Por favor matenme,  estuve una eternidad sin escribirles, de verdad que lo siento,  pero empecé el curso y no sabia de donde sacar tiempo. Bueno ya callo y empiezo.

-Deverias hablar con Bruce - Dijo Jason con su voz ronca.

-Lo se - Admitió.

-Oye...  Se que Bruce no es el mejor padre del mundo,  pero nos quiere,  te quiere  Dick y estoy seguro de que no te juzgará por lo que has hecho. - contó el mayor con calma.

Dick bajo la cabeza para luego sonreír a Su hermano,  el tenia razón,  Bruce lo entendería. Al fin y al cabo era su padre.

-Ahora largate,  tengo que curar al idiota de Roy - Dijo animandolo a ir.

-No seas cruel con el chico - Replicó en broma.

Jason sonrió para luego gritar -!Roy William Harper, ven aquí a que te cure esas heridas ¡- 

-Yo puedo hacerlo solo - Grito la voz del pelirrojo desde alguna parte del apartamento.

-Tranquila nena seré gentil - Resoplo Jasson.

Dick río por lo bajo ante el humor verde de su hermano y le dio mentalmente las condolencias a Roy, para luego saltar por la ventana y valancearse  entre los edificios.

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Rondaban las dos de la mañana,  una figura delgada y ágil cruzó las sombras de Wayne manor.

-Te estaba esperando - Dijo una voz áspera.

-Lo siento,  no me sentía lo suficiente fuerte - Admitió el menor.

-No te disculpes, esta bien,  esta bien por qué tu estas bien - Dijo Bruce alejándose de la ventana y esbozando una sonrisa.

-Te heche de menos - Musitó Dick.

-Y yo a ti pequeño - Lo abrazo el mayor.

-As crecido muchísimo - Continuó.

-Bruce... Yo - Dick lo apartó poniendo sus manos en el pecho de su padre.

Bruce lo miró interrogante sin saber muy bien lo que ocurría.

-Yo....hice daño Bruce,  maté a gente inocente... - Dejo que las lágrimas calleran.

-Lo se, no es tu culpa, tranquilo,  más tarde hablaremos de esto,  ahora solo dejame abrazarte y cuidarte... Te lo mereces. - Pidio su padre adoptivo.

Con el tiempo ambos derramaron lágrimas Y Dick descubrió que no había persona más sabia que Wally.

-Gracias papa - Soltó Dick con un pequeño sollozo.

Bruce lo apretó más en el abrazo cuando lo llamó de esa manera.
Entonces el sonido metálico de una bandeja callando al suelo los sacó  de sus pensamientos.

- ¡Richard! - exclamó Alfredo con los ojos ahogados en lágrimas.

Luego corrió a abrazarlo y dejo todo su ser en ello.

-No pienso dejar que vuelvas a irte jovencito - Regaño entre risas y lágrimas.

-Estoy aquí Alffi,  estoy aquí.... -