❄️🌲❤️✨Peter Wright✨❤️🌲❄️
"Cómo conocí a su madre" (Especial de navidad 1).
Dedicado a : AndyFranklin14 ¡Feliz cumplaños y feliz navidad, preciosa! Espero te guste tu regalo. :3
Era una mañana fría acompañada de delicados copos de nieve que caían del cielo y cubrían las calles enteras. A pesar del frío clima, yo sentía un ambiente muy cálido y abrigador al estar acompañada de mis dos hijas y mi esposo, sentados frente a la chimenea mientras que las luces del árbol y del nacimiento encendían y apagaban una y otra vez, todavía con la pijama puesta y desayunando junto con un reconfortante chocolate caliente mientras reíamos al recordar algunas anécdotas.
Era curioso, yo jamás pensé que viviría algún día este sentimiento de tener una familia así de unida, pero ahí estaba; viendo como mis niñas reían al ver las caras graciosas que su padre hacía y cómo escuchaban atentamente las historias que les contaba al mismo tiempo que trataban de encontrar entre las botas colgadas en la chimenea con sus nombres grabados algún duce o chocolate que no hayan visto la noche anterior. Así era y no podía creerlo, era una mañana de Navidad perfecta.
Me perdí observando la tierna escena de mis hijas dándole uno de sus chocolates a su padre, cuando una de ellas me habló.
-Mami, ¿cómo fue que papá y tú decidieron estar juntos? –me preguntó Amy, nuestra hija más pequeña que tenía 6 años de edad.
-Sí, mami. Cuéntanos la historia. Jamás nos la han dicho. –replicó Mary, nuestra hija mayor de 8 años mientras dejaba a un lado los platos donde ella y su hermana habían desayunado.
-Bueno... –sonreí, mirando a Peter, mi esposo y él me dedicó una mirada cómplice que sabía a la perfección lo que significaba. –Creo que esa es una historia que a su padre le encanta contar, les aseguro que él la relata mejor que yo. –reí. –¿Por qué no lo escuchamos? –sonreí de nuevo mirando a Peter mientras que Amy corría hasta los brazos de su padre para sentarse en su regazo y Mary se quedaba conmigo.
-Bien, pequeñas, debo decirles que su madre tiene razón: yo cuento mejor la historia. –exclamó Peter con un tono divertido, haciéndonos reír a las tres. –Pero bueno, creo que es mejor que empiece, esta es la historia de cómo conocí a su madre... –en ese momento, tanto Mary como Amy e incluso yo, nos quedamos atentas, escuchando a Peter.
Flashback
10 años antes... Narra Peter
Me encontraba por las empedradas calles de Venecia caminando de regreso a mi hotel, había sido una noche exitosa puesto que acaba de concretar un muy buen negocio con un socio: me había comprado un lote de 50,000 pares de zapatos para dama y mi ganancia había sido neta, me sentía completamente satisfecho y orgulloso y estaba decido a celebrarlo. Tal vez pediría servicio a la habitación y cenaría dándome un baño relajante en la lujosa tina del baño del hotel cinco estrellas en el que estaba hospedado o simplemente llegaría y dormiría hasta la tarde del día siguiente. Cualquiera de las dos opciones me parecía fabulosa.
Mientras caminaba e iba distraído tratando de decidir qué haría, sentí que una persona pasó corriendo a mi lado, empujándome y dejando uno de sus zapatos en el asfalto al tropezarse con un bache. Ahí fue cuando noté que era una mujer que llevaba bastante prisa, dado que iba sujetando su vestido rojo con las manos para poder correr mejor.
Claramente lo que iba siguiendo con tanta prisa era mucho más importante que detenerse a recoger su zapato puesto que ella ni siquiera se inmutó y siguió corriendo. Por algún motivo, me sentí un poco mal por dejar a esa mujer correr por Venecia con un pie descalzo, así que tomé su zapato y comencé a correr también, pero detrás de ella.
