Como soy una diosa piadosa... Ok, no es cierto; solo me cansé un poco que tod@s me insistan en continuar ese pequeño apartado de Jason. Me dio cuenta que ustedes son una sanguinarias buscadoras de venganza.... Creó que con esta pequeña continuación les estoy mimando mucho y temo haber creado un grupo de monstruitos hambrientos de segundas partes; pese a que este es obviamente un pequeño segmento de fanáticos de One shots. Realmente debo quererlas para hacer esto.

Ñe, es broma, de tanto que me pedían segunda parte se me ocurrió algo y debía escribirlo. Pero sobre que las mimo mucho creo que si es cierto. Espero que disfruten de esta continuación y no maten a Jason, que ya lo tiene difícil el pobre con su agitada vida de Playboy ;).

Esto será desde el punto de vista de Jason.

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Y cuando me doy cuenta me dejaste de hablar, llegaste un día y en vez de saludarme y darme una de tus sonrisas sin dientes que sueles dar (creo que es por tus braquest, no te culpo, tienes unos dientes muy chiquitos, más parece que es metal que otra cosa) solo me miraste y te fuiste con tus amigos a conversar sobre cómo te habías caído por estar distraída... Creo que debes tener un perrito guía, solo digo; pero regresando al tema, ¿Será porque realmente te molesto que jalara de tu coleta? ¡Pero si te veías horrible!, Mejor te queda el pelo suelto sobre tu rostro, así ningún tipo cualquiera se te acercaras para que le hables de cosas interesantes y me ignores, aunque ya lo haces... Creo que no lo haré más. Aunque veo que con el tiempo tampoco sirve, me sigues ignorando cariño, eso me duele, ¡Me corté el cabello solo por tí!; Escuché como le habías dicho a tu amigo que se cortará el pelo porque no te gustaba los chicos de pelo largo... Y ya estaba rompiendo mi récord bebé.

Pero ese no es el punto pequeña. El punto aquí es que de la nada dejaste de dedicarme sonrisas sin dientes y esas miradas tuyas llenas de inocencia que tanto me encantan, de un día para otro ya no reaccionaba a las bromas que te hacía para que rías, y menos aceptaste los contactos físicos —resumidos en mi brazo siendo tocado por tu lapicero, debo agradecer ese pequeño tatuaje temporal, y tus manos poniendo lapiceros de colores en mi cabello, fue. Una sorpresa para todos ver como mi cabellera las mantenía ahí— que te proponía; Oh pequeña, de la nada te empezaste a soltar el cabello más seguido y te habías cambiado tus lentes de marco grueso por uno más delgados y delicados, se podía ver tu bello rostro... Un bello rostro que ya no parecía ser mío, también descubrí esa voz tuya que siempre le gusta cantar, tus dibujos raros, esa manía que tienes para mirar mucho a las personas solo porque te causan curiosidad y no interés (ya saben, como cuando alguien te atrae)... Descubrí esas pequeñas facetas tuyas que nunca note cuando recién nos empezamos a hablar.

Peor creo que lo que más me dolió no fue eso —mentira, es duele como mierda, pero ese no es el punto— sino más bien el hecho de que viniera ese maldito desgraciado que te empezara alejarte de mí más de lo que ya estabas. Los veía más unidos, más íntimos cada día que pasaba; llegue al punto de la desesperación que no sabía lo que hacía.

Primero fuiste diversión para mi mon amour , eras tan inocente ante los demás que no estaba mal tomarte el pelo de vez en cuando, hasta que sin darme cuenta ya estabas muy colada en mí. ¡Hasta busqué una chica parecida a tí!, Porque me daba miedo tener que manchar esa brillante alma tuya que tienes contigo, pero no era parecido. Esa chica solo era una niña fingiendo ser mujer —aunque también era menor que nosotros, ¿Quién podría imitar tu inocencia mejor que una chica menor?— que conocía la vida y eso, pese a que se notaba que era una inculta al estar solo unos segundos con ella, no solo era inmadura y se notaba que estaba ansiosa por tener algo con alguien un poco mayor, sino que también se notaba lo celosa que era; conversaba con alguien, celos por ahí y por halla; aún recuerdo tu pobre carita asustada al ver cómo ese pequeño tatuaje que habías hecho estaba tachado con el nombre de ella en una horrible caligrafía, era claro que no le agradabas pero ella no me agradaba a mí ... Vaya suerte la mía, bebé; pero no solo era eso, sino que teníamos que agregar que estar con las chicas de siempre hasta me pareció aburrido,llenas de maquillaje e ideas tontas en sus pobres neuronas, se reían como posesas solo por algo tan tonto e insignificante cómo sería verte tartamudear. Eran una tontas.

Peor no era eso todo, aparte de haberme juntado con una chicas que no valían la pena, te veía más unida a ese amigo tuyo que no me gusta; los veía abrazados, se volteaba hacia tu pupitre para hacerte reír, ¡Joder, ese era mi labor! ¡Yo debería estar haciéndote reír, no él! ¡Debía ser yo el que te llevará a ese tonto bailé de graduación!... Debía ser yo, porque habré llegado tarde y con mal pie, pero llegue yo antes que él.

