23. España

La velada se acercaba cada vez más, Rivers se iría con bastante anticipación, quizás unas dos semanas antes.

Y yo como no tengo nada más importante que hacer, me iría con ella, aunque no peleará, pero le había prometido a Rivers apoyaría con los entrenamientos en España y las cosas de las Queens, ya que no estaba tan pendiente de la kings.

— Así que estarás en España desde mañana, ¿Hasta cuándo? — Me pregunta Vic por videollamada.

— Hasta el 3 de Julio más o menos — Contesto terminando de ordenar mi maleta — Iré a visitar a mamá y estaré con Rivis.

— Que ganas de estal en España — Dice con un puchero.

— Ví que el 7 tienes tu primer concierto en España — Le digo con una sonrisa.

Yes.

— Si me lo pides bonito, podría ir a acompañarte a algunos conciertos allá — Le digo y veo sus ojos brillar con ilusión.

— ¿Really?

— Sip, no tengo muchas cosas que hacer por ahora y puedo tomarme el tiempo para estar con mi novia — Le contesto con una sonrisa.

— Hablaré con Mari para arreglar todo — Dice con emoción — Te quedarás conmigo, te haremos algún espacio para tus stream si quieres y estarás conmigo en mi camerino antes, y después, de cada concierto.

— Amor, cálmate un poco — Digo soltando una risita y tomo mi teléfono — Aún faltan tres semanas para vernos.

— Pero quiero que todo esté perfect para ti — Me dice con amor y casi me derrito.

— Amor, eres muy cute — Digo con ternura — Ya quiero que pasen las tres semanas rápido para vernos.

— Mientras tu tas' en España, yo iré a PR a pasal' un rato con mi family.

— Me encantaría ir, extraño a Mai Eve — Hago un puchero.

— ¿Solo a mi Mai? — Pregunta ofendida.

— Cierto, como pude olvidarlo — Digo riendo — También a Carli y a Juan.

— Adiós, puñetas — Me dice y cuelga la llamada.

Suelto una carcajada y vuelvo a llamarla, está contesta a los segundos con una expresión de enojo.

— Ojitos, tu sabes que yo te extraño más que a nadie — Le digo y noto como intentar no sonreír ante mis palabras — Ya, perdóname.

— Solo si me pasas otro videito, ya sabes cómo — Se burla de mi y la miro con enojo, aunque mis mejillas se sonroja por la vergüenza — Era una broma, amor, no estoy enojada.

— Ahora la enojada soy yo — Bufo y está suelta una carcajada.

Sorry, baby — Me dice con una hermosa sonrisa que tiene, aunque se borra cuando la llaman — Debo irme, hablamos luego, diablita, te amo.

— Yo te amo más, cuídate — Le lanzo un beso y la llamada se corta.

Pongo a cargar mi teléfono y termino de guardar mis cosas en la maleta, Rivers pasaría a buscarme dentro de poco para ir al aeropuerto.

— Rina, apúrate, chingadamadre — Escucho desde la puerta.

Pinche Minion, no sabe tocar como una persona normal.

— Pero al menos avisa que llegaste, perra — Abro la puerta y le paso mi maleta — Pon a prueba tus músculos y lleva esto al auto.

— Pinche morra, me caes de la verga — Dice agarrando mi maleta para llevarla al auto.

Que lindo nos tratamos, ¿No?

Cualquiera diría que estamos enamoradas de lo cariñosas que somos.

Le echo llave a mi casa y salgo con el resto de mis cosas, para seguir a Rivers al auto.

— Nos vamos por algunas semanas, no nos vamos a mudar a España — Me dice desde el maletero del auto.

— Creo que luego pasaré un tiempo con Vic — Le digo subiendo mis cosas al auto.

— ¿Le vas a dar ánimos antes y después de los conciertos? — Pregunta con picardía.

— Chíngate, wey — Digo sonrojada.

Nos subimos al auto mientras está se burla de mi, Felix iba de chófer, Chapa iba de copiloto y atrás íbamos nosotras dos junto a Alcalde, el cuál iba grabando algunas cosas.

— ¿Me vas a presentar a tu morra? — Me pregunta Samantha.

