Capítulo 18: Amar sin restricciones

Road To Ninja: Choque de mundos

Capítulo 18: Amar sin restricciones

Disclaimer correspondiente.

Sasuke no tenía la fortuna de ser muy paciente en la espera de alguien, o eso deseaba constar. El hecho de haber tenido un maestro que llegaba horas después de lo acordado tuvo que adquirir una habilidad que no deseaba, ya no podía mandar todo al carajo sin reimplantarse seguidamente.

Como ese momento, mientras el sol se ocultaba en el horizonte desprendiendo colores naturales, esperaba a Sakura-hime en los campos de entrenamiento. Una hora de retraso tenía la chica, y constaba que seguiría esperando.

Los que sucedió fue que, durante la mañana cuando iban caminando de vuelta a la Torre para ver a Kakashi y recoger la información, se toparon con el matrimonio Haruno. Una vez más, Kizashi le pidió —por no decir que le ordenó— traer de regreso a Sakura sana y salva.

Estuvo tentado a hablar con ellos con respecto a su noviazgo con Sakura, porque sabía que ellos no tenían un buen concepto sobre él. Pero lo dejó en el olvidó porque a Mebuki se le ocurrió la magnífica idea de pasar unas horas que Sakura-hime, convivir con ella y conocerla a fondo, le daba curiosidad.

Sasuke no fue nadie para impedirlo. Entendía perfectamente el deseo de estar con las personas que le fueron arrebatadas sin aviso, con dolor y de una forma cruel y agonizante. No objetó en su contra, solo que la esperaba en ese lugar dentro de un par de horas.

No dio hora exacta, así que se jodio él solo.

Las ansías los carcomían por dentro, por muy loco que sonará, deseaba regresar a la otra dimensión para ver a Sakura lo antes posible, quería pensar que ella no pasaría mucho tiempo con el idiota sonriente en su ausencia, si no, tendría que empezar a castigarla de una forma... placentera.

Sonrío de lado al pensarlo. Ahora que tenía un poco más de confianza con ella, podría ponerlo en práctica.

—¿A qué se debe esa sonrisa de idiota?

Sasuke reaccionó con un ceño fruncido ante la pregunta de Sakura-hime. La visualizó caminar a él con los brazos cruzados y una ceja alzada. En una de sus manos traía consigo una bolsa de dulces.

También notó sus ojos rojos al igual que su nariz, pero prefirió obviarlo.

—No sonrío como idiota —espetó él enderezándose del árbol cual estaba recargado.

—Pues lo parece.

—Como sea, es hora de irnos —Sasuke le restó importancia.

No hubo retrasos como esperaba, abrió el portal sin ningún problema y lo cruzaron lentamente. Practicante el panorama no cambió en lo absoluto, pero sabían que no estaban en el mismo lugar.

—Hum, nos vemos —se despidió inmediatamente Sakura-hime y desapareció en un susurro.

Sasuke se quedó mirando el punto donde ella estuvo de pie unos segundos antes.

No era un idiota. De seguro ella espero con ansías el regreso, debió dolerle en lo más profundo de su alma el ver a sus padres vivos en otro mundo. Celos e ira que se disciernen con ayuda.

Soltó el aire contenido y marchó al departamento. No era su problema, ella no era su novia. Este trabajo no le correspondía a él. Pase a que ambos tenían una relación extraña de... ¿amistad? Esta vez le tocaba a Charasuke apoyarla.

Lo que él quería era ver a su molestia.

Charasuke odiaba el papeleo. Por el simple hecho de que, todos los días, sin falta, había pilas y pilas de peticiones sobre la mesa. Debía aprobar misiones tan sencillas para los genins. Por no decir que se divertía al ver sus caras de resignación ante las peticiones de pasear perros o gatos, con eso se vengaba.

Aunque no quitaba el hecho de estar aburrido. Durante las últimas semanas solo hacía esto, no salía a misiones porque no se requería —por el momento—, el único momento que disfrutaba era el patrullar las calles.

No le gustaba estar encerrado en cuatro paredes firmando papeles, sofocándose con el aire espeso y frío, y de sus propios murmullos de resignación. Extrañaba —solamente un poco— estar en ANBU.

Así es, él estuvo un año en un escuadrón ANBU, el segundo al mando. Fue honorablemente elegido por Tsunade ante sus habilidades natas. En combate era muy fuerte, el mejor de los Uchiha junto con su hermano, Izumi y Shisui. Representaban al Clan Uchiha.

Fue descendiendo de rango a rango hasta ser líder de escuadrón, uno de los mejores. Las misiones con él siempre tenían éxito y cero bajas.

Pero tras una misión complicada, el escuadrón cayó en una de las trampas de Kirigakure. Mala fortuna que fuera masacrado. Él logró sobrevivir porque utilizó su protección ofensiva, Susano'o y logró salvar al más pequeño, un chico de diecisiete años.

