29

— Entonces, en dado caso de que el padre del niño muera, ¿me quedaría con la custodia total de ese niño?

Taehyung sostuvo el teléfono con fuerza.

— Así es señor Kim. —Respondió el abogado.

— ¿Al igual que con lo perteneciente al niño? ¿Eso significa que me pertenecería empresas Park?

— Está en lo correcto, señor Kim, usted estaría a cargo de empresas Kim hasta que el niño cumpla la mayoría de edad y pueda decidir sobre su futuro.

— Gracias por aclarar mis dudas, señor abogado, tengo que colgar. —Dijo antes de colgar el teléfono sin esperar respuesta— Vamos por buen camino, por el camino del éxito. —Se dijo.

Los rayos del sol veraniego atravesaban la ventana de la habitación de hospital de Jimin, era una hermosa mañana, un hermoso 28 de julio, Jimin se encontraba cómodamente acurrucado entre los brazos de Yoongi, ambos se encontraban en serenidad sobre la pequeña cama, sus respiraciones era rítmicas, sus latidos estaban coordinados, Jimin se sentía feliz de estar nuevamente entre los brazos de su amado novio.

— El día de nuestra boda te verás precioso. —Dijo soñador.

— ¿Boda? —Preguntó Jimin

— Quiero pasar una eternidad contigo, cariño, no estoy dispuesto a volver a ser un idiota y tratarte mal, cuando salgas de aquí te llevaré a la playa y con una apuesta de sol te pediré matrimonio, como en las películas.

— Me haré el sorprendido cuando eso pase, amo las sorpresas, solo espero que nuestro amor dure esa eternidad.

— Claro que lo hará, somos una historia de amor única, hablando de sorpresas cuando puedas ir a casa vas a ver la hermosa sorpresa que les tengo. —Murmuró Yoongi

— ¿Puedo saber de qué se trata? —Habló Jimin con una sonrisa.

— Es un secreto. —Yoongi enterró la nariz en el cuello de Jimin abrazándolo más— Pero quizás te pueda contar un poco, tu habitación ya no existe, aunque prácticamente no dormías ahí, pero ahora se convirtió en la habitación de Muffin, tendrás que dormir conmigo.

— ¿Qué mal he hecho para dormir con Min Yoongi? Por dios, que horrible castigo. —Bromeó Jimin.

— Dormir conmigo es un premio, sé que amas que mis brazos rodeen tu cintura cada noche, ¿no extrañas dormir a mi lado?

— Nope, me agrada no oír tus ronquidos toda la noche.  —Jimin rio ante boca semiabierta del pelinegro— Claro que lo extraño Yoongi, el tiempo encerrado aquí pasa muy lento. Así que... ¿Muffin ya tiene su propia habitación? Supongo que eso hiciste el día que olvidaste visitarme.

Yoongi asintió sin despegar su rostro del cuello de Jimin, provocándole cosquillas al rubio.

— No puedo esperar más, las noches son solitarias sin ti, la casa está en soledad, regresa a casa.  —Pidió.

— Yoon, vives prácticamente en el hospital, ni siquiera duermes en casa, duermes en esa apestosa silla que solo lastima tu espalda.

— No es mi culpa que no pueda vivir sin ti, además, Jin me regaña cada vez que nos ve acurrucados. —Yoongi hizo un puchero— Mi espalda puede estar muriendo y puede que odie la comida del hospital, pero ver tu sonrisa todos los días lo vale todo.

La puerta fue abierta por Seokjin y un enfermero con una silla de ruedas, lo que hizo que Yoongi se levantara rápido, aunque al final fue inevitable ser atrapado.

— Min Yoongi, ¿cuántas veces te he dicho que las camas solo son para pacientes? —Le reprendió Seokjin.

— Le estaba ayudando a Jimin a acomodar sus almohadas. —Yoongi acomodaba las almohadas de Jimin con cuidado.

