🐱🖤✨Harry Lockhart✨🖤🐱

Segundo one shot especial del último trimestre del año, inspirado en el mes de octubre con temática de gato negro.

"Un gato negro llamado Harry"

El otoño ya había comenzado; los días y noches ya eran más fríos puesto que el viento llegaba con una brisa mucho más fresca y gélida. Esa noche estaba particularmente más fría que las anteriores y recuerdo perfectamente que regresaba a mi casa después de haber comprado algunas cosas que requería. Llevaba puesta una bufanda roja que mi prometido me había regalado hace un tiempo para usarla cuando la temporada fría del año empezara a aparecer y al estar mi vista algo obstaculizada por las bolsas que llevaba cargando, me era un poco complicado poder observar por donde iba caminando, mas logré llegar sin dificultad hasta mi casa.

Cabe mencionar que el nombre del que era mi prometido (y digo era, porque de pronto un día ya no supe nada de él) era Harry, Harry Lockhart. Ambos nos habíamos conocido cuando llegó al vecindario como un nuevo vecino. Una tarde fue a tocar a mi puerta para pedirme algo de azúcar y a partir de ese entonces, la chispa nació entre nosotros. El tiempo pasó y justo cuando estábamos listos para llevar nuestra relación al siguiente paso al decidir casarnos, una mañana, él salió a su trabajo no sin antes prometerme que volvería temprano para ir a cenar. Ya no volvió.

La policía abrió un caso cuando lo reporté como desaparecido, pero al no tener pistas suficientes el asunto se dio por terminado y a partir de ese momento y desde hace un año, no sé absolutamente nada de él. Siempre lo recuerdo, en cada instante que pasa lo extraño y por más que lo intente, no puedo olvidarlo. Nunca me había enamorado tanto como lo hice de Harry y estaba segura de que, no iba a volver a pasar jamás con ninguna otra persona. Hasta este entonces, había aprendido a vivir con eso, aunque eso no significaba que doliera menos.

En medio de esos pensamientos, iba yo caminando por las calles iluminadas de Brooklyn, pisando hojas secas y sonriendo al escuchar su sonido, soltando algunas lágrimas al recordar al hombre del que me había enamorado y al cuál había perdido en un instante. Al subir las escaleras del pórtico, y llegar hasta la entrada principal, sentí que algo se escabulló por mis piernas y al instante, reconocí lo que sonaba como un ligero y suave maullido. Llevé mi vista al piso y dejé las bolsas descansado junto a la puerta cuando vi justo frente a mis ojos a un pequeño minino que se paseaba entre la parte baja de mis piernas y pasaba sobre mis pies. Era completamente negro y tan diminuto que cuando me agaché un poco para poder levantarlo, cabía perfectamente en la palma de mi mano. Sus bigotes y cejas resaltaban al ser de un tono mucho más claro, pero sus ojos eran preciosos. Brillantes y de un bonito color canela. Era en definitiva el gatito más lindo que había visto en toda mi vida. Al acariciarlo, recibí de su parte otro suave maullido y que frotara su cabeza contra mi mano.

-Hola, pequeño. ¿Qué haces tú solo aquí afuera, tan tarde y con este frío? -le pregunté, volviéndolo a acariciar y recibiendo otro tierno maullido como respuesta. -Hummm, a decir verdad, no creo que sea buena idea que sigas afuera. ¿Qué te parece si mejor entramos a casa, bonito? -sonreí y levanté las bolsas del piso, sosteniendo todavía al gatito en una de mis manos y como pude, saqué las llaves de mi abrigo y logramos entrar a la casa.

