16. ¿El Mikori es real?

— ¿Adivina quién ya se recuperó al cien por cien y puede volver a tomar su lugar en disaster chef? — Me dice Ibai cuando contesto la llamada.

Que gente tan maleducada, ni un hola dicen.

— Dios oyó mis plegarias — Digo mirando al cielo — Le voy a mandar un regalo a Masi.

— Tía, voy a pensar que odias trabajar conmigo — Me dice el español.

Suelto una risita — No es eso, solo que estaba en mis relajantes vacaciones y las arruinaste.

— Bueno, yo también me molestaría si arruinan mis vacaciones que incluyen a Young Miko — Me da la razón — ¿Estás de acuerdo con que Masi retome su trabajo?

— Todo suyo, solo no lo anuncien, quiero irme sin que nadie se entere — Le digo.

Aún tengo tiempo antes de que Vic empiece su gira, era 22 y su gira empezaba el 28.

Me despido de Ibai y se me ocurre una idea alocada, la cual involucraba PR, mi madre y un avión.

— Hola hija — Contesta mi madre al quinto repique.

— Hola, ¿Que tan ocupada estás estos días?

— Pues normal, como siempre — Me dice extrañada — ¿Por qué?

— Ibai me dijo que ya me podía ir si quería, ya que Masi puede presentar el próximo programa — Le contesto — Así que pensé que te gustaría acompañarme a Puerto Rico antes de que Vic empiece su gira.

— ¿Quieres que me vaya de viaje así? ¿Tan de repente? — Me dice insegura — No se, cariño, tengo la pastelería.

— Alex se puede quedar a cargo, mamá — Ruedo los ojos — ¿Cuando fue la ultima vez que te tomaste un tiempo para ti sola?

La linea se queda en silencio por unos momentos y tengo que verificar que la llamada no se haya caído.

— Está bien, iré — Me dice y sonrió — ¿Cuando?

— Estuve revisando y hay vuelos para mañana a las 10 am — Le contesto — Yo te pago el vuelo.

— No te preocupes, hija, yo lo puedo pagar.

— Tómalo como un regalo, mamá — Le digo — Entonces, ¿Si vas?

— Si.

Sonrió con entusiasmo y luego de colgar la llamada, compro los dos vuelos y empiezo a arreglar mi maleta, debía dejar todo listo, ya que hoy saldría con las chicas de Pio.

Algunas horas después, paso por la casa de Carla y está se sube al auto con una sonrisa.

— Te ves muy guapa, niñita de oro — La halago.

— Tu igual, Ri — Me dice con una gran sonrisa — ¿Puedo poner música?

— Claro.

Mientras ella pone música, yo me dirijo a la casa de Mar, donde nos estaba esperando junto a Ona y Julia, ya que me ofrecí a llevarlas.

— Oye, nena — Le digo antes de llegar a la casa de Mar — Necesito decirte algo.

— ¿Que paso? — Me pregunta bajandole un poco a la música.

— Ibai me llamó y me dijo que ya estaba libre de irme — Le digo luego de estacionar el auto, para mirarla mejor — Mañana me iré.

Puedo ver cómo la carita de Autero se cambia a un semblante triste y me parte el corazón.

— Oh — Es lo único que dice — Supongo que irás a Puerto Rico.

— Si, quiero ver a Vic antes de que empiece su gira y mi madre Me acompañara — Le digo.

— Me alegro por ti, se que la extrañas — Murmura con tristeza.

— Hey, no te pongas así, sabes que nos seguiremos hablando y estaré apoyándote en cada partido a la distancia, eres como mi hermanita menor, Autero — Tomó su mano y la acarició.

— Es que me acostumbré a tenerte acá y te voy a extrañar mucho — Me hace un pequeño puchero y la abrazo.

— Y yo a ti, pero nos volveremos a ver, cuando venga a la velada pasaré unos días contigo, y en la final de la Queens, donde mis chicas van a ganar — Le digo sacándole una risita.

— Supongo que en algún momento pasaría — Murmura — Si no estás en la final, te dejo de hablar.

Suelto una carcajada y asiento, dándole un último abrazo.

Nos separamos cuando unos golpes en la puerta del auto nos distraen y quito el seguro, dejando a las tres españolas subirse a la parte de atrás del auto.

— Holaaa — Saluda Ona — ¿Preparadas para emborracharse?

