08
17 de septiembre 2019
— Nunca creí volverte a ver en mi vida. —Dijo aquel hombre de pelo cenizo y ojos color marrón— Quién lo diría, un Min se recibió de médico, al parecer no eres inútil, al menos no tanto como tu padre.
— Le pido respeto señor, está en mi área de trabajado.
— ¿Respeto? ¿Me estás pidiendo respeto? —Rio sarcástico— ¿Sabes quién soy yo? Ayude a construir este mediocre hospital, si no fuera por mi dinero, ni siquiera estarías trabajando aquí, y así como te di tu trabajo, también puedo quitártelo.
— ¿En qué puedo ayudarlo? —El pelinegro endureció su voz.
— Así me gusta, que sepan su lugar los muertos de hambre como tú.
— ¿En qué puedo ayudarlo? —Repitió de nuevo.
— Quiero agendar una cita, solo una revisión de rutina, solo para descartar que algo ande mal en el corazón.
— No creo que usted tenga uno. —Musitó.
— ¿Qué?
— Eso lo tiene que arreglar con mi secretaria.
— Prefería que fuera contigo, no me gusta perder el tiempo con viejas brujas.
— ¿Para cuándo necesita la cita? —Suspiro.
— Lo antes posible, para mañana en la mañana.
— Lo siento, no tengo lugar, la agenda está llena hasta el viernes. —Dijo Yoongi con la mirada fija en su agenda— Le puedo agendar para el viernes en la mañana.
— He visto a ese muchacho, ¿cuál es su nombre? ¿Jeon Jungkook? —Mencionó aquel nombre con una sonrisa sarcástica en su rostro— Realmente sería una pena que después de tantos años de estudio y esfuerzo, no pudiera conseguir empleo. Sabes que tengo influencias Min, y puedo dejar a ambos en la calle. Te veo mañana a las 9 de la mañana. —Fue lo último que dijo antes de salir del consultorio.
El rostro de Yoongi no mostraba ninguna emoción, solo había seriedad, y si las miradas mataran, aquel hombre ya estaría muerto.
— Yoongi, ya no aguanto. —Dijo Jimin mientras mordía sus labios.
— Estoy por llegar, solo aguanta un poco más. —Contestó Yoongi intentando mantener la paz y concentrarse en su único trabajo.
— De verdad no aguanto, mis piernas están comenzando a temblar. —El tono de desesperación del rubio era evidente.
— Solo un poco más, estoy muy cerca, no miento. —Su voz era tranquila sin embargo se comenzaba a exasperar por el tráfico.
— Yoongi, Muffin está pateando mi vejiga, si no llegamos pronto pasará un pequeño accidente dentro de tu auto. —Jimin ya no podía permanecer tranquilo en el asiento, tenía que ir al baño pronto—Y créeme, no te gustará que pase eso, ni siquiera a mí me gustaría.
— Estamos a una cuadra del hospital, llegaremos en un minuto. Solo respira, tú puedes.
Y ni siquiera el auto se había estacionado cuando Jimin ya estaba bajando de el, Yoongi nunca lo había visto correr tan rápido, ni aquellos días que traía pollo frito para la cena.
Yoongi terminó de estacionar el auto y de bajar sus cosas para después entrar al hospital, donde un animado Jimin ya estaba hablando alegremente con la enfermera que se encontraba en recepción.
— ¿Misión conseguida? —Preguntó con cierta diversión en la mirada.
— Sí, afortunadamente todo salió bien. —Le respondió con una sonrisa.
— Me alegro. —Contestó mientras arreglaba el suéter de Jimin, puesto que debido a las prisas no había acomodado bien— Venimos con el doctor Kim Seokjin, tenemos cita. —Esta vez le habló a la enfermera.
— Doctor Min, el doctor Kim lo está esperando, pase al consultorio.
Sin decir nada más ambos caminaron por el pasillo que los llevaría al consultorio.
— Y... —Dudó un momento— ¿Qué estaban hablando? —Cuestionó Yoongi con las manos dentro de los bolsillos de su abrigo.
— ¿Quiénes? —Preguntó de vuelta Jimin.
— La chica y tú, no es por ser chismoso, solo es curiosidad.
— Nada importante, hablamos sobre el bebé. —Acarició ligeramente su vientre— Al parecer le encantan los niños y me dio un par de consejos para cuando el bebé nazca.
Ambos pararon de caminar.
— Me alegra que seamos bienvenidos en tu entorno, hace mucho que no estaba rodeado de personas tan amables. —Agregó Jimin— Gracias.
— No, no tienes que agradecer, el mundo no es tan malo como parece, solo tienes que saber rodearte de las personas correctas. —Busco la mirada de Jimin, le encantaban sus ojos por alguna extraña razón.
La puerta frente ellos fue abierta sin aviso, haciendo que ambos saltarán del susto.
