Capítulo 11: Vendas removidas

Road To Ninja: Choque de mundos

Capítulo 11: Vendas removidas

Disclaimer correspondiente.

Naruto tenía una mirada seria y un tic nervioso en su labio inferior, con los brazos cruzados, miraba insiste a sus dos mejores amigos. Ellos permanecían sentados a una distancia prudente y evitaban el contacto visual, cosa que extrañaba y exasperaba al Uzumaki.

No podía estar a gusto en el departamento. Y todo comenzó unos días atrás, cuando regreso de Ichiraku encontrándose con un mortificado y rendido Sasuke con la mejilla roja, señal de que recibió un golpe. Al principio no creyó que Sakura lo hubiese golpeado, pero a la mañana siguiente que ella se plantó frente a ambos y solamente le hablaba a él e ignoraba a Sasuke, confirmó sus sospechas.

Él no era un tonto... bueno, no tanto, un poco ingenuo, si, pero se percataba de las cosas importantes. Y sus amigos lo eran. Por eso le preocupaba la actitud de Sakura hacía Sasuke. Hasta donde tenía conocimiento, estaban bien yendo directamente por una relación sana.

Pero no pasó desapercibido que Charasuke pasaba todos los días por el apartamento en busca de Sakura y no regresaban hasta tarde. Y Sasuke solamente los miraba desde la cocina apretando fuertemente su puño, incluso en una ocasión rompió el vaso que sostenía.

¿De qué se perdió? Pues la tensión entre sus compañeros era palpable que le provocaba ñañaras.

—Y bien, ¿no me dirán que paso entre ambos? —cuestionó el Uzumaki entrecerrado su mirada zafiro.

—No pasa nada, Naruto —Sakura le envío una mirada letal. Ella y Sasuke parecían dos niños siendo interrogados para ver quien rompió la vasija valiosa de mamá—. Eres tú el que te hace esa clase de ideas.

No convencido, Naruto poso su mirada en Sasuke, intentando canalizar sus pensamientos en él. Y el Uchiha le envió una mirada resignada y un tanto demacrada.

—No te creo dattebayo.

—No me interesa si lo crees o no —sentenció la pelirrosa incorporándose de su lugar, empero fue detenida por Naruto cuando quiso irse de ahí.

—Espera Sakura-chan, me dirás que pasa si no quieres que le diga a Sasuke-teme tu más oscuro secreto —dijo Naruto mirándola de forma macabra, cosa que no pasó desapercibido por Sasuke, que observó como el rostro de Sakura se tornaba ligeramente sombrío.

—No te atreverías... —murmuró Sakura con los ojos entrecerrados.

—Veme hacerlo —le reto dignamente el Uzumaki inflando su pecho de altanería.

Resignada, Sakura se sentó en el sillón formando un puchero. No le convenía que Naruto revelará su momento más vergonzoso secreto frente a Sasuke. Aunque pensándolo mejor, no debería afectarle lo que pensará él.

De hecho, desde su discusión se encontró en diversas ocasiones con Charasuke, o en pocas palabras, iba a citar con él. Admitía que al principio se sentía un poco inseguridad por lo que estaba haciendo —debido a que era la contraparte de Sasuke—, pero luego recordaba que ya se había cansado de esperar al Uchiha Vengador y de aguantar sus gestos orgullos. ¿Qué le sucedió? De suponía que era un hombre maduro que enfrentaba los problemas de la mejor manera. ¿Qué cambio?

Por otro lado, Charasuke era todo un caballero, le prestaba toda la atención mientras hablaba y podía mantener una conversación interesante —no respondía con los malditos monosílabos—. Aunque eso no quitaba el hecho que fuera un mujeriego de primera, pero debía admitir que sus conquistas disminuyeron cuando empezaron las citas.

Estuvo perdida un momento en su mente que no se percató de que Naruto le hablaba, tuvo que gritar su nombre para que reaccionará provocándole un tremendo respingo.

—Te estoy hablando Sakura-chan y no me haces caso. ¿En qué tanto pensabas? —exigió saber el joven rubio.

—En mis citas con Sasuke-san —contestó sin pensar la pelirrosa con una mirada ida.