— No mientas, te vi acostado, estabas sobre Jimin, pudiste lastimarlo, estás camas no son suficientemente grandes para dos personas Min.

— Muffin y Jimin están perfectamente bien, solo les di un pequeñísimo abrazo, un abrazo de oso. —Explicó Yoongi— ¿Sabes que la comunicación entre padre y bebé es importante? Lo leí el otro día.

Seokjin se masajeó el puente de su nariz negando.

— Es imposible discutir con alguien enamorado. —Dijo antes de mirar a Jimin— Mes nueve, que rápido vuela el tiempo, ese panquecito no tarda en salir del horno.

— Muffin. —Le corrigió Yoongi.

— Como cada mes, vine para hacerte un ultrasonido, hoy confirmaré mi teoría, no te preocupes, el bebé está bien. —Dijo al ver el ceño fruncido de Jimin— Es solo que hace algunas revisiones atrás, note algo diferente y espero poder hoy decirte de que se trata. —Seokjin se acercó para ayudarle a levantar— Te ayudo, sé que tu vientre debe de pesar mucho, ya estamos en la recta final Jimin, no te preocupes.

Jimin se levantó con cuidado con ayuda de Yoongi y Seokjin, ambos chicos lo habían estado cuidando y mimando durante su estancia en el hospital.
Al estar completamente de pie sin querer rozó el vientre de Seokjin notando una pequeña hinchazón.

— ¡Oh por dios Jin! ¿Tú estás... —Preguntó Jimin con asombro.

— Felicidades, Jin, no sabía de tu embarazo. —Habló Yoongi.

Seokjin se sonrojó, riendo con nerviosismo.

— Nadie lo sabía. —Se llevó la mano derecha a su vientre por instinto— Era un pequeño secreto, Namjoon y yo queríamos que pasara el primer trimestre, no queríamos ilusionarnos, temíamos perderlo, como había pasado antes, así que preferimos no hacernos ilusiones y contarlo después, si todo iba bien.

— ¿Cuánto tienes? ¿Puedo? —Preguntó antes de posicionar su mano sobre el vientre de Seokjin.

Seokjin asintió con una media sonrisa en el rostro.

— Hace no mucho cumplí los 4 meses, quizás este pequeño vino para quedarse, aún tememos que pase lo peor.

— Estoy muy feliz por ti Seokjin, sabía cuánto ustedes querían ser padres y ahora su sueño se está cumpliendo, ya quiero verte como padre, me encargaré de malcriarlo. —Dijo Yoongi gustoso por la noticia— Seré quien le dé dulces a media noche, seré su tío favorito.

— Supongo que te pagaré con la misma moneda y ninguno de los cuatro dormirá. —Rio Seokjin— Solo espero que el resto del embarazo vaya bien.

— Así será, todo saldrá bien Jin. —Afirmó Jimin.

El rubio apenas había dado unos cuantos pasos cuando sintió líquido recorrer sus piernas.

— Yo no sabía que quería orinar. —Dijo Jimin sonrojado por tu pequeño accidente— Yo... lo siento, esto es muy vergonzoso.

— Eso no es orina, Jimin, tu fuente se rompió. —Exclamó Seokjin— ¡El bebé ya viene!

— ¿Cómo que ya viene? ¡No estoy preparado para esto! —Exclamó Yoongi preocupado— ¿Qué pasa si no le caigo bien al bebé?

Seokjin volteo a mirar a Yoongi con cara de incredulidad.

— De todas las cosas que pueden pasar, ¿esa es la que más te preocupa?

— Hay prioridades —Declaró Yoongi— Además, mis bebés están en manos de un excelente médico, sé que no hay peligro.

Jimin dobló su cuerpo debido a un pequeño dolor punzante en su vientre.

— Tranquilo, eso fue una contracción, se volverán más frecuentes con el tiempo, tienes que soportarlas. —Seokjin le ayudo a sentarse en la silla de ruedas— Te tengo que hacer algunos estudios antes de preparar todo para la cirugía.