— ¿Cuando tú no estás preparada para eso? — Bromea Carla.

— Never — Contesta riendo.

Miro por el retrovisor a las chicas y con la primera mirada que me topo es con la de Mar, la cual me regala una sonrisa que correspondo.

Al llegar al antro, nos vamos a la barra a pedir nuestras bebidas y luego Autero me arrastra hasta la pista para bailar, mientras las otras tres se van a una mesa para esperar al resto de las chicas.

— ¿Le vas a decir a las chicas que te vas? — Me pregunta la niña mientras bailábamos.

— Si, ahorita les digo — Me acerco a su oído para contestarle.

— Oh mira, ya llegó el resto, vamos.

Carla me agarra por la muñeca y me jala hasta la mesa donde estaban las chicas de Pio con sus bebidas.

— Holaaaa — Saluda Autero.

— Buenas — Saludo yo tomando asiento a un lado de Paula — Ya me duelen los pies, ya no estoy en la edad de estos trotes — Bromeo.

— Anciana — Se burla Autero abrazándome — Anda, diles que nos abandonas.

Ruedo los ojos ante su dramatismo y siento la mirada interrogante de todas las chicas sobre mi.

— Mañana me iré de España, Ibai me dijo que ya no me necesita mas — Les digo a las chicas.

Noto varias muecas en las cara de las chicas ante la noticia.

— Nos dejas solitas — Se queja Aitana.

— Vendré para la velada y para la final de la Queens — Les digo con una sonrisa.

— Más te vale, o ya sabes lo que te va a pasar — Me amenaza Autero — Iré por otra bebida.

— Toma con calma — La regaño y está rueda los ojos.

— Voy contigo — Le dice Ona levantándose.

— Y yo — Nuria también se levanta.

Varias van a la barra por más bebidas y otras a la pista de baile, dejándome sola con Mar y Paula.

— Voy al baño — Dice Pau levantándose — No se maten, ya vuelvo.

— Ay aja — Me burló y Mar solo se ríe.

Cuando ya estamos totalmente solas, mi teléfono suena y veo un mensaje de Vic diciéndome que me cuide y que me porte bien.

Idiota y celosa.

— Ya me vas a decir con quién andas — Me sobresalto al oír la voz de Mar cerca mío.

— Queti — Le saco la lengua y está me mira mal — Es alguien famosita.

— ¿Streamer?

— Nop — Niego.

— ¿La conozco?

— En persona no, pero si la ubicas — Contesto tomando mi bebida.

— Dame una pista — Se queja.

— Hice un stream con ella hace un tiempo — Le digo y se pone a pensar.

— ¿De que hablan? — Pregunta Paula volviendo a la mesa.

— ¿Sabes con quién hizo stream Riri hace poco tiempo que sea conocida? — Le pregunta Mar.

— Eso es trampa — La regaño.

— ¿Como no sabes? Con Young Miko, dah — Dice Paula con obviedad — Estaba de vacaciones en Puerto Rico con ella.

Mar me mira boquiabierta y yo solo me limitó a reír.

— Te entiendo totalmente, yo también me rechazaría si tengo a tal mujer a mí lado — Dice luego de pasar el shock.

— No digas eso — La regaño y Paula nos mira sin entender.

— No entiendo, ¿De que hablan?

— Que la chica con la que estoy saliendo es esa misma que dijiste ahorita — Digo riendo.

— ¿El Mikori es real? — Pregunta sorprendida.

— Maldito nombre — Murmuró pero asiento — Fuimos novias cuando yo aún vivía en PR, pero lo dejamos cuando me vine a España y decidimos volverlo a intentar ahora que nos reencontramos.

— Es como un amor de un libro — Dice Mar riendo — Me alegra que volvieras a hacer feliz con ella, Ri.

— Gracias, Mar — La miro con una sonrisa — Y perdón.

— No debes disculparte por no corresponder sentimientos, Riri, es algo muy común y entendible — Le resta importancia — Ya llegará mi momento.

— Que madura, Serracanta — Se burla Paula — Ya, dejemos este tema y vayamos a disfrutar esta última noche que Riri la pasará con nosotras, andando.

Le hacemos caso a Paula y nos vamos a la pista con el resto de las chicas, bailando, cantando y disfrutando mi ultimo día en España.

Pio es familia.