Por eso, su madre en un mar de lágrimas le pidió que no siguiera arriesgándose de esa forma. Ser ANBU es difícil y riesgoso si tenías familia. Si morías, repercutía en los que te amaban. Y él no deseaba causar sufrimiento a ellos.

¿Y qué opinó Sakura-hime? Nada. Ella no supo que estuvo en ANBU debido que, en ese tiempo, ella no estuvo en la aldea. Había estado en una misión en Sunakure de apoyo por la guerrilla. Y bueno, tampoco es que hubiese querido que se enterará.

—Sakura —suspiró recordando que aún no había regresado de su accidental viaje.

Es más, solo esperaba la hora de salida. Sus ojos negros tenían como objetivo contar los segundos que pasaban, un par más y...

Las siete en punto.

Se levantó con una sonrisa, colocándose el chaleco táctico, apago la luz de la oficina y cerró la puerta con prisas.

Al pasar por la oficina de su padre, avisó que se iría primero.

—¿Y él papeleo? —preguntó Fugaku alzando una ceja.

Charasuke extendió su sonrisa.

—Manda a alguien que los busque. Están en mi escritorio. Todos aprobados —aseguró mostrando su pulgar—. ¡Nos vemos en casa! —se despidió saliendo como una bala del edificio de la Policía.

A paso apresurado, camino por las calles de Konoha esperando no toparse con su Club de Fans. Últimamente eran muy hostigosas hasta el punto de que... le molestaba. Pensó seriamente en hablarles y disolver el club.

Esto se debía a que Sakura le aconsejo hacerlo para evitar inseguridad en Sakura-hime. Si quería hacer las cosas bien, debía tomar en cuenta lo que sentía ella.

"Yo también me sentiría insegura si Sasuke-kun fuese un mujeriego". Aseguro su amiga.

Según entendía perfectamente a las mujeres, por ello anteriormente salía con una tras otra, por experimentación. Pero falló estrepitosamente en algo: Sakura-hime era diferente a las demás.

Y él siempre lo supo, nada más que no quiso tomarlo en cuenta.

Detuvo su andar lentamente al observar a lo lejos, a Sasuke caminar junto a Sakura cerca de un puesto de dulces. Al parecer la Haruno señalaba unas gomitas de colores y el azabache asentía con la cabeza. Una interacción que resultó en una sonrisa por parte de la chica y el brillo en sus ojos.

Se alegró por ellos.

—¡Hola Sakura-chan! —la saludo al trotar hacia ellos.

—¡Oh! Sasuke-san —Sakura le sonrió de oreja a oreja tras recibir los dulces—. ¿Adivina qué? Sasuke-kun y Sakura-san ya están de regreso —dijo al señalar al Uchiha detrás suyo.

Sasuke mostró una cara de pocos amigos cuando Charasuke se alegró sonriendo de la misma forma boba al pensar en Sakura-hime. No lo culpaba. Si él fuese más demostrativo haría lo mismo.

—¡Por fin! Me alegra que todo haya salido bien —aseguró Charasuke—. Me imaginó que mi gatita-chan está en su departamento —afirmó sobándose la barbilla.

—¿Y qué esperas? Ve a verla —Sakura lo empujo lentamente.

Charasuke asintió feliz y terminó por partir, pero antes de alejarse más, la voz de Sasuke lo detuvo.

—Cuida el cómo le hablas.

Se detuvo en un movimiento seco, y frunciendo el ceño, se giró sobre sus tobillos para observar consternado el rostro impasible de Sasuke.

—No entiendo lo que me quieres decir —aceptó Charasuke sorprendido internamente por las repentinas palabras de Sasuke—. Yo debería decirte eso. Le hablas a Sakura-chan de una forma muy seca —espetó.

Sakura, que los miraba de hito en hito sin comprender del todo, se pregunta por el motivo oculto de Sasuke.

—Cuando una persona que no expone sus verdaderos sentimientos no logra contenerlos, es sensible a cualquier acción que venga de la persona que aprecia —aseguró Sasuke entrecerrando los ojos—. Cree que esta en desventaja y se siente débil. Solo cuida tus palabras con ella.

Eso fue lo que dijo Sasuke antes de tomar la muñeca de Sakura y caminar por el lado contrario a Charasuke. Sakura se sonrojo ante la repentina acción provocando que balbuceara incoherencias. Tampoco pudo despedirse de su amigo.

Charasuke siguió su camino con prisas, pensativo y consternado. ¿Qué habría pasado en el otro universo? Entendió que Sasuke se refería a él y Sakura-hime. Por lo que no lograba digerir o adivinar qué circunstancias provocaron sus palabras.

