A pesar de toda esta plática sobre relaciones, no estaba seguro si él le hubiera llamado. Ni siquiera estaba seguro si las complicaciones valdrían la pena para ambos, pero especialmente para ella. Cuando vio las lágrimas en sus ojos, sabía que no podía mantenerse alejado. Hasta ese momento, no había sido positivo y ella realmente quería mantenerse en contacto. Ahora estaba seguro; ella lo quería tanto como él la quería a ella. Esperaba que fuera lo suficientemente fuerte para tenerlo en su vida. Unas cuantas mujeres preferían tomar y amar a un hombre casado con las carreteras y una carrera musical.

-No te creo -dijo Jimin, y le quitó el teléfono de las manos a NamJoon.

NamJoon se encogió de hombros, y se sentó junto a Owen en el sofá. Él sabía como Jimin hacía su señal de aprobación, no pasas diez años de tu vida viviendo en alojamientos cerrados con alguien sin aprender cómo funciona su mente. Bueno, NamJoon entendía a Jimin, pero Adam no tenía ni la menor idea, y dejó que Jimin presionara todos sus botones. NamJoon sabía que Jimin pretendía ser "cool", así que nadie se imaginaba cuán inseguro era él sobre cosas seguras. No sobre mujeres. No sobre cantar.

Jimin era absolutamente seguro en esas arenas. Jimin se convirtió en un maestro de esconder secretos de sí mismo, que no tenía ni la más remota idea en compartir, pero NamJoon miraba más allá de su fachada de "cool". Y él sabía que la mejor manera para tratar con Jimin era nunca levantarse contra su cebo.

-¿Vas a llamar a esa chica caliente con la que te acostaste, Jimin? -preguntó Owen- ¿Cuál es su nombre? ¿Nikki?

-Querida Nikki -dijo Kelly. Él alcanzó el pequeño frigo-bar que estaba al otro lado del sofá, y sacó dos botellas de agua. Le dio una a Owen y dejó una para él.

-¿No vas a llamarla, verdad? -preguntó NamJoon. Él no quería que su recién encontrada relación con Hazel fuera saboteada por Jimin y las mierdas de cosas que hacía con la mejor amiga de ella.

Jimin sacudió su cabeza.

-Ella no me quiere -se encogió de hombros- Ya sabes cómo es.

NamJoon tomó un respiro hondo, y asintió. Owen y Kelly cambiaron miradas de conocimiento.

-Lo que sea -dijo Jimin- Ella dijo que la próxima vez que viniéramos a Wichita, le encantaría que nos acostáramos de nuevo. Tal vez se quede con su amiga "atrapada en el fango" para que se abra la próxima vez a tener un poco más de diversión.

-Ella no está atrapada en el fango -dijo NamJoon, un poco perturbado porque la pulla era un poco más fuerte de lo que solía ser. Él usualmente no dejaba que la mi.er.da de Jimin lo molestara.

Jimin se rió por lo bajo.

-Como si supieras la diferencia. Eres el amigo de tu dormitorio. Probablemente piensas que el estilo del perrito es una aventura.

NamJoon forzó una mirada de enigma en su rostro.

-¿Qué es el estilo del perrito?

Owen se rió. Kelly sólo rodó sus ojos.
Adam salió de la habitación en el fondo del autobús.

-¿Van a estar por aquí todo el día? Necesito llegar a Dallas. Como ayer.

-Sólo esperamos al chofer -dijo Owen.

Adam se sentó en una de las sillas de capitán que estaban enfrente del sofá curvo.

-¿Puedo ahora tener mi teléfono de regreso? -preguntó NamJoon.

-¿Vas a llamar a tu mami? -le preguntó Jimin.

Él tiró el teléfono de NamJoon al aire, y NamJoon lo atrapó con una mano.

-Más tarde -dijo NamJoon-. Necesito llamar antes a Hazel .

Owen se acostó por encima del cuerpo de NamJoon, y le quitó el teléfono antes de que pudiera encontrar la imagen de Hazel y su nombre en su larga lista de contactos.

-La regla de las veinticuatro horas -dijo Owen.

-Las estrellas del rock viven demasiado rápido para una regla de las veinticuatro horas -dijo Adam-. Nuestra vida promedio es igual a la mitad de una normal dividida entre el número de adicciones menos el número de pequeños vuelos que hacemos por mes, el número de carros de carreras que tenemos y el número de kilómetros conducidos en una motocicleta sin tener un casco. Diría que la regla de los tres segundos aplica mejor para NamJoon.

NamJoon soltó una risita.

-¿Ves? Ya se me hizo tarde para que la llame.

-Nah -dijo Owen-, tienes menos adicciones que Adam, y no tienes una motocicleta. Tienes que esperar al menos veinte minutos más.

El chofer, Tex, subió los escalones y saludó con la cabeza.

-¿Tan listos pa' irse?

La mayoría de la banda y la tripulación había perdido su acento arrastrado de Texas después de viajar por el país y el mundo por diez años, pero no Tex. NamJoon pensó que él había tomado lecciones para refrescar. Y cuando NamJoon estaba cerca de Tex por mucho tiempo, empezaba a hablar como él.

-Estamos listos -dijo Adam-. Vámonos. Necesito acostarme.

Adam tenía una chica regular en Dallas. No era exactamente una novia. Exactamente, ninguno de ellos tenía novia. Era deprimente. Jimin se encaminó a su litera.

-Supongo que necesito dormir. Estoy seguro que no dormí ni un poco anoche. La querida Nikki tiene una resistencia seria. -Se quitó sus gafas de sol, revelando unos cansados ojos azules como el hielo. Metió sus orejas debajo del cuello de su camisa- No dejen que Force hable con esa chica mientras estoy fuera.

-¿Por qué estás tan preocupado porque él la llame, Jimin? -preguntó Kelly.

-Él nos llenará con líquido de co.ños si termina con una novia regular. -Jimin se subió a su litera-. Además, ¿quién quiere estar con una sola chica todo el tiempo cuando hay disponible una deliciosa variedad?

-Yo -dijo Kelly.

-Sí, yo también. -Estuvo de acuerdo Owen, asintiendo.

-Púdrase eso. Y por una vez, coincido con Jimin -dijo Adam-. Más variedad, mejor.

-Putos -dijo Owen, y sacudió su cabeza como si estuviera avergonzado- Ambos.

Jimin gruñó, y cerró la cortina de su litera. Un instante después sus botas cayeron de la litera al suelo.

Mientras Owen estaba distraído, NamJoon le quitó el teléfono de la mano.

-Creo que tomaré esto en el baño, así ustedes no me molestarán -dijo NamJoon.