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- Pasaron 5 días desde que aceptaron - parcialmente por parte del rubio - el rol de padres adolescentes, tratando de hacer espacio para poder atender lo mejor posible a su robótico hijo, mientras que las dificultades de la vida se les presentan a edad temprana. Pero allí estaban, arreglando toda la habitación como estaba antes de todo el desastre de libros de Matthew, a unos minutos de ir a clases, ambos tenían ojeras gracias a una tanda exhaustiva de estudios la noche anterior - y en parte de tiempo de calidad con su pequeño - para el examen mensual que tenían ese mismo día antes del almuerzo, así que mientras recogían uno a uno los libros del suelo iban haciéndose preguntas del examen y recitando de memoria algunas partes que posiblemente podrían ser relevantes, incluso estaban tan sumergidos en ello que Matthew ayudó a sus progenitores con algunas preguntas y recordatorios sobre los temas que saldrían en la prueba.

- Cuando todo estuvo listo, se despidieron de Matt y corrieron a sus clases correspondientes, como siempre almorzarían y le darían un vistazo al androide para comprobar su seguridad y si era necesario poder atender sus necesidades. Gracias al cielo que era un robot y uno un niño real, ya que tendrían las cosas mil veces más difíciles, con suerte el pequeño pedía que le trajeran nuevos libros para leer. Y ahora estaban allí en el pasillo dirigiéndose a la habitación junto algunos libros nuevos para él, no querían que se terminara aburriendo tan rápido.

— Me fue bastante bien en el examen, ¿Y a ti? — Preguntó rompiendo el silencio entre ambos con una notoria sonrisa, el castaño rojizo estaba de lo más animado por ver a su hijo el día de hoy. 

— Bien. — A ninguno se le ocurría decir mucho, todo su poco tiempo lo dedicaban a otras cosas que no incluían su relación en si, pero aún así Jeff le dirigió una sonrisa cansada y le dio un medio abrazo a su novio. 

— Jeffrey, ¿Estás molesto conmigo? — Dijo sin mirarlo abruptamente, simplemente siguió caminando, haciendo que un poco de la sonrisa de Jeff se desvanezca.

— ¿No? ¿De qué hablas? — Estaba genuinamente confundido, no estaba enojado con Tony o eso es lo que cree por el momento.

— Bueno, hace unos días me respondiste de una manera un poco cortante a mi parecer. — El de ojos verdes no se había olvidado de aquel comentario, que cualquiera no le hubiese dado importancia, pero obviamente eso lo alarmo, ¿Y si algo estaba mal con él? — Parecías fastidiado.

— Oh. — Se rasco la barbilla mientras trataba de recordar, hasta que finalmente entendió a que se refería. — Lo siento mucho Tony, ¡Sinceramente no estaba molesto ni nada por el estilo! Sólo muy cansado, no quería herir tus sentimientos. — Se disculpó de inmediato abrazando al del sombrero mucho más fuerte.

— Está bien, no te disculpes por eso, debí saber que estabas cansado. Es mi culpa. — Paro para darle un abrazo más apropiado, Jeff se detuvo y correspondió el abrazo.

— Es la mía, debí haberte contestado de mejor manera. — Se separaron del abrazo y se tomaron de las manos y volviendo a caminar, reconciliándose de una pequeña pelea mínima, pero aún con el corazón lleno de perdón, no pudieron soportar lo que verían al cruzar por la puerta de la habitación.

- Si no había un desastre aún mayor del que ya tenían antes, por lo menos era lo suficientemente grave para ser un problema, libros por todos lados una vez más, dejando desconcertados a ambos chicos por no decir con la mandíbula en el suelo. Jeff apretó los dientes tratando de reprimir algo de su angustia que tenía dentro, ni siquiera tuvo que abrir la boca para que Tony supiera exactamente que diría, lo único que su novio hizo fue tomar su hombro. Matt ignoró esto incluso el grito, estaba ocupando haciendo dibujos ahora.

— ¡ES TODO! YA AGUANTÉ DEMASIADO. — Gritó, en realidad Jeffrey no solía gritar mucho, sólo si estaba muy frustrado, Tony le dio muchos besitos en la mejilla para que se calmara.

— Uh, Jeffrey, ¿Es por lo de los libros? Si quieres puedo recogerlos por ti. — Dijo Tony con un tono bastante bajo para no volver peor la situación.

— No, está bien, sólo que creo que ya hay que llamarle la atención por esto. — Se pellizco el puente de la nariz pensando. — Es la única manera de que entienda. Quiero decir, no podemos dejar pasar que esté haciendo desorden todo el día.

— Tienes razón, no creo que pueda estar toda la vida recogiendo desastres. — Asintió Tony dirigiendo su mirada a su pequeño. — Honestamente estoy algo cansado para ocuparme de esto ahora.

— Bueno yo tampoco estoy mucho mejor, así que hay que dejar las cosas claras.— Dijo el rubio para ir a acostarse completamente cansado a su cama, Tony sentándose a su lado mientras jugaba con el pelo rubio de su novio.

— Te escucho. — Respondió pacíficamente.

— Debemos ser severos, y directos, tiene que entender que esto no está bien, quiero que le quede bien claro. — Obviamente estaba enojado, ya que lo que para él era el sentido común, obviamente el robot no lo tendría, ya que no estaba programado para tenerlo. — Es nuestra culpa no haberle dicho esto antes obviamente.