Sus palabras provocaron un escalofrío interno en Sasuke y una irracional ira. Él más que nadie se había dado cuenta que su compañera empezó a salir con el idiota sonriente (¿será por qué cada vez que Charasuke llega a buscar a Sakura, le sonríe de forma burlona?) y le cabreaba de una forma desquiciante.

—Y de lo molesta que eres —soltó Sasuke irritado y sin mirarla, su comentario llegó a oídos de la pelirrosa e inmediatamente tuvo su mirada sobre él.

—¿Disculpa? Me pareció escuchar soy una molestia —quiso saber la pelirrosa con falsa modestia.

—Oíste bien. Eres infantil al salir con el idiota sonriente solo para ganar nuestra disputa —dijo el Uchiha girando su rosto a ella no convencido de sus palabras, o más bien si estaba bien pronunciarlas.

—Eh... ¿Chicos? —preguntó nervioso Naruto al ver la batalla de miradas que se cargaban ambos.

—Para empezar ¿qué disputa? No recuerdo haber hablado contigo —dijo Sakura inocente a sabiendas que había dado en el ego de Sasuke pues eso quería decir que no le daba importancia al beso que él le robo—. Por lo que no tengo razón para serlo. En cambio, deberías oírte hablar, tú eres infantil —gruñó enojada.

La mente de Sasuke quedó en blanco al no saber qué contestarle, por primera vez en su vida no tenía palabras para contrarrestar en medio de una disputa. Su boca se secó y en lo más recóndito de su mente tuvo la ligera impresión era correcto no alargar la discusión, no quería empeorar las cosas con ella. Aún deseaba arreglar sus errores.

Agacho un poco la mirada entre el silencio que se formó, incluso Sakura se quedó extrañada a que Sasuke no siguiera con la discusión. En el fondo se sintió un poco culpable por arrimarlo a esa clase de situaciones, pero él también tenía la culpa por ser orgulloso.

El equipo siete escuchó atentamente el timbre de la puerta indicando una vez más, que la cita de Sakura había llegado en el momento menos oportuno.

Sakura se mordió el labio inferior, incomoda, paso un mechón de cabello detrás de su oreja mientras avisaba que llegaba más tarde. Sin dirigirle mirada a los hombres, partió del departamento, huyendo de la tensión del ambiente.

Una vez que los dos hombres quedaron a solas, la mirada curiosa e intrigante de Naruto se posó sobre el rostro de su amigo, él mantenía una cara de pesadez y un tanto de indiferencia. Pero sabía más que nadie los pensamientos que profesaba en ese momento. De seguro en su mente ya había matado más de diez veces a Charasuke con todo y sonrisa macabra.

—No comprendo, desde hace dos semanas Sakura-chan te ignora, ¡y está teniendo citas con Chara-teme! —exclamó desesperado.

—Dime algo que no sepa, idiota —gruñó el Uchiha malhumorado.

—Se supone que ibas a hacer las cosas bien —le recordó a su amigo con reproche y Sasuke le sostuvo la mirada.

Justamente, antes que todo este embrollo ocurriera, Sasuke mantuvo una pequeña platica con Naruto donde me confesaba que no sabía cómo enfrentar sus sentimientos por Sakura —tan desesperado estaba como para acudir al Usurantokachi—. Tras una serie de consejos y una reñida platica, Sasuke prometió hacer las cosas bien.

Pero al parecer la promesa quedó en el olvido.

—Le dije que no se metiera en mis asuntos —dijo de repente el Uchiha sin mirarlo, se sentía como un estúpido. Tras días de atormentarse por sus actos, se reclinó sobre sí mismo. Ya no era aquel chico consumido altanero con un orgullo irrompible, o consumido por el odio y la venganza. Debía reconocer sus errores—. Y hace unos días discutí con ella, la besé y luego la herí con mis palabras...

No completo la oración porque Naruto lo agarro de las soplas mirándolo con un deje de incredulidad y recelo. ¿Por qué esa mirada?