No tardó en llegar al departamento de la Haruno, desde afuera todas las luces estaban apagadas, hubiese pensado que no estaba ahí, pero sentía su chakra. En un par de minutos se encontraba frente a la puerta, no dudó en apretar el timbre.

Sus ojos negros se enfocaron en la puerta que no fue abierta, así que apretó el timbre un par de veces más, pero no hubo respuesta alguna.

—¡Sakura! —exclamó mientras tocaba la puerta con sus nudillos, a la vez apoyo su oreja en la madera para poder escuchar y volvió a tocar—. ¡Soy Sasuke! ¿Quieres abrirme la puerta? —preguntó delicadamente.

Inmediatamente escuchó un ruido en el interior, y al mirar de reojo a sus pies, noto por la rendija de abajo la luz encenderse. Se separó de la puerta y espero unos segundos hasta que se abrió revelando la silueta de ella.

Tuvo que mantener su sonrojo a raya al ingresar al interior. Pues Sakura-hime solamente tenía un top negro dejando al descubierto su abdomen, y un short que le llegaba a medio muslo. Apartó inmediatamente la mirada evitando el contacto visual.

Escuchó la puerta cerrarse en un susurro.

—¿Qué haces aquí? —preguntó la chica por debajo. Absorbió por la nariz y se maldijo por ello.

Charasuke se volteó a ella sin dudarlo ante el sonido, observó su rostro demacrado, las corneas de los ojos enrojecidas y la nariz roja. Rastro de lágrimas marcaban sus mejillas y sus ojos... se veían tristes.

—Me enteré de que regresaste, solo quería verte —formuló él un poco serio.

Anonado, admiró a Sakura-hime abrir de nuevo la puerta y ladear el rostro.

—Ya me viste, ahora puedes largarte —espetó fríamente la chica.

—No entiendo porque me tratas así —él negó ligeramente con la cabeza, no se atrevió a acercarse por temor a que ella se alejara—. Se supone que ya habías aceptado mis sentimientos y me darías una oportunidad...

—Por eso pido que te vayas... antes de que desaparezcas —alegó ella, su voz sonó rara. Los hombros tiritaron ligeramente. Su mirada determinante empezó a flaquear bajo la mirada negra de él.

—¿Desaparecer? —confundido, negó con la cabeza—. Si te refieres a que me alejare de ti, no lo haré.

Entonces, Sakura-hime cerró fuertemente los ojos y agachó la mirada.

—¡Solo vete!

—No lo haré. Seré insistente hasta que me digas porque no quieres verme más —Charasuke se mantuvo firme en su lugar.

Para su sorpresa, los ojos de Sakura-hime se llenaron inesperadamente de lágrimas. No supo definir lo que sintió en su pecho al verla de esa forma. Nunca había llorado frente a él.

—Mis padres murieron cuando era niña... ellos estaban en mi corazón y desaparecieron. Ahora que tú has entrado en mí y permaneces... ¡también morirás y me dejarás sola! —balbuceo entre el llanto, su voz ahogada era una tortura para oídos de cualquiera.

Charasuke no dudó en acercarse a ella para envolverla entre sus brazos, brindándole confort a su corazón solitario. La apretó a su cuerpo apoyando su barbilla en su cabeza y le acarició el cabello mientras ella lloraba apoyada en su torso.

—Sakura, no moriré —aseguró en susurro preguntándose qué sucedió en el otro mundo para que se comportará así.

La chica negó con la cabeza aferrándose a la camisa del joven, sus puños se aflojaron al instante y siguió llorando desconsoladamente mostrando su debilidad.

—Lo harás... porque las personas que amo terminan desapareciendo —expresó cohibida.

—Me aferraré a ti, por eso viviré —afirmó suspirando. Sakura-hime cada vez se acercaba más a él, así que tuvo que cerrar la puerta para apoyarse en ella—. Hey, todo estará bien, no te abandonaré.

—No hagas promesas que no puedas cumplir —dijo de forma ahogada ella. Su rostro aún seguía hundido en el torso de él.

—Y no las hago —expresó con una sonrisa. La notó más calmada. Entonces se atrevió a pasar una mano sobre sus rodillas y cargarla entre sus brazos.

Tal acción sorprendió a la chica que solo atinó a gemir de la impresión. Sonrojada de pies a cabeza y aun derramando lágrimas, formó un puchero al ver los ojos negros y su sonrisa carismática.

—N-no hagas eso, idiota —tartamudeo apenas encogiéndose de hombros.

Charasuke camino por el pasillo en busca de la habitación, en ningún momento emitió palabra alguna hasta que llegó al borde de la cama y recostó a la Haruno sobre él colchón con delicadeza, como si se tratará de una delicada flor.

Al mirarse a los ojos, la chica sintió una calidez en su cuerpo que obligo a su corazón a sentirse a salvo y dejar de llorar.

—¿Un poco mejor? —preguntó él sonriendo levemente al sentarse en la orilla de la cama.

