Cuando una mujer se Enfada


Cuando Ottavo llegó a la mansión salió corriendo refugiándose entre las personas para no entregarle a nadie al pequeño castaño que traía en brazos. Por su parte Tsuna ya se había rendido a tratar de liberarse de su agarre, de todas formas el no se tendría que encargar del papeleo que todo eso causaría.

Giotto- no huyas!

Ottavo - nunca te lo daré

Tsuna suspiró resignado - ya no que decir, esto ya no me sorprende . Al menos no desde la llegada de Reborn

Los guardianes veían sorprendidos la velocidad y agilidad que utilizaba la única jefa de Vongola para evadir a Primo y no dejar ir a aquel niño.

Gokudera se hacer o a Yamamoto y le preguntó - ¿ese no es Tsuna sama?

Yamamoto- Si , al parecer volvió a pasar

Gokudera suspiro ya se imaginaba que algo así pasaría, después de todo con la Familia Vongola puede ocurrir todo.

Yamamoto - guau! Hayato me sorprende que no estés gritando para ayudarlo

Gokudera - Tch, mo es quemo quiera ayudarlo pero si hago eso de seguro volvemos a destrozar este lugar y Tsuna sama ya no tendrá piedad dejándonos a todos congelados por un mes

Yamamoto asintió y luego volteo a ver a al par que corría de un lado a otro - jaja tienes toda la razón, aunque parece que Tsuna ya está resignado

Ryohei - No te rindas! Ototo

Cuando los demás guardianes de los otros jefes se dieron cuenta de quién era realmente El Niño que traía en brazos Ottavo; Por lo que se sorprendieron y alegraron porque pensaron que este siendo un niño no los podría a volver a dañar como antes.

Que equivocados estaban

Tsuna que ya se había cansado de ser jaloneado por Ottavo y Giotto, explotó.

Tsuna empezó a emanar un Aura asesina, ya estaba enojado.

Tsuna - Disculpen yo no quiero ser descortés con mis antepasados y mucho menos con una mujer pero si no me bajan en este momento los dejare acompañando a sus guardianes en una nueva colección de estatuas de Hielo.

Ottavo y Primo se vieron a los ojos y concordaron que era mejor dejarlo ir por el bien propio, queriendo evitar terminar congelados.

Cuando Tsuna por fin estaba en el piso se calmo un poco y se dirigió con los otros jefes que nomas veían como se acercaba a ellos, Tsuna escaló las piernas de Nono y se sentó en su regazo.

Los demás al verlos se quedaron sin palabras para lo que veían. ¿Cómo puede ser un jefe mafioso tan lindo?

Tsuna - tengo el cuerpo de un infante pero aún poseo la mentalidad de un adulto, así que déjenme dormir tranquilamente.

Dicho esto Tsuna cayó rendido en un profundo sueño, viendo esto Nono sonrió y cargo a su pequeño nieto para llevarlo dentro de la mansión siendo seguido por los demás jefes.

Mukuro - kufufufu parece que Tsunayoshi es todo un niño ahora

Chrome susurro bajito - que lindo

Hibari - hmm usagi- dijo eso y trepó un árbol donde se puso a descasar

En la sala

Nono colocó a Tsuna en uno de la sillones y lo dejó dormir mientras que el y los demás jefes se ponían a conversar tranquilamente.

Nono - pobre, ha tenido que estar trabajando como loco, y ahora que tiene ese cuerpo el cansancio le ganó

Quinto estaba por opinar pero un poof y desapareció.

Séptimo - veo que uno más se ha ido

Ottavo - ¿no se fue más rápido que los otros?

Primo - supongo que a partir de ahora y no será cuestión de Días para que se vayan

Nono- si, creo que es lo más probable.

La conversacion siguió tranquila mientras que tomaban un poco de te.

Después de un rato Tsuna despertó y vio que todo estaba tranquilo, sonrió por eso y se bajó del sillón dirigiendo a ellos.

Tsuna - veo que se o están pasando bien

Nono - si, ¿y como te encuentras Tsunayoshi kun?

Tsuna sonrió - bien, gracias por preocuparse

Tsuna trató de subir uno de los sillones para sentarse junto a Sesto el cual al ver que batallaba para subir lo alzó y le ayudó a sentarse.

Tsuna se sonrojó - g-gracias

Sesto - de nada

Tsuna tomo una galleta y un poco de café que le acababan de traer, pero al probarlo hizo una mueca.

Tsuna - tch

Primo que tuvo un mal presentimiento lo volteó a ver serio - ¡que pasa?

Tsuna dejó el café y se recargó en Sesto el cual a ver su extraño comportamiento le puso atención al igual que los demás que ahora lo veían atentos.

Tsuna murmuró bajito - acaso no se rinden con el veneno

Pero los demás jefes fueron capaces de oírlo

Primo - ¡¿veneno?!

Tsuna se dio cuenta de que lo veían preocupados - ha~ si, pero al parecer el haber vuelto a ser pequeño me bajo un poco la inmunidad al veneno

Ottavo se acercó a él y lo cargo para luego juntar sus frentes y luego alejarse con un rostro de preocupación

Ottavo- tienes mucha calentura

Nono - será mejor que te revisen

Tsuna - Tch, no quiero, no hace falta

Séptimo - ¿porque no?

Tsuna- porque aún que tenemos al mejor doctor disponible este es un total pervertido que solo atiende a mujeres

Nono - Según lo que has dicho ese doctor es Shamal ¿No es asi?

Tsuna asintió - si, pero el detesta a los hombres por lo que solo ve a las mujeres bonitas y nunca cumple bien su trabajo apenas que Reborn o yo lo amenacemos,pero en mi estado dudo que le importe mucho una de mis amenazas y Reborn está muy ocupado como para que lo distraiga con algo como esto

Ottavo se enojo al escuchar como era ese doctor y saco su ballesta con llama del Cielo

Ottavo - yo me encargaré de que te trate, quiera o no, vamos Tsunayoshi hay que atenderte.

Tsuna no se pudo negar al ver la mirada que tenía la mujer que lo cargaba y la dejó ser, rezando por la vida de Shamal

Después de eso se fue con Tsuna en brazos dejando a los otros atrás. Y los demás se quedaron aterrorizados al ver esa faceta de la mujer pero volvieron en si al escuchar un grito desgarrador y salieron corriendo a ver que pasaba.

Sesto - ¿que habrá pasado?

Nono - estoy seguro que la culpable es mama

Los otros al oírlo no lo creían pero al llegar y ver a un hombre rodeado de flechas y a ella apuntando con la ballesta en su entrepierna le creyeron y adquirieron un trauma más

Nono - ¿que paso aquí?

Ottavo - este pervertido se trató de sobre pasar conmigo y aunque al principio le tuve misericordia y solo lo patee, pero el no quería atender a Tsunayoshi

Shamal - solo atiendo a las mujeres

Ottavo lo miró enojada y puso su dedo en el gatillo de su ballesta - cuanto apuestas a que lo harás, al menos si no quieres quedar mal parado

Shamal palideció y empezó a tratar a Tsuna

Los demás veían el porque las mujeres de Vongola no deben de ser subestimadas y dos claros ejemplos eran Vongola Ottavo y la guardiana de la Niebla de Décimo.

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Ojalá les haya gustado esta actualización ,jeje por las vacío es he tenido un poco más de tiempo para actualizar más seguido esta y mis potras historias.

Chao Chao ~

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