Era mi responsabilidad, me había comprometido que la cuidaría, que no dejaría que nada malo le pasase.

¿Y qué es lo primero que le pasa al estar apenas una semana aquí?

La secuestran y sólo esos monstruos saben lo que le hacen, como la tratan, como le hablan.

Ya no me importa mi vida, ya no duermo lo que debería, ya no me alimento bien, ya siento que no estoy respirando. Esa niña iba a ser la razón por la que vivir.

Era de esas personas que siempre andaba con una sonrisa, que le veía el lado positivo a la vida, a los problemas, cada día una pequeña luz aparecía en mis ojos, creía que alguien superior al mundo cuidaba a mi familia y a mí. Pero uno aprende con el paso de los años que no todo son sonrisas, no todo es positivo, no siempre mirarás al mundo con los mismo ojos, nadie te cuida del mundo.

La vida me hizo ser quien soy, me inclinó hacia la carrera policial para proteger a mi madre, conseguir justicia, encontrar al asesino de mi padre y al secuestrador de mi hermana.

Fallé en lo primero, no puedo conseguir lo segundo, presiento que nunca veré tras las rejas al asesino, creo que es imposible hallar a un secuestrador que cometió su crimen hace ya varios años.

Sólo pido algo, justicia.

En un mundo corrupto eso es lo que no tenemos.

》》》

Un sobre blanco se encuentra pegado en la puerta de la entrada de mi departamento. Ya no hay sorpresa, no hay ningún frío que recorra mi cuerpo al suponer de lo que se pueda tratar, no hay miedo.

Tomo el sobre y me adentro, hago lo que suelo hacer después de llegar del trabajo, no me importa lo que pueda decir ese papel, nada devolverá mi vida.

Esparzo todos los papeles que he encontrado sobre el secuestro de mi hermana en el medio de la mesa del comedor, los del asesinato de mi padre al lado izquierdo, los del asesinato de mi madre al lado contrario. Toda mi familia muerta y no ha habido justicia.

Reviso similitudes y diferencias que puedo hallar entre los tres, pero realmente no se sabe mucho sobre el de mi hermana. Lamentablemente sólo hubo un testigo, no supo responder a las preguntas de los oficiales. Siempre me he culpado de eso, si tan solo hubiera estado más atenta, ella estaría aquí conmigo.

Sin nada más que hacer, empiezo a revisar la hoja que está en la sala.

“Lee atentamente cada uno de los pasos porque si no lo sigues, habrá consecuencias y estamos seguros que no quieres más personas muertas por tu culpa.

Primero, aunque se escuche repetitivo es muy importante mencionar que no queremos policías en nuestros planes. (Tú no cuentas).

Segundo, no avisar a nadie de lo que pasa, aunque eso no será un problema para ti, ya que, no te queda nadie. Eso es deprimente, lástima tuviste una amiga y murió.

Tercero, ser puntual y obediente con lo que te pedimos, de lo contrario ¿sabes quién pagará las consecuencias? Si, exacto, una persona inocente.

Ahora sí vamos con lo importante.

¿Qué queremos?

Te regresaremos a la niña si tú te entregas.

Así de sencillo una vida por una vida.”

Una vida por una vida. ¿Pero quién la cuidará?

No sé qué hacer, por primera vez estoy en un verdadero dilema que es de vida o muerte y realmente ninguna opción es factible.

¿Por qué me quieren?

¿Qué es lo que van a hacer conmigo?

¿Me matarán?

¿Es venganza?

De todas las personas del mundo por qué yo debo ser la que viva todo un infierno y que ahora no sólo vayan a cobrar la vida de algún familiar sino de una niña que apenas la conozco hace unos meses.

Sabía que no era bueno hacerme cargo de ella.

Sabía que ella estaría en peligro si la tenía.

Sabía que algo así podía pasar.

El problema es que no quise quedarme sola, quise ser feliz, tener un motivo por el cual sonreír cada día.

Guardo dentro del sobre la hoja, al hacerlo observo que hay otra hoja más. Esta es más corta.

“Debes dirigirte a la salida de la ciudad y del país, es decir, debes acercarte a la frontera de Venezuela. Ahí encontrarás una camioneta blanca estacionada, cerca estará también un pequeño auto familiar pequeño de color rojo, en ese auto estará la niña.

Deberás montarte en la camioneta, el auto rojo volverá a Cúcuta y ahí a la niña se le asignará un nuevo hogar con una familia que nosotros no queramos destruir.

Por fin nos veremos cara a cara, espero que nos veamos pronto.”