— ¿Cirugía? —Preguntó Jimin.

— Sí, me gustaría decir que puede salir por donde entro, pero no funciona así, esa niña nacerá por cesárea.

— ¿Niña? —Esta vez fue Yoongi quien cuestionó.

— Desde hace algunos meses tengo una ligera sospecha de que me equivoque en el sexo del bebé, estos errores son más comunes de lo que creen, no pude confirmar esto después debido a que la pose del bebé durante los ultrasonidos no me lo permitía, pero parece ser que hoy lo vamos a confirmar.

A Min Yoongi le sudaban las palmas de las manos, no era él quien daría a luz, sin embargo, sentía que en cualquier momento se desmayaría, un pequeño ser llegaría a su mundo, un ser al que se encargaría de darle amor y mimarle.
El pelinegro no se despegaba de Jimin, se mantenía a su lado fuera a donde fuera, aunque el menor parecía querer asesinarlo mientras más pasaba el tiempo.

— ¡Duele demasiado! —Se quejó el rubio.

— Tranquilo, pronto pasará, todo ira bien, solo respira y–

— Claro, como a ti no te duele crees que tienes derecho a opinar, no sabes cuanto sufro, ¡deberías sentir mi dolor Min Yoongi!

— Tienes razón cariño, yo soy quien debería estar retorciéndose en esa camilla, pero mira el lado bueno, en unas horas conoceremos a Muffin y todo ese dolor habrá válido la pena. —Limpió con un paño de tela el sudor de la frente del menor.

— Duele mucho. —Reprochó.

— Lo sé, cariño, sé que eres muy fuerte, tú puedes aguantar un poco más, te amo tanto, estás haciendo un excelente trabajo. —Besó su mejilla haciendo a Jimin sonreír.

— Ustedes son tan lindos. —Exclamó Seokjin al entrar al Hospital— Vine a prepararte para entrar a quirófano y también para ponerte la epidural.

— Ponme esa cosa y haz que mi dolor termine. —Pidió Jimin mientras cerraba los ojos debido a las constantes contracciones.

— Y tú, Min Yoongi, ve a prepararte para entrar, ya sabes donde encontrar todo, no necesitas de mi ayuda.

— ¿Entrar?

— Entrar a quirófano. ¿No quieres estar presente en el nacimiento de tu hijo o hija?

— P-P-Por supuesto que sí. —Dijo con una sonrisa nerviosa en el rostro.

— Ve y no te tardes, si no entraremos sin ti.

Yoongi le dio una última mirada a Jimin transmitiéndole amor y apoyo, sin palabras ambos se comprendían, el pelinegro salió de la habitación con destino a prepararse para entrar a quirófano, se sentía alegre, su emoción y felicidad no cabía en su cuerpo, era un momento que no podía describir con palabras, Yoongi caminaba e intentaba bailar a la vez durante su camino, logrando chocar con alguien familiar.

— Min Yoongi bailando, eso sí que es novedad. —Habló el castaño.

— Estoy feliz, ¿en este hospital no se puede bailar de felicidad?

— Nunca dije eso, es solo curioso verte desbordar felicidad. —Jungkook metió las manos a los bolsillos de su bata— ¿Puedo saber a que se debe tu felicidad?

— No. —Dijo directo el pelinegro.

— Yoongi, sé que tuvimos diferencias, pero eso no impide que quiera saber la razón de la felicidad de tu felicidad, fuiste mi mejor amigo por años. —Jungkook le miró a los ojos y suspiró— Quizás sea tarde, pero te pido perdón por todo el daño que cause alguna vez, sé que eres feliz con Jimin y estoy feliz por ello, el amor tocó la puerta de ambos cuando menos lo esperábamos, espero que la felicidad de ambos continúe por muchos años, además quiero recuperar nuestra amistad, me mudaré fuera del país y no me gustaría que todo quedara así.

