17

La tarde caía en aquella elegante oficina mientras dos distinguidos hombres sentados cómodamente en sillones de piel color marrón se dedicaban a discutir a la vez que jugaban ajedrez frente al gran ventanal.

— Piénselo, sería matar dos pájaros de un tiro, usted quiere poder y yo deshacerme de mi padre. —Taehyung movió con cuidado la pieza de ajedrez.

Taehyung era muy bueno jugando ajedrez, desde niño se le había enseñado a ser astuto, sabía analizar a su enemigo, averiguar sus debilidades, conseguía todo lo que quería y un simple juego no iba a ser la excepción, estaba apuntó de ganar.

— Si muero antes tu padre se adueñará de todo, no tiene sentido hacer más negocios con él. —Habló el señor Park— Expandir mis acciones como tú lo dices es un movimiento tonto, Young Hoon seguirá siendo el hombre más poderoso en Corea y recuperaría todo cuando yo muera.

— Usted ya hizo cosas estúpidas al dejar que Jimin me fuera infiel en el pasado, si usted no lo hubiera arruinado quizás no habría perdido ganancias. —Le recordó— Le ayudaré a conseguir su objetivo, ser la persona más poderosa del mundo empresarial en Corea, pero le diré algo, no todo esta perdido, no si usted tiene un heredero.

— ¿Heredero? ¿Y de donde voy a sacar eso? —Soltó una risa.

— Si usted muere como tanto afirma, el poder tendrá que pasar a otro Park ¿no?

— ¿Y como puedo estar tan seguro que tú no me robarás el poder? —Escupió moviendo uno de sus caballos en el juego de ajedrez.

— Y Jimin al ser un inútil doncel no podrá, pero no todo está perdido, Jimin espera un varón. —Continuó hablando ignorado el comentario de Park Seung— Lo único que tiene que hacer es fácil, tiene que quitarle el niño a Park Jimin.

— Sigo sin creer que ese bastardo siga vivo, esperaba que muriera la primera semana. —Tomó un gran trago de su vaso con ron— Al quitarle ese bebé me aseguraría de tener al único heredero en mis manos, nadie podría arrebatarme el poder.

— Nunca confíe en nadie, tal vez ese fue el plan de Jimin desde el inicio, embarazarse para quitarle todo, él sabe como funciona este mundo.

— Cría cuervos y te sacarán los ojos.

— Por mí no se preocupe, no me interesa nada de eso, planeo retirarme una vez que usted tenga todo el poder para no causarle problemas.

— Matar al idiota de Young Hoon y arrebatarle el bastardo a Jimin y matarlo como debí haberlo hecho desde el inicio, es pan comido.

— Y usted será el CEO más adinerado y poderoso, un verdadero jaque mate. —Dijo Taehyung ganando el juego de ajedrez.

— Buen juego Kim. —Le felicitó— Me encantaría jugar la revancha, pero me tengo que ir.

El hombre mayor se levantó despidiéndose de Taehyung, el cual no sé inmutó, se quedó sentado con una sonrisa de satisfacción en el rostro, viendo como aquel hombre abandonaba su oficina.

No pasó mucho cuando su asistente le llamó.

— Buenas tardes, señor Kim, tiene una visita no agendada, ¿le hago pasar? —Mencionó recogiendo el vaso vacío que se encontraba en el escritorio.

— ¿Es urgente? —Cuestionó— ¿De quién se trata? Hazlo pasar sea quien sea.

La asistente asintió y salió, solo bastaron unos minutos para que un chico castaño vestido de forma casual y con una linda sonrisa adorando su rostro entrará.

— Te dije que no me gustaba que vinieras a mi oficina. —Dijo serio.

— Solo quería verte, hace dos días que ni siquiera hablamos. —Hizo un puchero— Sin Yoongi mi vida es aburrida, aún no me dirige la palabra.

— ¿Sigues pensando en él? Pensé que habías aprendido la lección.

— Sigo pensando en que quizás fue un malentendido, pero no he tenido la oportunidad de hablar con él, siempre me evita. —Murmuró cabizbajo.

— Si te evita es por algo, bonito, deja de buscar a ese idiota, yo soy todo lo que necesitas.

— Tienes razón Yoongi siempre ha sido un idiota, pero nadie lo ve, siempre es el héroe, se lleva todos los méritos incluso cuando yo le ayudo. —Habló valiente.

