24
Hoseok entró al consultorio de Yoongi, su rostro estaba pálido, era como si hubiera visto un fantasma, llevaba consigo una carpeta amarilla llena de información, Yoongi no pareció notar la expresión de Hoseok al entrar porque lo saludo con normalidad.
— Hobi, que gusto verte, ¿en qué te puedo ayudar? ¿Quieres cenar con nosotros mañana en la noche? Hoy llega mi madre a Busan, estoy seguro de que le encantará verte.
— Me encantaría volver a ver a la señora Min, pero ese no es el asunto, necesito que leas esto. —Le entregó la carpeta.
— ¿Uno de tus casos? Sabes que no es mi área, soy cardiólogo. —Dejó la carpeta sobre el escritorio.
— Es realmente importante, por favor léelo, no te tomará más de 5 minutos, es información que vale oro, Yoongi toda la verdad está ahí.
— Lo revisaré después, tengo que ir a la estética antes de que llegue mamá, vendrá a conocer a Jimin, quiero formalizar las cosas ante ella. —Sonrió recogiendo sus cosas, Yoongi estaba decidido a irse.
— ¿Por qué no dejas tu color de cabello natural? El castaño te luce.
— Estoy bien tiñéndolo de negro, aleja las pesadillas de ese día. —Mencionó— Pero no me mires así, mejor mira la foto de mi bebé, es linda. —Apuntó a la foto enmarcada de la ecografía a un lado del computador.
— La carpeta es importante, quizás ahí estén las respuestas del pasado. —Insistió.
— No hay nada que resolver y tampoco tengo una razón para abrir viejas heridas, estoy en perfecto estado ahora. ¿Por qué tanta insistencia? —Cuestionó extrañado por el comportamiento de Hoseok.
— El documento tiene información de Jimin, información que estoy seguro que te gustaría saber.
Yoongi suspiró mirando a su amigo, tomó la carpeta y la abrió despacio, viendo en la primera hoja el historial médico de Jimin con su foto incluida y cuando estaba apuntó de leer, alguien los interrumpió entrando por la puerta abierta del consultorio.
— Doctores, se les necesita en emergencias, perdón por interrumpir tan abruptamente, pero es algo serio, sé requiere todo personal médico posible en emergencias. —Dijo una enfermera.
— Vamos para allá. —Yoongi cerró la carpeta y la dejó en el escritorio nuevamente, siguiendo a la enfermera— ¿Qué ha pasado?
— No tenemos mucha información, al parecer fue un ataque terrorista en la estación de autobuses del norte de Busan, una explosión que dejó muchos heridos. —Contestó la enfermera— Ahora mismo están llegando las ambulancias con personas heridas.
Yoongi dejó de escuchar después de saber el lugar del ataque, solo podía pensar en su madre, pero ella tomaría el autobús de las 3 p.m ¿cierto?
Ella aún estaba en Daegu preparándose para viajar a Busan, Yoongi estaba seguro de eso.
Yoongi comenzó a ayudar a las personas dando primeros auxilios, algunos de ellos tenían quemaduras e incluso amputaciones debido a la explosión. El panorama era horrible, los gritos de dolor de las personas se escuchaban por todo emergencias.
— Doctor Min, ¿me puede acompañar? —Lo llamó el doctor Kim Yo Han, internista.
— Hani, ¿puedes terminar de poner este vendaje? —Le dijo a la enfermera a su lado antes de seguir al doctor.
— Perdón por interrumpirle cuando hay muchos pacientes que requieren atención médica, pero dado a la identificación que encontramos parece ser que usted es quien debe reconocer el cuerpo.
— ¿Reconocer el cuerpo? —Habló Yoongi confundido.
— Entre los heridos se encontró a una mujer de mediana edad, la mujer llegó con heridas muy graves, murió después de llegar al hospital, entre sus contactos en caso de emergencias encontramos el suyo, es por eso que le llamé.
Yoongi miraba incrédulo al internista, parecía que le trataba de jugar una mala broma y no era momento para ello.
El pelinegro tragó saliva cuando ambos entraron a una sala donde se encontraba un cuerpo cubierto por una sabana.
— Retire la sabana cuando esté listo, doctor Min, no hay presión, sé que puede llegar a ser un momento difícil.
