🎃👹😇Robert Downey Jr😇👹🎃
Quinto one shot ( y último de octubre) especial del último trimestre del año, inspirado en el mes de octubre con temática fiesta de disfraces.
"Sentimientos bajo disfraces""
"Estás cordialmente invitado a nuestra fiesta de disfraces que será el próximo 31 de octubre del presente año a partir de las 8:00 p.m.
Habrá un concurso en donde se premiará a la pareja con el mejor disfraz en conjunto. El premio es $5,000.00 dólares en efectivo.
Anímate a asistir y compartir un momento de diversión. ¡No faltes!
Favor de confirmar asistencia hasta el día de mañana 31 de octubre de presente año a las 12:00 pm.
Atentamente: Recursos Humanos."
Ese decía el correo electrónico que los había llegado a la bandeja de entrada esa mañana a todos los de mi área (y suponía que a todos los de la empresa) con una atenta invitación a una fiesta de disfraces que se llevaría a cabo la noche siguiente con motivo de la celebración anual de Halloween.
Siempre había sido una persona bastante solitaria y asocial, lo cual se ajustaba a la perfección con el trabajo que desempeñaba como editora en Blue Moon, la casa editorial más prestigiosa de San Diego. Mi trabajo solo consistía en relacionarme con letras, palabras, párrafos, versos, gramática y puntuación lo cual, era bastante ideal para mí que siempre evitaba socializar. Por tal motivo y justo después de ver dicha invitación, automáticamente deseché la idea de asistir y envié el mensaje al apartado de correo no deseado logrando así, volver a concentrar mi atención en la pantalla de la laptop frente a mí y seguir editando un artículo que saldría publicado la próxima semana en la revista más importante de la editorial.
Me coloqué de nuevo mis audífonos dispuesta a continuar escuchando mi álbum favorito de Black Sabbath cuando sentí el peso de una mano recargarse en mi hombro. Cuando me giré, logré ver a mi compañero y prácticamente la única persona con la cual había establecido una amistad en la oficina, Robert. Venía sosteniendo dos tazas de café que aún desprendían un poco de humo debido a que seguían estando calientes y un aroma increíblemente delicioso. Ambos cruzamos miradas y luego de acomodarme mis gafas, le sonreí y él hizo lo mismo.
-Hola, querida. ¿Sabes? Desde esta mañana te noto un poco cansada y con unas ojeras que se pueden notar hasta la esquina. Así que, decidí traerte un café para que te sientas mejor. -me dijo amable, entregándome una de las tazas con líquido humeante que sostenía.
Al instante lo tomé y le di un sorbo, lo cual hizo que mis lentes se empañaran un poco, haciendo que Robert riera y provocando que yo también lo hiciera.
-Llega un punto en que te acostumbras. -reí, encogiéndome de hombros, refiriéndome al vapor en los cristales de mis gafas y noté que el café tenía un sabor exquisito. -¡Ah, mi elixir de vida! Esto esta delicioso, Rob. Muchas gracias. -le sonreí de forma más amplia y él acomodó el cuello de su saco.
-Sé que tu café favorito es el colombiano con dos de crema y una de azúcar. Justo así lo preparé y creo que lo hice bien. ¿Cierto? -inquirió, mirándome con una ceja alzada.
-Oh, pues... Sí. -lo miré sorprendida y pestañeando un par de veces. -Qué atento, muchas gracias, Rob.
-No hay de qué, ___________. -me devolvió una tierna y sincera sonrisa que hizo que sus ojos miel se cerraran un poco y luego tomó asiento frente a su lugar de trabajo que era justo delante del mío. -Por cierto, ¿si viste el correo que enviaron de la fiesta de disfraces?
-Sí, lo vi. Pero hice caso omiso. -contesté simple, centrando toda mi atención en la pantalla de mi computadora y dándole otro sorbo al café.
-Ya veo. Si lo imaginé. Ammm, ¿en verdad no quieres ir? -preguntó con algo de intriga en su voz.
A diferencia de mí, Robert si era un poco más social. Solo un poco.
-La verdad, no. -alejé mi vista un instante del monitor y miré a Robert por encima de mis gafas. -¿Por qué la pregunta? ¿Tú si quieres ir?
