerto, quien finalmente había dejado de vomitar y ahora tomaba agua como un elefante —. No más tequila para ti. — sentencia, anotándolo mentalmente como destilado de peligrosidad.
— No... no más alcohol... ¿Qué pasó?... apenas me acuerdo. — contesta cubierto de guirnaldas de todos los colores, recibiendo la servilleta que Kirishima le ofrece para limpiarse el húmedo mentón.
— Te perdiste tremendo espectáculo.— contesta mirando de reojo a Shōto e Iida, los cuales estaban sobre el césped de espaldas, mirando las estrellas como un par de nerds.
«Qué pareja más extraña.», piensa.
— ¿De qué me perdí? — interroga Denki, acomodándose la pañoleta en el cuello.
— Mañana lo verás seguro en televisión. Hasta yo tuve que apartarme — se sonroja al recordar el cómo por segunda vez tuvo que ver a su amigo en una escena "íntima" —. Fue... — no tiene palabras para describir lo que acaba de presenciar.
«¿Era necesario que le metiera la lengua?»
Se pregunta, tratando de olvidar su recuerdo en primer plano de ese tremendo atracón, junto con el otro todavía peor que aún seguía rondando en su memoria.
— Ha sido un largo día, ¡ya queda sólo tocar! — cambia de tema por su salud mental y Denki por suerte le sigue.
— Es verdad... joder, tocaremos en el gay pride. Qué loco, ¿no? — comenta intentando procesar lo que ello significa y el vuelco que daría a su carrera.
A la de todos.
— Después de toda esta fiesta... ya se me quitó hasta la vergüenza — asegura entre risas — Mírame, ¡soy un símbolo de la diversidad masculina! — comenta lo último haciendo una pose que a Denki le causa mucha gracia.
—Te diré que sí, sólo porque te ves muy chistoso. — responde resistiéndose una carcajada.
— ¡Esta es la pose que usan los hombres de verdad! ¡Masculinidad pura! — declara, volviendo a mostrar los músculos cómo si acabara de hacer pesas.
— Sí, de eso no tengo dudas... — murmura Denki por lo bajo.
—Kiri, ya casi es nuestro turno. Hay que despertarlos... — agrega viendo a la banda actual ir cerrando su acto.
—Déjalos unos minutos más... — contesta el pelirrojo, sonriendo con complicidad hacia la pareja que sigue reposando. En especial Katsuki, quien parecía tan cómodo que llamarle era un acto de crueldad.
Ahora mismo, recostado en el pasto junto con la antiguamente llamada Izuka, Eijirō le desconoce. Está plácidamente tomando una siesta en sus piernas, repleto de guirnaldas multicolor hasta en los brazos.
Un par de minutos más de privacidad luego de ser acosados por el público post su escandaloso beso, no les harían nada mal.
Izuku, a pesar de lo tímido que era, resultó ser encantador para los medios quienes no pararon de sacarle fotografías, logrando que Katsuki en su ebriedad iniciara un ataque de celos indigno de mirar.
El pobre Dimitri se había llevado dos buenos puñetazos sin explicación.
Al preguntarle a Bakugō luego por aquello sólo contestó: "Se los merecía".
Kirishima no sabe en qué momento ese pobre argentino le hizo enfadar tanto, pero vaya que logró sacarle de sus casillas.
— Quizás deba ir a un psicólogo... — murmura preocupado por el estado mental de su amigo.
Y por Izuku, que parecía dispuesto a tolerar su mal genio.
Incluso, ahora que lo veía, Katsuki parecía distinto. Un poco más demostrativo.
Tal vez...
Simplemente eran así.
Un loco y su cable a tierra.
— ¿Qué dijiste?— pregunta Denki y Eijirō recién nota que pensó en voz alta.
—No es nada. Iré a despertarlos.— contesta levantándose del césped, limpiándose el polvo y pasto de la ropa.
—Está bien... ¡Espera! — le detiene, jalándole de la camisa.
—¿Qué pasa? — consulta deteniendo su marcha y preocupándose.