—Eres un insensible teme. Sakura-chan siempre ha buscado ayudarte de todas las formas posibles sin esperar nada a cambio y mira que sucede por rechazarlas con tu poco tacto. No porque tenga esa fuerza monstruosa que asusta, quiera decir que deje de ser delicada ¡El corazón de una mujer es sensible! —termino por echárselo en cara mientras lo zarandeaba—. Dijiste que ibas a dar todo por ella, ¿entonces qué esperas? ¿escuchar a Sakura-chan decir que se quedará en este universo por Chara-teme?

Y Sasuke se dejó ser, pensaba que se lo merecía por actuar de esa forma. En algún momento pensó que Sakura lo amaría por siempre, pero también sabía que, si no se apresuraba, perdería su oportunidad ya sea porque Sakura se cansará de espesarlo o alguien más la tomaría para él.

Y al parecer ocurrieron los dos al mismo tiempo.

—Entonces, ¿qué hago? —la pregunta salió de sus labios sin siquiera estar consciente.

—Antes que nada, debes disculparte con ella por esa actitud de mierda que cargas —dijo como si nada Naruto soltándolo sin advertir la mirada asesina del azabache—. Pero debe venir acompañado de un lindo detalle.

Sasuke inmediatamente alzó una ceja creyendo que escucho mal lo último. ¿Un detalle? Para nada, no iba a hacer el ridículo yendo por la aldea cargando un estúpido regalo llamativo.

—¡Oh vamos! —se quejó Naruto al descifrar su mirada, rodando los ojos, hizo un ademán con la mano–. Todo el mundo sabe que eres retraído y un detalle de tu parte de seguro la sorprendería.

Para su mal gusto, el Uchiha acepto en su mente que un gesto de su parte sería bien recibido por la doctora. Aunque le costaba idealizarse a él caminando por las calles de esa extraña Konoha con varios pares de ojos sobre él. Debido a su apariencia idéntica a Charasuke, muchas mujeres lo atosigaban y repelaba al estúpido club de fans.

—Bien, pero que no sea muy llamativo —advirtió mirándolo fijamente ya que Naruto tenía una sonrisa socarrona cual pasó a un bufido ante sus palabras.

—Le quitas la diversión a todo —se quejó el rubio formando un puchero.

Sus ojos jades se detuvieron instintivamente frente a la florería de los Yamanaka, dudo un segundo con su ceño fruncido, pero al final se quedó de pie observando un poco embelesada, el florero en exhibición era blanco con adornos de pétalos rosados y finas líneas doradas.

—Hola Sakura-chan —hablo tímidamente Ino saliendo de la tienda, cargaba un par de ramos de flores bellísimas.

Sakura-hime desplazo su mirada a la rubia y se ofreció a ayudarle. Con delicadeza, dejó los ramos sobre los jarrones y se sintió satisfecha y orgullosa de su trabajo. Después entraron al interior para poder conversar mejor.

—Últimamente no te había visto por aquí —comentó preocupada Ino.

—Los entrenamientos y lecciones me mantienen ocupada —contestó serenamente encogiéndose de hombros.

Pero Ino no se convenció de sus palabras pues su mirada duró uno segundos más para después soltar un suspiro de rendición. Su amiga pocas veces hablaba de sus problemas, pero agradecía que fuera a la única que recurría. Pase a su carácter orgullo, un tanto pedante y obstinada, era una mujer maravillosa.

Y por esos momentos como quisiera ir tras Charasuke y decirle que dejara de hacer sufrir a su amiga. ¿Como lo provoca? El ser un playboy creaba inseguridad en Sakura-hime y por eso ella no le prestaba atención porque desconfiaba de él.

Ni mencionar que ahora se paseaba por la aldea con la mujer que era igual a Sakura-hime, no la odiaba, sino que se preguntaba que pensaba Charasuke, ¿intentaba darle celos? No lo sabía.

—Con que era eso —murmuró Ino sonriéndole un poco—. Veámonos pronto y comamos unos dulces, ¿qué te parece? —propuso.

—No es mala idea —los ojos de la pelirrosa brillaron ante el ofrecimiento—. Por ahora vengo a comprar un pequeño florero.

Ino se extrañó verdaderamente ante su pedido. Normalmente Sakura-hime iba a su local a comprar flores para adornar las tumbas de sus padres, los grandes héroes de Konoha.

—¿Florero?

—El blanco con pétalos —Sakura-hime identificó la sorpresa de su amiga y le sonrió de lado.