— ¡No todo podemos hacerlo bien! Es nuestra primera experiencia como padres... Con cariño y siendo atentos podremos corregir ese tipo de comportamientos en un santiamén. — Tenía confianza que mejorarían cada vez más, ¿Quién no quería ser enseñado con comprensión y amor?

— ¿Alguna vez te mencioné que tienes un corazón de oro? — Eso le sacó una risita dulce al del sombrero acostándose a la par de Jeff mientras recostó su cabeza en su pecho.

— Muchas veces. — Mencionó sacándole una pequeña sonrisa a su amado. Antes de que empezaran a ponerse románticos el robot habló:

— T3RM1N3 M1 D1BUJO. *BIP* — Dijo audiblemente casi sacándole un buen susto a los dos en ese momento, se vieron el uno al otro hasta que los latidos de sus corazones se calmaron.

— Casi me matas del susto niño... — Comentó con un tono un poco molesto.

— Lo mismo, pero menos agresivo. — Tony se sentó en la cama mientras Matthew enseñaba su dibujo con orgullo. Está vez se trataba de la puerta de su habitación abierta mostrando la pared del pasillo de fondo. Esto no era una buena señal en lo absoluto, ¿Acaso había abierto la puerta en algún momento? ¿Qué pasa si se escapó en algún momento y no les dijo? La preocupación se acumulo en la cabeza del chico de sombrero de copa. — ¡Está increíble! Pero Matt, ¿Tú mismo abriste la puerta para dibujar el exterior?

— ¿Qué él hizo qué? — De inmediato el castaño rojizo se volteo, nada más para ver como su novio se sentaba rápidamente en la cama y casi quitándole el dibujo de las manos para verlo.

— UH. — Sólo eso alcanzó a decir el robot.

— Mira, Matthew, no te castigaremos por esto, ¿Sí? — Miró a su novio de reojo el cual tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados mientras dirigía su mirada a la maquina que tenían en frente. — Sin embargo, tu padre y yo hemos decidido que debemos de hablar algo importante contigo, justamente mañana. — Dijo con más severidad, Matthew asintió con la cabeza.

— L4M3NTO MUCHO C4US4R PROBL3M4S, 3ST4R3 3SP3R4NDO L4 CH4RL4 CON 4NS14S. — Eso le sacó una sonrisa a Tony.

— Ese es mi hijo. — Le respondió cálidamente.

. . .

— Muy bien, ¿Recuerdas de lo que te dije ayer? Bueno, pues ya es tiempo de decirtelo. — Dijo el de sombrero.

— 4F1RM4T1VO. — Constestó Matthew sentado en la cama de Tony con una sonrisa. 

— PRIMERO que todo. — Empezó el rubio. — Un problema que tenemos es que tú no ordenas tus cosas. Y toda esta habitación... Perdóname por la palabra; Es un chiquero. — Su novio se tapo la boca con una mano para aguantar la risa. — ¿Qué te parece tan gracioso, Tony? No estoy jugando esta vez.

— Perdón, ¡La palabra chiquero me da risa! 

— ¿QU3 3S UN CH1QU3RO? *click* — Preguntó con una leve intención de curiosidad.

— Una pocilga. 

— ¿Y QU3 3S UN4 POC1LG4?  *whirr*— Volvió a preguntar.

— ¡Un lugar sucio o asqueroso! Como quieras decirle. — Respondió a regañadientes.

— BU3NO YO NO V3O QUE V1V4MOS 3N UN 3NTORNO LL3NO D3 B4SUR4. *bip* 

— Pues a este paso... — Murmuró con un tono enojado el de lentes, siento interrumpido por su amado.

— Oye, lo que Jeff... Tu queridísimo padre quiere decir, es que cuando traigo libros para ti, sea la hora que sea, cuando los terminas los dejas por todo el suelo. Y eso no está bien porque todo debe tener un orden para poder tener una mejor convivencia en esta habitación, ¿Entiendes? — Le sonrió al terminar de su explicación, recibiendo un pequeño gracias de parte del rubio.

— L4M3NTO C4US4R MOL3ST14S... P3RO, ¿3NTONC3S COMO PU3DO M4NT3N3R 3L ORD3N? ¿QU3 D3BO D3 H4C3R? ¿H4Y UN PROC3D1M13NTO 3SP3C1F1CO P4R4 M4NT3N3RLO? — Tenía miles de preguntas en la cabeza... Quiero decir, él no es como que supiera todo.

— Bueno sería un avance que no dejarás todo en el suelo... — Dijo un poco avergonzado el ojiverde. — Puedes apilar los libros en el escritorio, nos ayudarías mucho porque venimos cansados de clases y lo que menos queremos encontrar es un desastre aquí.

— Y si algún día no lo quieres hacer, entonces puedes pensar en eso. Te lo agradeceríamos mucho. — Suspiró el rubio y empujo sus lentes con su dedo hacia el tope de su nariz.

— D3 4CU3RDO, ¡LO H4R3 4HOR4 M1SMO! 

- Saltó de su cama alegremente y empezó a recoger los libros rápidamente, no es algo del otro mundo que no pudiera saber, ¿Verdad? 


Pero no todas las cosas son así de fáciles.





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