Denki parecía nervioso, cosa poco habitual pues siempre parecía hacer el tonto.
—Cuando termine todo esto... No más besos en los camerinos. — pide, ya que eso es lo que tenían hasta el momento. Contacto físico a escondidas en el set y en su casa. Nada más.
— Mejor pídeme besos en todas partes, no excluyas los camerinos que también me gustan — contesta mostrando sus afilados dientes y robándole al tecladista un sonrojo—. Ya no hay nada que esconder... Los chicos ya lo saben y son los únicos que me importan.
— Es verdad... — susurra sonriendo de vuelta.
Las cosas irían bien para ellos.
Ambos se encargarían de eso.
.
.
— ¡Chicos, ya es hora! — anuncia Esteban mirando de reojo a Katsuki, quien todavía yacía inconsciente — Bakugō... planeta tierra llamando... — le habla, terminando por tirarle agua desde su botella, la que cae en toda su cara.
— ¡¿Qué mierda pasa?! — pregunta despertándose de golpe y limpiándose el rostro.
— Lamento interrumpir su cómoda siesta, pero ya va a ser su turno.
— Joder... — es toda la respuesta del rubio, e Izuku no pasa por alto su expresión. Parece tenso.
— Kacchan, no estés nervioso... Ya pasó lo peor... — Le anima al ver su gesto contrariado, y cómo no si luego del desfile apenas bajaron del carro, fueron acosados a preguntas.
¿Es tu primera pareja masculina?
¿Estás experimentando?
¿Van a dar algún anuncio oficial?
...
Katsuki, indignado, se negó a responder y se retiraron al sector privado donde podían descansar.
Allí agonizaron por horas al aire libre, admirando los festejos.
— No estoy nervioso, tú deberías estarlo. — contesta finalmente el cantante, clavando sus rubíes en las confundidas esmeraldas del menor.
— ¿Por qué dices eso? — pregunta Izuku, cada vez entendiendo menos.
No obtiene respuesta...
Y el show debe comenzar.
.
.
_____________
Hay momentos en la vida donde te ves acorralado.
Estás ahí, parado frente al vacío de profundidad desconocida... y la única opción es saltar.
Aquel era uno de esos.
De los que mientras más lo piensas, más difícil se vuelve.
Katsuki lo sabe, así que armándose de valor se deja caer. Decide hacerlo sin pensar, consciente de su objetivo final:
Hacerle feliz.
Porque de quien se enamoró, no quiere algo así... En las sombras.
Quiere alguien que le pueda abrazar en la calle y besarle en cualquier lugar.
Izuku es alguien de por sí radiante y Katsuki no desea volver a apagar su luz.
Quiere todo lo contrario; añora en secreto que su sonrisa brille cada día más.
Que se ilumine para él,
por siempre.
Y para eso,
había que hacer sacrificios.
...
— Hola. — saluda desde el escenario, consciente de que hay millones de personas desde sus casas mirando.
Traga saliva y sujeta el micrófono con fuerza finalmente para dar...
.
Su gran salto al vacío,
y sin paracaídas.
.
—Querer es difícil, pero amar es mucho peor. No lo enseñan y en personas como yo cuesta mucho reconocerlo... — inicia haciendo una breve pausa, para recordar lo que practicó tantas veces frente al espejo. Una y otra vez, convenciéndose de que hacerlo era lo mejor —. Esta canción es para todo el que haya sido un idiota confundido como yo. Es el mejor intento de romance que verán de mi parte. — con lo último el público ríe y el vocalista se relaja un poco. Las manos le sudan de la locura que está a punto de hacer.
Lo pensó desde que decidió volver por él y cada segundo la idea parecía más descabellada.
— Y va personalmente para el idiota de ahí atrás. El que tiene cabeza de arbusto. — continúa, luego apuntándole y haciendo que todos inconscientemente miren hacia quien, cuando las cámaras le enfocan, esconde el rostro enrojecido a más no poder de la gran pantalla, tapándolo con sus manos.