—Ya se cual es —Ino se mostró pensativa mientras desaparecía por la parte trasera, segundos después llegó con el pequeño florero donde se podía poner un par de flores—. Excelente elección Sakura-chan, es un hermoso jarrón.

—Ah —se limitó a responder la joven mientras tocaba el florero visualizando la rosa que estaba en casa, desprendiendo su olor y belleza natural—. Es para una hermosa flor.

La rubia extendió un poco su sonrisa y paso su fleco detrás de su oreja.

—Entonces te regalo el florero —aseguró la rubia agarrando el objeto para envolverlo con periódico ante la mirada sorpresiva de Sakura.

—Ino... —murmuró conmocionada.

—Tú has hecho mucho por mí, me defendidas en la academia y me ayudaste a no tartamudear frente a los demás —dijo dulcemente mientras lo ponía en una bolsa, luego se giró al mostrado dejándolo frente a Sakura y sonriendo sinceramente—. Pocas veces puedo hacer algo por ti, así que te regalo este florero.

—Gracias, Ino —la Haruno tomo la bolsa y le devolvió la sonrisa, pero un poco más contraída—. Tú también eres especial para mí. Recuérdalo.

Después de despedirse, Sakura-hime salió de la florería con un semblante tranquilo. Sentía cierta nostalgia en el pecho ante los recuerdos de sus ayeres con Ino. La hermosa niña rubia que tartamudeaba era víctima de burlas, y al verla indefensa y débil la protegió hasta que Ino tuvo el coraje de ser valiente y fuerte.

Inesperadamente sintió unos escalofríos, se froto su brazo derecho con insistencia y se preguntó a qué se debía el presentimiento que atacó su mente.

—¡Oe, Sakura-hime!

Esa voz... Muy chillona y a la vez conocida. Sin preámbulos, se detuvo en seco y dio media vuelta para ver como Naruto se acercaba a ella junto a Sasuke. Realmente se extrañó de que ese par le hablará, pues Naruto solo revolotea por ahí, y ella no mantenía una buena relación con el Uchiha visitante. Reconoció que fue grosera con él pero no lo admitiría en voz alta.

—¿Qué quieren? —preguntó expectante la pelirrosa.

—Sakura-hime... ¡Ayúdanos por favor! —pidió el rubio poniendo las manos al frente e inclinándose varias veces.

Sakura-hime parpadeo varias veces en un intento de claridad pensando que escucho mal, pero al ver la pose de Naruto y la mirada serena y un tanto incomoda de Sasuke, supo que no fue producto de su imaginación.

—¿Para qué requieren de mi ayuda? —cuestionó alzando una ceja.

—Suponemos que debes tener gustos similares a Sakura-chan —dijo Naruto y sus palabras no agradaron para nada a Sakura-hime.

—¿Y qué? —soltó mordaz.

—Sasuke-teme quiere darle un regalo de disculpas, pero no sabemos qué darle. Y sería nuestro alivio que nos ayudarás —explicó Naruto con una sonrisa, pero luego le dio unos pequeños codazos a su amigo para que hablara.

Sasuke gruño por debajo.

—Solo necesito saber que puede gustarle.

—Pero se supone que ustedes que la conocen más que yo deberían saber sus gustos —expresó la Haruno entrecerrando sus ojos observando un atisbo de culpabilidad en los ojos de Sasuke. Le pareció extraño que no le hubiese respondido de mala gana.

—Sé que le gustan los dulces y los detalles sencillos —habló de repente el Uchiha atrayendo el par de ojos jades frente suyo—, pero soy un hombre. Tú eres una mujer y tienes eso que llaman "sexto sentido". Además, una opinión que no sea del idiota que tengo a mi lado es bien recibida —espetó.

—Así es —Naruto sintió varias veces con la cabeza, pero luego de procesar que el azabache le dijo idiota, lo miró ofendido—. ¡Oye!

—Bueno, y en dado caso, ¿Por qué debería ayudarles? —preguntó la kunoichi desconfiada.

—De seguro sabes que Chara-teme está saliendo con Sakura —Naruto mostró molestia en su mirada.