— ¿Te vas? Vas a cumplir tu sueño de vivir fuera de Busan, eso es excelente, entonces supongo que debes saberlo, los amigos no tienen secretos, el bebé ya viene. —Soltó Yoongi sonriendo— Seré padre pronto.

Jungkook sonrió con sinceridad abrazando al pelinegro, su sonrisa se desvaneció segundos más tarde cuando recordó su realidad.

— Eso es maravilloso, hermano, muchas felicidades. —Jungkook le dio suaves palmadas en el hombro felicitándolo— Espero pronto conocer a tu pequeño.

— Fue un gusto hablar Jungkook, pero necesito irme, tú sabes, prepararme para el gran momento. —Habló sonriente.

Jungkook no contestó nada, simplemente asintió dejándole continuar con su camino.
Yoongi corrió a la sala de preparación a un lado del quirófano, sus manos le temblaban mientras enfermeros le ayudaban a prepararse, sentía que no saldría de aquel quirófano de pie, sabía que ese día llegaría en algún momento en su vida, pero no esperaba que fuera tan pronto, deseaba ser padre, pero temía tanto no hacer bien su trabajo.
Cuando Yoongi entro al quirófano con la frente sudorosa y sosteniendo con fuerza su teléfono entre las manos pudo ver a Jimin ya ahí, preparado para el momento, él se veía tan tranquilo, tan angelical.

— Dale el teléfono a Karina. —Habló Seokjin rompiendo el aura de tranquilidad de Yoongi— Si quieres un video de recuerdo bonito es mejor que ella grabe.

— Estaré bien Seokjin, soy cardiólogo, estoy acostumbrado a la sangre, soy todo un profesional.

— Cuando los padres entran al quirófano siempre pasa algo, confía en mí y dáselo.

Yoongi no renegó y le extendió su teléfono a la chica con ropa quirúrgica azul.

— ¿Cómo estás, cariño? —Se agachó a la altura de Jimin.

El rubio se encontraba acostado sobre la camilla con un pequeño tubo puesto en la nariz por el que se le administraba oxígeno con anestesia.

— Estoy bien, bastante bien, ¿ya te dije que te ves muy bonito hoy? Bonito, bonito. —Repitió la palabra viendo a Yoongi con ojos de enamorado.

— Supongo que la anestesia está haciendo su trabajo.

— No, no es la anestesia, estoy tan agradecido de compartir mi vida con alguien tan guapo y con un corazón tan bueno, gracias por llegar a mi vida, Min Yoongi.

— Siento interrumpir, pero aviso que comenzaremos con la cirugía. —Avisó Seokjin.

— Yoongi... ¿Para que es está tela que tapa la mitad de mi cuerpo? No puedo ver nada, no podré ver cuando saquen a Muffin.

— No querrás ver la carnicería que hay detrás de esa tela, créeme es mucho mejor así. —Murmuró Yoongi— ¿Sabes que te amo?

— Lo repites cada día, ¿cómo no saberlo amor mío?

El tiempo se perdió en sus miradas y antes de que se dieran cuenta aquel hermoso sonido que tanto añoraban escuchar llegó a sus oídos, el llanto de un bebé inundó el quirófano.

— Felicidades, es una hermosa niña. —Anunció Seokjin.

— Una niña, una hermosa niña. —Exclamó Yoongi— Mi niña.

Los ojos de Yoongi brillaban como estrellas, veía como limpiaban y revisaban a la bebé, estaba lleno de ilusión, sus ojos estaban enfocados en la hermosa bebé.

— Vamos, es hora de que veas a papá. —Dijo la enfermera acercando a la bebé con Jimin.

— Dios, eres tan linda y pequeña, bienvenida al mundo. —Habló Jimin observando a la pequeña bebé de piel ligeramente rosada y ojos grandes y negros como la noche.

— Hola, pequeña Min, espere mucho por ti. —Está vez hablo Yoongi enternecido por la linda imagen— Mi hermosa bebé, nos encargaremos de mimarte y llenarte de amor, nada te faltará.

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