— Tu ya te habrás ido para cuando ella llegue — Le digo y está bufa — Y no, no me vas a robar a mi mujer.

— Yo no haría tal cosa.

— Si lo harías — Se burla Felix y chocamos puños riendo.

— Los voy a funar por Twitter — Se queja.

El camino al aeropuerto fue entre burlas hacia Samy y a mi, mas algunas grabaciones de Alcalde para el documental.

— Gente, está pendeja me quiere robar a mi mujer, funenla — Digo cerca de la cámara.

— No les des ideas, puñetas — Me da un empujón.

— Y aparte me maltrata — Me quejo — ¿Vieron el morado que me hizo? Alcalde, pon la foto aquí para que vean como soy maltratada.

— Bajate del auto, no te voy a dejar subir al avión.

Horas después, muchísimas horas después, ya estábamos en el hotel donde nos quedaríamos.

Cada quien tenía su habitación, aunque yo me la pasaba invadiendo la habitación de Rivers.

— Vamos con las de pio — Dice está terminando de alisar su cabello.

— Wey, acabamos de llegar, quiero dormir — Me quejo en la cama.

— Solo iremos a verlas entrenar, luego a cenar y ya nos vendremos a dormir, floja — Me dice tirando de mi pie — Párate.

— Me caes de la verga, Samantha — Bufo levantándome de la cama.

Luego de terminarnos de arreglar, salimos del hotel camino al campo de entrenamiento de pio.

— Roja, roja, roja — Grito cuando veo como Mar empuja a Ona — Eso amerita sacarla del equipo.

— Joder, tía, ya dime qué me odias — Se queja.

— No trates mal a mi zurda de oro — Rivis me pega un zape.

Miro mal a Rivers y nos sentamos para ver a las chicas entrenar, aunque luego de un rato nos pudimos a meterle goles a Nuria.

Spoiler, no metí ni uno.

Ni modo, la del fútbol siempre fue Victoria.

— ¿Ya confirmaste con Young Miko?

Acabo de ser rodeada por Paula, Mar y Carla.

— Buena tardes primero que todo.

— ¡Riri! — Se queja Autero.

— Bien chismosas que son — Bufo — Si, ya confirmamos.

— Felicitaciones — Me dice Mar con una pequeña sonrisa.

— Yo las ultra shippeo — Dice Paula — team Mikori.

— Mis mamis ya están juntas — Carla me abraza mientras pega pequeños saltos.

— Si, si, a la chingada — Digo con las mejillas sonrojadas — Luego de la velada nos veremos, llevamos mucho sin vernos.

— ¿Y como han podido vivir así? — Se burla Paula y le saco el dedo del medio.

Nuestra plática se quedó allí cuando Rivers nos dijo que ya era hora de irnos al restaurante. Hoy comeríamos con los jugadores de Pio, Rivis pagaba todo.

Que bonito tener amigas con dinero... Ah, cierto, yo también tengo de eso.




















Faltaba muy poco para la velada y notaba a Rivers rara, pero no del rara de nervios, si no que me andaba ocultando algo y no tenía de idea que era.

— Acompañame a comprar algo para la velada.

Dice jalando mi pierna luego de entrar a mi habitación, sin mi permiso.

Se cree la dueña y señora del mundo desde que es la elegida.

— Ve con produ y deja de andar jodiendo — Aparto mi pierna y sigo viendo mis redes sociales.

Estaba enojada, Victoria no me había hablado desde hace horas porque se fue a un retiro espiritual... ¿¡Quién putas va a un retiro espiritual de más de 24 horas?! Estupideces.

O quizás estaba enojada porque vi un tweet de Isarel con merch de MI novia.

¿Que así sea con merch de Vic? Idiota y mil veces idiota.

— Quiero ir contigo, ya sabes, tarde de chicas.

Aparto la mirada de mi teléfono con una mueca confundida.

¿De cuando aca está hacia tarde de chicas sin ser obligada por Ama y Ari?

— Deja de mirarme así y te compro lo que tú quieras.

Me compro.

— Bien.

Miró por última vez el chat con Vic y suelto un suspiro, yéndome a vestir.

Solo está conectado con su aura interior, Riri, no te exaltes.