-¡Signorina, la sua scarpa! (¡Señorita, su zapato!) –empecé a gritarle desde un poco más atrás, tratando de llamar su atención con su zapato en mi mano. Sí, la llamé en italiano, pues supuse que ella era de ahí. –¡Signorina, la sua scarpa! ¡Signorina! (¡Señorita, su zapato! ¡Señorita!) –agité el zapato con la mano, tratando inútilmente que ella se girara a verme. Rodé los ojos y seguí corriendo detrás de ella.
Fin del flashback
-Esa señorita que no se detenía y que iba corriendo a mitad de Venecia sin un zapato, niñas, era su madre. –dijo Peter riendo y mirándome, mientras que Mary y Amy también lo hacían.
-¿En serio papá te iba siguiendo en medio de la calle con tu zapato en la mano, mamá? –me preguntó Mary, recargando su mentón en la palma de su mano.
-Es que yo tenía mucha prisa. –reí, tapándome la boca con la mano. –Pero esperen a que su padre les cuente toda la historia.
-Bien, como les decía... –volvió a hablar Peter, retomando el hilo de la historia. –Iba yo siguiendo a su madre con su zapato en mi mano...
Flashback
10 años antes... Narra Peter
La gente me miraba extraño, ya que era bastante inusual ver a una persona con un zapato en la mano correr tras otra que va semi descalza. Pero bueno, ¿qué iba a hacer ya? Tenía que terminar lo que había empezado.
Logré ver que la mujer se detuvo y la noté desorientada y confundida. Al parecer lo que buscaba o a quién buscaba se había perdido entre la multitud. Vi que se sentó en la orilla de una fuente con evidente frustración en su rostro. Afortunadamente las calles de Venecia están muy bien iluminadas por lo que no me resultó difícil encontrarla a pesar de la inmensa cantidad de gente que circulaba por el lugar. Vi que ella recargó su mentón en la palma de su mano y soltó un suspiro resignado. De nuevo me sentí un poco afligido, sea lo que sea que estuviese siguiendo, era muy importante para ella, lo menos que podía hacer era acompañarla un momento. Así que me acerqué hasta ella con cuidado de no asustarla y la llamé con el tono de voz más suave que mis cuerdas vocales lograron crear.
-Buonanotte signorina. Ecco la sua scarpa che ho lasciato un paio di strade dietro. Sta bene? (Buenas noches, señorita. Aquí tengo su zapato que dejo un par de calles atrás. ¿Se encuentra bien?) –le pregunté con suavidad, sentándome a su lado en el borde de la fuente.
Ella miró el zapato, después de miró a mí y noté que sus ojos estaban completamente cristalizados y a punto de estallar en lágrimas. Mi corazón se hizo pequeño al verla así. Además, noté que era mujer bastante joven y muy bella, de pestañas largas y cabello brillante y sedoso, labios bonitos y delicados y ojos grandes, brillantes de un hermoso color miel. Jamás había visto a una mujer tan linda como ella y al instante sentí unas inmensas ganas de acompañarla y cuidarla.
-Molte grazie. (Muchas gracias). –dijo ella en medio de un sollozo, limpiando un par de lágrimas que habían logrado escabullirse por sus mejillas al mismo tiempo que tomaba el zapato con su mano.
-Oh, per favore permettimi. (Oh, permítame por favor). –le dije amable, volviendo a tomar su zapato entre mis manos. Me puse sobre una de mis rodillas frente a ella y despacio y delicadamente, le coloqué de nuevo su zapato en su pie.
Ella sonrió de lado de forma leve y de nuevo suspiró. –Grazie mille ancora. (Muchas gracias de nuevo). –soltó un sollozo otra vez. –E mi scusi, ma il mio italiano non è molto buono. Non parli spagnolo? (Y perdone, pero mi italiano no es muy bueno. ¿No habla español?) –preguntó, mirándome directo a los ojos cuando me senté de nuevo a su lado.
-No tiene nada que agradecer, señorita. Y sí, también hablo español. –le sonreí, tratando de reconfortarla un poco.
Ella suspiró aliviada. –Ah, qué gusto. –sonrió con un poco más de ganas, aunque al instante en su rostro volvió a verse un trazo de tristeza.