Sakura-hime expresó su frustración apretando la bolsa de plástico y frunciendo el ceño mientras ladeaba el rostro evitando mirarlos; y Sasuke simplemente cerró los ojos tratando de apaciguar sus celos absurdos, ya había prendido la lección... hacer las cosas bien.

—... y los tres sabemos que es incorrecto. Sakura-chan ama a Sasuke-teme y deben de estar juntos, y Chara-teme contigo —sentenció felizmente Naruto mirando picarón a la pelirrosa.

La joven pelirrosa se sonrojo violentamente ante la mirada insinuante de Naruto. Por primera vez se avergonzó el escuchar que Charasuke y ella deberían ser pareja —cuando lo había escuchado un millón de veces—. Ladeó el rostro al ver las expresiones sorprendidas de los dos varones.

—Ese mujeriego de primera y yo no tenemos nada —rectifico envuelta de vergüenza, y al controlar su sonrojo los miro de vuelta.

—Vale —aceptó Naruto sin creerle.

—Está bien, les ayudaré con dos condiciones —Sakura acompaño sus palabras en un ademán de dedos. Algo muy inesperado de su parte.

—¿Qué condiciones? —Sasuke estaba preparado para hacer cualquier cosa con tal de que le ayudará, claro, sin que su orgullo se viese perjudicado.

—Primero: que alejes a la doctora de Charasuke —advirtió sin medir sus palabras.

—¿Acaso estás celosa de Sakura-chan? —insinuó Naruto mirándola con burla y moviendo las cejas.

—No seas idiota. Lo digo porque Charasuke es un maldito mujeriego y la podría lastimar mentalmente —la joven escondió sus celos y puso una excusa un tanto creíble para ambos Shinobis, pero la dejaron ser—. Y mi segunda condición: que sea en la noche. No quiero que me vean con este hombre que parece vagabundo —sentenció Sakura-hime mirando expectante a Sasuke.

A respuesta, el Uchiha la miró con mala cara aguantándose las ganas de responderle como se debía. Y Naruto rio por debajo ante el concepto que poseía la joven Haruno de Sasuke.

—Oh, por cierto. Mañana habrá una comida con los nueve novatos de mi generación en una de las extensiones de Ichiraku. Me pidieron que les extendiera una invitación a los tres, porqué desean conocerlos... —informó Sakura serenamente y siendo amable a su manera—. Después de la comida podríamos ir a conseguir el dichoso regalo.

—¡Está decidido! —sentenció Naruto entusiasmado—. Nos vemos mañana Sakura-hime, ¡y gracias por aceptar dattebayo! —se despidió con la mano y siguió caminando dejando a Sasuke por detrás.

—Hmp, nos vemos —Sasuke la miró y Sakura-hime asintió con la cabeza, después de la corta y sosa despedida, el joven camino en dirección a Naruto que lo esperaba impaciente lejos de ellos.

La Haruno mostró una expresión relajada una vez que los dos hombres se alejaron de su espacio personal, soltó el aire contenido y se tocó el pecho. Todavía sentía caliente su rostro por la vergüenza, ¿por qué la reacción? No lo comprendía, hace poco esas reacciones no aparecían a menudo, pero desde que Charasuke se rindió con ella, las emociones abordaban su cabeza.

—Estúpido Charasuke —espetó de malhumor encaminándose de su departamento para poner la rosa en el florero.

Charasuke estaba un tanto desconcertado. Ciertamente la situación era muy diferente de lo que imaginó. Su mente no procesaba la información recibida o las sensaciones... no sentía nada.

Todo se desencadeno después de una agradable velada con Sakura, la paso de maravilla a su lado porque era todo sonrisas y sonrojos, gestos cariñosos y palabras bonitas. Mas que nadie sabía cómo hacer sentir bien a una mujer. Y claro que cerraría la cita con broche de oro: el anhelado beso.

Mientras caminaban por la orilla del lago, su mirada azabache se enfocaba en el rostro sereno de Sakura notándola un poco pensativa y distraída. Al llamarla, ella sonrió levemente y agachó la mirada esquivando los ojos en un intento de distracción porque percibía lo que se aproximaba.

—Siempre quise hacer esto —dijo él tomándola de la mano para arrimarla a su cuerpo y agachó su rostro al de la joven.