• • • • • • • •

— Estoy muy cruda — Me quejo mientras esperamos en el aeropuerto.

Tengo una gorra, lentes y ganas de morirme.

— Eso te pasa por salir de fiesta — Me regaña mi madre — Esta bien que disfrutes, pero debes moderarte.

— Mamá, no tengo 18 años para que me estés dando esta charla, tengo 26 años y soy independiente.

— Bueno, bueno, calma — Dice Alex antes de que mamá me contestará — Riri tiene razon, cariño, ella ya está grande y asume sus consecuencias.

— Pero se está quejando de que tiene resaca — Dice mamá rodando los ojos.

Ya me arrepentí de viajar con mi mamá.

— Tu también te quejas cuando tienes resaca, mujer — Alex rueda los ojos.

— Ja — Le saco la lengua a mi mamá y está rueda los ojos.

Una hora después, ya estábamos de camino de Puerto Rico, serían algunas, muchas, horas de vuelo.

La mayor parte del vuelo la paso dormida, y las veces que estuve despierta, comi y revise por donde iba el avion, ya quería llegar a nuestro destino.

— Hola pinche país todo precioso, te amo — Digo al pisar tierra puertorriqueña.

Escucho una risita de mamá y se adelanta con su equipaje, por lo cual la tengo que seguir.

— ¿Por qué tan apurada? Disfruta de la vista — Digo mientras salimos del aeropuerto.

— Estoy cansada y nerviosa, Rina, apúrate — Me regaña y se adelanta a un taxi.

Rini, ipiriti.

Ush, ya se porque no salía con mi madre.

Nos montamos en uno de los taxis del aeropuerto, el cual nos lleva a el hotel que mamá rento.

Mi teléfono empieza a sonar y palidezco al ver que es Vic.

— Hola ojitos — Digo tratando de demostrar tranquilidad.

— Hola diablita — Escucho su voz algo ronca y muerdo mi labio inferior.

— ¿Te acabas de despertar?

— Si, son las 8 am acá, amor — Dice adormilada.

Amor, me dijo amor.

Agarrenme que me desmayo.

— ¿Que haces despierta tan temprano? — Pregunto riendo.

— Mamá nos invitó a comer a los muchachos y a mi, pero nos dijo que teníamos que estar a las 10 — Dice y escucho una pequeña queja en su voz, lo que me hace soltar una risita — Y te llamaba porque te extraño mucho.

Ayyy.

Me muero de amor.

— Yo también te extraño mucho, ojitos — Le digo con ternura — Ya verás que el tiempo pasará rápido y nos volveremos a ver.

— Ojalá — Murmura — Extraño dormir a tu lado, me volví a acostumbrar en poco tiempo a ti de nuevo.

Basta, voy a llorar.

Veo como el taxi se detiene frente al hotel donde nos vamos a hospedar.

— Y yo a ti, ojitos, pero ya sabes cómo son las cosas — Le digo y la escucho bufar — Debo irme, ojitos, hablamos luego.

— Buenooo, te amo — Escucho el berrinche en su voz al decir "bueno" y ruedo los ojos con diversión.

— Yo también te amo, berrinchuda.

— ¡Rina! — Se queja y cuelgo la llamada riendo.

Volteo a ver a mamá, la cual me está mirando con una ceja alzada y una sonrisa.

— No me mires así — Le digo con las mejillas sonrojadas mientras tomo mis maletas.

— Me recuerda tanto a cuando estaban pequeñas, siguen iguales.

— Si, si, a la chingada — Murmuró sonrojada y entró al hotel.

Mamá pide las llaves del hotel y me da la mía, estábamos a la par.

— Tenemos que llegar en una hora o menos, Vic me dijo que a las 10 iría a su casa y son las 8:20.

Cada una entra a su habitación y entró a la ducha a darme un rápido baño, dejo mi cabello húmedo ya que no me da tiempo de secarlo y me visto.

— Que guapa, yo me doy y no consejos — Digo dando la vuelta delante del espejo.

Escucho como tocan la puerta y tomo mis cosas, para luego salir.

— ¿Lista? — Pregunta mamá arreglada.

— Si, si, vamos.

Salimos del hotel y pido un Uber, el cual llega en pocos minutos y llegamos casa de Mai Eve a las 9:15.

Justo a tiempo.

Flash nos llaman.