— ¿Se van a quedar ahí por siempre? —Preguntó Seokjin.
— ¿Nos estabas espiando? —Frunció el ceño.
— No quería arruinar su momento. —Contestó Seokjin— Pasen al consultorio.
Los tres entraron y tomaron asiento, hoy sabrían algo muy importante, el sexo del bebé.
— Me alegra verte de nuevo Jimin, te ves mucho mejor, muy lindo.
— Gracias. —Susurro apenado ante aquel cumplido.
— Y a ti no te digo nada porque todos los días te veo, te ves siempre igual. —Dijo mirando esta vez a Yoongi— Relájate, siento tu mirada quemarme, tu rayo aniquilador invisible no funciona muy bien Yoongi. —Bromeó.
El aspecto de Jimin había mejorado mucho desde la última vez que lo vio, sus mejillas ahora estaban más rellenitas y se habían teñido de color rosa, su vientre había crecido y su mirada tenía aquel peculiar brillo de alguien embarazado. Sin duda alguna, el chico había mejorado mucho, y todo gracias al buen corazón de Yoongi.
— Bueno, yo saldré afuera, estaré cerca por cualquier cosa. —Dijo Yoongi mientras se levantaba del asiento.
— No, por favor Yoongi, esta vez quédate a mi lado. —Dijo Jimin tomando una de las manos de Yoongi con la intención de retenerlo.
El pelinegro simplemente asintió con la mirada gacha intentando disimular aquella sonrisa que se formó cuando Jimin le permitió quedarse.
— Muy bien Jimin, ¿te parece si empezamos?
El rubio simplemente asintió con la cabeza.
— Bien, estamos en la semana 20, falta poco para terminar el segundo trimestre. Vamos a pesarte Jimin.
Ambos se levantaron de su asiento, Seokjin comenzó a hacer todo lo correspondiente a la revisión.
— Aumentaste 7 kilos en estas semanas, es muy bueno Jimin, aunque aún no llegamos al peso que necesitamos que llegues, este es un progreso increíble. Ahora recuéstate, es momento de ver cómo va tu bebé. —Apuntó a la camilla con una sonrisa en el rostro, Seokjin estaba muy feliz por el progreso del menor.
Yoongi se dedicaba a observar en silencio, la escena ante sus ojos era totalmente bella, jamás había pensado formar una familia, era el tipo de persona que disfrutaba la soledad y que cree que no necesita a nadie más ser feliz, pero estar cerca de Jimin estas semanas le hizo darse cuenta de que tal vez ya era momento de buscar formar su propia familia.
— Y esta de aquí es su orejita, en este momento apenas se están desarrollando los canales auditivos, por lo que pronto podrá escuchar tu voz. —Yoongi estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta del tiempo que había pasado.
— ¿Cuál es el sexo del bebé? —Habló el pelinegro curioso por la respuesta.
— Debes de tener más paciencia Yoongi, ni siquiera Jimin quien es el embarazo está tan desesperando.
— Solo estoy nervioso. —Dijo Jimin en voz baja.
— Por lo visto ambos quieren saber el sexo, muy bien, vamos a ello. —Seokjin movió el aparato por el vientre de Jimin— Esta es una de mis cosas favoritas de mi trabajo.
Jimin no tenía preferencia, mientras su bebé fuera sano, no importaba si era niño o niña, lo más bonito e importante de todo es que a pesar de ser un bebé inesperado, era un bebé deseado. Estaba preparado para ser padre.
— Muy bien, aquí está, ¿listos? —Dijo Seokjin— Es un niño, tendrás un niño. ¡Felicidades, Jimin!
Su corazón se calentó, su cuerpo fue invadido por felicidad y euforia, quería que pasara el tiempo para poder conocer a aquel pequeñín.
Jimin se levantó, limpio su estómago, acomodo su ropa y se sentó en el escritorio junto con un feliz Yoongi.
— Todo va bien, no veo complicaciones, de igual manera te mandaré a hacer unos estudios de sangre para descartar cualquier cosa. —Mencionó Seokjin— Te recomiendo aumentar el consumo de alimentos ricos en calcio y hierro para evitar deficiencias. Eso es todo, te veo el próximo mes Jimin.
— Jin, ¿puedo preguntar algo? —Habló Jimin dudoso.
— Claro, dime ¿qué pasa?
— Yo... Al ser mi bebe hijo de un doncel, existe la posibilidad de que él también lo sea ¿cierto? —Su voz estaba llena de incertidumbre
— Sí, es probable, pero este dato se sabría hasta que él llegue a la etapa de la pubertad. Dentro de unos 10 o 13 años. —Hizo una inevitable mueca, sabía la razón por la que el rubio lo preguntaba.
— Gracias. —Jimin bajo la mirada hacía sus manos.