— Estoy saliendo con él, es mi novio. — confiesa y se escuchan varios gritos y silbidos de fondo que le hacen inevitablemente sonrojar — ¡Así que si alguien me vuelve a preguntar por ello, le parto la cabeza de un guitarrazo! — amenaza y todos se ríen.
Las cámaras enfocan a Izuku y este quiere gritar, decir algo en respuesta, lo que sea...
No puede. Ha entrado en un ataque de vergüenza y pánico tan grande que su tieso cuerpo apenas logra asentir levemente, gesto que es suficiente para que Katsuki comience su show.
Y entre todas las exclamaciones y risas del público, inician.
Katsuki canta a todo pulmón y sus ojos siguen posados en la figura del menor en todo momento. Este permanece estático, pasmado ante aquella fantasía que supera toda imaginación.
Ve cómo los dedos de Kacchan bailan sobre la guitarra, luego notando el cómo la gente hace espacio para que se pueda acercar al escenario donde está.
Cuando logra dar un paso, su corazón late tan deprisa que apenas se nota avanzar... o cuando las lágrimas bañan su pecoso rostro.
La gente grita a su lado dándole ánimos, pero Izuku no les presta atención. Sus voces eufóricas son tan solo un eco lejano, puesto que está extasiado deleitándose con la que desde hoy sería su canción favorita.
Y duda que algún día logre cambiarla, ya que si bien, para todos podía ser una simple y pegajosa tonada, para él representaba una disculpa y una promesa.
.
De no esconderse más.
De tener algo real.
.
Si alguna vez dudó de su determinación, se disculpa enormemente.
Su petición en el hospital escrita en un papel de cuaderno no bromeaba en absoluto. En serio lo estaba intentando, y más que eso...
Lo estaba logrando.
«Podemos hacerlo» se repite Izuku, afrontando el futuro con optimismo y luego sin poder evitar recordar con nostalgia por todo lo que han pasado para llegar hasta acá.
Ha sido una larga lucha,
pero valió la pena cada angustia.
Cada pelea,
cada lágrima derramada realmente lo valía.
Si le preguntaran si cambiaría algo diría que no. No quiere modificar este final donde toda su paciencia y confianza ha sido más que recompensada.
Llegan al coro final y Shōto, impactado por la soltura con la que el vocalista continúa cantando entre los gritos eufóricos de la gente, más todavía luego de una declaración de tal calibre, termina por aceptarlo.
Katsuki, su impulsivo y egocéntrico líder de banda ha perdido la bendita cabeza por amor, y todos se lo celebran.
Y cómo no, si ambos no podían verse mejor. Ni novia a puertas de matrimonio sonreiría tanto como Izuku en esos momentos, cuando terminado el concierto camina firmemente sujeto de la mano por la estrella del momento.
Avanzan sin pudor y hasta se dejan fotografiar. No les importa. Están disfrutando de su propia felicidad.
Los organizadores están tan felices, que invitaron a todos los integrantes a
quedarse otro día más y disfrutar
de las instalaciones con todos los gastos pagados.
Cosa que tristemente, deben declinar.
Quieren volver a casa
y a su tranquilidad.
.
.
.
_____________
—¿Te vas a mudar?— pregunta el pecoso, husmeando lo que tanto indaga su pareja en el computador.
Están en el hotel finalmente descansando, recostados con los ojos cerrándoseles del agotamiento.
— Sí, pero este no sirve... — explica molesto. El lugar parecía perfecto hasta que leyó lo último.
— Quizás si hablo con el dueño haga una excepción... — medita, pensando si era mejor usar dinero o agresión — ¿Se puede sobornar al dueño de un edificio?
—¿De qué hablas? — Izuku no entiende nada.
— No admiten mascotas... — explica e Izuku llega a despertarse de su adormilado estado, luego de captar lo que este dio a entender.
— ¿Qué dijsite?
— Viviremos juntos, ¿no? Tú, yo y esa cosa.— pregunta quitando la vista del laptop y dejando sobre el velador sus lentes ópticos para leer.
Mañana buscaría otro sitio, uno con piscina para lanzar al perro y ver si aprendía a nadar por su vida.
