💙03💙
Hazel se puso de pie y buscó algo para limpiar el agua del lado de la cara de NamJoon. Riendo entre dientes, él levantó el borde de su camiseta y frotó las gotas de su piel. Ella no podía dejar de mirar con la boca abierta la tableta de sus abdominales. Ya era bastante malo que ella hubiera arrojado agua encima de un baterista famoso, escupir sobre todo un baterista famoso caliente con soñadores ojos mieles y una sonrisa preciosa era un desastre digno de tabloide.
Su mirada se fijó ante la vista de un tatuaje que asomaba por encima de su ancho cinturón de cuero cerca del hueso de la cadera. No pudo averiguar lo que era antes de que él dejara caer su camisa para cubrir su vientre. Esperaba que esa sensación de malestar se calmara, ahora que sabía que él tenía un tatuaje, pero sólo sentía una atracción innegable cuando lo miró.
NamJoon tomó el CD de su emocionado fan y lo firmó antes de volver su atención a Hazel.
-Lo siento tanto -dijo- No tenía ni idea de quién eras.
Y cómo de idi.ota estaba haciendo de mí misma mientras criticaba tu banda.
Sus ojos se movieron hacia el cielo.
-Sí, en cierto modo lo imaginé.
-Reconocí a los otros chicos de la banda porque los vi en el escenario, pero a ti...
-Fui la mancha detrás de la enorme batería.
-Sí. -Y él parecía un lindo chico normal, no una estrella de rock. Se tocó las mejillas con sus dedos y las encontró calientes- Realmente siento haber escupido agua sobre ti. Debes pensar que soy una psicópata.
-En realidad, creo que eres encantadora -dijo- Nunca he conocido a una mujer con las bolas para rechazar a Jim y llamarlo un monstruo al mismo tiempo.
-No puedo creer que haya hecho eso.
Ella se dejó caer en el sofá al lado de NamJoon, de nuevo y hundió la cabeza entre sus manos.
-Realmente no creo que sea un bi.cho raro. Sólo que es tan...
-¿Arrogante?
-Sí. -Ella volvió la cabeza para mirarlo.
-Pero tú no pareces serlo.
-Yo sólo soy el baterista. -Él tocó el centro de su espalda, envolviendo su cuerpo de sangre caliente y la fragancia limpia del jabón masculino cuando se acercó- ¿Tienes novio? Él acarició su dedo anular- Sé que si tuvieras marido o novio, no te perdería de vista sin un anillo en el dedo.
Su corazón le dio un vuelco. ¿Estaba coqueteando con ella? Estaba bastante segura de que lo estaba haciendo. ¿Acaso le importaba?
Diablos no. A pesar de que era músico y tenía un tatuaje, le gustaba lo que veía. Y ella quería hacer mucho más que mirar.
-Actualmente estoy soltera -dijo. ¡Yuju! Añadió silenciosamente.
-Pensé que tal vez es por eso que rechazaste a Jim, que estabas locamente enamorada de algún idi.ota afortunado. ¿De verdad no te sientes atraída por él?
Ella negó con la cabeza.
-¿Ni siquiera por su notoriedad?
-No lo hace más especial que cualquiera de nosotros. Sí, es famoso. Gran Whoa. Esto no le da derecho a comportarse como un im.bécil. Eres famoso y no actúas de esa manera.
-¿Estás segura de eso?
Ella asintió con decisión.
NamJoon se inclinó más cerca, su mirada tan intensa que se sentía congelada en el lugar. Él levantó una mano para rozar con sus dedos su mejilla. El corazón de NamJoon tronaba en su pecho.
-Voy a besarte -dijo.
No podía arrastrar la mirada fuera de la suya. Nunca había visto unos ojos tan mieles. El contraste del iris brillante contra sus oscuras pestañas era fascinante.
-¿En serio?
-Sí.
-Pero no me siento atraída por tipos como tú.
-¿Tipos como yo?
-Chicos con tatuajes.
-Hmm -murmuró cerca de su oído.
Sus párpados se cerraron yéndose a la deriva.
-¿Qué hay de los chicos con crestas?
Ella abrió la boca y sus ojos se abrieron de golpe.
-Nunca.
NamJoon se quitó su gorra de béisbol, revelando que los lados de su cabeza no sólo estaban bien afeitados, sino tatuados con motivos tribales.
Así que no es su tipo. ¿Entonces por qué su vientre se estaba tensando con necesidad y por qué estaban sus bragas incómodamente húmedas?
-Y supongo que nunca te sentirías atraída por un tipo con un cuerpo con piercings.
Su cálido aliento le acarició la oreja. Ella ahogó un gemido. ¿Por qué todo acerca de él la encendía? Ella realmente no se sentía atraída por este tipo de chico malo. Normalmente se encogía temerosa cuando se enfrentaba a alguien que se parecía a él.
Ahora, a pesar de que NamJoon la había acorralado contra el brazo del sofá, ella no sentía miedo alguno. Quería tocarlo. Acariciar su pelo, frotar su cuero cabelludo, acariciar sus tatuajes con sus labios. ¿Cómo habían sido generados esos deseos? Ella debería alejarse de él, no balancearse hacia él.
Era exactamente el tipo de hombre que evitaba por regla general. Sin embargo, ella no sentía miedo en lo más mínimo de NamJoon. Ella lo quería.
-Tengo perforado el ombligo -dijo abruptamente. Un momento de descuido en su 21 cumpleaños.
-No me lo creo.