Yoongi se encontraba temblando, no quería destapar aquel cuerpo.
— ¿Está seguro que eran mis datos los que se encontraban en el contacto de emergencia de esta persona?
— Lo eran, doctor.
Yoongi suspiró y tomó la orilla de la sabana comenzando a quitarla con lentitud, sus ojos se mantenían abiertos de par en par, su corazón estaba acelerado y los nervios recorrían su piel, no quería pensar lo peor.
Su mundo se vino abajo cuando observó aquel rostro tan familiar sin vida, sus rodillas fallaron haciendo que callera al suelo, no podía creer lo que veía, el dolor emocional comenzó a cegarlo, quería gritar, pero el nudo en su garganta no sé lo permitía, todo le comenzaba a dar vueltas, quería creer que era una muy cruel broma, eso no podía estar pasando.
Con gran importancia y a puño cerrado comenzó a golpear el suelo repetidamente sin importarle el daño que se hacía.
— No, no, no, ella no debió de estar allí. —Gritó con impotencia.
Yoongi no supo en qué momento fue rodeado por enfermeras, no supo en qué momento un tranquilizante le fue inyectado.
Su cuerpo cedió dejándose llevar por la inconsciencia, llevándose su dolor a la oscuridad.
✿
Yoongi despertó en un verde pastizal, podía reconocer el lugar a la perfección, era la colina cerca a la casa donde solía vivir cuando era niño, miró sus manos, eran pequeñas y suaves, parecía tener 5 años de nuevo.
¿Acaso todo lo anterior había sido un sueño? ¿Había soñado con su futuro?
— Yoongi, es hora de comer. —Le llamó su madre desde la casa.
Yoongi sin dudarlo se levantó y comenzó a correr hacia la casa, jamás se había sentido tan feliz de escuchar de nuevo aquella melodiosa voz.
— ¡Mamá! —Gritó con emoción al abrazarla con fuerza.
— Oh mi niño hermoso, pareces feliz de verme, ve a lavarte las manos, es hora de comer y estuviste jugando con tierra. —Dijo la señora Min, pero el pequeño niño se negó, aferrándose a la falda de su madre— Mi bebé, ¿qué pasa?
— No te voy a soltar nunca más. —Balbuceó.
La mujer se agachó a la altura del niño y con sus pulgares limpió las lágrimas que caían por las abultadas mejillas del menor.
— Yoonie, no me iré a ningún lado, siempre estaré contigo.
— ¿Lo prometes?
— Lo prometo. —Aseguró.
— Mamá tuve un sueño horrible. —Yoongi habló aliviado.
— Mi panquecito, prometí no dejarte solo, pero tienes que enfrentar el mundo solo.
— ¿Mamá? —Habló con preocupación, el llanto amenazaba con volver a aparecer.
— Hay personas que dependen de ti cariño, aunque me gustaría que te quedaras conmigo, sé que tu pequeño te va a necesitar. —Acarició el rostro del niño con dulzura, el amor que le tenía a Yoongi se reflejaba en su mirar— Perdóname por no poderte dar todo lo que necesitabas, perdóname por dejarte, solo quería darte una sorpresa llegando más temprano, te amo mucho, mi niño y estoy muy orgullosa de ti.
— Mami, por favor no me dejes. —Lloriqueó.
— Me hubiera gustado tanto verte como padre. —Sonrió con melancolía— Jimin es el indicado, por favor, no le hagas daño, no lo merece, es bueno, sé que serás muy feliz a su lado, serán una hermosa familia.
— Por favor. —Rogó sin poder controlar el llanto.
— Mi bebé, siempre que me necesites busca en el cielo, busca la estrella más brillante, ahí estará mi amor inmortalizado, ahí estaré yo cuidándote, velando por tus sueños cada noche, por favor, déjame ir.
— Gracias por tanto mamá. —Murmuró Yoongi.
— Me gustaría decirte tantas cosas, mi niño, pero nuestro tiempo se acaba, es hora que regreses, te amo tanto y te seguiré amando por siempre Yoongi. —Ambos se abrazaron, aferrándose, sin evitar derramar lágrimas al darse su último abrazo.