Luego de arreglarme, Rivis y yo salimos del hotel camino al centro comercial, entrando a una tienda especializada en boxeo.

Allí la peliteñida se compró cosas para la velada, aunque no le preste tanta atención, ya que no entendía ni vergas.

— ¿Que quieres que te compre? — Me pregunta mientras salimos de la tienda.

— Quiero que compartamos un peluche de esos.

Apunto hacia la tienda de peluche personalizados, puedes grabarle una voz cada que oprimas un boton.

— Va — Dice la güera riendo.

Nos vamos a la tienda de peluches, mientras yo escojo un gatito para Rivers, ella me escoge un osito.

Al grabar la voz de lo que queríamos que dijera el peluche, nos alejamos de la otra para que fuera sorpresa.

Al ir a pagar, nos intercambiamos los peluches.

— "Chinga tu madre, pendeja" — La voz de la mexicana sale a través de mi peluche, haciéndome soltar una carcajada.

— Predecible, escucha el mío.

Está oprime el botón del gatito.

— "Chingate tu, coñoetumadre" — Es lo que dice el gatito.

— Somos tal para cual, no puede ser — Se ríe a carcajada, provocando mi risa también.

— Vamos por un helado — Le digo.

— Vamos, pero si Ronny se entera y me chinga, te vienes conmigo, culera.

Me amenaza y asiento mientras me río. Fuimos a una heladería muy buena de acá, era mi favorita. Luego de pedir nuestros helado y sentarnos a comer, a Rivis le dieron ganas de ir al baño y me quedé esperandola.

En ese momento me dio por revisar el teléfono, el cual no había visto desde que sali del hotel, ya que estaba muy entretenida con Rivers.

Seguía sin tener mensajes de Victoria, pero me llamó la atención de tener tantas notificaciones de Twitter, Instagram y Tik tok, esto nunca significa nada bueno.

Decidí entrar a Twitter, ya que las noticias eran más rápidas acá y más ciertas, aunque había mucha mierda.

Hago una mueca al ver una foto de Victoria junto a Isarel, muy cerca para mí gusto.

Parecían que estaban hablando y riendo, aunque la cara de Vic casi no se podía apreciar al ser una foto de lejos.

¿Eso es un aeropuerto? ¿Donde era el retiro espiritual o que putas? ¿El retiro espiritual traía a una modelo como guía?

— Ya estoy, ¿Vamos?

Levanto la vista mientras apago el teléfono, Rivers venía más contenta de lo habitual, pero decidí ignorarlo.

— Si, vamos.

Murmuro mientras me levanto, empezando a caminar hacia la salida de la heladería.

— ¿Estás bien? De repente tu humor cayó.

Me quedo callada por unos segundos y niego con la cabeza.

— Estoy bien, solo que un poco cansada por las compras.

— Oh, no te preocupes, cuando lleguemos al hotel descansarás muy bien, te dejaré totalmente sola.

Me dice y asiento con un pequeña mueca, soltando un suspiro.

Me producía inseguridad ver a Victoria con una chica tan guapa como Isarel, no podía evitarlo.

Yo era una simple chica ordinaria streamer, Isarel tenía una figura y rostro hermoso, era modelo y miss.

¿Quién no prefiere a una modelo antes que a una streamer?

En el taxi camino al hotel me quedé mirando a la ventana, pensando en mil cosas y a la vez en nada, estaba sobrepensando mucho.

— Bueno, llegamos.

Al bajar del taxi con nuestras cosas, Rivers me dejó en la puerta de mi habitación y se fue rápidamente a la suya, dejándome totalmente extrañada.

A esta le pica el culo desde esta mañana, está más rara que el coño e la madre.

Me encojo de hombros con mi peluche en la mano y abro mi habitación, la cual está totalmente en oscuras, aunque notaba una presencia en esta.

Al prender la luz, mia ojos captan mi habitación totalmente distinta como la dejé.

Estaba llena de flores, algunos globitos y bolsas de regalo, sin omitir que había una platina en medio de la habitación, mirándome con una sonrisa nerviosa.

— Hola diablita.

— Vic...

No sabía si saltarle encima de la emoción o ponerme a llorar por mis inseguridades, lo cual planeaba hacer apenas entrará a la habitación.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top