Robert tensó su mandíbula y levantó ambas cejas haciendo una mueca. -Pues, no estoy seguro todavía. A decir verdad, te preguntaba porque al saber que tú podrías ir, yo iría también.
Rodé los ojos y suspirando, le dediqué una mirada divertida. -Está bien, iremos. Pero lo haré solo por ti.
Los ojos de Robert brillaron mas, no entendía del todo el por qué, solo era una simple fiesta de disfraces. Me sonrió con ilusión y luego se levantó de su asiento acercándose a mi lugar para darme un suave beso en la mejilla.
-Verás que nos divertiremos. Te prometo que nos iremos temprano. -exclamó con entusiasmo.
-Eso espero. -reí, sintiendo mi rostro algo sonrojado. -Ahora, ¿podemos volver al trabajo?
-Seguro. -comentó Robert, volviendo a su lugar todavía conservando su sonrisa.
***
Eran las 7:30 de la noche del sábado 31 de octubre, justo en ese momento acababa de salir de la ducha y todavía estaba un tanto dudosa sobre si asistir a esa fiesta de disfraces. Pero, ya no podía arrepentirme, puesto que tanto Robert como yo habíamos confirmado nuestra asistencia por el correo electrónico y si no asistíamos, lo más probable es que nos cobraran alguna cuota y ninguno de los dos estábamos en condiciones de mal gastar el dinero de esa forma.
Caminé hasta mi guarda ropa y al quedarme estática observando todos mis conjuntos me di cuenta que ni Robert ni yo habíamos comentado nada acerca del tipo de disfraz que llevaríamos.
-Bueno, no creo que represente un problema, ya que no tenemos la intención de competir en el concurso. -dije para mi misma mientras pasaba los ganchos de ropa de uno en uno, buscando algo que me pudiera a ayudar para armar un disfraz. -Probablemente Robert lleve algo más elaborado, él se veía más entusiasmado que yo por asistir... -vi en un gancho una falda corta color blanco. -Quizá podría optar por un clásico. -sonreí, encogiéndome de hombros.
Tomé la falda del gancho y la coloqué sobre la cama. También busqué una blusa de manga larga color blanco y un par de zapatos de tacón bajo del mismo tono blanquecino. Al colocarme el conjunto pensé que no necesitaría mucho maquillaje y solo opté por un poco de delineador en los ojos y un leve color rojo en los labios. Dejé mi cabello suelto y al terminar, me miré en el espejo sin estar completamente satisfecha.
-Puede que no tenga ganas de ir, pero no puedo decepcionar de esta forma a Robert. Si voy a disfrazarme de ángel, por lo menos necesito un par de alas. -me crucé de brazos e hice una mueca frente al espejo. -Y aquí la pregunta es, ¿de dónde saco las alas? -llevé mi mano a mi rostro, tratando de encontrar alguna idea que me pudiera ayudar.
De pronto, mi mente se iluminó. Recordé que el año pasado, mi sobrina desfiló en un festival navideño que organizó su escuela y ella tuvo que ser un ángel. Las alas de su disfraz se quedaron en el ático de mi casa y por como recordaba el disfraz de mi sobrina, todo le quedaba enorme, por lo que tuve una ligera esperanza de que las alas podrían quedarme bien y no estaba equivocada; cuando me las probé, eran de un tamaño ideal.
-Esto funcionará. -sonreí cuando ya tenía todo el disfraz completo, observándome en el espejo. -Solo queda un pequeño detalle... -fui hasta me tocador y tomé una diadema dorada que fungiría como aureola. Me la coloqué ligeramente en la cabeza y volví a observarme, ya un poco más complacida con lo que veía. -No está tan mal. -exclamé para mí misma, suspirando para luego negar con la cabeza. -Ay, en qué me metiste Robert...
Por un instante, me sentí extrañamente emocionada por verlo. No era la primera vez que me pasaba, pero no comprendía porque de un momento a otro, sentía un extraño cosquilleo cuando Robert cruzaba mis pensamientos o simplemente, charlaba con él en la oficina. De pronto, me vi sentada en la orilla de mi cama, sonriendo al recordar la charla que habíamos tenido esa tarde sobre que esperaba emocionado verme esa noche. ¿Qué me estaba pasando? ¿Acaso, sentía algún tipo de cariño por Robert? ¿Un cariño que sobrepasara la amistad? ¿Por qué estaba pensando en eso?