— ¿Lo ves? Si sigues a su lado simplemente serás la sombra de Min Yoongi, te quedaras como la segunda opción de todos, debes de alejarte por completo de él.

— Siempre seré tu primera opción, ¿verdad Tae? —Dijo Jungkook.

— Claro bonito, siempre será así. —Dijo acariciando suavemente la mejilla del menor— Ahora dime, ¿a qué venias?

— Vine a ayudarte a relajarte y quizás salir a cenar.

— ¿Ayudarme a relajarme? —Sonrió burlonamente— ¿Qué? ¿Me vas a dar una mamada?

— Sí eso es lo que quieres puedo complacerte.

— Si mi oficina fuera aprueba de sonidos me encantaría conocer las maravillas que tu lengua puede hacer, pero ese no es el caso.

— Podemos ser silenciosos. —Sugirió Jungkook pasando peligrosamente su mano por la entrepierna de Taehyung.

— No quiero problemas con mi padre bonito. —Taehyung se acercó al menor dejando un casto beso en sus labios— Pero ten por seguro que que follaré tu preciosa boca esta noche.

— Yo quiero probar tu sabor ahora.

— Deja de comportarte como una gata en celo y espera hasta la noche. ¿Lo harás? ¿Por mí? Promételo.

Jungkook asintió anonadado por la mirada y postura de Taehyung.

— Eres todo lo que necesito Taehyung. —Afirmó antes de besarlo con fervor.

La primavera era la estación favorita de Jimin, mariposa y flores de colores se encontraban por todos lados, a Jimin le encantaba observar el verde paisaje.

Jimin se encontraba cambiando el agua de un ramo de rosas rojas, arreglando aquel hermoso arreglo, manteniéndolo con vida para que pudiera mostrar su hermoso esplendor, desde que Jimin había aceptado darle una oportunidad a Yoongi, el mayor había agarrado la costumbre de regalarle una rosa a Jimin cada tarde después de regresar del trabajo, en consecuencia con el paso de los días la mesita de café era adornada actualmente con 13 hermosas rosas, al final del día como siempre una más se les uniría.

Yoongi le había contado que el día en que le dejara de regalar flores sería el día que el corazón de Jimin ya no le perteneciera, sin duda, una forma curiosa de conquistar al rubio, Yoongi sabía que Jimin amaba los pequeños detalles.

— Estoy en casa. —Grito el pelinegro.

Jimin se encontraba tranquilo bebiendo té en el sofá de la sala mientras observaba por la ventana, le encantaba ver a los niños jugar y divertirse en el parque que estaba enfrente, le hacía pensar en el futuro, en cómo a él también le tocará ver a su niño jugar en aquel parque mientras lo espera pacientemente sentado desde una banca.

— ¿Cómo te fue hoy? —Preguntó Jimin dirigiendo su vista al pelinegro.

— Una flor para la flor más bella de mi jardín. —Dijo Yoongi regalándole la ya clásica rosa de todos los días— Muy bien, hay no tenía mucho trabajo así que salí un par de horas más temprano para estar con ustedes.

— Es muy hermosa Yoongi, gracias. —Acerco la rosa a su nariz olfateando su aroma.

— No me olvido de ti Muffin. —Dijo arrodillánse a la altura del vientre de Jimin y dejando un pequeño beso cerca del ombligo— ¿Has pateado mucho a tu papi hoy? Espero te estés portando bien mi pequeño Muffin.

Jimin sonrió ante aquella tierna escena, era muy lindo ver cada vez que Yoongi le hablaba a su bebé.

— Hoy se ha portado de maravilla no se ha movido mucho o bueno no se había movido mucho, creo que lo despertaste. —Tomó la mano de Yoongi apoyándola en su estómago— Le gusta tu voz, se mueve mucho siempre que le hablas.

— Muffin ¿quieres saber un secreto? —Yoongi susurró cerca del estómago de Jimin— No puedo esperar para conocerte.

— Yo tampoco. —Susurró de vuelta Jimin.

Yoongi se enderezó y se sentó aún lado de Jimin.

— Te estaba esperando. —Anunció Jimin— Quiero que me acompañes a elegir la cuna de Muffin, con las últimas ventas junte lo suficiente para comprarla y quizás también comprar ropita para él.