Ella levantó el dobladillo de su camiseta para mostrarle la joya colgando de su ombligo. Su aliento y sus dedos trazaron la cadena alrededor de su esbelta cintura. Un impulso de placer formándose entre sus muslos, ella apretó las piernas juntándolas para aliviar el dolor que se incrementaba.
-Dios, eso es sexy. -Su meñique cayó por debajo de la cintura de sus vaqueros mientras trazaba la cadena de oro nuevamente-. ¿Qué otros secretos escondes, dulce Hazel? Quiero descubrirlos todos.
Hazel cubrió la mano de NamJoon antes de que él se adentrara más profundamente en sus pantalones.
-¿Tienes piercings? -preguntó ella, mirando fijamente a sus ojos.
Ella no veía ninguno en sus orejas o en la cara. Era una de las razones por las que no había reconocido que él era uno de ellos. Su ropa cubría los tatuajes del cuerpo.
Su gorra ocultaba su peinado. Había bajado la guardia con él antes de que se dio cuenta que era atemorizante. Eso tenía que ser la diferencia. Ella había hablado con él antes de que ella hubiera sabido que debería tener miedo.
-¿Dónde? No veo ninguno.
-Vas a tener que sentirlo. -NamJoon tomó su mano y la dirigió a su pecho. Sus dedos rozaron un borde duro en su pezón.
-¡Oh! -Ella frotó su lengua contra el borde de sus dientes, preguntándose cómo se sentiría ese trozo de metal si ella moviera su lengua por la barra que tocaba bajo su camiseta. Sus músculos se tensaron bajo su toque y ella rezó en silencio para que él se sintiera tan atraído por ella como ella por él. Ella quería que él agarrara en puños su pelo con las dos manos, que las arrastrara hacia abajo de su cuerpo largo y duro y la presionara firmemente contra el dolor palpitante entre sus muslos.
-Hazel -su nombre susurrado era como una caricia de seda-, eres hermosa.
Las comisuras de sus labios se extendieron.
-Como tú.
Sus miradas se encontraron y todo lo que se asemejaba a un pensamiento racional habían abandonado su cráneo. NamJoon se movió hacia adelante y reclamó su boca en un beso robado. Querido Dios, tenía los labios fuertes y exigentes.
Sus dedos se curvaron en su pecho y su respiración se atascó en su garganta. Cuando su lengua la acarició, su aliento quedó capturado en su garganta. Cuando su lengua rozó su labio superior, su cuerpo entero se encendió. El sabor de cerveza. El olor de su cuerpo. La dura barra de un piercing en el pezón contra su dedo. Todo tan extraño. Tan peligroso. Tan jodida.mente sexy. Se retiró de su boca y bajó la mirada hacia ella.
La mano de ella se deslizó por su vientre hacia su cadera.
-Muéstrame tu tatuaje -exigió ella sin aliento.
Una parte de ella quería demostrarse a sí misma que no estaba asustada. La otra parte, sólo quería conseguir otra visión de su gran cuerpo.
-¿Cuál de ellos?
-El que está en tu cadera. ¿Hay más?
Él sonrió.
-Pensé que no te gustaban los tatuajes.
Ella sacudió la cabeza, su mirada moviéndose al diseño en el lado izquierdo del cuero cabelludo de NamJoon. En una inspección más cercana, el patrón tribal parecía un dragón.
No realista. Artístico. Las líneas gruesas y negras que formaban su cuerpo largo y esbelto arqueado a lo largo del borde de la línea del cabello. Rojo fuego vomitado desde las terribles fauces abiertas en su sien. Las garras del dragón parecían estar llegando a su oreja.
-No me gustan. Tengo curiosidad, es todo. No es un diseño de cráneo, ¿verdad? -Ella tragó saliva. ¿Qué haría si el diseño lo fuera? -Ella tragó saliva. ¿Qué haría ella si lo era?
-No. No es un cráneo.
Ella se relajó con alivio.
-¿Entonces qué?
-Estaría feliz de mostrártelo. Todos ellos. Pero no aquí.
Volvió la cabeza para recordarle que estaban en un rincón bastante aislado de una habitación muy concurrida. se incorporó bruscamente y tiró de su camisa hacia abajo sobre el vientre. ¿Se habría dado cuenta alguien de lo que estaban haciendo? Ella debería estar avergonzada por su comportamiento temerario, pero en su lugar estaba excitaba.
-Force -gritó alguien desde el otro lado de la habitación y saludó con la mano salvajemente a NamJoon.
NamJoon le devolvió el saludo.
-¿Por qué te llaman Force? -preguntó.
-Ese es mi nombre artístico. -Él adoptó una expresión amenazadora, -labio curvado, cejas fruncidas juntas y crujiendo sus nudillos- Soy una fuerza a tener en cuenta. -Él sonrió y levantó la mano para poder capturar sus dedos y darle besos húmedos.
-Oh.
Un hormigueo doloroso siguió construyéndose entre sus muslos, y ella supo que sólo había una cosa que lo fuera a aliviar. Y sólo un hombre con el que querría calmarlo. La emoción de estar con NamJoon, de superar sus ridículos temores, era demasiado seductora para que ella la negara.
- Normalmente no suelo atraer a tipos como tú.
-Eso dijiste.
El corazón palpitó cada vez más rápido mientras reunía valor. Ojala pudiera ser más como Nikki y dejar perfectamente claro lo que quería.
-Si te digo que te deseo, ¿me creerías?
-Inténtalo.
-Te deseo.
Capturó su mirada y la sostuvo durante un largo rato.
-¿Quieres salir de aquí?
-¿Me enseñarás tus tatuajes?
-Para ello sería necesario desnudarme.
Ella le sonrió.
-Estoy bien con eso.
Esto está 🔥
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