Peor fue cuando me enteré que no fue él el que te invitó, llegó un día tu amiga junto con otras chicas y hablaron de las cosas para ese tonto bailé; hablaban de zapatos, vestidos, colores, peinados —nunca supieron que estaba ahí, me escondí al ver que estaban cerca—, las flores... Hasta que mencionaron las parejas. De la nada todas las chicas empezaron a chismosear sobre la pareja de ellas y de las demás, espere que cuando preguntarán por tu pareja ella dijera que no habías conseguido, pero me equivoqué; No solo fue que conseguiste pareja, sino que también habías sido tú la que había preguntado y no viceversa.

Joder eso me dolió como nunca, pero tenía que seguir. Todos se enteraron lo que habías hecho, muchas chicas te miraba asombradas y otras tanto molestas — no las culpo realmente princesa, tú siempre andas rompiendo los estereotipos que siempre te andan molestando. Y creo que  ahora mismo me dará un paro cardíaco al ver cómo entras al local con ese vestido que no solo realza tu lado inocente, sino que muestra esa faceta tuya ir nadie conoce: Ese lado sensual y atrapa te que solo te vi usar una vez, la vez que ese amigo tuyo se convirtió en tu pareja... Si te digo que agarre esa botella de vino y me la tomé para olvidar como te besaba —tu primer beso, cabe recalcar— al verte bajar  de la limusina, ¿Me creerías?. Creo que no, pero no te culpo, te habías asustado tanto al vernos pelear que te tuvieron que quitarte tus lentes para que no vieras como era ridículamente sacado del local por Roy y recibir una cachetada par que se me quitara todo el alcohol de mi cuerpo. Bebé lo siento tanto, no quería arruinarte el baile.

Y ahora es cuando me doy cuenta que me perdí la oportunidad de estar con una chica increíble, una chic ir nunca le importó estar arreglada para ir a un lugar o tener que ser la más brillante para ser la más sobresaliente. Y ahora  que te veo, ahora entiendo porque Dick estuvo tan deprimido al terminar con Bárbara, ahora entiendo la razón por la cual comía helado durante horas y Alfred le tenía ir sacar de su cuarto a base de manguera con agua helada; pero es que tiene sentido, me sentía tan miserable que literalmente me metí dentro de una caja en medio de mi cuarto y no salí después de 4 días— me lograron sacar metiendo un pañal de Damián — de ese lugar, para luego ser raptado por Bruce y ser literalmente lanzado a la puerta de tu casa. Y cuando creía que podía salir sin ser notado, no solo Bruce se había parado frente a tu casa para que no me escapara, sino que saliste tú en tu adorable pijama para ver ir tanto alboroto estaba sucediendo fuera.

Pensé que  me gritarías al verme, pero solo te acomodaste tu lindo pijama de florecitas y me ayudaste a pararme, tomaste mis manos sin preguntar para ver si tenía un raspón y revisaste mi cara para ver si no habían unos ahí; creo que en ese momento no solo me dolió eso cariño, no solo me dolió ver cómo te preocupabas por mí después de la vergüenza que te hice pasar, sino ver la cara sorprendida de Bruce al ver ese lado cariñoso  que irónicamente nos hacía tanta falta en la mansión y que tú lo propagabas de una manera casi explosiva pese a que eras notoriamente más pequeña que los dos.

Después de eso nos miraste a los dos un poco sonrojada invitándonos a pasar, nos preparaste un café y te sentaste en la mesa esperando la razón. Fue Bruce el que habló por mi en todo ese tiempo, tú solo miraste y veías a Bruce de vez en cuando; cuando ya había acabado todo lo que debía de decir, me paré y te pedí disculpas, me importaba poco que él se disculpara por mí, tenía que sentir esa horrible sensación de timidez al sentirme culpable cariño, tenía ir ver tu cara dándome tú perdón.

Y cuando termine de hablar, solo me sonreíste con tu dulce rostro y me diste el perdón, ni lo pensaste; Nos ofreciste unas tazas más de café y cuando nos estábamos a punto de ir, solo me diste la mano en vez de esos cálidos abrazos, supe ahí mismo que ya no eras mía o que nunca lo fuiste realmente. Irónicamente creía que tú habías caído en mis juegos cuando en realidad eras tú la ir hizo que cayera en un hechizo tuyo, peor no le arrepiento, porqué se que algún día serás mía.
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Bueno, espero que les halla gustado y no me maten por dar es lado cómico en esta parte, porque hay je admitir que Jason tiene su lado meme, si tienen alguna duda con este texto lo aclararé:
•Jason y la protagonista (nunca diré que es "___", porque no lo es) están en su último año de la escuela, al igual que lo estoy yo. Por eso puse lo del baile de graduación.
•Lo de la pareja de baile es cierto, yo fui la que le pidió a un amigo para ir; siempre me pregunté porque una chica nunca pedía, luego de eso unas chicas más de mi grado le pidieron a los chicos para ir.
Bueno es es todo, espero que les guste mucho y les mando un fuerte abrazo. Besos