La verdad, no esperaba que "That Voices" tuviera tanta acogida, solo esperaba poder darles algo decente que digerir y eso. Pero si tomo en cuenta la insistencia de un par de comentarios en darle segunda parte a esto, no pude negarme ya que se los había prometido. Espero que les guste.

Personaje: Dick Grayson

Advertencia: Mención de problemas o enfermedades psiquiátricas.

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Dick navegaba entre el mundo real y el limbo por varios minutos al día. Luego de llegar medio muerto al hospital, las cosas en su mente estaban tan mezcladas que le era imposible no explotar como una granada cada vez que escuchaba alguna mención sobre la trastornada chica por la cual había recibido la bala.

Los medicamentos  habían hecho su efecto y se podía decir que solo era cuestión de segundos eternos para que hicieran su trabajo y él pudiera dormir todo el tiempo del mundo. Tiempo que se veía malgastado en tratar de hablar con los policías y hacer que sus hermanos no se mataran entre sí cuando llegaban con Ramos de flores baratas a su cuarto del hospital.

Y era cuando la bruma llegaba a su mente el momento en que todas sus preguntas, como balas perdidas, se dirigían a a su cabeza. Varias preguntas y dudas que lo dejaban muy confundido, por no decir desorientado y aterrado.

— Ya sabes Dick— su hermano menor Jason le dedicaba una mirada burlona, las pastillas ya no funcionaban luego de unas horas— este tipo de cosas solo te pueden pasar a ti y a tu redondo trasero. Es todo un milagro que sobrevivieras al ataque, solo tú y un enfermero más fueron los únicos que sobrevivieron durante el asesinato.

Solo necesito eso y otra adictiva dosis de en morfina para decidir lo que haría cuando saliera del hospital... tenía que buscar respuestas.

Pero como si ese proyecto fuese arena entre sus dedos, fue cuestión de un día y una llamada a la enfermera para que esta le dijera una triste verdad. El enfermero que había estado en la ambulancia con él, había muerto luego de una sobredosis de medicamentos extraños, hasta el momento no se sabía quién o cómo logrado darle tales medicaciones en esas copiosas cantidades. Los policías parecían estar perdidos ante las pocas migajas que se encontraban dentro de la escena y los periódicos solo mostraban un historia amarillista para que el público se viera interesado y a la vez tranquilo ante el horrible y desquiciado panorama.

- Los medios dirán que se suicido con una sobredosis de relajantes tras el ataque- logró escuchar de una enfermera que cuidaba junto con un internista el desolado pasillo- no quieren alarmar a las personas, si se llegan a enterar que la sustancia fue en realidad es Ziprasidona  se armaría un escándalo-

¿Ziprasidona?¿ Por que le sonaba tan familiar ese nombre?. Solo bastó con una pregunta inocente a una enfermera para que le respondiera su duda. Era nueva dentro del lugar, parecía distraída la mayor parte del tiempo y siempre le bromeaba  a todos los enfermeros y enfermos para que el tenso ambiente no ocupara la mente de todos como si fuera una neblina. 

-es un medicamento muy común dentro de los asilos mentales- le comentó, unas cuantas gotas de un líquido medio morado fueron puestos en su suero, los relajantes parecían cobrar efecto, pero no hacía mucho le habían empezado a dar relajantes vía oral, le pareció extraño- tiene que darse en cantidades exactas, creo yo que lo habrás visto cuando hacías servicio dentro de Arkham... Eran las pastillas obligatorias de la pobre niña que raptaron. Las enfermeras tenían que meterlas en dulces para que se las pasara, ¿Verdad?

Y como si eso fuera una alarma dentro de su cerebro, todo empezó a darle vueltas como ruleta rusa, Ella no era su enfermera y esa cosa que lehabía puesto en su vía venosa no era nada más y nada menos que Ziprasidona. ¿Esta vez si le matarían o la bala no estaba en ese lugar?, aunque trato zafarse con toda su fuerza ya era muy tarde. La mujer se había quitado la mascarilla que cargaba con ella y pudo visualizar la aterradora sonrisa que Harley Queen le dedicaba mientras una mancha morada y verde mataba de un disparó al enfermero que estaba fuera del pasillo. ¿Por qué no lo había sospechado?. Pero eso ya no importaba más, esta vez si iba a morir y nadie podría evitarlo, o eso creyó.

La pequeña chica que antes estaba sedada dentro de esa fría y alcolchonada habitación se le había adelantado a su padre. Su rostro no tenía ningún sentimiento y sus ojos parecían estar vacíos cuando agarro un bisturí y se lo clavó con un movimiento limpio al hombre más desquiciado del mundo. Harley pareció no inmutarse de que el hombre al que le juró eterno amor había muerto y solo empezó a reírse como la desquiciada que era, la más pequeña había hecho todo un desastre no solo con su apariencia, sino que toda la sábana se tenía d un color escarlata tan cálido que parecía imposible creer que alguna vez estuvo dentro de un hombre sin escrúpulos. Pero pronto esa risa dejó de escucharse para ser interrumpida con un gemido leve, la menor no solo quería acabar con el Joker, también con su cómplice.

- Sé que no eres mío Grayson, nunca lo serás pese a que me entregue a tus pies- su voz sonaba calmada, contrario a su alrededor- y aunque quisiera ser tuya y que té fueras devoto a mi corazón, las voces no se callan- solo le quedaban algunos momentos consciente antes que esa dosis le mandara otra vez a emergencias, solo unos minutos-  no se callan y me poseen antes que tú entres en ella... por eso te doy un último regalo. Mi gratitud.

Solo fue eso, un golpe seco que le traspasó el pecho de la menor y varias gotas de sangre en su rostro. Los policías habían entrado al ver que la chica de las noticias había matado a dos personas. Ella los había llamado, los había llamado para que la mataran antes que una de las tantas voces no solo la obligara a matar a sus progenitores, sino cambien al amor de su vida y la única luz de cordura que se extinguía dentro de su cabeza. Esa noche las noticias repetían tra vez como discos rayados un asesinato, pero esta vez la cara del Joker se encontraba dentro de las víctimas y él ya no quería saber más de los medios.