Negué varias veces con la cabeza, tratando de esparcir esos pensamientos y me concentré en lo que debía de hacer en ese momento. Dado que la fiesta daría inicio a las 8:00 en punto, solo tomé mis cosas rápidamente, las guardé en el primer bolso que encontré y subí a mi auto encaminándome a mi destino, mas no podía dejar de pensar en Robert.
***
Narra Robert
Era la primera vez que asistía a una reunión de este tipo y no tenía la menor idea de qué tipo de disfraz ponerme y no ayuda mucho el hecho de que no podía sacar a ___________ de mi mente. En verdad quería pasar esa noche con ella y tal vez con un poco de suerte, poder hablar de un asunto que iba más allá de lo estrictamente laboral.
Y es que, desde hace un tiempo había empezado a sentirme distinto con ella. Últimamente la pensaba en demasía y por un motivo extraño, siempre estaba buscando cualquier oportunidad para pasar tiempo con ella. Ese sentimiento que no estaba seguro que significaba, me estaba abrumando completamente y necesitaba expresárselo y aclararlo de una buena vez. Sin embargo, me daba algo de miedo, pues no sabía que reacción podría llegar a tener _____________ y me asustaba el poner en peligro nuestra amistad. El escenario era complicado, pero debía de ser valiente y esa noche lo sería.
Esos pensamientos rondaban mi mente, mientras decidía de qué podría disfrazarme.
-No me voy a complicar, llevaré algo que ya es muy común pero siempre funciona. -sonreí mientras buscaba una de mis camisas de manga larga color rojo rubí. -Esta quedará perfecto. –amplié mi sonrisa, observando la prenda.
También escogí un par de pantalones de tela oscura con detalles en color rojo que hacían juego con la camisa. Opté por un par de zapatos negros, lo más cómodos que encontré y al verme en el espejo, noté que algo me hacía falta.
-Si voy a ser un buen diablo, necesito un par de cuernos que estén a la altura. -dije para mí mismo, haciéndome reír por lo extraño que había sonado ese comentario.
Busqué entre las cosas de uno de los armarios antiguos de mi casa, un par de cuernos que mi hermano menor había utilizado durante un evento navideño de hace algunos años. Para mi fortuna, su mecanismo todavía funcionaba y es que, en el centro y por dentro de cada uno de los dos cuernos había unas conexiones de luces rojas que encendían y apagaban de forma constante y aunado a su práctico diseño de diadema, me fue sencillo colocármelos en la cabeza. Volví a observarme en el espejo y sonreí con mayor complacencia.
-Esto esta mucho mejor. -suspiré y salí de mi casa hasta mi auto, dándome cuenta de que ya casi eran las 7:00 de la noche, la hora indicada en la invitación a la fiesta.
Sin más, empecé a conducir directo a mi destino, sin dejar de pensar ni por un momento en _____________.
***
Narra ______________
Cuando llegué al acogedor salón de fiestas que indicaba la invitación, no pude evitar sonreír al darme cuenta que el evento estaba muy bien planeado y organizado.
Todo estaba perfectamente decorado con los motivos ideales de Halloween, los colores púrpura, naranja y negro eran los que destacaban de entre todo lo demás y el lugar de daba la sensación agradable y divertida; la música de ambiente resonaba por todo el lugar al ritmo de varias luces de colores que encendían y apagaban siguiendo el mismo compás de las canciones. Justamente por eso, comencé a sentirme mucho más cómoda y relajada. A lo lejos divisé un mini bar y agradecí para mis adentros. Tendría un lugar donde pasar la noche por lo menos hasta que me aburriera de no hacer nada.
Con algo de dificultad logré llegar hasta la barra del mini bar, ya que en medio del camino tuve que saludar a demasiadas personas. Al llegar, me senté y le pedí al hombre que atendía una copa de vino tinto. Me lo sirvió sin perder ni un solo segundo y al sentir las notas dulces y suaves del vino en mi boca, cerré los ojos y solté un suspiro.