De pronto, un silencio un tanto incómodo se hizo presente en el lugar, y decidí romperlo con una pregunta que deseaba hacerle desde que empecé a perseguirla un par de calles atrás. –Disculpe, señorita, ¿puedo saber qué era o a quién estaba siguiendo con tanto empeño como para perder uno de sus zapatos a mitad de la calle y no darse cuenta? –le pregunté, alzando una ceja.
-Ammm, pues... –hizo una pequeña pausa. –Creo que al amor de mi vida. –hizo una mueca y negó con la cabeza.
-¿Cree? ¿Cómo es eso? –pregunté incrédulo, ahora levantando ambas cejas.
-Es que es una larga historia, y además de larga, es confusa. La cosa es que, lo único que sé es que se llama Damond Bradley. Y ahora no sé dónde está y si estará aquí por la mañana. –me comentó ella, con evidente tristeza en su voz.
Lo siguiente que sucedió, no sé por qué lo hice. Quizá fue porque no quería alejarme de la encantadora joven que acababa de conocer, o tal vez porque en verdad sentía esas ganas de protegerla y que no le pasara nada. Tal vez estaba ella sola, por Venecia, sin conocer a nadie y por lo que acababa de enterarme, buscando a un completo desconocido. Y también porque, la chica me había gustado y me había gustado muchísimo, no iba a negarlo. Necesitaba hacer algo para evitar que se fuera. Así que, fingí ser otra persona que no era.
-Yo soy la persona que está buscando, señorita. –dije decidido y tratando de no delatarme.
-¿Cómo dice? –preguntó ella, frunciendo el ceño.
-Sí, lo que digo es que está siguiendo a la persona incorrecta. Yo soy Damond Bradley. –sonreí, tratando de mostrarme lo más natural y tranquilo que podía.
El rostro de ella se iluminó por completo y fue cuando supe que había funcionado.
Fin del flashback
-¡Papá! ¿Fingiste ser alguien que no eras? –Amy preguntó incrédula y Peter y yo solo reímos.
-¿Entonces por qué nos dicen que mentir es malo si papá lo hizo y ahora están casados? Todo salió bien, ¿no? –ahora la que preguntó fue Mary al mismo tiempo que tomaba un sorbo de su taza de chocolate caliente y yo le di un beso en la frente y Peter le dio otro a Amy en la mejilla.
-Explícales, mi amor. –reí, mirando a Peter y él hizo una mueca poniendo los ojos en blanco.
-Miren, niñas, mentir no está bien pero, hay ocasiones en las que es necesario hacerlo. –suspiró. –Si yo no le hubiese mentido esa noche en Venecia a su madre sobre que yo era la persona que tanto estaba buscando, ahora no estaríamos tomando chocolate caliente en la sala de nuestra casa contando esta anécdota. –comentó Peter, guiñándonos un ojo a las tres, haciéndonos reír.
-Lo que dice su padre es cierto, en algunas ocasiones las mentiras pueden ser buenas, pero hay que tratar esas situaciones de forma delicada y cuidadosa, si un día ustedes tienen que enfrentar a una situación de ese tipo, reflexiónelo bien y piensen si en verdad vale la pena esa mentira. En este caso, claro que valió toda la pena del mundo. –sonreí y miré a Peter, que me envió un beso con el aire.
-Todo eso está muy bien, pero yo quiero saber cómo es que mamá llegó hasta Venecia solo por perseguir a un hombre de nombre extraño. –dijo Mary, haciéndonos reír a Peter y a mí.
-Eso es lo que vamos a averiguar. –exclamo Peter, volviendo a tomar la palabra. –Como les decía...
Flashback
10 años antes... Narra Peter.
-¿Entonces usted es el mismo Damond Bradley que llamó ayer en la tarde para felicitar a Ray por su boda conmigo? –me preguntó con una gran sonrisa y evidente ilusión en sus ojos.