Sakura no lo detuvo, si no que alzó su mirada brillante sonrojándose por la repentina cercanía. Apoyo una de sus manos en el torso y trago grueso ante el pensamiento que surco su mente... besaría a Sasuke... o más bien, a un tipo que era idéntico a él pero muy diferente por dentro.

—Hazlo —murmuró ella envuelta de sentimientos encontrados, juraba que sentía su pecho a punto de estallar.

¿Qué se sentiría? Era la cuestión que ambos se planteaban en el momento. Estaban dispuesto a probar si lo suyo que empezó de una manera extraña y acelerada, se convertía en algo espontaneo o duraría para siempre.

Sakura fue quien tomo la iniciativa de acercar peligrosamente su rostro y cerró los ojos al sentir el aliento de Charasuke sobre ella, percibió como afirmaba el agarre de su cintura y finalmente juntaba sus labios sin moverlos.

Al principió sintió mariposas en el estómago, pero a medida que el azabache movía sus labios en un intento de hacer valido el acto, el sentimiento de culpabilidad abrumaba su mente mientras correspondía desesperadamente intentando buscar las sensaciones placenteras y agradables en su cuerpo.

Y esto nos llevaba al punto donde el joven Uchiha se encontraba desconcertado al abrir los ojos y ver el rostro de Sakura, pensando en lo más profundo de su ser que era su hermosa y gruñona compañera de equipo, la que tenía como meta ser Hokage. Deseaba sentir felicidad y desdicha, ¡por Dios, estaba besando a Sakura, la mujer de sus sueños y desdichas!

Ante el pensamiento, un rayo de lucidez cruzó por su mente y se percató de lo que estaba haciendo era un enorme y estúpido error.

Como si hubiesen estado de acuerdo, ambos se separaron lentamente asimilando sus propias conclusiones a las cuales llegaron en el momento del acto. Incluso retrocedieron unos centímetros sin levantar la mirada evitando enfrentarse al otro.

Sakura se tocó los labios al recordar el beso que Sasuke le dio con anterioridad, en ese momento sintió emoción, felicidad, nostalgia y unas terribles ganas de llorar por la emoción; comparo esas emociones con las que experimento con Charasuke... pero solo coincidía los indicios de llanto, y esto se debía a que se cuenta de que, por más que este Uchiha se pareciera físicamente a Sasuke, no era él.

Extrañaba las caminatas silenciosas y reconfortantes, las miradas de soslayos y la serenidad de su rostro, la manera en que expresaba sus emociones con palabras cortas pero sus gestos lo recompensaban con careces. La manera en que sus ojos ónix la enfocaban, como si fuese bálsamo en medio de una tormenta.

Se tocó el pecho y alzó la mirada para enfrentarse a Charasuke, que mantenía una mirada distante y un tanto triste.

—Sasuke-san... lo siento —se disculpó Sakura por todo.

—Igualmente siento esta situación —el azabache soltó un suspiro metiendo las manos a sus bolsillos delanteros, le sonrió levemente sin dejar atrás la tristeza.

También tarde se había dado cuenta de que la Sakura que tenía frente suyo no es la que amaba con todo su corazón. Su presencia dulce y gentil lo dejo totalmente abrumado porque deseaba sentirse aceptado por Sakura-hime, y por un momento se confundió creyendo que la solución a sus pesares era doctora... y ahora se daba cuenta de lo equivocado que estaba.

No sintió emoción alguna en medio del beso. Esa cuestión le hizo darse cuenta de su error y confusión. Debió hacerle caso a Itachi desde un principio cuando le advirtió que cometía una equivocación al pretender a Sakura debido a que ella estaba confundida por la actitud de Sasuke.

—Lamento que tengamos que llegar a este punto para darnos cuenta de que, aunque seamos iguales a las personas que amamos, somos totalmente diferentes —dijo él sin apartar la vista de los ojos jades, sintiendo culpabilidad de haberse entrometido entre ella y Sasuke.

—Tienes razón, pero no eres el único culpable, yo te correspondí —Sakura negó ligeramente con la cabeza. Rendida, soltó un profundo suspiro sintiendo como si la venda de sus ojos se desvanecía.