La señora Min era hermosa de pies a cabeza, parecía un ángel, pero Yoongi no quería que se convirtiera en uno, no estaba listo para dejarla ir, simplemente no podía hacerlo, ¿cómo le explicaría a aquel inocente niño dentro de él que esa sería la última vez que vería a la mujer que lo amo más que en nada en la vida? Algunas cosas simplemente no eran justas.
✿
El pelinegro abrió los ojos, encontrándose con el ya familiar techo blanco de habitación de hospital.
Los recuerdos de los eventos antes sucedidos llegaron a su mente, le fue inevitable comenzar a llorar como un niño desconsolado, le dolía el alma, era un dolor que no podía quitar con ningún médicamente, nada puede curar un alma rota.
— Despertaste. —Musito Hoseok entrando a la habitación.
Yoongi le respondió con llanto, no había palabras suficientes para expresar su dolor.
— Todo está bien, tranquilo, todo estará bien. —Le intentó tranquilizar Hoseok.
— Quiero a mi mamá, por favor devuélvemela. —Yoongi lloraba desconsolado.
Hoseok no habló, se dedicó a acompañar fielmente a su amigo, un duelo no era fácil de manejar, sabía lo difícil que era una pérdida, todo era silencio hasta que un celular sonó.
— Parece que te ha llegado un mensaje, deberías leerlo, quizás es Jimin, debe de estar preocupado, casi es media noche y no has llegado a casa, estuviste inconsciente mucho tiempo. —Mencionó Hoseok dándole el celular.
Yoongi retiró las lágrimas de sus ojos, se enderezó en la cama y prendió la pantalla del celular, viendo que efectivamente tenía varios mensajes.
Mamá, 12 p.m
Hijo, conseguí boletos para el siguiente autobús, estoy muy feliz, pronto te veré, no te preocupes por venir a recogerme, sé perfectamente como llegar a tu departamento, te quiero mucho, te veo esta noche.
Leer ese mensaje hizo que Yoongi sintiera impotencia, le dolía no haber podido hacer nada para evitarlo.
Mi pedacito de cielo, 8 p.m
Yoonnie, te estoy esperando para cenar, ¿todo está bien? Cuídate camino a casa, te amo.
Yoongi tenía que regresar a casa, quería estar entre los brazos de su lugar seguro, el pelinegro se decidió a abrir el último mensaje.
Número Desconocido, 11:00 p.m
Esto solo fue una advertencia, aléjate de mis asuntos, Min, o sabrás de hasta dónde soy capaz de llegar.
— Me gustaría un arreglo floral con rosas blancas, ¿puede ser en forma de oso? —Hablaba Taehyung por teléfono— Rosas blancas, sí, gracias.
Taehyung sonreía feliz, no podía creer lo que estaba haciendo, pero sentía la necesidad de hacerlo.
— A Jungkook le gustará, le gustan siempre este tipo de cosas cursis. —Dijo después de colgar la llamada— Más vale que le guste, ¿le gustarán las rosas? ¿Debí de preguntar antes? —Taehyung negó con la cabeza— No te gusta, solo lo estamos usando, él caerá por cualquier tipo de detalle, concéntrate. —Se contestó.
La puerta de la oficina fue abierta abruptamente mostrando a un furioso Park Seung.
— Kim Taehyung, ¿hasta cuando tendré que esperar? —Exclamó— El trato era que después de asesinar a tu padre me darías las acciones de Grupo Kim.
— ¿Por qué la prisa Seung? ¿Contra quién compites? —Sonrió burlesco— Te daré todo lo que está en nuestro trato, solo dale tiempo al tiempo.
— Estás incumpliendo las reglas de nuestro trato, yo fui quien mancho mis manos de sangre cuando ordenaste la muerte de Kim Young Hoon, yo soy quien se arriesga a ir a prisión si lo descubren. —Golpeó el escritorio de Taehyung.
— ¿Un accidente de auto? ¿Fue lo más inteligente que se te ocurrió? Pensé que tenías todo bajo control. —Taehyung se paró de su asiento arreglando su saco gris claro.
— Al menos yo no mande a poner una bomba en la central de autobuses arriesgándome a que todos sepan. ¿Quién es el imbécil descuidado aquí?
