𝐰𝐞 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐭𝐡𝐫𝐨𝐰 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐚𝐭 𝐝𝐚𝐝
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📍 Octubre, 2002

FALTABAN SOLO DOS semanas para el primer cumpleaños de Charlotte y se estaba volviendo bastante increíble con lo rápido que pasaba el tiempo.

En algún momento a primera hora de la tarde, mientras Tony estaba en medio de un día completo de reuniones de negocios y entrevistas, Pepper había tomado el horario excesivamente reservado de su esposo para llevarle el trabajo a casa.

Estaba en medio de completar el portafolio de Tony y el programa para la próxima semana de trabajo de Stark Industries cuando escuchó a Charlotte comenzar a gritar desde su corralito en el centro de la sala de estar.

Marcando su lugar de trabajo, Pepper se dirigió hacia donde su hija estaba teniendo una conversación bastante intensa, en su idioma, por supuesto, con su oso amarillo, que acertadamente se había llamado Ro, en honor a su tío Rhodey.

Colocando a la niña en su cadera, Pepper la rebotó suavemente mientras caminaba hacia el sofá y se sentaba.  Charlotte no pareció calmarse y empezó a inquietarse.

—¿Qué pasa, Charlie?

El apodo había ocurrido por accidente. Tony lo había dicho una vez mientras intentaba convencer a Charlotte para que comiera su lunch hace un par de semanas y simplemente se quedó.

...

━━ Tres semanas antes ━━

...

Charlotte arrugó la cara y gruñó, apartándose de la cuchara ofensiva que tenía delante.

—Vamos, bebé. Tienes que comer algo. —Tony trató de convencerla de que al menos lamiera la cuchara. Por supuesto, no parecía la comida más atractiva, ni olía muy bien. Lo intentó una vez más, pero pronto descubrió que era en vano cuando la bola de comida parecida a una pasta de naranja aterrizó en su camiseta.

—Okey. —Tony suspiró y miró a Charlotte enarcando una ceja mientras ella soltaba una risita desde su silla alta.— Parece que podemos tachar la zanahoria del menú.

Dejando caer la cuchara en el coche, miró de nuevo el toque de naranja. Sacó su camisa más; Al olerlo, Tony se encontró reaccionando de para inspeccionarla manera similar a su hija. Exhaló, cerró la boca con fuerza y apartó la cabeza de la mancha.

—Sí, no te culpo, chica. No sé qué es eso, pero no es una zanahoria —Agarró el frasco y lo arrojó directamente a la basura más cercana. Se acercó al frigorífico y abrió la puerta.

—Ahora bien, Charlie. Vamos a prepararte algo de comida de verdad.

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Dejando sus llaves y carpeta sobre la mesa en el pasillo, Pepper suspiró profundamente sintiendo los músculos de su hombro tensos, doloridos después de su largo día.

—¿Tony? —Llamó, adentrándose más en la casa. Debido a la falta de respuesta, supuso que estaría en su taller u oficina, y Charlotte estaba tomando una siesta.

Eso fue hasta que escuchó música, risas y zumbidos mecánicos provenientes de la cocina. Cambiando su camino hacia la cocina, Pepper siguió los gritos agudos y felices; dobló la esquina y se detuvo por un momento mientras se preparaba para la zona de desastre que era su cocina.

Al entrar, respiró hondo y se deleitó con la vista de la escena que tenía delante.

La falta de humo fue reconfortante, por decir lo mínimo. Tony había acercado la silla alta de Charlotte a la barra del desayuno y ella estaba felizmente golpeando una cuchara en la mesa de la bandeja.

—Tony, —suspiró Pepper mientras miraba a su esposo parado sobre una licuadora abierta que estaba llena casi hasta el borde con una pasta marrón de aspecto bastante sospechoso.— ¿Que es todo esto?

—Oh, hola cariño. —Tony rápidamente se limpió un poco de lodo marrón de su brazo y caminó alrededor de la barra. Envolvió sus brazos alrededor de su cintura y le dio un beso en la cabeza.— ¿Cómo estuvo tu día?

—Estuvo bien. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Estamos haciendo comida para bebés. —Hizo un gesto a la licuadora y luego a Charlotte, que ahora estaba chupando su cuchara de plástico, aparentemente contenta.— Nuestra hija es bastante conocedora y, literalmente, levantó la nariz ante la 'zanahoria', —colocó estas frases entre comillas,— bazofia con sabor, que definitivamente no era zanahoria ni comestible.

—¿Que es eso? —Pepper señaló la licuadora, medio esperando que comenzara a burbujear.— No confío en él cuando es de ese color.

—Sabe mucho mejor de lo que parece. —Tony lamió la cuchara que sostenía y se lamió los labios como si acabara de crear una comida de cinco estrellas.— Es pollo, camote, maíz y un poco de leche y arándanos para darle sabor. —Explicó casualmente, mientras colocaba parte de la comida en un tazón y la colocaba frente a Charlotte una vez más.

—Eso es repugnante, lo sabes, ¿verdad?

—Alguien no está de acuerdo. —Tony señaló a su hija, que ahora estaba felizmente alcanzando la cuchara mientras la alimentaba. Pepper se acercó a la licuadora y olió el brebaje que contenía. Ella arrugó la nariz y volvió la cara.

—Todos son críticos, ¿no es así Charlie?

...

━━ Actualidad ━━

...

El canal de noticias que se estaba reproduciendo en silencio de fondo de repente llamó la atención de Pepper, cuando un video en vivo de Stark Industries apareció en la pantalla.

La televisión estaba en silencio, pero vio cómo las cámaras seguían a Tony y Obadiah Stane mientras cruzaban el patio de las oficinas con un grupo de hombres elegantemente vestidos. Pepper los reconoció de inmediato como un grupo de inversores potencialmente grandes con los que Tony tenía programado una larga reunión esa tarde.

Cuando una imagen de primer plano de su padre apareció en la pantalla, Charlotte comenzó a retorcerse en el regazo de Pepper y, con un brazo extendido, empujó su pequeña y regordeta mano hacia la televisión.

—¿Quién es ese? —Pepper arrulló, colocando a Charlotte en la alfombra, sonriendo mientras sacaba su teléfono sabiendo que Tony apreciaría el video al final de su estresante día.

Charlotte comenzó a gatear lentamente hacia la televisión, chillando felizmente para sí misma. —¿Quién es, Charlie?

—Pa.

Pepper miró a su hija con asombro. —¿Acabas de decir, Pa?

Charlotte había llegado a la mesa de café y se las había arreglado para levantarse usando la mesa de café como palanca. Ella rebotó felizmente y chilló.

—¡Pa! ¡Pa-pa!

—Oh Dios mío. Su primera palabra. Y, por supuesto, tenía que ser Pa. —Pepper se rió de asombro, sabiendo que Tony nunca la dejaría pasar por alto.— ¡Eso es, Charlie! ¡Ese es papá!.

—¿Pa-pa? —Charlotte se volvió para mirar a Pepper con expresión perpleja; tuvo que evitar reírse de cómo su hija se estaba enojando constantemente con Tony, a través de la pantalla, por no responderle. —¡Pa-pa! ¡No!

Pepper tuvo que dejar de grabar después de que Charlotte arrojara su osito de peluche en dirección al televisor.

—Charlotte, no. No le tiramos cosas a papá.

Se agachó y tomó a su hija en brazos, colocando su peluche de nuevo en sus manos.

—No importa cuánto queramos a veces.

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