Sobra decir que no tenía idea de lo que estaba hablando, pero tenía que seguir con lo que había empezado. –Sí, sí. Soy ese mismo que llamó para felicitar a Ray por su boda con usted... ¿Cómo está él? –Espera... ¿Se iba a casar con un tal Ray y vino hasta Venecia a buscar a otro hombre? –pensé.
-Ray está bien. –sonrió. –Y creo que jamás nos presentó, ¿cierto? –me preguntó con un tono de voz más coqueto.
-Pues, creo que no había tenido el gusto de conocerla, señorita...
-Simmons, __________ Simmons. –me dijo ella, ya más relajada y su expresión ya era totalmente distinta. Ahora se notaba bastante alegre y contenta. Además, noté que su mirada subía y bajaba desde mis pies a mi cabeza y me observaba con sumo detalle y atención. Jamás me había sentido tan sonrojado como esa noche. –No sabes todo lo que pase por encontrarte, Damond.
-Oh, ¿en serio? ¿Y por qué deseaba tanto encontrarme, señorita Simmons? –pasé un poco de saliva, al darme cuenta que ella me miraba fijamente.
-Por favor, háblame de tú. –sonrió. –Dime _____________. Y bueno, quería verte porque creo que Ray no es el hombre con el que debería casarme. –me dijo con tranquilidad, aunque a mí me sorprendió bastante. –Así que antes de atarme a él, quería conocerte, necesitaba verte. Creo que el destino me está jugando una mala pasada. –rio algo nerviosa.
Debo decir que poco me importaba la historia detrás de todo esto, lo único que quería era seguir conversando con ella, lo único que quería era seguir acompañándola. Así que solo le seguí la corriente. –Pues, aquí me tienes, ____________.
___________ sonrió y empezamos a caminar juntos por las alumbradas calles de Venecia mientras conversábamos.
Jamás en mi vida había sentido tantas ganas de estar con una persona como en ese momento. Al platicar con _____________ me di cuenta que era una persona maravillosa y que no solo era preciosa por fuera, por dentro era aún más. No iba a poner en duda que me había encontrado con una mujer maravillosa en todo sentido, conforme iba pasando en tiempo a su lado, más embelesado me sentía con ella. Nunca había experimentado el amor a primera vista y sin lugar a dudas, esta era la primera vez que lo sentía. Por lo que estaba decidido a buscar una oportunidad con ella.
La invité a mi hotel para seguir conversando y fue ahí cuando me dijo que había venido en compañía de su cuñada, la esposa de su hermano y que la estaba esperando en el hotel donde se habían hospedado, por lo cual no quería tardarse tanto para no preocuparla. Al pasar a mi habitación, la invité a que tomara asiento.
-Tranquila, solo quiero que conversemos un poco más. No sabes lo encantado que estoy de conocerte. –le sonreí, mientras le ofrecía un trago.
-Créeme que no lo estás más que yo. –______________ sonrió, tomando el trago entre sus manos y yo tomé asiento a un lado de ella.
Seguimos conversando un poco más, cuando me di cuenta que ella miraba mis labios a cada instante. Algo en mí me hizo comprender que era lo que quería cuando vi que ella mordió sus propios labios. Así que sin más tiempo que perder, deje a un lado nuestras copas y lentamente me acerqué a su boca, sintiendo como nuestros labios empezaban a rozarse. Sentía su respiración sobre mis labios y fue ahí cuando ella rompió la poca distancia que teníamos y junto nuestros labios en un beso, el beso más exquisito que jamás había sentido. Sus labios eran tersos y delicados, y me hicieron sentir el hombre más dichoso que existía en la faz de la tierra.
Fin del flashback
-Y hasta la fecha, los besos que su madre me da me siguen haciendo sentir el hombre más feliz que existe en el planeta. –dijo Peter, pasando su brazo alrededor de mi cuello y dándome un pequeño beso en los labios, haciendo que Mary y Amy se cubrieran los ojos, lo que nos hizo reír a ambos.
-Hasta ahora todo ha estado muy bonito, pero pienso que mamá si descubrió que no eras quien decías ser, ¿o que me equivoco, papi? –preguntó Mary y ambos la miramos sorprendidos. Para tener apenas 8 años, era una niña muy perspicaz.