Yoongi sonrió ampliamente al ver emocionado a Jimin.

— No iremos a comprar una cuna, no se necesita.

— Yoongi, la cuna es una de las cosas más importantes, ¿dónde dormirá el bebé?

— Creo que solo tendremos que comprar la ropita. —Chilló emocionado— Ya tenemos cuna y otros muebles para él.

— ¿Lo compraste todo? —Jimin abrió los ojos sorprendido por el gesto del mayor— ¿Con tu dinero? No debiste, estaba ahorrando para ello.

— No me molesta comprar cosas para nues... el bebé, tal vez no debí a hacerlo a tus espaldas, pero conociéndote te va a encantar todo, es una pequeña recámara, cuenta con una cuna que puede convertirse en cama, para cuando crezca, un pequeño cambiador, una mesita de noche y una cómoda. —Explicó emocionado mientras imaginaba cómo quedaría el cuarto del bebé— Se supone que llegará en unas semanas, los pedí de una tienda de Seúl.

— No tengo palabras, solo sé que estoy muy feliz. Gracias por este detalle. —Dejó un beso en la mejilla del pelinegro— No sé cómo pagártelo.

— Quizás unos besos lo harían, muero por probar tus labios de nuevo, tus labios sabor miel son mi nueva adicción.

— ¿Te llaman Romeo? —Jimin sonrió ante los comentarios del mayor.

— Sí, en el hospital usualmente me dicen que soy todo un Romeo, pero ¿sabes cuál es la mejor parte?

— ¿Cuál? —Murmuró.

— Soy solo tu Romeo. —Lo miró a los ojos y le sonrió— Mi corazón fue hecho a mano para ti.

— Basta, me sonrojas. —Soltó una risa nerviosa.

— Aquel día en la playa te prometí que cuidaría de tu corazón, es por eso que ahora tienes el mío, si un día soy un idiota contigo destrózame, destrózame incluso sin razón, estoy a tus pies. —Habló mirándolo a los ojos— Pero antes quiero mis besos.

— Eres todo un caso Yoongi.

— Dame un besito. —Pidió.

Jimin se acercó juntando sus suaves labios con los del mayor, Yoongi pudo saborear casi al instante el sabor del humectante labial del rubio, un dulce sabor a vainilla, parecía que ambos encajaban perfectamente en aquel beso, hechos uno para el otro.

— Mi madre muere por conocerte. —Habló Yoongi cuando se separaron— Le he hablado mucho de ti.

— Yo también muero por conocerla, no he tenido la oportunidad de verla ni en fotografía.

— Oh cierto, lo siento, no tengo fotos recientes, pero tengo está foto. —Dijo sacando una pequeña fotografía vieja y maltratada de su cartera— Ellos son mis padres, ese es mi papá, él falleció hace un tiempo y ella es mi mamá, y por supuesto el chico de a medias soy yo, esta foto es de cuando tenía 12 años, era muy guapo, ¿cierto? Muchos dicen que me parezco mucho a mi padre.

En aquella fotografía se mostraba a una feliz familia conformada por 3 personas, sonreían felices mientras disfrutaban de lo que parecía ser una cena especial, dos de esas personas le eran familiares a Jimin.

— Esa foto fue tomada en el cumpleaños de mamá, recuerdo que ese día mi padre me reprendió por olvidar comprar los ingredientes para la cena. —Agregó Yoongi con nostalgia.

— ¿Ellos son tus padres? —Preguntó mirando aquella foto sorprendido.

— Sí, ¿todo bien? Estás pálido. —Preguntó Yoongi ante el desconcertado rostro de Jimin.

— No es nada, todo bien. —Sonrió, pero a Yoongi no le convenció— Se ve que la pasaron increíble ese día.

— ¿Qué fue lo que pasó?

— Nada.

— Jimin.

— Es solo que... —Decidió mentir— Me recordó a mi familia, a cuando era feliz con ellos.

— Oh Jimin, no te preocupes, ahora yo soy tu familia, crearemos nuevas memorias juntos y estoy seguro de que mi madre te amará como un hijo. —Le abrazó.

— No puedo esperar para conocerla. —Habló feliz,

Si Jimin estaba en lo correcto, le emocionaba la idea de ver a aquella mujer, verla nuevamente.

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