Le preocupaba que por ser diferente a los demás, su pequeño pasará por un mal momento, tal y como lo hizo él, con la única diferencia de que él nunca lo abandonaría, estaría a su lado brindando amor y apoyo en cada paso de su vida.
Después de una corta despedida ambos habían salido del consultorio.
— ¡Yoongi! Necesito hablar contigo. —Apenas habían dado un paso hacia la salida cuando una voz se escuchó— ¡Yoongi! ¡No te vayas!
— ¿Jungkook? ¿Qué paso?
— Creí que no te alcanzaría. —Dijo el castaño con una mano en el pecho intentando tomar aire, su condición se había vuelto la peor después de aquellas pequeñas vacaciones de diciembre.
— Eres un vago, no corriste nada.
— Calla Min, estoy muriendo, mis pulmones necesitan aire.
— Debiste comer menos en navidad y ejercitarte más. —Se cruzó de brazos con una mirada burlona.
— Estamos en el tercer mes del año, aún no es tarde, para mitad del año ya debo estar en forma.
— Mientras ustedes discuten sobre sus cosas iré al baño. —Habló el rubio— Me encantaría quedarme a ver como discuten, pero con un bebé pateando todo el día mi vejiga me es imposible. —Rio tímido y sin decir más se retiró.
— ¿Y qué me ibas a decir? ¿Ya tomaste suficiente aire?
— ¿Qué vamos a hacer para tu cumpleaños?
— ¿Mi cumpleaños? ¿Todo ese drama solo por eso? —Frunció el ceño, confundido por tal pregunta.
— Siempre será importante celebrar otro año que te haces viejo. En fin ¿qué tienes planeado?
— Nada, descansar en mi casa, tal vez descansar mientras como algún postre que allá hecho Jimin, no lo sé, solo pienso en descansar. —Dijo con simpleza.
— Muy bien, Jeon Jungkook lo va a salvar, déjame pensar. —Dijo tomando su barbilla con sus dedos— Una cena, solo amigos cercanos, pollo frito, cerveza y refresco para Jimin, el próximo sábado a las 7 de la noche.
— No me desa– —El pelinegro fue interrumpido antes de que pudiera terminar.
— No te atrevas a decir que no, es tu cumpleaños número 29, es importante.
— Iba a decir que me agradaba la idea antes de que me interrumpieras.
— Podríamos pedirle a Jimin que cocine tu pastel de cumpleaños. —Agregó Jungkook.
— Bien, estás a cargo de todo.
— Solo asegúrate de tener tu casa limpia ese día Yoongi. Por cierto quería pedirte una cosita.
— Ya sabía que querías algo. —Fingió molestia.
— No quiero nada. —Contestó Jungkook— Bueno sí, solo quiero invitar a alguien. Es un nuevo amigo.
— ¿Lo conozco?
— No, bueno probablemente no, su nombre es Kim Taehyung.
— ¿El paciente de la 378? —Cuestionó Yoongi
— Sí. Es ex paciente, fue dado de alta hace un tiempo. No me mires así de serio y tampoco me vengas con eso de que es poco ético ser amigo de tus pacientes, te recuerdo que Jimin y t–
— Jimin no es mi paciente. —Aclaró el pelinegro.
— Bueno como sea, simplemente paso, ambos nos llevamos bien al instante y el chico no tiene muchos amigos, estoy seguro de que se llevara bien con todos, incluso con Jimin, por favor Yoongi. —Suplicó
— ¡Regresé! Lo siento si me tarde. —Habló el rubio haciendo que Jungkook se sobresaltará— ¿De qué hablan?
— Estábamos planeando la fiesta de cumpleaños de Yoongi.
— ¿Fiesta de cumpleaños? ¿Será tu cumpleaños?
— El cumpleaños de Yoongi es el 9 de marzo, lo celebraremos el próximo sábado y por supuesto que estás invitado.
— Creo que él, ha dicho todo lo que se tenía que decir. —Dijo Yoongi— También hablábamos de que Jungkook llevará al tipo que le gusta.
— Número uno, no me gusta, es solo un nuevo amigo y número dos, ¿eso significa que sí me permites llevarlo?
— Número uno, tú no tienes solo amigos y número 2 sí, eso es un sí.
— ¡Gracias hyung! Bueno, chicos nos vemos, hay mucho trabajo que hacer. —Dijo Jungkook con una sonrisa de oreja a oreja— Por cierto Jimin, ¿podrías hornear un pastel de cumpleaños para Yoongi? Le encanta todo lo que horneas.
— ¡Jungkook! —Exclamó Yoongi.
— Claro, me encantaría. —Contestó.
Jimin ya sabía que exactamente hacer, era muy observador, por lo que no tenía que preguntarle a Yoongi sobre sus sabores favoritos, ya sabía que un pastel de moca oscuro le encantaría al mayor, estaba seguro de ello.
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