-Pues sí, al final si me di cuenta que tu padre no era quien decía ser, pero fue por su propio error, ya que en medio de ese mismo beso, no sé si su conciencia le pesó o algo así pero, ahí fue cuando me lo dijo. –reí, haciendo que ambas niñas miraran a Peter sorprendidas.
-Ay, papá. –dijeron al unísono, negando con la cabeza.
-Es que bueno, si me empecé a sentir un poco mal por la mentira así que, cuando intenté decirle la verdad a tu madre, ella me lanzó hacia la puerta con su pie y luego me dio una cachetada que por cierto, todavía me duele. –exclamó Peter, fingiendo dolor en la mejilla.
-¿Y cómo fue que lo lanzaste con tu pie, mamá? –preguntó Amy, levantando sus cejas.
-Esos son detalles en los que no entraremos por ahora, mi amor. –reí, acariciando su mejilla.
-Así es, lo dejaremos para después, preciosas. –dijo Peter y vimos que tanto Mary como Amy hicieron un puchero cruzándose de brazos y simplemente nos parecieron adorables.
-En fin, después de eso, terminé confesándole a su madre que mi nombre real era Peter Wright y bueno, para no hacer la historia tan larga, terminé sufriendo mucho para logar volver a conquistarla y que volviera a confiar en mí. Después de todo, estaba perdiendo a la mujer que más había amado en toda mi vida. –Peter seguía contando la historia y ambas niñas lo escuchaban atentas mientras terminaban de beber su chocolate caliente. Yo lo miré suspirando y ladeé un poco mi cabeza que fue recibida por la cálida palma de su mano que acariciaba mi mejilla. –Pasamos por muchas cosas y muchas situaciones, hasta que uno de esos días en los que su madre seguía molesta conmigo, me enteré que ya se había marchado de Venecia y fue ahí cuando había decidido darme por vencido con ella, creí que la había perdido para siempre, a la única mujer de la cual me había enamorado de verdad...
Flashback
10 años antes... Narra Peter
Me encontraba en el aeropuerto, dispuesto a marcharme de vuelta a Los Ángeles y a olvidar a __________. En ningún momento pensé que la vería ahí de nuevo.
De pronto, se escuchó la voz de una mujer por los parlantes del lugar, llamando a un tal Damond Bradley para que fuera al área de servicio al cliente. Por un momento pensé en solo ignorarlo y marcharme de una vez, pero la curiosidad de saber quién era el hombre por el cual me había hecho pasar y por el cual la mujer de la cual estaba enamorado me había despreciado por no portar su nombre era más grande. Así que caminé de vuelta al servicio al cliente y al llegar, me di cuenta que también estaba __________, ambos estábamos ahí, a punto de develar el misterio de quién era Damond Bradley. Ella me miró igual de sorprendida que yo al verme ahí.
-A la cuenta de tres, lo llamamos. –le susurré a __________ y ella asintió.
-¡Damond Bradley! –dijimos al unísono y fue cuando el hombre que estaba parado de espaldas frente a nosotros se giró a vernos confundido.
Era un hombre que pasaba de los 40 años, que además portaba una argolla de matrimonio y se veía fastidiado y cansado. Miré a ____________ y ella me miró también con angustia. Suspiré y le di unas palmadas en el brazo al hombre frente a mí que seguía mirando la escena sin entender nada de lo que pasaba.
-Felicidades, señor Bradley. Usted tiene el nombre correcto. –dije con los ojos cristalizados. Las lágrimas amenazaban con escaparse de mis ojos en cualquier momento y no iba a soportar quedarme más tiempo observando a la mujer de la cual estaba enamorado pero, la misma que no quería verme más. No podía soportarlo.
Así que tomé mi maleta, me despedí de ambos y salí del lugar, dirigiéndome a la puerta para abordar mi vuelo.