Ella asintió con la cabeza apoyada en la almohada, sus cabellos esparcidos se sentían ligeros.

—Gracias a ti.

Él extendió su hermosa sonrisa.

—Bueno, ¿Qué desea la señorita para comer? Suponiendo la hora, no has comido nada —adivinó el Uchiha.

Ella ocultó su rostro sintiéndose abochornada. La trataba con delicadeza y... la consentía.

Sus ojos verdes lo enfocaron sin preámbulos, examinándolo desde su lugar. El rostro de Charasuke siempre fue hermoso, incluso tenía ciertas fracciones femeninas que lo hacían lucir más apuesto. Pero fuera de todo lo físico, poseía un corazón único y deslumbrante como su personalidad.

Eso fue lo que la enamoro por completó.

"—Permítete a ti misma amar sin restricciones y ser amada como se debe". Recordó las palabras de Mebuki cuando le habló de Charasuke en el tiempo que convivió con ella. Le dio muchos consejos de vida importantes que guardaría en su corazón, pero la que apreciaba más era este.

—Sasuke —lo llamó provocando que aludido la mirara con extrañez, pocas veces lo llamaba por su nombre.

No espero más. Su cuerpo se movió por sí solo, pero una cosa tenía en claro: no se arrepentía de avanzar más.

Agarró su camisa y lo acercó a ella para plantarle un beso en los labios, uno sorpresivo para ambos.

Charasuke abrió los ojos por la sorpresa al sentir los labios de Sakura-hime sobre los suyos, pero solo fue un segundo porque cerró los ojos pasando una mano por la nuca de la chica para que no se separará. En el beso solo participaron los labios, pero él la acercó más y ella le concedió acceso a su cavidad bocal con ansías. Las lenguas chocaron entre sí, como si se tratara de una danza en coordinación.

Entre el beso, poco a poco fueron recostándose sobre la cama hasta el punto donde él se posicionó sobre la Haruno. Devoró con ansías sus labios y se aferró a ella con ganas, mientras sentía su cuerpo caliente. Claramente el beso fue subiendo de intensidad cuando Sakura-hime gimió ante la delicada mordida que él le ofreció a su labio inferior y el roce constante de sus cuerpos.

—Si no me detengo ahorita, juró que no podré contenerme en hacerte mía —gimió Charasuke entre el beso, por obvias razones suspiró roncamente.

Aunque Sakura-hime no quisiera acabar, sabía de antemano que era precipitado. Así que con toda la fuerza de voluntad. Ambos se separaron lentamente, mirando el hilillo de saliva que unía sus labios.

—Eso fue... —Sakura respiraba agitadamente—. Hermoso.

Charasuke la miró de lado antes de soltar una risa enternecedora.

—Hum... tu eres hermosa y única —alegó él recostándose a su lado para abrazarla. Ella no lo rechazó, si no que se permitió ser abrigada en sus brazos mientras un sonrojo cubría sus mejillas.

—El emo tiene razón —dijo de repente la pelirrosa provocando curiosidad en Charasuke—. Tu eres mi luz, Sasuke—susurró abrazándolo sin restricciones.

Tales palabras provocaron mucho sentimiento en Charasuke que sonrió convencido de que ella lo aceptó abiertamente y correspondería como tal. Suspirando, la apretó a su cuerpo adormitándose con el perfume de su cabello.

Y Sakura-hime no era consciente de lo mucho dependería emocionalmente de Charasuke, pero no tardaría en descubrirlo. Y claramente no le desagradaría, porque sabía que él la amaba con todo su ser... como ella a él.

N/A: Esta vez no tengo mucho que decir.

Decidí hacer este capítulo para Chara y Hime, anteriormente su relación no estaba definida y debía ponerla a marchar, así que se me ocurrió que Hime se cohibiera por lo que vivió en el otro mundo y aceptará al final a Chara. Así que se podría decir que son novios.

Siempre me dio curiosidad el escribir así con las personalidades Ooc (?) de Sasuke y Sakura. Literalmente aquí es puro SasuSaku por donde le veas cx 

Hahaha

Se supone que este capítulo correspondía a la semana pasada, pero ah... no pude escribir nada. fue una semana agotadora con las tareas de la escuela, y de echo esta semana es de exámenes -ah maten a los exámenes- iare.

Independientemente de este capítulo, no habrá uno esta semana por lo mismo.

¡Pero...!

La buena noticia es que tendré —por fin— mis anheladas vacaciones *gritos* podré actualizar más seguido, y no sé, tal vez terminar este fic. A este paso tenemos ya 18 capitulo, y estimo como unos... cuantos más cx

Gracias por su apoyo, los votos, los visto y comentarios, aunque a veces no pueda contestarlos todos.

Agradecimientos especiales a luutulip <3

En fin, ¡alela-chan fuera!

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