Lo dejé sobre el sofá mientras yo guardaba en su lugar todas las cosas que había comprado y noté que sus ojos me seguían a cada lugar al que me movía. Sentí ternura al verlo acomodarse mejor en su lugar y empezar a mover su cola mientras soltaba un bostezo. Supuse que tendría hambre, así que tomé algo de la leche que había comprado hace un momento y le serví en un plato pequeño que tenía desocupado. También abrí una lata de atún y le serví un poco. Al sentir el aroma, con velocidad y agilidad que me sorprendió bastante dado el hecho que aún se veía bastante pequeño, se acercó hasta donde le había dejado la comida y sin mayor problema, se dispuso a comerla.

Me coloqué en cuclillas y mientras acariciaba su lomo y él comía, comenzó a emitir un leve ronroneo que me hizo sentir derretir. Siempre había sentido debilidad por los gatos, eran mis animales favoritos y de niña, llegué a tener varios. Mas, hasta el momento y desde que me había mudado por mi cuenta, no me había dado la oportunidad de tener otro. Quizá esta podría ser la oportunidad.

Dejé que la pequeña bola de pelos terminara de comer mientras yo me cambiaba a una ropa mucho más cómoda: una pijama para ser exactos. Cuando estuve lista, me dirigí a mi habitación y curiosamente el cuadrúpedo de pelaje oscuro, me siguió y se subió a mi cama junto conmigo, acurrucándose sobre mis piernas y empezando a ronronear de nuevo.

-Tal vez... tal vez podría quedarme contigo. -sonreí, acariciándolo al mismo tiempo que él movía su cola de arriba abajo.

No sé en qué momento sucedió, pero ambos nos habíamos quedado dormidos.

***

Había pasado un año desde aquella noche que adopté al pequeño Harry. Sí, ese era el nombre que había escogido para él, en honor al hombre que iba a amar el resto de mi vida. Además, también lo había hecho porque sus ojos me recordaban a los de él. En ese tiempo, nos habíamos vuelto muy unidos.

Harry se había convertido en un bello gato; de pelaje suave y brillante, que contrastaba con lo oscuro del mismo. Había adquirido un tamaño bastante considerable y sus ojos seguían conservando el bonito color canela de cuando lo había encontrado. Era muy obediente y cariñoso. Siempre estaba para mí en todo momento. En pocas palabras, era una gran compañía.

***

De nuevo al otoño se hacía presente, lo que indicaba que al año estaba punto de terminar. Esa tarde el viento tenía corrientes fuertes y al observar por la ventana, noté que la brisa hacía que las hojas que había juntado esa mañana y apilado en una montaña en el jardín, salieran volando de nuevo por todos lados. Solté un suspiro mientras sostenía mi taza con chocolate caliente y desvié mi mirada a Harry que se encontraba recostado sobre el sofá.

-Creo que no debí haber juntado las hojas. -reí. -Tal vez las deje ahí hasta el lunes para juntarlas mejor. -comenté con simpleza, acercándome al sofá dispuesta a sentarme al lado de mi querido compañero. -¿Quieres ver algo de televisión, Harry? Porque yo sí.

Sonreí y tomé el control remoto para encender el televisor y mientras me acomodaba mejor en el sofá y subía las piernas en este, Harry llegó hasta mí y se recostó sobre mi regazo. Tomé de nuevo mi taza de chocolate y le di un sorbo. Justo en ese momento, estaba empezando mi programa favorito.

No me percaté en qué momento, Harry llegó hasta mi pecho y empezó a restregar su cara contra mi rostro, soltando un ronroneo que sonaba con más fuerza, como nunca lo había escuchado. Me extrañé un poco, porque en todo este tiempo, Harry nunca se había portado así. Era cariñoso, sí, pero no tanto. Fue entonces cuando deje de nuevo mi taza de chocolate ya vacía sobre el mueble que tenía a mi lado y lo tomé con las dos manos, alejándolo un poco para poder verlo mejor.

-Harry, ¿estás bien? -le pregunté con el ceño fruncido, observándolo con la cabeza hacia un lado. -Normalmente si eres afectuoso pero hoy, estás mucho más. -empecé a reír cuando volvió a llevar su cabeza a mí rostro. Sus bigotes y cejas me hacían cosquillas y empecé a reír con más fuerza. -Harry, ¡basta! -reí, volviendo a alejar un poco.