Fin del flashback
Vi que los ojos de nuestras hijas también estaban un poco cristalizados, estaban intentando contener las lágrimas que habían sido provocadas por la historia que su padre les estaba contando. Yo también estaba a punto de estallar en lágrimas, era un capítulo de nuestra vida que todavía me hace ponerme sentimental. Así que abracé a mis hijas mientras Peter seguía contando la historia.
Flashback
10 años antes... Narra Peter
Había abordado el avión y no había marcha atrás. _____________ se había quedado lejos y la había perdido para siempre. Todo por una mentira, todo por un nombre. No podía créelo. Hasta ese momento mi nombre, Peter Wright me había gustado mucho, pero ahora... Estaba sumergido en esos pensamientos, y acomodado en mi asiento dispuesto a dormir hasta que llegáramos a Los Ángeles cuando escuché algo de escándalo en el pasillo del avión.
Escuché que una voz familiar llamaba mi nombre, decía: "¡Peter, Peter!" una y otra vez, una voz muy familiar y mi corazón dio un vuelco. Cuando me giré para confirmar que esa voz era de la persona que creía, me sentí tan aliviado al ver que sí era ella, era _____________. Cuando me miró, corrió hasta mí y me abrazo, sus ojos estaban un poco húmedos por las lágrimas que también habían empapado sus mejillas.
-Peter, perdóname por favor. Te amo, por favor, no te vayas. Regresa conmigo, te amo, te amo. –repetía una y otra vez y esas tres palabras eran música para mis oídos: "Peter, te amo." No podía sentirme más feliz.
-Tranquila, ya no me iré. Gracias por venir por mí, gracias por decirme que me amas. Yo también te amo, __________. Te amo demasiado y siempre lo haré. –acuné su rostro en mis manos y fundimos nuestras bocas en un cálido y reconfortante beso.
Fin del flashback
-Después de eso, su madre y yo duramos 2 años juntos cuando decidimos casarnos. –dijo Peter.
-¿Dónde te propuso matrimonio, mami? –preguntó curiosa Mary.
-Curiosamente en la misma fuente en Venecia donde nos conocimos. –sonreí y acaricié en cabello de Mary.
-De hecho, nuestra boda también fue en Venecia... –sonrió Peter.
Flashback
8 años antes... Narra Peter
Las campanas de la Basilica diSanta María Gloriosa dei Frari sonaban una y otra vez, dando a entender que la ceremonia estaba por comenzar. Me encontraba parado frente al altar, esperando la llegada de la mujer que un unos minutos entraría por la puerta de la Basílica y se convertiría en mi esposa. Movía mi pie nervioso, incluso mi madre y la madre de________ fueron a calmarme un poco. Cuando el sonido de unas suaves notas de piano se escucharon por todo el lugar, levanté mi vista y fue cuando la vi, cubierta por su hermoso vestido blanco con detalles lilas y un fino velo cayendo sobre su rostro, acompañada de su padre, que iba dispuesto a entregarla a mí. Fue cuando la ceremonia empezó. Aunque justo antes de que el sacerdote empezara a hablar, salí un poco del altar, necesitaba ir por algo importante aunque creo que en ese inter, deje un poco desconcertados a todos, incluso a la pobre ___________. No tarde más de un minuto cuando volví al altar con una corona de flores blancas y lilas que había hecho con mis propias manos, especialmente para mi bella ____________, especialmente para este día. Se la coloqué en su cabeza delicadamente. Combinaba a la perfección con su vestido y la hacía ver más hermosa de lo que ya estaba. Esa corona representaba el tiempo que había estado a su lado hasta este momento: dos años enteros y estaba hecha con 24 flores, 12 blancas y 12 lilas, una por cada mes que habíamos compartido hasta el momento y eran de esos colores dado que eran los favoritos de _________. Realmente era algo simbólico mas, la corana había funcionado también como un bello y delicado tocado que combinaba a la perfección con todo. Y claramente ella no se lo esperaba, pues al ver la emoción en su rostro, noté que había sido una sorpresa tanto para ella como para todos los presentes cuando expliqué su significado y que yo mismo la había hecho. Después de dar nuestros votos y colocarnos nuestros anillos, la ceremonia llegó a su fin y pasamos el resto dela boda completamente felices.