—¿Sin resentimientos? —Charasuke mostró una sonrisa radiante mientras le extendía la mano derecha. Su gran carismática era una de las cosas que abrumaba a Sakura, pero ahora ya sabía cómo controlarse y darse cuenta de la realidad.

—Sin resentimientos —aceptó ella estrechando su mano y esbozando una mueca— y seamos buenos amigos.

—Trato hecho gatita —le guiño el ojo pensando que pase a todo el embrollo, se ganó una buena amiga.

Más tarde, Sakura llegó al departamento arrastrando los pies, teniendo una carga emocional tan pesada. Al momento sintió culpabilidad por haber ignorado a Sasuke y dejar de luchar por él cuando le prometió en el pasado que lo haría feliz.

Al quitarse los zapatos, se percató que la luz de la sala yacía encendida y una silueta sentada en el sillón. Intrigada, se acercó hasta el lugar dándose cuenta de que Sasuke leía atentamente un pergamino, una parte apoyada en su rodilla flexionada y su mano sosteniendo el otro extremo. También notó que Naruto dormía plácidamente en el suelo, sobre el futon, ignorante a su alrededor por estar en brazos de Morfeo.

Vio como Sasuke advertía de su presencia y deslizaba sus ojos azabaches sobre ella provocándole escalofríos en su ser. A estas emociones se aferraba, no importaba nada más.

—Estoy de vuelta —murmuró ella pasando un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Ah —soltó Sasuke apartando la vista. Por un momento se sintió aliviado de verla llegar puesto que era tarde.

La noche fue testigo como ambos nuevamente se miraban sin palabras de por medio, él noto las incertidumbres de la Haruno sintiendo remordimiento por su actitud inmadura que mostró con anterioridad; y ella vio en sus gestos cierto esfuerzo por emitir palabras para expresar sus pensamientos, pero estaba dispuesto a hacerlo.

Cuando Sasuke se dio cuenta del cansancio en sus ojos jades y semblante, decidió que lo mejor era dejar el asunto para el día siguiente, puesto que ya tendría consigo el regalo de disculpa que le ofrecería, tenía hasta ese momento para pensar las palabras correctas para disculparse.

—Descansa, Sakura —formuló el Uchiha apartando la mirada y dirigiéndola de vuelta al pergamino, por supuesto que no advirtió de la desilusión en los ojos de Sakura, quien se mordió el labio inferior.

—No te quedes despierto hasta tarde —pidió la pelirrosa, y se reconforto cuando Sasuke asintió con la cabeza dando a entender que le haría caso o por lo menos la escuchó.

Mientras caminaba a su habitación, se permitió pensar que tal vez esto podría clasificarse como una tregua, ¿o una disculpa? No, por lo menos el ignorarlo ya estaba fuera de sus planes. Se concentraría a hacer lo que siempre ha hecho: apoyarlo. Ahora su 'relación' no dependía solamente de ella, porque Sasuke debía hacer su mejor esfuerzo para mejorar la situación entre los dos.

N/A: Ah! me disculpo el retraso (actualizando hasta hoy) pero en verdad no pude el fin de semana, este capitulo sería correspondiente a la semana pasada (?) 

Se qué muchos esperaban la interacción de los 9 novatos, pero no quedaba los sucesos, tenía que poner como quedaba Chara y Sakura (perdónenme por no poner momentos CharaSakura, no me gustaba como quedaban, así que se los dejo a la imaginación.  

Y aquí la mala noticia: no actualizaré esta semana, ¿por qué? entro en exámenes :p de hecho debería estar durmiendo para mañana presentar la prueba con toda la actitud.

Marquemos esto: después de cuatro capítulos seguidos, al llegar el quinto no podré actualizar a a tiempo puesto que cada mes son mis exámenes. Así que ya saben ;) 

Para que no desespere, les dejare el nombre de los siguientes capítulos: 12-Los otros nueve novatos, y 13-Una noche pasada de copas.

cx ¡emoción! siento que las desespero por anunciar a Sasuki borracho y no traerlo :u pero tengan paciencia, verán que no las defraudare ;)

En fin, es todo, ¡gracias por leerme, votar y comentar!

Alela-chan fuera :v

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