—Sí, me gustaría mucho... — contesta intentando controlarse. Aún le ardían los ojos por estar reproduciendo desde su teléfono la canción que este le dedicó una y otra vez —¿Iremos mientras a Okinawa?— pregunta sobándose un poco los ojos, cansados y secos de tanto llorar.
—Sí, eso pensaba... No quiero volver a mi departamento. Ya no lo siento como mi hogar.
— Entiendo eso... — contesta Izuku, sonriendo antes de agregar con entusiasmo — ¿Sabes cuál es mi verdadera casa?
— No. — responde alzando sus rubias cejas con intriga.
— Tú... — susurra, luego sonriendo dulcemente de esa forma que al vocalista enloquece, con sus pequeños hoyuelos y ojos brillantes.
— Ya durmamos. — gruñe, dejando el laptop a un lado y acomodándose en la gran cama para que no le vean.
Otra vez se sonrojó.
«Malditas mejillas, maldita sea tu cara.»
Se irrita por su cuenta, refunfuñando desde su sitio.
La cursilería no era lo suyo, pero si seguían así estaba seguro de que iba a terminar soltando un montón de babosadas de lo peor. Todavía no podía creer que se había atrevido a confesar su noviazgo en medio de la maldita retransmisión internacional.
Era alguien de pensamientos extremos,
y si iba a hacer algo lo haría a lo grande.
«Donde sea que estés, será un buen hogar», con aquel pensamiento Izuku se relaja comenzando dormirse. Está agotado luego de tantas entrevistas y sus ojos se cierran mientras susurra:
— Te amo, Kacchan. Muchas gracias por todo... — agradece acomodándose para finalmente dejarse llevar por los brazos de morfeo.
...
—Yo también te amo — se escucha e Izuku abre los ojos pensando en que lo soñó —Te amo mucho — repite Katsuki, luego girándose hacia él para que le vea bien antes de agregar:
— ¿Ves la mierda que me haces decir? — Su rostro sigue rojo y el pecoso comienza a sentir cómo le arden los ojos — No te vayas otra vez, que ya me estoy portando bien.
— Claro que no lo haré ... — susurra cerca de su rostro, abrazándole con ternura por sobre los hombros mientras se resiste a volver a llorar — Estaremos juntos siempre que tú quieras...
— Voy a cobrarte eso y soy malo cambiando de opinión. — asegura sujetándole de su pecoso rostro, limpiándole las gotas saladas que caen por su cara.
— Lo sé... — responde riendo y rodando los ojos, conocedor de primera fuente de su terquedad.
— Así que prepárate... — amenaza acercándose para besarle. Esta vez no le muerde, pero si le recorre con su lengua luego bajando por el cuello — Es sin reembolsos. No vas a poder deshacerte de mi... — murmura entre besos que se van tornando cada vez más intensos.
— Sin reembolsos... — repite el menor con el corazón martillando con fuerza contra su pecho, aferrándose a su espalda cuando este le muerde bajo el mentón con suavidad.
.
Una amenaza que se cumple a cabalidad, pues el tiempo pasa y siguen tal cual el día que se conocieron.
Perdidos el uno por el otro,
en un pacto sin escapatorias ni
final.
•
.
________
Fin.
+ Créditos y notas finales:
Agradecimientos especiales mi iuli05 quien no fue solo una beta, también en el transcurso de esta historia que lleva más de un año, se volvió mi amiga y confidente.
Muchas gracias por existir, te amo.
También a BreakMinds a quien conocí por este medio y terminé adorando tanto que hasta le fui a visitar.
Y un ENORME GRACIAS a todos los que me leen y me dijeron que podía dar más.
A los que me tuvieron paciencia y entregaron su amor sin condiciones.
Les tengo en mi corazón a todos,
Nos leemos en otros proyectos.
❤️
✨ Playlist completa del fic en mi tablero de mensajes ✨
Ya que estoy muy emocionada, propondré una dinámica:
-> Comenta aquí tu escena favorita. ✨
Saludos!
.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top