-Ahora, solo tengo que esperar a Robert y no dejar morir la esperanza de que sí vendrá. -hablé a la nada, volviendo a tomar un sorbo de mi copa mientras observaba como todos bailaban al ritmo de una canción electrónica.
***
No pasó mucho tiempo cuando terminé de beber mi copa y justo después de soltar aire por la boca y estar totalmente dispuesta seguir esperando, me acomodé mejor en mi asiento cruzando mis piernas y dejando ver una buena parte de mi muslo derecho, logrando atraer la mirada de un par de hombres. Rodé los ojos y justo en el momento que pedí mi segunda copa de vino, sentí un suave beso en la mejilla que me hizo sobresaltar. Desvié mi vista al lugar de donde había provenido ese beso y ahí estaba Robert, con un intento nada malo de un disfraz de diablo y un par de cuernos rojos que encendían y apagaban. Aunque quisiera negarlo, se veía tierno.
-¡Si viniste! -me dijo sonriendo.
-Te dije que lo haría, diablillo. -le devolví la sonrisa, dándole un sorbo a mi nueva copa de vino y me percaté que tenía la mirada de Robert fija en mí. -Hum, ¿pasa algo? -inquirí, alzando una ceja y saboreando las notas de sabor del vino en mi boca.
-Nada malo. Es solo que, vienes disfrazada de ángel. -ladeo su cabeza y me dedicó una tierna sonrisa. -Te ves muy linda. Te queda el blanco. -comentó algo sonrojado.
-Y a ti te sienta el rojo. -sonreí cerrado, mirándolo detenidamente. Vaya que le quedaba de maravilla.
-¿Sabes? Me acabo de dar cuenta de algo...
-¿De qué?
-Sin querer, nos disfrazamos en conjunto. Ya sabes, ángel, diablo. Ya es un clásico. -empezó a reír suavemente.
-Oye, ¡es verdad! -empecé a reír también. -No lo había notado.
-Sí, quizá nos metan al concurso. -dijo divertido, sentándose a mi lado.
-Oh, espero que no. -reí.
-Y bueno... Ya que estamos aquí, ¿te gustaría bailar o tomar alguna otra cosa? -me preguntó aclarando su voz cuando Fly away de Michael Jackson empezaba a sonar en la pista.
-Podríamos bailar un poco. Me encanta Michael Jackson. -le sonreí.
-Vamos entonces. -me contestó alegre, tomando mi mano y llevándome a la pista.
En medio de la canción, ambos nos brindábamos miradas que no eran nada normales y sonrisas bastante inusuales que no nos habíamos dedicado jamás. Por extraño que pareciera, al bailar con Robert mi pulso se aceleró más de lo normal y no solo por el hecho de estar bailando, sino por estar con él. Las canciones siguieron sonando y hubo momentos en que el aroma de la colonia de Robert llegaba hasta mí, rodeándome completa. De vez en cuando me tomaba de la cintura y me pegaba a él, haciendo que nuestros rostros quedaran peligrosamente cerca. Creo que jamás había visto con tanto detalle y atención lo bonitos que eran sus ojos, un brillante color miel con destellos en tonos avellana con una mirada profunda e hipnotizante. Tampoco lo había visto sonreír tanto en todo ese tiempo que teníamos de conocernos. Nunca como en ese instante. Y en ese momento, mi corazón latía con desvarío.
¿Qué era este sentimiento? ¿Qué me estaba pasando con Robert y por qué me gustaba tanto sentir esto?
***
Algunas canciones más tarde, regresamos a la barra del mini bar para descansar un poco y pedimos un par de sodas para refrescarnos.
-Creo que, podría haber sido buena idea venir. -exclamé sonriente, dándole un sorbo a mi bebida.
-¿Te estás divirtiendo? -me preguntó de forma dulce.
-Contigo sí y mucho. -levanté ambas cejas, haciendo a Robert reír.
-Yo puedo decir lo mismo, es lindo estar aquí contigo. -suspiro mientras acomodaba mi diadema que se había movido de lugar en medio de nuestro baile.
Ambos nos miramos por largos segundos hasta que decidimos volver a hablar... Al mismo tiempo.