Acuné su pequeño rostro entre mis manos, acariciando su cuello y su pelaje con las yemas de mis dedos y acerqué mi cara a la suya para darle un pequeño beso en la cabeza. Justo en ese instante, vaya sorpresa me llevé al ver que justo frente a mis ojos, el que era mi gato había dejado de serlo, convirtiéndose y adquiriendo la forma de una persona. Específicamente de un hombre y de forma más concreta, del que era mi hombre. Abrí los ojos con sorpresa y me levanté bruscamente del sofá y debido a mi reacción tan sorpresiva, terminé por romper la taza que había dejado sobre el mueble; ésta había caído al piso, quebrándose en muchos pedazos. Sentía que estaba comenzando a hiperventilarme y me alejé lo más que pude de ¿él? Cuando me di cuenta, ya había chocado contra una de las paredes de la casa y me percaté que tenía aquel par de ojos color canela puestos sobre mí.

-¡____________! ¡Gracias al cielo, al fin me liberaste! -sonrió el hombre frente a mí, empezando a caminar despacio para acercarse a mí.

-¿Qué? ¡No, espera! ¿Deja de acercarte! ¡¿Quién eres?! ¡¿Qué quieres?! -pregunté con un tono alarmado en la voz.

-___________, mi amor, soy yo, Harry. Harry Lockhart. ¿O es que ya no me reconoces? -preguntó extrañado, mirándome con cierta tristeza y melancolía.

-Pero, Harry está... está... Desaparecido. ¿Tú? ¿Cómo? -me dejé caer de rodillas en el piso. -¿Eres... eres real? -le pregunté con la voz entrecortada.

El que parecía ser Harry, empezó a tocar su rostro, sus brazos y todas las extremidades de su cuerpo, palpando con sumo interés cada lugar. Cundo terminó, volvió a mirarme. -Al parecer sí, soy real y pude regresar con bien. -me sonrió de lado y volvió a acercarse más a mí.

-¡No te acerques! -le grité y puse mis manos frente a mí es señal de que me encontraba a la defensiva.

-Oh, mi niña. Mi dulce ____________... -me llamó con suavidad mientras seguía acerándose con pasos mucho más cortos. -No tengas miedo, sé que todo esto es extraño, pero confía en mí. Soy yo, soy Harry, Harry Lockhart. El hombre que te propuso matrimonio hace dos años frente a la fuente del parque central de Brooklyn, donde tuvimos nuestra primera cita. El que se cortó un dedo por accidente en la cocina hace un tiempo y que para aumentar mi mala suerte, el perro que teníamos se lo llevó en el hocico hasta el jardín, ¿recuerdas? -llegó hasta mí, hincándose justo delante de mis ojos y tomó mis manos entre las suyas.

Se sentía tan... tan real. -Lo recuerdo pero, no sé si creerte. De pronto apareces así cómo así. ¡Dios mío! Quiero decir, hace un par de minutos yo tenía un gato negro, al que vi convertirse en humano y resulta que eres tú... eres tú. ¿De verdad eres tú? -mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas y mis labios empezaron a temblar.

-Te demostraré que soy Harry, tu Harry. -me dijo con suavidad, tomando mi rostro entre sus manos y acercando lentamente su cara a la mía.

Sentí su respiración sobre mi boca y sus labios rozar los míos. Solté un leve suspiro y cerré los ojos cuando nuestros labios se unieron. Esos besos me estaban haciendo recordar. Ese delicado vaivén de nuestras bocas unidas en un mismo compás me estaba haciendo sentir lo que hace tanto no sentía. Sus besos suaves y llenos de amor, con ese delicado sabor a fresa de sus labios estaban haciendo a mi cuerpo vibrar y ahí lo supe, él era Harry. En verdad era Harry. Mi Harry. Sus manos acariciaban mis mejillas y las mías descansaban en sus piernas. Al separarnos un poco para poder ver su rostro de nuevo, las lágrimas que inundaban mis ojos se desbordaron, pero por evidente alegría. Me lancé a los brazos de Harry y él me recibió gustoso.