— Voy a tocar yo y tú quédate a un ladito, que no te vean — Le digo a mamá mientras nos acercamos a la casa.

— Que recuerdos — Dice viendo todo.

La miró sin decir nada y me acerco a la puerta, la cual tocó luego de tomar un respiro.

— Un momento — Escucho la voz de Mai Eve.

Sonrío al oírla y me espero, dándole una rápida mirada a mi madre, la cual está casi temblando de los nervios.

— Oh my good — Dice mai Eve al abrir la puerta — Mi niña, volviste.

— Hola mai Eve — Me acerco a ella para abrazarla, abrazo que está corresponde con alegría.

— Pensé que estarías en España en este momento — Me dice separándose para mirarme.

— Lo estaba, pero mi amigo me dijo que si no quería seguir con el programa, podía irme, ya que la chica que estaba antes ya se habia mejorado y podía tomar mi lugar — Le explico — Te traje algunas cositas de España.

— No debías molestarte, mi niña — Dice con una sonrisa.

— Por supuesto que sí, mai Eve, dejame te muestro lo primero que traje — Me separo de ella y le hago una seña a mamá para que se acerque.

Noto la mirada confundida de mai Eve, pero cambia a una de total sorpresa a ver a mí madre.

— Hola Evelyn — Dice mamá con una sonrisa timida.

— Mónica — Dice Mai Eve sorprendida.

Veo a cierta distancia el reencuentro de dos amigas con una sonrisa, que bonito.

Sin que ellas se den cuenta, me escabulló dentro de la casa y veo a Juan sentado en el sofá en su teléfono.

— Hola, mi amor, ¿De casualidad estás soltero? — Bromeó dejándome caer sentada a su lado.

— ¿Riri? — Pregunta sorprendido — ¿Tú no estabas a España?

— Pero ahora estoy en PR, dah — Digo con obviedad y me recuesto en su hombro — Voy a descansar los ojos, despiértame antes que llegue tu hermana.

— Si, señora — Dice riendo.

Me quedo dormida un par de minutos en su hombro hasta que me despierta, donde veo a Carlos y a Carli.

— Buenos días bella durmiente — Se burla Carlos.

— Como tú no tomaste un avión de muchas horas — Digo estirandome — ¿Me extrañaron?

— Sabes que si, mi niña — Dice Carli — Y también, ya no soportabamos a Victoria.

Suelto una carcajada y niego con diversión.

— Vete a la habitación de Vic, le diremos que busque algo allá y así la sorprendes — Dice Juan — Ve ya, está a nada de llegar.

Me levanto del sofá y antes de subir a las habitaciones, paso por la cocina donde está mai Eve y mi madre.

— Huele delicioso — Digo desde el umbral de la puerta.

— Cocino con amor, cariño, eso le da ese dulce aroma — Dice Eve.

— Muero por comer, pero ahora iré a la habitación de Vic para sorprenderla — Les digo — Mamá, no te dejes ver por Vic.

— Como ordene, capitana — Dice con sarcasmo.

Le saco la lengua y subo a la antigua habitación de Vic, en la cual me llegan muchos recuerdos.

*Flashback*

— Vic — Le quito las sabanas de encima.

— Dejame dormir, Rina — Se queja jalando las sábanas.

— Es sábado y son las dos de la tarde, Victoria, sal de la cama y salgamos — Digo moviéndola.

— No quiero — Se queja.

— ¿Por qué no quieres?

— Estoy triste.

— ¿Por qué, Vic? ¿Te hicieron algo? — Preguntó preocupa.

— No, nada — Murmura — Es que todas mis amigas se alejaron de mi al saber que me gustan las mujeres.

— ¿Y Andy y yo que? ¿Estamos pintadas en la pared? — Suelto un bufido.

— Ustedes son mis mejores amigas, casi hermanas, yo me refiero a mis amigas de la school.

— Pues son unas idiotas — Me siento a su lado — ¿Quieres quedarte en la cama mientras vemos película?

— Si — Dice con un puchero.

Mi mirada baja a ese lindo puchero en sus labios pero desvío la mirada rápidamente.

— Lo que la bella dama pida.

*Fin del flashback*

Pasamos por todo tipo de altas y bajas en nuestra relación, y antes de ella.

Escucho la puerta del cuarto abrirse y me volteo para quedar frente a la persona que abre la puerta.

No la escuché llegar.



























Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top