Fin del flashback
Después de casarnos, unos meses después naciste tú, Mary. Y dos años después, llegaste tú, Amy. –dijo Peter, acariciando la cabeza de amabas niñas. Amy y Mary se habían quedado sorprendidas con toda la historia y cuando Peter dejo de hablar, la primera que habló fue Mary.
-Esa es la historia de amor más dramática y bonita que he escuchado. –dijo, llevando sus manos a sus mejillas.
-Es la única historia que hemos escuchado, Mary. –contestó Amy, haciendo la misma acción que su hermana.
-¿Y qué dices de las historias de las princesas de Disney? –inquirió Mary, observando a su hermana con una ceja alzada. Al verla, me di cuenta que hacía la misma expresión de Peter, levantaba la misma ceja y hacía la misma mueca.
-Es una copia tuya, mi amor. –le dije a Peter, y amos reímos.
-Pero esas historias no son reales, y la de mamá y papá es completamente real. –contestó Amy cruzándose de brazos y frunciendo el ceño igual que lo hacía yo cuando discutía con alguien. Peter se dio cuenta y me lo dijo también.
-Y Amy es una copia tuya, corazón. –me dijo señalando a nuestra hija y volvimos a reír.
-Bueno niñas, dejen de discutir por eso y mejor escojan una película, hoy es Navidad y lo único que haremos será ver maratones de películas. –sonreí, dándoles un beso a las dos en la frente.
-Antes de eso, mamá... ¿Todavía tienes la corana que papá te dio el día de su boda? –preguntó Mary, observándome atenta.
-Claro.–le contesté sonriendo y caminé hasta un mueble que teníamos en la sala. Arriba de este había una caja en donde se encontraba guardada esa especial corona. Abrí la caja y tanto Mary como Amy corrieron hasta mí y se quedaron sorprendidas al ver que la corona seguía igual que como hace 8 años.
-¿Cómo es que sigue como antes? –preguntó Amy sorprendida.
-Sí, ¿cómo es que ha pasado tanto tiempo y las flores no se han marchitado? –preguntó también Mary.
-Su padre hizo un pequeño truco con ellas para que permanezcan intactas. Luego le dicen que les enseñe cómo. Ahora, vayan a escoger una película. –reí, mientras guardaba la corona en la caja.
-Sí, mami. –dijeron las dos, saliendo del lugar de regreso a la sala.
-Son un mini tornado esas niñas. –dijo Peter divertido, parándose frente a mí, mientras me daba un beso en los labios.
-Y serán un tornado más grande si no les damos palomitas para las películas. –reí mientras estaba punto de guardar la corona en la caja, pero Peter me detuvo.
-Espera... –dijo suavemente, tomando la corona entre sus manos y de forma delicada, la volvió a poner sobre mi cabeza. –Listo, igual de hermosa como hace 8 años. –me dijo, sonriendo sobre mis labios mientras me tomaba de la cintura.
-Te amo, Peter. –le dije al mismo tiempo que lo iba abrazando por el cuello.
-Yo también te amo, _____________. Te amo como jamás amé a nadie y siempre lo haré. –me dijo con ternura, volviendo a juntar nuestros labios.
***
Buenas noches, lectores hermosos. Este one shot especial navideño va con mucho cariño para todos ustedes, en especial para mi querida Andy Franklin, que además de ser un especial navideño, es tu regalo de cumpleaños Andy, va por partida doble. Espero lo hayas disfrutado mucho, ya que lo escribí con todo el amor del mundo. :3
Aprovecho de una vez para decirles que espero hayan pasado una bonita navidad, recuerden que yo los quiero mucho y saben que les deseo todo lo hermoso de esta vida, Gracias por acompañarme, por darme un poquito de su tiempo y por estar aquí, leyendo las palabras que salen de mi imaginación y de mi corazón.
Espero que sigan a mi lado, ya que tengo muchas palabras que compartir todavía. Los amo, felices fiestas.
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