— Touche, que rápido corren las noticias, ambos somos asesinos, pero la diferencia aquí es que nadie tiene pruebas contra mí, en cambio, contigo, tengo pruebas suficientes como para acusarte del asesinato de mi padre y mandarte a prisión hasta que te pudras, debiste cuidarte las espaldas Park.
— Eres un hijo de perra. —Escupió— Ese no era nuestro trato.
— ¿De verdad creíste que eras más inteligente que yo? Por dios, que idiota, todo el mundo sabe que soy el mejor.
— La única forma de conseguir Grupo Kim es eliminándote, es la única forma de ser el empresario más poderoso de Corea. —Dijo furioso antes de abalanzarse contra Taehyung.
Taehyung fue más rápido tomando un abrecartas de su escritorio, empuñándolo directamente en la garganta de Park Seung, la sangre no tardó en brotar manchando el rostro de Taehyung.
— O quizás yo sea el que te elimine a ti. —Sacó el abrecartas del cuello haciendo que Seung callera de rodillas mientras apretaba la herida— Siempre voy un paso adelante Seung.
Taehyung le dio un puñetazo al señor Park haciendo que cayera por completo al suelo y sin piedad comenzó a apuñalar el cuello de Seung una y otra vez, intentando perforar la arteria principal para llevarlo a la muerte.
Seung intentaba defenderse, pero con el cuerpo de Taehyung encima de él le era imposible, no tardo mucho en quedar inconsciente debido al dolor, sin embargo, eso no detuvo a Taehyung, siguió enterrando el abrecartas una y otra vez hasta que se aseguró de que había dejado de respirar.
— Soy tu peor pesadilla disfrazada de tu sueño más preciado. —Pateó el cuerpo sin vida— Hiciste que manchara mi traje nuevo, maldito idiota.
— Traje el almuer... zo —Jungkook se quedó sin palabras ante la sangrienta escena que tenía frente a él.
— Bonito, que bueno que llegas, no te miento, muero de hambre, pero antes nos tenemos que encargar de otro asunto. —Habló Taehyung despojando a Seung de sus pertenecias— Ven, ayúdame.
— Lo a-asesi-si–
— ¿Qué si lo asesiné? Claro, bonito, a veces uno se tiene que deshacer de los obstáculos del camino.
— Yo no te voy a ayudar, no seré tu cómplice. —Dijo Jungkook retrocediendo.
— Oh claro que lo harás, si me amas lo suficiente lo harás, no me dejarás solo.
— Te amo, de verdad lo hago, pero esto ya es otro nivel Taehyung, y-yo no pu-puedo. —Tartamudeó
— Vamos mi vida, solo tienes que ayudarme a llevarlo al auto, después de que todos en la empresa se vayan, no habrá testigos, estarás a salvo. —Se acercó a Jungkook.
— Era una vida, ¿cómo pudiste? —Preguntó incrédulo.
— Fue en defensa propia, si no lo mataba, él lo hacía conmigo. —Taehyung tomó las manos de Jungkook manchándolas de sangre— Bonito, ¿prefieres que yo hubiera muerto?
— No. —Susurró Jungkook.
— Te juro que si me ayudas, estaré agradecido eternamente contigo, bonito, te necesito y sé que tú me amas.
— Pero esto no está bien, Taehyung, no puedes matar a alguien así, podrías haber llamado a seguridad.
— No tuve tiempo, fue en defensa propia. —Se excusó— Jungkook, si me ayudas y guardas silencio sobre lo que pasó hoy, lo consideraré como la muestra más grande de tu amor hacia mí. Sé que puedes hacerlo.
— Tae...
— Bonito, sabes que no soy un asesino, yo soy bueno, recuerda, me conoces mejor que nadie, sabes todos mis secretos y sabes que no soy capaz de hacer esto, si llamó a alguien más terminaré en prisión y no podremos amarnos, ayúdame a pasar todo una vida contigo, eres la única persona en quien confío.
— Está bien.
— Sabía que mi bonito me amaba y no me iba a dejar solo, eres muy bueno, yo haría lo mismo por ti si estuvieras en esta situación, lo haría sin dudar porque te amo. —Besó su mejilla contento— Este será nuestro pequeño secreto, no le puedes contar a nadie.
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