Capítulo 30

Hayami

—Todo este encuentro es genial madre — limpie algunas lágrimas de alegría de mi rostro — Pero, ¿Que haces aquí?, ¿Porque puedo verte?

—Porque estás en un estado muy cercano a la muerte — ella golpeó mi cabeza — y eso es porque buscas el poder de Orochimaru.

Me sobe donde me había golpeado, ahora entiendo de dónde saque el carácter y mi fuerza habitual.

—Yo no fui en busca de él — replique.

—Si claro, por eso no te resistes a la marca — mi madre cruzo los brazos muy molesta — jovencita, no dimos nuestras vidas para que sigas este camino.

—¡Te digo que no fue mi desición! — ahora la molesta era yo — trataba de ayudar a un amigo, pero me engaño, secuestro y me puso en esta situacion — me dolía recordar ese echo — ¿Que otra opción tenía? ¿Morir en manos de esa serpiente?

—Hija.

—No, sólo busco mantenerme viva y la única forma es ser de utilidad para el — mamá me hizo callar.

—De acuerdo, de acuerdo — se sentó en el pasto en posición de flor de loto.

Después me hizo una señal para que me sentará a su lado. Y posteriormente me volvió a abrazar. No pregunte el motivo, solo correspondía pues ¿Cómo no abrazarla?, Si soñaba con eso cada vez que podía.

—Puedo darme cuenta de la situacion. Lamentablemente no puedo ayudar mucho. La marca está haciendo efecto y es algo inevitable — señaló mi cuello en el cual la marca estaba de un rojo vivo — Pero si te dejo ir, sentirás mucho dolor. Así que solo ven aquí mi niña estaremos juntas hasta que sea prudente salir de donde te tienen encerrada.

Me tomo en brazos y de nuevo correspondi, su aroma, su suave piel, el latir de su corazón. Todo aunque no lo recordara se sentía muy familiar, mi subconsciente recordaba como ella me cargaba en sus brazos cuando era una bebé. No podía con estas emociones, y me solté a llorar. Lloraba en brazos de mi madre y ella me calmaba dando palmadas en la espalda o acariciando mi cabello.

—Se que me amabas mucho, que lo que hiciste fue para darme un futuro mejor pero... — las lágrimas salían y salían de mis ojos — me haz echo mucha falta, bueno tú y papá. Kensei hace muy buen trabajo cuidándome pero aún así no siento que sea lo mismo. Hay cosas de chicas con las que no pude hablar bien con el — mis lágrimas cambiaron por una risa en un instante — debiste ver lo asustados que estábamos hace poco con mi primer periodo. Anko tuvo que tranquilizarnos a los. Parecíamos niños en clase.

Y así platique un rato con mi madre, le conté que estoy bajo la tutela de tía Tsunade y que mi sensei es Gai, hasta terminé confesandole mis sentimientos hacia Neji, bueno primero le conté sobre mi rivalidad con él y después de como me enamoré de ese cubito de hielo.

—¿Entonces dices que tu cabello se elevó?

—Si, como si hubiera mucho mucho viento pero fue porque estaba enojada — aclare.

—Eso mismo le sucedía a mi hermana, pero el de ella se dividía en 9 mechones. ¿El tuyo se dividió en un número exacto? — ella se mostraba curiosa peo yo estaba en un estado de shock.

Bueno no tan extremo pero si me había sorprendido de sobre manera.

—No solo se movía mucho... ¿Hermana?, ¿Osea que tengo una tía a además de tía Tsunade? — me costaba hilar las palabras.

—¿No lo sabías?, ¿Kensei no te lo dijo alguna vez? — mi madre ahora tenía la expresión que yo tenía.

—No, el no me dijo nada, todo este tiempo pensé que solo tenía a ellos como familia y nada más — y entonces el entusiasmo se apoderó de mí — ¿Dónde vive ella?, ¿Tengo primos?, ¿Como es?

—Tu tía, ella es muy parecida a mí, ella también tiene el cabello rojo igual que tú y que yo, pero sus ojos son azules, es menor que yo, ella se casó con quién con el tiempo se convirtió en el cuarto Hokage

—Pero... — la interrumpi — Pero, el cuarto Hokage y su esposa murieron hace ya mucho tiempo. La noche del ataque del zorro de las nueve colas, igual que tú y papá. Bueno, igual que muchas otras personas de la aldea.

—Si, me entere de todo eso cuando Sarutobi-sama llegó al mundo de los espíritus... — mi madre palidecio al recordar — yo no reordaba mucho, solo que fui a asistir al parto de mi hermana junto con la esposa de Sarutobi-sama, un enmascarado nos atacó, acabo enseguida con la esposa el tercero yo quise dar lucha para protegerla y al bebé, pero después supe que estaba muerta. Pero tú primo, el sigue vivo.

—¿De verdad? — mis ojos brillaron

—Sí — afirmó — solo que no sabias de el por decreto del tercero. Para poder protegerlo, según él, pero por lo que me haz contado... El chico ha sufrido, tu primo es Naruto Uzumaki.

—Eso es genial, muy muy genial. Apenas vuelva a la aldea le contaré todo y así podre-

—No Hayami, el aún no puede saber de sus padres — me interrumpió y se puso sería — puedes decirle que tú y Kensei son su familia, dale a ese chico la alegria saber que no esta solo, pero nada más allá de eso... Kushina y Minato, ellos dejaron parte de su chakra en el antes de morir — suspiro y posó sus manos en mis hombros — se que tus intenciones son buenas, pero el debe conocer la verdad viniendo de ellos. Así como yo te lo he dicho a ti.

—Entiendo, omitire lo más que pueda pero más que otra cosa — sonreí con mucha confianza — además de Neji, ahora tengo otro motivo para luchar por regresar a la aldea — me levanté del pasto y una brisa sacudió mi cabello — no puedo dejar que ese cabeza hueca se siga sintiendo solo, Naruto... Juro que siempre estaré ahí para él.

—Me da mucha alegría saber eso — mi madre también se levantó — Así que puedo regresar en paz, sabiendo que cuidarás de tu primo y que serás una excelente ninja médico. Pero además, de que te convertirás en una gran mujer.

—Gracias mamá.

—No hija, gracias a ti... Ahora — señaló la marca en mi cuello la cual había regresado a su estado natural — tienes que irte, usa la marca para poder volver con ellos a salvo. Lucha, siempre lucha por lo que crees correcto.

—Adios mamá.

—Adios querida Hayami.

—Te amo.

—Y yo a ti.

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