-____________...
-Robert...
Al darnos cuenta que habíamos hablado al unísono, volvimos a reír.
-Tú primero. -me cedió la palabra.
-No, tú primero.
-___________...
-Robert...
-Es que... Ay... No sé si deba hablar de lo que quiero hablar. -pasó sus manos por su rostro con leve frustración.
-Yo tampoco estoy segura. -me encogí de hombros, dejando mi soda en la barra y volví a mirarlo.
-Tengo una idea. ¿Qué tal si lo decimos al mismo tiempo?
-Podría funcionar. -levanté una ceja e hice media sonrisa.
-Bien, entonces a la una...
-Dos...
-Tres. ¡Creo que me gustas! -dijimos al unísono y luego de mirarnos a los ojos por un par de segundos, reímos juntos de nuevo. Me di cuenta que se había sonrojado. Estaba igual que yo.
Otro par de segundos sin hablar y solo mirándonos. Cuando me di cuenta, ya sentía su respiración cerca de mis labios y no me pude resistir. Lo tomé del cuello de su camisa roja y lo jalé hasta mí, juntando nuestras bocas que en más de una ocasión y sin querer, había imaginado cómo sería. Robert al inicio parecía un poco sorprendido por mi acción, mas al instante me correspondió, acunando mi rostro en sus manos y acariciando suavemente mis mejillas mientras nuestro beso se volvía más profundo.
Sus labios tenían un ligero sabor a manzana, debido a la soda que había tomado recientemente y nuestro beso era tierno y suave. Sus labios eran tersos y delicados y al momento de aumentar la intensidad del vaivén de nuestras bocas, mi piel se estremeció. Estaba empezando a sentir un océano de emociones que nunca había experimentado pero todas ellas, eran sensaciones placenteras y que me hacían sentir feliz. Creo que nunca lo había sentido, o por lo menos no así de real. Era maravilloso.
Nos separamos cuando escuchamos aplausos de las personas en el salón, aplausos que se debían a que ya habían escogido a la pareja ganadora del concurso de disfraces mas, poco nos importó.
-Eso fue... -le susurré todavía con los ojos cerrados y saboreando su beso.
-Estuvo bien, ¿no? -sonrió de lado, acariciando mi mejilla.
-Sí... -contesté con el mismo tono bajo de voz, pero ya mirándolo.
-¿Probamos de nuevo? -me preguntó arqueando una ceja.
-Es una buena idea... -sonreí y lo abracé por el cuello, recibiendo ahora un beso de su parte que respondí inmediatamente.
-Creo que, eso lo confirma. -reí sobre sus labios.
-¿Confirma que nos gustamos?
-Correcto.
-¿Crees que, podríamos intentar una relación? -me preguntó chocando su frente con la mía, haciendo que su diadema de cuernos rojos cayera al piso. -Oh vaya, espero el golpe no haya sido duro. -rió.
Reí junto con él y me alejé un poco para poder levantar su diadema. Cuando se la coloqué de nuevo en su lugar, volví a darle un suave beso en los labios. -Yo digo que lo intentemos.
-Te quiero, _____________. -me dijo al oído, dándome un cálido abrazo.
-Y yo a ti, Robert. -le contesté al instante, disfrutando de su reconfortante abrazo.
***
Buenas madrugadas, lectores bellos. Aquí está el último one shot especial de octubreeeeeee. :3 Lo logré, pude escribir 5 one shots seguidos y con una temática especiaaaaal. Ay, ando feliz.
Disculpen la tardanza, lo iba a publicar más temprano per tenía visita y apenas me desocupé hace un par de horas.
Espero hayan disfrutado de este OS, ya que para mí fue el cierre con broche de oro porque esta idea de fiesta de disfraces me venía rondando la mente desde hace mucho y quería organizarla bien para que quedara un bonito y tierno OS de Halloween jajajaja. :3 ¿Si les gustó? Espero que sí porque disfruté mucho de escribirlo y creo que ha sido mi favorito.
En fin, recuerden que nos estamos leyendo pronto en alguna de mis otras historias y en otros one shots. Los amo 3,000, gracias por estar aquí. Abrazo y feliz Halloween xD :3
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