-¡Eres tú, eres tú, eres tú! -empecé a darle pequeños besos en todo su rostro, haciéndolo reír. -¡De verdad eres tú, Harry! ¿Dónde estuviste todo este tiempo, tonto? ¿Qué te pasó? ¿Por qué eras un gato? -le pregunté rápidamente, alejándome un poco de él al tomarlo por los hombros para poder ver mejor su rostro, mientras acariciaba su cabello y Harry soltó un suspiro profundo.

-Tengo que contarte cómo pasó todo... -me dijo, acariciando mi cabello.

Harry me contó que esa mañana de hace dos años cuando salió a su trabajo, tuvo la mala suerte de toparse con una de esas mujeres que insisten en leer tu futuro. Me explicó que por más que se negó a aceptar los servicios de dicha mujer, su insistencia le colmó tanto la paciencia que terminó por aceptar. La cosa fue que en un punto de aquella supuesta adivinación, la fémina recitó mal unas palabras que terminaron por fusionar a su pequeño gato con él. También me dijo que la adivina le dijo que naturalmente no lo había hecho a propósito, pero que no podía desvanecer el hechizo por ella misma, Harry necesitaba que alguien que en verdad lo amara lo liberara con una muestra de cariño excepcional. Además, me dijo que tardó tanto tiempo en volver a casa porque bueno, al vida de un gato callejero no es nada fácil y menos, con la tontas supersticiones en contra de los gatos negros.

-Sabía que tú me rescatarías su volvía a casa. No te resistes a los gatos. -me dijo, dándome un beso en la frente.

-En eso tienes razón. -reí. -Ay, Harry, no sabes lo feliz que estoy de tenerte de vuelta. Te extrañé tanto. -lo abracé. -Y bueno, solo quiero pedirte una disculpa por haber tardado tanto en darte una muestra de afecto auténtico. Después de un año. Desde cuando hubieses podido volver a ser Harry Lockhart y no un gato negro... -suspiré.

-Hey, tranquila, mi amor. -me dijo Harry en un tono sereno, acariciando mi mejilla. -La muestra de cariño debía ser completa y realmente verdadera y para eso se necesita tiempo, sino seguiría siendo Harry, el gato negro. -se encogió de hombros riendo bajito.

-Ese es un buen punto. -le dije en un tono divertido, dándole un suave beso en los labios.

-¿Te parece si seguimos con los planes de la boda, preciosa? -me preguntó arqueando una ceja. -¿O es que ya no quieres ser mi esposa? -sonrió de lado.

-¿Cómo te atreves a dudar de eso? -reí observando cada detalle de sus bellos ojos. -Lo que más quiero es ser la señora de Lockhart. -le guiñé un ojo y lo besé, siendo correspondida al instante.

-Te amo, ___________. No sabes cómo extrañaba hacer más que recibir tus caricias y ronronear.

***

Buenas madrugadas, lectores bellos. ¡Quedan 4 días de octubre y decidí que voy a escribir 5 OS con temática de este mes! Ya van dos (el de Tony Stark fantasma y este), quedan 3. Solo para avisarles que los voy a publicar estos días, para que los puedan disfrutar y no se pierna la esencia de la idea de estos OS. :3 Aprovechando que tengo una laptop nueva después de 7 años, voy a darme vuelo estos últimos días de este bonito mes. X3

¿Qué les pareció este? Yo disfruté mucho escribiéndolo y a decir verdad, me encantó. Espero a ustedes también. En fin, solo recuerden que espero sus bellos comentarios y votos. Los amo 3,000 y nos estamos leyendo pronto. Abrazoooo. :3 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top